Capítulo 10
"Semántica Americana"
Por suerte para los Quileutes, la casa estaba en tan mal estado que les tomaría al menos un par de días más poder terminar todo el trabajo. Así que Harry llamó a la compañía de entregas para cambiar la fecha de envío de sus muebles. Por su parte, Jacob, no podía sacarse de la cabeza a ese muchacho inglés de ojos verdes que despertaba tanto interés e intriga en él. Obviamente no les dijo nada a sus amigos. Ya tenía suficiente con ellos fastidiandolo por su pequeño problema de habla, del cual por cierto tenía que encargarse, como para, de paso, mencionarles que el chico nuevo del pueblo le parecía interesante.
-"Primero muerto" -Se dijo mentalmente mientras terminaba de guardar las herramientas en la camioneta.
Aun en la casa Harry terminaba de darle a Quil el pago por el día de trabajo. A su lado Teddy no paraba de sonreír pícaramente hacia cierto pequeño Quileute que le devolvía el gesto, inocentemente claro
-Entonces los esperamos mañana temprano -Se despidió Harry -Gracias de nuevo.
-¡Nos vemos mañana! -Se despidió Seth mientras comenzaban a correr para no mojarse por la lluvia que comenzaba a caer de nuevo.
-¡Nos vemos!
-Jmmm -Al momento en que se quedaron solos Harry no se midió ni un poco para preguntar -Ni lo sueñes
-¿Qué? ¡Aún no he dicho nada!
-Se que algo estas tramando -Rebatió el ojiverde entrando de nuevo a la casa -Solo eso necesito. Además, tienes tarea
-Tú también.
-La terminé anoche -Respondió con suficiencia el joven inglés
-Perfecto, ayúdame con la mía
Al mismo tiempo, en la camioneta de la familia Black, Jacob no paraba de pensar en su actual jefe. Y no podía evitarlo, ni aunque lo intentara, sus amigos no paraban de hablar acerca de eso. Que si era muy pálido, su acento era extraño, que donde habían estado sus padres todo el día, que el menor parecía modelo de agua oxigenada... En fin. No tenían muchos visitantes a menudo, por eso tienen tanto material para hablar. Aunque, curiosamente, el pequeño Seth estaba muy callado
Su cabeza, al igual que la de Jacob, estaba dando vueltas alrededor de un chico inglés. Solo que en vez de Harry, era por Teddy. El chico le agradaba sin duda, pero durante todo el tiempo que estuvieron juntos no pudo dejar de notar que su comportamiento era... raro. Y no raro "raro" como si se hubiera puesto una pierna tras la cabeza o se hubiera puesto a pintar con los pies. Era más un "raro" que no podía definir. Pero le agradaba. Además tenía que preguntarle como se había teñido, o mejor dicho, desteñido el pelo tan rápido; él, como todo adolescente, en dado momento se había planteado pintarse el cabello, o un mechón, de algún color diferente, Pero apenas si había sobrevivido a sus padres cuando llegó a la casa con las orejas perforadas. Quién sabe, tal vez podrían ir a surfear juntos algún día.
Jacob los dejó a todos en sus casas antes de regresar él a la suya. Solo que en lugar de ir directo a cenar, se quedó un momento sentado allí.
Con sus manos y la frente en el volante. No entendía porque. No entendía como. Pero algo dentro de él le decía que regresara. Ya fuera caminando, corriendo o conduciendo. No importaba como. Solo quería regresar a ver a ese muchacho, a Harry. Sentía tanta curiosidad acerca de él. Sin contar esa sensación de ausencia a su alrededor, sabía tan poco de su persona. Tal vez fuera porque se trataba de alguien ajeno a la tribu y al pueblo.
-¿Qué... es lo que quieres...? -Gruño al aire. Sabía que quien tanto quería regresar era su lobo interno. Sus instintos más básicos, sus genes. Eran ellos quienes clamaban por regresar, pero, ¿por qué?
No tenía sentido quedarse allí a hacer preguntas inútiles. Aunque comió suficiente y se dio un buen baño, toda la noche se la pasó intranquilo.
Sus sueños estuvieron plagados de cosas sin sentido: un loco negro bicéfalo, una serpiente gigantesca de aspecto venenoso y un león con corona dorada. Las cabezas del lobo discutían entre ellas y la serpiente se burlaba mientras el león no paraba de rondar su alrededor, cansado y hastiado de esperar. De repente la sombra de un águila los paso, y la serpiente y el león comenzaron a correr hacia un enorme castillo de aspecto medieval. Las cabezas del lobo no sabían qué hacer. Una quería ir al castillo, la otra ir al bosque. Y comenzaron a pelear otra vez
-¡...! -Cuando se despertó de golpe ya había amanecido y su frente estaba perlada en sudor. Pero su mayor sorpresa fue que su almohada estaba desgarrada. Miro sus manos y sus uñas parecían estar encogiéndose. ¿Acaso su sueño casi lo hace entrar en fase?
-¿Jacob, estás despierto?
-¡S-Si! -Se apresuró a responder mientras escondía los restos de su almohada.
-Date prisa, Quil y Seth ya están aquí.
-¡Maldición es tarde! -Ya se bañaría cuando regresara. Salió y efectivamente sus amigos estaban esperándolo sentados a la mesa junto a su desayuno. Se apresuró a comer y luego a lavarse y a vestirse. Embry llegó cuando él ya estaba calentando el motor de la camioneta. A pesar de haberse quedado dormido pudieron salir con el tiempo justo. Quil estuvo fastidiando parte del camino, Seth y Embry por su parte se conformaron con dormir un poco más. Al parecer había habido un maratón de películas de acción la noche pasada.
Al mismo tiempo, en la casa Potter, Teddy acababa de lavar los platos y ponerlos en su sitio. Aprovechó su reflejo en el cristal de la alacena para acomodarse su cabello. Había despertado con la mitad azul y la otra rubia, a veces le pasaba, Estaba vez prefirió dejarlo de un castaño muy claro, y, ya que estaba, también cambió sus ojos a un marrón similar al chocolate. Para cuando estuvo satisfecho con su aspecto escucho como tocaban a la puerta.
-¡Harry, ya llegaron! -Igual que el día anterior fue Teddy quien recibió a los Quileutes. Cuando le preguntaron acerca de su cabello, solo se hizo el tonto y los invito a pasar. Para su sorpresa uno de ellos, Jacob si recordaba bien, lucía algo intranquilo. No dejaba de mirar a todas partes, como si buscara algo. Mas fue su intriga cuando, al bajar por las escaleras, Harry se convirtió en el único blanco de los ojos de Jacob -"¿Y este qué?"
Así comenzaron a trabajar. Todos pensaban que harían igual que el día anterior, al menos hasta que Jacob mandó a Seth a pintar afuera. Con todo y las quejas del más joven. Pero el Black insistió sin dar su brazo a torcer, y ganándose el apoyo de Quil y Embry diciendo que Seth intentaría hacer el trabajo más fácil. Claro, él solo buscaba la forma de estar cerca de ese muchacho de ojos verdes. Para su desgracia, cada uno pintaría una habitación diferente; mientras Teddy y Harry pintaban las suyas respectivamente, el estaría pintando la de invitados de blanco
Podía sentir a su lobo gruñir, pero no pensaba ponerse a rondar al muchacho como si fuera alguna especie de presa; después de todo estaba ahí para trabajar. Aunque eso se dijo no pudo evitar pasar todo el rato en modo automático. Sus manos se movían por sí solas, pero todos sus sentidos, a excepción del olfato, estaban concentrados en lo que ocurría en la habitación que estaba al otro lado del pasillo. Podía escuchar algunos pasos, incluso podía percibir levemente el sonido de la brocha contra la pared. Cuando se dio cuenta él ya había terminado de pintar las cuatro paredes de la habitación de invitados
-Mmmm... "Bueno... No habrá problema, si voy y le ayudo" -Un par de semanas antes se había golpeado a sí mismo por estar auto justificándose, y más aún para ir a estar cerca de otro chico. Pero esta vez solo pudo pensar que necesitaba saciar su curiosidad con respecto a esa persona tan misteriosa. Camino algo más rápido de lo que debía. La puerta estaba entreabierta así que solo la empujo levemente. Adentro Harry no se dio cuenta del invitado. Estaba arriba de una escalera pintando la parte más alta de la pared del fondo, dándole la espalda a la puerta. Le faltaba solo un poco en la parte más alta, intentó subir un peldaño más en la escalera pero de un instante a otro uno de sus mareos hizo que la vista se le nublara. Pudo sentir cómo se inclinaba hacia un lado. Solo le quedaba esperar el golpe contra el sue-
-¡Woh! -En lugar de caer como peso muerto contra el suelo, sintió como era atajado en el aire por alguien más. Por un instante pensó que había sido Teddy. Cuando su vista se enfocó de nuevo pudo ver un rostro que, en definitiva, no era el de su ahijado. Era joven, pero maduro a la vez, con la tez morena y el cabello negro despeinado, ojos oscuros y una mirada muy preocupada -¿Estás bien?
-S-si... -Intentó ponerse de pie, pero tuvo que afincarse en el hombro de ese muchacho. Ahora que se fijaba, era bastante más alto que él -Creo que no.
-Espera... -Jacob retiro, lo sujetó por la cintura y, sin nada de esfuerzo, lo llevó hasta la cama plegable en la que Harry había estado durmiendo -Aquí
-Gracias -Poco a poco podía volver a sentir sus manos, aunque algo entumecidas. Esta vez le había dado uno fuerte
-Traeré
-¡No! -Al menos aún podía reaccionar a tiempo. Jacob se vio sujeto por la mano de Harry en su muñeca -No le digas a Teddy. Ya se me está pasando.
-Yo, pensaba traer, padres -Jacob no dejó de maldecirse a sí mismo. En buen momento se le ocurrió decaer otra vez en su problema de habla.
-Solo estamos Teddy y yo -El ojiverde volvió a levantarse, esta vez sin ninguna reacción -Gracias por, atraparme... -Hasta el momento no se había dado cuenta de que estaba en brazos de un muchacho menor que él. El solo pensamiento le agito la cabeza -Eh...
-Claro, perdona... -Se aseguro de no olvidar el nombre, sería muy embarazoso. Ambos se quedaron varios minutos en silencio. Uno frente a otro -Eh, ¿necesitas algo?
-¡...! -Mas idiota no pudo sentirse el quileute -S-si, yo... "Vamos Black, concéntrate"... Acabe en la otra habitación, y pensé venir a ayudar aquí
-¿Acabaste? -Por un instante Jacob pudo escuchar como el corazón de ese muchacho se aceleraba y su cara comenzaba a tornarse, ligeramente roja. Claro, él no sabía que según la semántica europea "acabar" era como sinónimo de eyacular. Harry intentaba mantenerse calmado... pero sencillamente no podía dejar de preguntarse ¿era ese chico un pervertido? No lo parecía... No, seguramente se refería a su trabajo. Claro, eso tenía sentido. Había terminado de pintar la habitación y ya -"Estos americanos"
-Sí
-Claro -Se apresuró -Me vendría bien una mano
-¡Genial!
***
-Muy bien, escúpelo, ¿qué te ocurre?
-Te recuerdo que soy tu padrino
-Aja... -Teddy solo lo miro con una ceja alzada -¿Me vas a decir?
Durante todo el rato que llevaban cenando Harry había estado actuando muy extraño. Y Teddy, por supuesto, no pensaba quedarse con la duda. Pero si su padrino no quería soltar prenda....
-Sabes, estuve pensando -Lo obligaría -Podría invitar a Mathew a quedarse
-Apenas si tienes cama... -Rebatió Harry -¿Dónde dormiría?
-No me importa compartir
-Sobre mi cadáver
-Dime qué es lo que te paso.
-Solo fue un momento incómodo con uno de los pintores -Cedió finalmente el ojiverde -Jacob.
-¿El que habla como niño de la selva?
-Si, ese... -No le gustaba burlarse de la gente. Pero no podía evitar encontrar divertido el comentario -Dijo, algo que malinterprete.
-¿Qué dijo?
-Teddy sigue presionándome y tendrás que pintar el resto de la casa tú solo
Aunque logró sacarse de encima a su ahijado. Harry no pudo dejar de pensar en ese tal Jacob. Por alguna razón, durante la tarde mientras pintaban, no dejó de sentirse vigilado. Y no era por esa típica paranoia de la que Teddy solía diagnosticarlo. Después de un rato se había dado cuenta que, efectivamente, durante todo el rato los ojos oscuros de Jacob Black habían estado sobre él.
***
"¿Por qué siento mi estómago vacío?"
Al mismo tiempo, en la casa de los Black. El hijo del jefe se encontraba sentado afuera del garaje. Después de tanto tiempo había querido trabajar de nuevo en su auto. Pero durante todo el rato no pudo concentrarse más que en esa tarde de trabajo pintando en la casa Potter; por alguna razón se había grabado en la córnea la figura del muchacho de ojos verdes. Harry era sin duda el típico inglés, pequeño y delgado.
Podía recordar su figura, sus facciones, incluso su tono de voz. ¿Entonces por qué seguía sintiéndose tan interesado con respecto a ese sujeto?
Claro, se preguntaba a qué se refería cuando dijo que no habían padres en la casa. Pero fue Seth, quien le explicó luego de regresar, que Teddy y Harry eran hermanos. Y ambos eran los únicos en esa casa, al parecer eran huérfanos y Harry era el tutor legal de Teddy. Lo cual confirmaba que al menos el mayor ya tenía dieciocho años.
-¡Mmm! -Comenzó a negar con la cabeza. Jamás había dedicado tanta reflexión a una persona.
Estaba decidido. En la mañana... Llamaría a Bella.
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