Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

~Capítulo 9~

Quien me conoce sabe que no suelo cumplir con los días de actualización jajaj! Aquí un nuevo capítulo. 😎😎

Que lo disfruten!

...

《Ivania》

Sus besos mojados envolvían cada parte de mi ser, ardía de deseo porque Brandon me haga suya, este ciclo destructivo era algo que estaba matándome lentamente.

—Brandon... por favor... —supliqué al ver que no tomaba la iniciativa de una vez por todas. Me tenía en sus brazos, sentada encima de él... su mirada penetrante me erizaba la piel, el agua nos envolvía en un sin fin de emociones... me acariciaba con sus ojos, con sus manos, pero no comenzaba el maldito acto sexual.

—¿Qué es lo que quieres Ivania? —preguntó cerca de mi oído con su voz cargada de deseo contenido.

—Hazme tuya Brandon... —pedí acariciando su falo ya duro. No podía seguir más con este juego— déjate de tonterías, ¿si?

—Pero dime... —susurró en lo que masajeaba lentamente mis senos, el agua salpicaba por todos los sitios— ¿qué quieres que te haga? —volvió a insistir.

—Tócame —tomé su enorme mano y la baje a mi entrepierna— ¡Aquí!, ¡YA! —pedí y pude ver sus sonrisa de lado a lado. El hijo de puta lo disfrutaba en exceso.

Brandon, sin perder un segundo más, comenzó a jugar con mi clítoris, con mi raja, metía un dedo en mi coño, luego dos, bombeada con fuerzas, se sostenía con la otra mano en mi cintura para poder bombear con más fuerza, llegué a pensar que quería romperme, tenía una fuerza descomunal, pero en cambio a lo que parece, yo solo sentía placer, un placer profundo y ardiente.

Mis manos jugueteaban con su pene, bombeaba también con fuerzas, cada gemido que le oía era como un éxtasis para mi. Cuando ya estaba a punto de venirme con sus caricias, él detuvo sus movimientos y levantó la mirada hacia mi.

—No es tiempo Ivania, no seas ansiosa —dice.

—Joder Brandon, no seas cruel —su sonrisa ladina hizo acto de presencia nuevamente y me contestó.

—Te haré gozar como tu novio no puede hacerlo.

Dicho esto me empaló de una sola estocada y comenzó a bombear con fuerza, la sorpresa fue tal que grité y esto hizo que riera a carcajadas. No me importó... en absoluto, porque estaba pasándola genial. Él todavía sentado en la tina, con sus manos ancladas en mis caderas, guiaba los movimientos que hacían que pierda la poca cordura que tenía. Su mirada estaba fija en mi, observando cada movimiento y expresión que hacia. Aún no entiendo qué carajos es lo que me hace para que venga rendidita a sus pies... pero me encanta.

Otra vez cuando estuve a punto caramelo se detuvo.

—¡Brandon! —protesté y me levantó divertido.

—Ven, vamos a la cama.

Dicho esto me paso una toalla y seco con mimo. Luego me tumbó en la cama y comenzó a besarme la punta de los pies. Daba besos húmedos en toda mi pierna, en mis muslos, subía lentamente hasta hacerme volver agua la boca. Cuando llegó a mi coño, lo devoró  con ansias, con ganas, con devoción, fue... raro. Exquisito... pero raro.

Esa noche la luna nos acompañó por el enorme ventanal de la cabaña... esa noche fue realmente increíble... me dejé hacer todo lo que él quiso, fui su muñeca por una noche, simplemente dejé que me haga lo que él quisiera, y me encantó.

Estábamos acostados ya, ambos desnudos, luego del tercer asalto que acababa de terminar, yo sobre su pecho. Él con sus ojos cerrados pero aún despierto, miro de reojo el reloj de su mesita de noche y veo que son las 4 a.m. ¡Joder! Mañana debía estar a primera hora arriba, creo que dormir sería mejor. Se sentía tan raro. No sabía cómo carajos actuar, ¿me iba?, ¿Me quedaba las tres, cuatro horas restantes con él?, ¡¿Qué carajos hago!?

—¿Qué tanto piensas? —me pregunta. Lo observo y veo que me mira intrigado.

—Nada. Perdón —suelto con miedo, que tonta, como si él podría saber lo que yo estaría pensando.

—Vamos. Dime... —pide serio.

—No pasa nada, de verdad —respondo.

—Algo te ocurre Ivania. Tu ceño estaba totalmente fruncido y tus labios apretados, eso haces cuando algo te inquieta mucho —su observación me dejó helada. ¿Cómo es que me conocía tanto?

—Vaya. Me ves... —hablo anonadada— de verdad me ves...

—Claro que te veo Ivania. Eres muy fácil de leer. Dime —se sienta en la cama— ¿Qué te inquieta?

Le digo la verdad porque siento que si le intento mentir me descubrirá.

—¿Quieres... que me vaya?

—¿Eso era? —ríe de lado— No Ivania. Vamos a dormir un poco, a recuperarnos. Te dije que estos días eres completamente mía. ¿No te ha quedado claro aún?

Y mucho más tranquila me recuesto nuevamente sobre su hombro y me duermo en el más profundo de los sueños.

Unos horas más tarde suena el pip... pip... pip... de mi móvil. Como puedo lo apago y al instante vuelve a sonar, ¿pero qué carajos? Abro bien los ojos cuando Brandon me dice.

—Atiende a tu noviecito o le contestaré yo.

—¡Joder! —se me escapa y con cautela me alejo unos centímetros de Brandon para que no oiga la conversación— ¿Hola?

—¡Amor! ¿Cómo estas?, ¿te despierto? —habla Julen al otro lado.

—Julen, para por favor con tantas preguntas, es demasiado temprano.

—¿Temprano? ¡Son las 9 de la mañana!, ¿cómo es que estás aún en la cama? ¿Brandon no te ha matado ya? 

—Caray. Cálmate. Pareces mi madre regañandome por todo. Me he quedado dormida, ya saldré de la cama, en cuanto me dejes colgar el móvil.

—Te he llamado porque te extraño Ivania. Días llevamos separados, si no es por tu misión es por la mía, puedo escaparme unos instantes para llamarte y ¿qué obtengo? Solo reproches. ¿Qué ocurre Ivania?

—Nada Julen. Lo siento, me has tomado muy dormida. Hablamos luego ¿si? Debo levantarme o de verdad cortarán mi cabeza hoy. Te amo —digo rápido al ver que Brandon se levanta y hace ruido a propósito.

—¿Estás con alguien allí? —me dice acusador Julen.

—¡Para nada! Soy yo, que me estoy levantando. Hablamos luego. Te amo.

Corto la llamada y le doy una mirada cargada de reproches a Brandon.

—No me mires así que te follaré aquí mismo —me dice subiéndose los pantalones.

—¡Oh por favor! Casi me descubre Julen. ¡No te pases!

—No te pases tu, que tienes el descaro de decirle que lo amas enfrente de mi. Serás mentirosa.

—¿Disculpa?, ¿Qué has dicho? —digo enfadándome a cada segundo más— No sabes tu lo que yo siento por Julen. Así que ni se te ocurra juzgarme.

—Sentirás cariño, aprecio, lo querrás como se quiere a un hermano, ¿pero amor?, ¿amor? ¡No intentes convencerme de algo que ni tu misma lo crees! —dicho esto salió disparado al baño. Yo, sintiéndome realmente mal conmigo misma, me terminé de vestir a la velocidad de la luz y me fui a mi cabaña. Me duché y fui directo a mi oficina. Allí me encontré a Mina trabajando en automático, con una tristeza plasmada en su rostro que daba pena, y todo por tu maldita culpa Ivania. Es que no parabas de cagarla mujer.

—Hola Mina —hablo con un nudo en la garganta.

—Buenos días señorita Ivania. Tiene en la oficina todos los pendientes que debe resolver en el día de hoy.

—Gracias Mina, ¿cómo te encuentras?

—Bien señorita, no se preocupe más por mi.

—Como no hacerlo si eres una parte fundamental para mi, sin ti yo no podría conmigo misma, ¿lo sabes verdad? —digo abrazándola de costado, sintiéndome muy mal por tener que actuar por lo bajo para que no esté con Brandon.

—Es muy bello de tu parte lo que me dices. La aprecio mucho Ivania.

—Buenas —nos interrumpe Jacob— Al fin te encuentro Ivania, ¿dónde estabas?

—Ocupada —contesto rápidamente, no puedo pensar a estas horas en una mentira.

—¿Podemos hablar en tu despacho?

—Adelante —le respondo— Mina tráeme un café bien cargado, por favor.

—En seguida señorita.

Pasamos a mi oficina y Jacob nada más sentarse me dice.

—Es curioso que pidas un café bien cargado si estás despierta desde las... —mira su reloj— no se... 7 a.m.

—¿Qué tiene de raro? —digo exasperada— Vamos a lo importante, ¿qué necesitas hablar conmigo tan urgente como para que tengas que buscarme al menos, dos veces?

Jacob se pone nervioso, no esperaba esa contestación de mi parte.

—Vine a hablar contigo acerca de la misión de esta noche, creo que... deberíamos hacer unos cambios si queremos que todo salga ok.

—¿Cambios? —pregunto— ¿de qué tipos?

—De mando Ivania. Algunos puestos están mal distribuidos.

Lo que me faltaba. Río sin ganas y le respondo.

—Lo que tu quieres es cuestionar mis decisiones, ¿verdad?

—Para nada. solo quiero darte unas sugerencias, sabes que yo tengo muchos años dentro, conozco muy bien este tipo de trabajo que realizaremos esta noche, creo que si cambiamos de lugar algunas fichas, todo saldrá muy bien.

Está colmando mi paciencia. Y hoy el horno no está para bollos.

—Jacob... ¿como decirlo sin herir susceptibilidades? Si Contreras hubiera querido que tu estés al mando, te habría puesto en mi lugar, pero ¡Oh! déjame decirte algo, no lo hizo y por algo será. ¡Así que no cuestiones mis malditas órdenes o estarás fuera! No necesito agentes incompetentes que no puedan realizar su trabajo, o ¿es eso lo que vienes a decirme?, ¿que no puedes con el puesto en el que te puse? Porque de ser así inmediatamente te busco un relevo.

— No. ¡No! —dice levantándose de su asiento— no es eso lo que quise decirte, cálmate Ivania.

—Entonces, ¿debo creer que quieres cambiar de lugar a alguno de tus compañeros? Mucho peor Jacob... mucho peor. Eso demuestra lo mal compañero que eres.

—¡Ya!, ¡Paras el carro mujer! —me grita exaltando a Brandon y Mina que entraban en el mismo instante por la puerta.

—¿Cómo eres capaz de levantarle la voz y hablarle así a tu superior? —espeta Brandon y Jacob lo enfrenta.

—Esto es un asunto entre Ivania y yo.

—¿Disculpa? —brama totalmente desencajado. Sus facciones apretadas se me hacen tremendamente sexy.

《PERO QUÉ DICES IVANIA》

—¿Has sido capaz de hablarme así maldito gilipollas?

Jacob lo mira con clara sorpresa en sus ojos y dice.

—Tu no eres mi superior. ¡Aparecido! ¡Vete a tu maldito país!

Brandon fue demasiado rápido, tomó a Jacob de la camisa y lo empotró contra la pared. Le asestó un cabezaso que lo hizo sangrar en la ceja y quejarse. Él, por el contrario, ni se inmutó. Antes de que esto empeore aún más, opté por separarlos y hablar.

—Jacob. Estás fuera de la misión y de mi equipo, al menos hasta que llegue Contreras y le informe todo lo ocurrido. No solo me faltaste el respeto a mi, sino que también a mi superior, ¿Es que acaso perdiste la cabeza hombre? —digo firme.

—Definitivamente no puedes quedarte, —sentenció Brandon—no pensando así de ambos. ¡Desaparécete de mi vista gilipollas!

—¡Hasta los insultos nos robas jodido Alemán! —sisea Jacob y me mira— esto no se quedará así Ivania. Hablaremos luego.

Dicho esto sale de mi oficina y Mina sale también,no si antes preguntarle a Brandon si se encuentra bien. Debo decir que sentí una extraña sensación al ver su pequeño cruce de palabras. Una vez solos, un enfadadísimo Brandon me dice.

—¿Que ha sido todo eso? ¡Acaso estas rodeada de traidores!

—Cálmate. Él tiene algo personal conmigo.

—¡No me digas! —me corta Brandon. Se sienta en mi escritorio y veo de frente su rostro, también está sangrando, poco, pero sangra. Me dirijo rápidamente hacia el botiquín de primeros auxilios que tengo en mi baño privado y al volver le hablo.

—Déjame curarte.

—No es nada —me corta.

—De todas formas, me defendiste, voy a hacerlo.

—No tienes que hacerlo, hice lo que creí correcto, no veas más de lo que hay ok.

—¿Siempre tienes que ser tan brusco? —hablo divertida y le pincho con un dedo el pecho, tratando de sacarle una sonrisa, al lograrlo asiento satisfecha y prosigo— No veo nada más que lo que hay, no te asustes. Sabes que tengo novio.

—Ya volvemos con aquel temita, que cansona —bufa y me acerca más a él, toca mi cintura y eso, me encanta— ¿Qué diría tu novio si sabe como te estoy acariciando en estos momentos? —susurra en mi oído metiendo mano debajo de mi camisa. Paro el camino de su mano y sentencio.

—Aquí no. Nos pueden ver. Ven, déjame curarte.

A continuación le lavo el pequeño corte y paso una gasa con solución desinfectante. Tocarlo, así sea para curarlo, me pone muy caliente. Su cercanía cada vez me afecta más y más. La culpa por lo que estoy haciéndole a Julen me mata lentamente. Necesito parar, la cuestión es ¿cómo?

—Listo —digo y me aparto como si me quemara, Brandon nota mi cambio brusco pero decide dejarlo estar— intentaré contactar con Contreras. ¿Te parece bien que ponga a uno de mis amigos en el lugar de Jacob? Está dentro de la CIA pero en otra sección.

—Me parece perfecto, mejor que sea alguien de tu confianza así nos aseguramos de que no te clave un cuchillo por la espalda —bromea, o eso creo— Pásame el informe completo de la persona elegida, necesito conocerla antes de la misión.

—Ok, en quince minutos tienes el informe.

—Que sean diez. —sentencia y sale de mi oficina. Será cabrón.

Diez minutos después estaba en el despacho de Brandon dejándole el informe completo de Sarahy. Por supuesto que antes le tecleé para ver si aceptaba, pero de cabeza ella era la mejor opción.

Cuando entré a su despacho estaba con una mujer morena, de buenas curvas, que para nada conocí, por lo que no era de aquí. Su atención estaba por completa en esa mujer. Eso me puso de muy mal humor.

—Dame el informe Ivania, ahora... —pide al ver que no se lo daba, estiré mi mano y de mala gana se lo di.  No me gustó para nada como miró la foto de mi amiga mientras leía el informe, pero no tenía derecho a decir nada.

—Me parece una buena adquisición —habló cerrando la carpeta— ahora vete, necesito hacer unas llamadas y además estoy muy ocupado en estos momentos.

—Con permiso señor —hablo cabreada por su fría actitud, me doy la vuelta frente a la sonrisa maléfica de la dama presente y salgo con la poca dignidad que tengo de ese lugar.

De camino a mi oficina trato de serenarme, pero como no lo consigo ni un poquito me voy al gimnasio, descargar allí mi furia será una muy pero muy buena salida a todo esto sin más problemas. Allí encuentro a Bruno practicando boxeo.

—¿Interrumpo? —pregunto al verlo sorprendido de verme llegar.

—Para nada, solo me parece muy raro verte aquí —me ve tomar su botella de agua y beberla de un saque— ¡Vaya!, ¿tienes sed? —ríe y se saca los guantes de boxeo— creí que debías estar muy ocupada con todo lo de esta noche.

—Dices bien: debería. Pero no me apetece, vine a entrenar o explotaré.

—Me enteré de lo de Jacob, ¿es por eso que estas así? —pregunta y corre en busca de otra botella y me tira unas gasas para ponerme en las manos.

—Si —miento, no quería decirle la verdad. La muy idiota celosa de otro hombre en vez de su novio— ¿Quién te ha dicho? Sarahy... claro.

—No la juzgues. Estaba con ella cuando la llamaste, no le quedó otra opción más que contarme.

—Si claro... que oportuno ¿no?

—Ven, vamos a entrenar —dice y tira de mi —te vendrá bien para esta noche, estas muy lenta, lo vi en la última misión.

—¡Pero que dices idiota! Soy más rápida que tu y unos cuantos más —digo riendo y le hago cosquillas para distendernos. Pasamos un lindo momento jugando y entrenando, que se ve interrumpido por Carla.

—¡Ivania! —grita— te necesito urgente en mi cabaña.

Corre y yo me apresuro a seguirla, disculpándome torpemente de Bruno.

—¿Seguro estará bien?, ¿no quieres que vaya contigo? —me grita a lo lejos Bruno.

—No, descuida, todo está bajo control. Nos vemos. ¡Báñate! ¿Apestas!

—¡Muy graciosa niña! —ríe y salgo corriendo hasta la cabaña de Carla un poco preocupada.

—¿Qué ocurre? —pregunto agitada por la carrera.

—¡Ivania! ¿Acaso eres tonta? —sisea muy enojada Carla, a su lado se encuentra Ian con la cabeza gacha.

—¿Qué dices? —alcanzo a decir pero me interrumpe.

—Ian se vio obligado a contarme lo que sabe, lo escuché hablando con Brandon sobre ti. ¿Eres consciente de lo que estas haciendo? Y te encuentro nada más y nada menos que con Bruno tonteando, tocándose todo el maldito cuerpo, frotándose entre si, ¡Sabes que él siente cosas por ti! ¡A qué coño juegas! Y Sarahy, ¿piensas un maldito segundo en tu mejor amiga?, ¡JODER!

—¡Basta Carla! —la corta Ian, pues a mi me ha dejado en blanco— No puedes hablarle así, ¿qué haces? ¡Quieres arruinar la amistad que tienen! Para un poco. Hay formas y formas de decirle lo que piensas.

—Mejor cállate tu, ¡traidor!, ¡Cómo le haces eso a tu amigo! ¡Ocultarle que su novia se folla al alemán —escupe con asco y eso me hace salir del trance y le respondo.

—Me duele horrores enterarme que después de tantos años de complicidad y amistad sincera de mi parte, me hables y juzgues de aquella manera, como si tu fueras la santa virgen del señor. Mi vida en estos momentos es un caos, tal como lo has descrito minutos atrás, pero no por eso te sientas con derecho para juzgarme. Ya hablé con Ian y le prometí hablar con Julen en cuanto llegue, de momento no puedo comunicarme con él, no tiene el móvil prendido, pero que no te quepa la menor duda de que cuando llegue asumiré mis culpas.

—¡Pero claro! No le funciona ningún móvil, que oportuno —ríe como loca y me apunta con un dedo, amenazante— ¡No por eso seguirás revolcándote con Brandon hasta que Julen llegue! ¿oíste? Me parece de lo peor lo que estas haciendo Ivania. Tu no eras así...

—Tu tampoco, ¿Qué tienes? ¡Por qué me gritas así!

—Por que ama a Julen Iva... —interrumpe Ian y deja muda a ambas. 

—Esto es más de lo que puedo soportar. Me retiro —digo y me voy luego de unos interminables segundos en los que proceso lo que Ian dijo y la reacción de Carla. Está como una estatua, no me dice nada, no refuta que son mentiras. Mierda. Eso es lo que es hoy: un día de mierda.

Y como iba a empeorar Ivania... Ni te lo imaginas...

...

Hasta aquí el capítulo de hoy. :)












Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro