~Capítulo 5~
Hola a todos!!! Con uds un nuevo capítulo de El Pecado de Ivania.. este particularmente tiene mucha acción, espero que les guste y no se mezclen con los nombres jajaja
...
《Ivania》
Estoy preparándome para viajar a Medellín, preparándome es solo un decir, puesto que Brandon aporrea mi puerta, apurándome para emprender el viaje.
—¡Ya voy! —grito en lo que termino de meter varias prendas de las que tengo aqui en mi despacho por si a veces trasnocho trabajando.
—¡Apúrate! —vuelve a aporrear mi puerta y la abro de un tirón.
—Joder contigo Brandon, eres insufrible —su cara en estos momentos es todo un poema. Me fulmina con esos ojos tan potentes, sus fosas nasales se abren y cierran velozmente al ritmo de su acelerada respiración. En un nanosegundo me quita mi mochila de las manos, las toma y me empotra contra la pared, dejando mis manos arriba de la cabeza.
—¡¿Eres malditamente tonta Ivania?! —vocifera— ¡Soy tu superior! ¡Tu maldito superior! ¿Acaso no lo has notado? —tiene su cuerpo totalmente pegado a mi, joder, joder.
—Lo que noto es tu erección Brandon, aléjate, invades mi espacio personal.
—Espacio personal... ¡Espacio personal! —grita en mi cara y me apreta más contra él, causandome casi daño, pues no mide su fuerza— ¡Harto estoy de oírte decir aquello!
De un solo empujón lo hago tambalear para atrás, acomodo mi ropa y le digo.
—Sé muy bien que es mi superior, pero eso no le dá derecho a tomarse estas atribuciones conmigo. Se está pasando de la raya.
Vuelve a tomarme, esta vez de la cintura y comienza a oler mi cuello profundamente, luego dice.
—¿Quién te dijo que solo estamos hablando de lo profesional Ivania? Pensé que te quedaba más que claro que luego de tenerte serias completamente mía.
—Tu no me has tenido, joder, ¡no! Y yo tengo novio. No sé qué carajos dices —trato de safarme pero su agarre es dominante.
—Veremos por cuanto tiempo te dura tu noviecito —dicho esto me suelta y mira con asco, ¡pero quién se creé que es, gilipollas!— andando, el avión privado nos espera.
Dicho esto se da la vuelta y se marcha, dejándome con sentimientos encontrados.
No tenía tiempo de despedirme de Julen, por lo que le envíe un simple mensaje y emprendo camino rápido hacia el avión privado de la agencia. A lo lejos diviso ya a todos en sus respectivos lugares, casi llegando me toman del brazo por detrás y empujo a quien me sostiene.
—¡Julen! ¡Casi te mato! —digo y me responde.
—Lo siento amor, te asusté. Solo venía a despedirme —me toma el rostro entre sus manos y me da un apasionado beso que obviamente se vé interrumpido por una grave voz a mis espaldas.
—Ivania. Arriba ¡Ya!
Me separo de Julen a regañadientes y le digo.
—Nos vemos en unos días amor —me giro y paso al lado de Brandon chocándole el hombro a propósito, al mismo tiempo que él me dice.
—¿Disfrutaste el beso del cornudo? —y entra tras de mi.
—¡Serás gilipollas! —susurro y Brandon que me escuchó está por hablar cuando Ian me dice.
—¡Al fin llegas Iva! ¡Vamos tarde!
—Ya llegué, tranquilos —digo y me siento en mi lugar.
—Abróchate el cinturón —ordena Brandon.
—Voy, voy —trato de sonar serena, no quiero que mis compañeros noten tensa nuestra relación profesional.
A último momento llega corriendo Bruno, me sorprende verlo aquí, llega con su bolsa colgada en el hombro y Brandon le ladra.
—¡Tarde! ¡La próxima te quedas fuera y suspendido 10 días!
Bruno asiente y responde.
—Lo siento señor, apenas me acaba de avisar Contreras.
—¡Nada de excusas! —grita y ordena al piloto— puedes despegar —Bruno respira hondo y habla acojonado.
—Lo siento señor, no volverá a ocurrir —y amaga sentarse a mi lado pero Brandón ladra nuevamente.
—¡Ahí no! ¡Siéntate allí! —señala el lugar más alejado de mi. Se está pasando con su altanería y gilipolles esté militar de mierda.
—Señor, se está pasando, hable a mi equipo con respeto.
—¡Lo que me faltaba! —se sienta a mi lado y me grita... todos nos observan atónitos— ¡Cierra la boca! ¡Trato a tu equipo como me da la gana! ¡Si todos son una manga de incompetentes! ¡Empezando por la jefa! —y ríe a carcajadas. Teresa se regocija de mi desgracia en mi puta cara. Esto tendrá un fin pero ya.
—No le...
—Señor —me interrumpe Adrián— usted no conoce a Ivania, su trabajo en la agencia a sido excelente estos años... impecable. El nuestro también. No sé en qué se basa para juzgarnos a todos de esta manera pero créeme, está equivocado.
—¡Qué agallas! —vocifera y luego dice mirándome fijamente a los ojos— que tu equipo haya saltado a defenderte, aunque solo sea uno, demuestra que eres más o menos competente, por lo que retiro lo dicho y pido disculpas a todos por mi mal humor, tal vez me excedí un poco. Ahora pediré silencio en lo que resta del viaje, que tengo una jaqueca incontrolable y necesito descansar.
—Gracias por sus disculpas —digo y rápidamente busco entre mis cosas una píldora que sé le ayudará— ten, aliviará el dolor.
Brandon la toma con cara seria y luego la botella con agua que le tiendo. La toma y luego dice.
—Vienes preparada —sonríe de lado.
—Siempre señor.
El viaje transcurre en silencio, cansador para todos los que queremos platicar para distendernos un poco, mis piernas ya hormiguean de tanto estar en la misma posición por lo que en silencio y respetando el sueño de Brandon, Ian y Adrián me levanto y voy al lavabo. Me refresco tirando agua en mi cara y pasandome la mano mojada por el cuello, joder, me duele hasta el alma y aún faltan algunas horas de viaje. Salgo al terminar y me encuentro con Bruno recostado al lado de la puerta.
—Siento haberte seguido Iva, es solo que si te hablaba frente a don gruñon, este nos hubiera asesinado a todos.
Sonrío con su comentario, ya se ha ganado el apodo de don gruñón y apenas lo conocemos. Viene bien.
—Descuida, está un poco alterado por la misión, pero veráz como sale todo bien.
—Eso espero Ivania... yo... bueno... al grano. Te quería agradecer por defenderme. Él... da miedo y tu no has reparado en que podría regañarte, me defendiste y te lo agradesco.
—No tienes nada que agradecer, eres un excelente agente... y de los míos. Yo doy todo por los mios y lo sabes —para ese momento, creo por que estamos hablando bajito, que nos encontramos demasiado cerca el uno del otro, observo sus hermosos ojos unos momentos y me abruman... él sonríe ampliamente, mostrándome su amplia sonrisa, eso me hace sonreír por un nanosegundo hasta que veo la imagen del militar detrás de Bruno.
—¿Qué demonios hablan tan cerca? —espeta en tono agrio, Bruno se sobresalta y aleja de mi, chocando con Brandon, lo que provoca que Bruno se ponga muy, muy nervioso.
—Yo... señor... nada... disculpe, señor —comienza a hablar Bruno. Mierda.
—¿Eres imbécil? —vocifera Brandon llamando la atención de quienes dormían y estaban tranquilos en el avión, luego continúa en alemán. Maldito alemán incontrolable— ¡dummkopf! ¡arschloch! ¡hurensohn! Sie nehmen es klar, wenn Sie denken, dass Sie Ivania haben werden.
(¡tonto! ¡estúpido! ¡hijo de puta!
la llevas clara si crees que tendras a Ivania)
—No estábamos haciendo nada malo señor —por fin salgo del shock y comienzo a hablar— solo platicabamos en silencio para no molestar a quienes dormian —en eso llega mi amiga a salvarnos.
—¿Qué sucede? —dice Livia llegando hacia nosotros, Bruno está con la cabeza gacha, él entiende alemán, lo maneja muy bien, pues sus padres son descendientes alemanes, sé que sabe lo que le ha dicho, por eso luego tendré que hablar con él— ¿están bien?
—¡Nada! —digo y toma a Livia del brazo— ven, vamos a sentarnos.
—Ivania... —me llama Brandon— debemos hablar —junto coraje y lo encaro.
—¿Es algo referido a la misión que estamos por empezar? —niega— bien, entonces no tenemos nada de que hablar urgentemente. Me retiro a mi lugar, con permiso.
Dicho esto me voy, dejando a Bruno con mis simpatía, esperando que no siga regañándolo más por mi maldita culpa. Porque si... es mi culpa por andar de calenturienta, queriendo follarme a don gruñón, con la suerte que tengo, en menos de lo que canta un gallo todos aquí sabrán que casi me follé a Brandon, metiéndole los cuernos a Julen. Joder. Joder.
—¿Qué sucedió? —me pregunta Livia— desde aqui se oyeron los gritos.
—Pues no lo sé amiga, estabamos hablando cerca con Bruno, como tu y yo ahora, nada malo, solo no queriamos despertar a los demás —todos me miran con curiosidad e interrogantes, joder— y de pronto llegó Brandon y se puso como loco, ya sabes, como está siempre.
—Claro, su humor está muy cambiante. No lo conocemos mucho la verdad, pero qué alemán tan imponente —veo como mi amiga se muerde los labios, lo que me faltaba, otra hormonada con él.
—¿Te gusta? —pregunto.
—Me encanta —responde y nos callamos al ver entrar a Bruno seguido de Brandon— dos papacitos matándose con la mirada.
—Ya. Calla loca. Me duele todo el cuerpo, no quiero oír bobadas —ríe por lo bajo hasta que ve la mirada lacerante de Brandon hacia nosotras.
El resto del vuelo me la paso durmiendo, Livia que se encontraba a mi lado me despierta diciendo.
—Llegamos, levanta —bostezo y me desabrocho el cinturón de seguridad— hasta durmiendo te ves divina —me sigue hablando— Bruno y Brandon no dejaron de observarte mientras dormías.
—¿Pero qué dices? —digo bajito pues salimos todos juntos.
—Parece que los tienes idiotizados a ambos. Yo que quería probar ese alemán rico.
—¡Qué dices Livia! Yo estoy con Julen —digo con un nudo en la garganta— sabes que puedes intentar lo que quieras mientras estes soltera —le recuerdo ese detalle ya que anteriormente tuvo una relación con Adrián que no terminó muy bien que digamos, porque Livia se metió con un hombre en una discoteca y Adrián y los demás justo llegaban a la misma. Fue un verdadero desastre.
—Lo sé —dice mirando de reojo a Adrián.
—Terminen con la plática sin sentido ¡ya! —dice Brandon pasando otra vez sobre mi. Esto lo aclararemos en privado, no puedo dejarlo estar.
—¿Tenemos una reunión? —pregunta Teresa.
—No, primero nos acomodaremos en nuestros lugares, se pueden duchar y en treinta minutos los quiero en la sala 14 —dice Brandon en lo que llegamos a un tremendo edificio.
Todos se van a alistar, yo solo necesito cinco minutos para ducharme por lo que aprovecho a meterme ya en la sala 14 y buscar el informe de nuestro testigo protegido.
Al llegar al pasillo de la sala 14 me encuentro con una señorita que me pregunta.
—¿Autorización para estar aqui? —muestro mi identificación y digo.
—Ivania Mernes, agente especial de la CIA, encargada del testigo protegido.
—¿Dices Ivania Mernes? —dice toda asustada y mira mi identificación, siento a Brandon llegar tras de mi, su perfume es inconfundible— Ivania Mernes... llevó... al testigo protegido... hace cinco minutos a interrogar.
—¿Dónde es eso? —digo y saco mi arma, en total alerta.
—Primer piso.
Corro escaleras abajo en lo que siento tras de mi un ¡Mierda! de Brandon.
—¡Brandon! ¡Cierra el edificio! ¡Ya! —le digo y de inmediato llama para cerrar el maldito edificio, si no nos damos prisa se llevarán al testigo.
Pasillo a pasillo me apresuro a bajar, inspecciono cada maldita puerta, hasta llegar al piso 1.
—¿A quién busco? ¡Joder!
—Mujer de 16 años, albina, 1,53 cm de altura, de contextura flaca, es pequeñita, caray —dice Brandon luego de cerrar el edificio completamente.
—Es una niña... —digo con pesar, oh Dios no podría cargar con su muerte. Salgo hacia fuera del edificio para poder ver con más exactitud toda la zona, Brandon da órdenes al móvil mientras registra todo el lugar. Observo hacia arriba y la diviso en el ascensor, que al tener puertas de vidrio, me deja verla —¡Allí! —digo y llamo a mis agentes por el comunicador— Adrián, ¿en qué piso estás? —creo haber oído que su habitación era en la última planta.
—Ivania. Piso 32— llegó hasta el ascensor y veo que el que lleva a la testigo se detiene cerca, por lo que le digo.
—Se llevan a la testigo, la secuestran. estan en el piso 30, baja pero ya. Mujer albina, 16 años, 1,53 cm de altura, contextura pequeña, viste de azul, ¡la reconocerás!
—Entendido. ¡VAMOS! ¡Andando! —le oigo decir y me apresuro al ascensor que Brandon llamó para nosotros.
—Entra —dice con voz neutra.
—Joder, se nos escapan... —chillo con mucha frustración.
—Tranquila, has enviado a tus hombres, sé que podrán detener la huída.
—Eso espero, joder —luce tan calmado...— ¿Cómo es que luces tan calmo eh?
Sonríe de medio lado y dice.
—Has dado órdenes de aquí para allá, eres toda una líder, merecedora de tu puesto. Casi que no hago falta aquí —ríe— Podrás con esto Ivania.
—Gracias —solo digo, se abre el ascensor y me precipito al pasillo. Me recibe una balacera del demonio.
—¡Cúbrete Ivania! —grita tras de mi Brandon, disparando para cubrirme, ok llegó don gruñón una vez más. Teresa dispara desde un lateral del pasillo, los hombres que intentan llevarse a la testigo le hieren el hombro. Adrián está junto a Livia, cubriendo el frente, joder ellos al frente ¡no! Debo hacer algo urgentemente.
—¡Ian! —lo llamo por el intercomunicador— ¿Dónde estás? ¡Contesta!
—Piso 22 y subiendo mi señora. Vamos con Bruno.
—Genial... ¡Al piso 31 ya! —espeto y me dirijo un piso más arriba, otra vez por las escaleras... estos hombres escaparán, o matarán a la testigo que pude divisar hecha un ovillo, cubriéndose sus oídos, cerca de una mujer morena, calculo que quien se hizo pasar por mi.
—¿Dónde demonios vas? —pregunta Brandon tomándome del brazo.
—Tengo un plan, confíe en mi.
Brandon asiente y yo me voy al piso de arriba. Nada más llegar me encuentro con Ian y Bruno.
—¿Cuál es el plan? —habla Bruno.
Saco el mapa del edificio que tomé nada más entrar y visualizo por unos instantes lo que quiero, luego hablo.
—Atacaremos por las tuberías de ventilación. Es exactamente dónde se encuentran, bajo la ventilación.
—De acuerdo —dice Ian y rompe la traba de seguridad del techo, pega un salto y toma mi mano, yo hago lo mismo con Bruno aunque se opone y nos dirigimos de rodillas yo y los chicos arrastrándose, hacia la tubería que baja y comunica con el piso 30. Estoy nerviosa, esto me produce una adrenalina inexplicable. Deseo ya acabar con ellos por miedo a que le hagan daño a esa niña o a algunos de los míos, pero también tengo que dejarlos vivos para sacarles información, estoy jodida.
—Aquí —dice Ian bajito, abajo sigue el tiroteo, por lo que no escuchan cuando mi hombre falsea y abre la traba de seguridad de esta ventilación.
—Espera —susurro por el intercomunicador— Brandon —vuelvo a hablar ya que todos nos oímos por ahi.
—Te escucho —dice.
—Tira el gas —no responde pero a los segundos el gas espeso cubre todo el pasillo, los hombres de negro maldicen en mil lenguas y mis hombres, alertados se cubren con sus ropas, Bruno, Ian y yo aprovechamos la confusión para saltar, tomar a la niña y llevarla a lugar seguro.
—¿Estás bien? —pregunto a Teresa que es quien toma a la niña.
—Perfecta —me dice y se gira a la niña— ven, estarás a salvo con nosotras —ella no dice nada, está totalmente shockeada.
—Bruno, acompáñalas por favor —pido.
—Entendido.
Vuelvo sobre mis pasos y ya Brandon y mis hombres restantes tienen rodeados a dos hombres y una mujer. Brandon les leé sus derechos pero enseguida me doy cuenta de que algo no anda bien.
—¡Brandon! ¡Las mochilas! —digo pero es tarde, es malditamente tarde, los tres sujetos saltan por la ventana con sus malditos paracaídas. No sin antes decirme la mujer: nos volveremos a ver rubia.
—¡Policías! ¡Abajo! ¡Se han tirado tres sujetos sospechosos en paracaídas! ¡Detenerlos! —grita Brandon— una mujer y dos hombres.
—Tranquila —me habla Livia y dejo de escuchar a Brandon— hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos, salvamos a la testigo. Debes estar contenta.
—Lo sé —respondo limpiando el sudor de mi frente.
—Que bonita manera de recibirnos Medellín eh —dice Adrián y lo riño.
—Ve y duchate otra vez, apestas.
Sonríe y asiente, yo me dirijo a ver a la niña y que esté finalmente en lugar seguro.
—Yo me ocupo —dice Brandon al ver mis intenciones de bajar nuevamente— ve y báñate. Hiciste un gran trabajo.
—No fue gran, escaparon —digo mirando hacia la maldita ventana.
—Eso no importa ahora. Vé y descansa. Me ocuparé de la testigo. Mañana a primera hora hablaremos con ella.
—Ok —digo ya sin ganas de seguir discutiendo, menos con él. Me dirijo a mi habitación, tremendamente preocupada, tremendamente cansada y culpable por no haber visto ese gran detalle antes de tiempo. Tenía todo el lugar escaneado, soy la mejor escaneando, ¿qué ocurrió?
No tenía idea de muchas cosas, pero de lo que estaba segura era de que me esperaba una semana muy agotadora... como hechaba de menos a Julen.
...
Fin del capítulo 😊🥰
¿Qué les pareció?
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