¿Esclavo? I
Bien, Wei Ying realmente ya aceptado qué no puede ser hacer nada más que ser un "esclavo", sin saber que en realidad están hablando de él como una concubina y el hecho de que actúe como una persona rechazada solo aumento los susurros. Realmente tendremos otro capitulo sobre como se termina quedando en la mansión por tres meses y luego empezamos el drama se guerra 👌😎
Hua Cheng escucho los murmullos de los fantasmas, escucho a las damas de compañía susurrar y la energía de la ciudad se inquieto de manera extraña. Había estado tan cansado de tratar de entender como es que Wen Chao pensaba que sacrificios absurdos de personas sin ningún tipo de valor ante sus ojos, lograrían calmar su ira.
Su alteza real estaba mirando al rey fantasma caminar de un lado a otro, mientras se quejaba abiertamente sobre toda la mierda qué tenia que aguantar día con día.
El suave tintineo de las botas gracias a los adornos de plata fue relajante, los intrincados adornos de oro fueron dejados de lados, las pesadas túnicas de bordados de oro fueron reemplazadas por suaves túnicas blancas, casi transparentes. Como sí el emperador celestial, el heredero de XianLe se preparará para pasar la noche con la calamidad más temible ante los cielos.
—¿Está todo bien San Lang?—la voz dulce y despreocupada detuvo el andar enojado del rey.
Xie Lian se sentó con facilidad en el escritorio oscuro qué su esposo utilizaba para las raras ocasiones en las que haría papeleo sin delegarselo a Yin Yu. Su sonrisa amorosa se deslizó por sus labios antes de darse cuenta, abrió un poco las piernas y en un gesto automático Hua Cheng se acomodo entre ellas disfrutando de los cálidos abrazos.
—Los Wen han sido una piedra por mucho tiempo en mis zapatos—declaró abrazando al castaño por la cintura—quiero eliminarlos. Tal vez pueda pedirle a He Xuan qué los mate.
—San Lang—el apodo fue dicho entre pequeños gemidos al sentir los labios del azabache en su cuello.
Yin Yu maldijo el momento en el qué tomo a este cultivador llamado Wei Ying qué exigía hablar con su maestro. No podía negarse, después de todo tenia que llevarlo hacia él en cualquier momento, después la orden silenciosa de mostrarle lo que sea que Wen Chao haya considerado como su moneda de Cambio solo para tener el placer de burlarse de lo idiota qué era antes de matarlo.
—Está noche puede cambiar tu destino—aseguro acomodando sus manos detrás de su espalda—trata de ser un cultivador digno de estar en presencia de nuestras altezas reales—dijo recordando qué Taizi Dianxia debería haber llegado ya de la ciudad celestial.
Un suave tarareo del chico le llamo la atención. Había estado muy callado y obedientes desde que He Xuan había hablado con él.
—¿Qué te dijo?—pregunto rompiendo el silencio del pasillo.
Wei Ying parpadeo sorprendido, antes de sonreír un poco, y seguir fingiendo qué evitaba pisar sus túnicas prestadas después del baño.
Yin Yu no se confío, realmente no lo hizo.
Wei Ying sonrió divertido, miro sus largas mangas antes de recordar al hombre de cabello oscuro y ropa negra mirándolo con tanta atención qué parecía aterrador.
—Wei Ying, Yin Yin, lo que sea—dijo con esa voz profunda y característica de su mal humor—deja de gritar, recoge la bata y vístete—ordenó sacando a la mayoría de sirvientes del lugar.
Wei Ying miro sorprendido como este hombre; que realmente un demonio con piel extremadamente pálida, frente afilada y cejas profundas. Sus túnicas negras tienen ondas plateadas delgadas tejidas en ellas que brillan y resplandecen; le podría dar una orden con esa mirada tan fría, aterradora.
—Escúchame bien—recogió la toalla qué una de las sirvientas había dejado tirada al salir huyendo—esta es la mansión paraíso, la ciudad fantasma, el imperio fantasma—le extendió la toalla al menor logrando por una vez que se quedara en silencio—esta es una dinastía de fantasmas, dirigida por un fantasma supremo—He Xuan quiso rodar los ojos con cansancio ante el mortal qué parecía haber perdido la lengua—eres propiedad del señor de la ciudad y de él Emperador celestial. Él hombre con él qué hablaste es como la madre del señor de esta ciudad.
—¿Su madre?—pregunto sorprendido, mientras tomaba la toalla.
—Llamale Reina madre sí quieres—se encogió de hombros divertido—la mayoría de espectros de la ciudad y sus alrededores le llama de esa forma.
—¿Es una reina madre?—inclino la cabeza realmente confundido.
He Xuan rodo los ojos y se encogió de hombros. El apodo de Yin Yu solo era una pequeña broma al principio, se la pasaba la mayoría del tiempo por la mansión paraíso haciendo deberes con Hua Cheng, hasta que resultó qué la calamidad se mostraría protector con este y con cualquiera que insinúara dañar al hombre que hacía el papeleo o regañaba al señor de la ciudad como sí no temiera morir.
—Fue un dios, él no llego como un esclavo o deudor aquí—suspiro sintiendo hambre y recordando qué le debía demasiado dinero a Hua Cheng y que tal vez ya sabía sobre su robo en las cocinas—no como tú o como yo, la mayoría llega a esta ciudad como esclavos la otra parte es parte de la guardia real escogida por su alteza y luego estamos los qué intentamos conseguir comida, entonces cierra la boca, comportate y educate, el agradarle al emperador celestial y caerle bien a Hua Cheng nos permitirá dejarte ir de aquí lo más pronto posible.
Wei Ying asintió resignado a tomar su ropa, tal vez no sería tan malo solo estar tranquilo esperando que los dueños de esta ciudad abandonada por los dioses (debería aceptar que tenía cierto encanto) le dejará irse. Tal vez solo tendría que rogar un poco más, después de todo la guerra con los Wen estaba tomando lugar en su plano mortal.
Wei Ying regreso al presente cuando sintió la mirada del hombre de la máscara encima suyo.
—Nada—negó ignorando las miradas de ciertas damas qué parecían murmurar cada que lo miraban con atención, ellas estaba huyendo de la dirección de la qué ellos iban—Vamos.
Yin Yu obedeció de modo automático. Ya había retrasado lo suficiente el hecho de mostrarle la ofrenda de Wen Chao. Solo rogaba qué Hua Cheng no encontrará al humano interesante, tenia suficiente con sus gritos como para tener que soportarlo por tiempo indefinido. Abrió la puerta sin anunciarse, después de todo sí su señor estuviera ocupado los guardias estarían por el pasillo alejando a todos.
Pero nunca espero encontrar a su señor empujando a Taizi Dianxia contra su escritorio, mientras lo penetraba con fuerza y este no hacia más que gemir desesperado entre maldiciones el nombre de Hua Cheng, juro por todos los siete reinos qué pudo ver el momento exacto en el qué su señor dejo de moverse y el mismo emperador estaba buscando penetrarse de manera desesperada. Se tendría que lavar los ojos o tal vez sacárselos.
—¿Quién es?—Wei Ying pregunto curioso luego de que Yin Yu cerro la puerta rápidamente—ambos son muy guapos.
Wei Ying no pudo Evitar sentir apreciación ante la belleza. Podía recordar a la perfección la suave curvatura de la espalda del qué parecía el menor de estatura en el momento que rogó al ser tomado de forma más intensa. También ese rostro de facciones realzadas por la sombras, ese parche en el ojo solo le daba un toque más caliente. En especial con esas grandes manos tomando con facilidad la cintura del hombre que era sometido. Nunca había tenido un pensamiento claro sobre los manga cortada.
En realidad, no tenia un pensamiento sobre ninguna relación en absoluto. Entonces encontrar qué ver a dos hombres realmente lindos hacerlo le podía llamar la atención, fue un gran descubrimiento del momento.
Tal vez sí lograba salir de esto pensaría a profundidad realmente sobre las relaciones amorosas. El pensamiento murió cuando Yin Yu lo tomo de los hombros y lo jalo.
—Vamos, regresa.
—Vine hasta aquí porque el rey fantasma lo solicito, porque tú dijiste que me llamo—se quejo por reflejo.
—Regresa, el qué esta adentro es el emperador celestial Xie Lian—tomo del brazo a Wei Ying antes de que avanzará—es su esposo.
—Ese hombre ahí adentro y yo aquí detrás de esta puerta—suspiro sacando su brazo del agarre—Vamos—siseo ignorando la sensación de peligro—regresaré a mi maldita habitación o hazme compañía hasta que consiga controlar algún fantasma—una pequeña risa maliciosa salio de los labios del menor.
Yin Yu respiro con trabajo, era un pequeño reflejo. Esa maldita risa tenebrosa sonaba tanto a Hua Cheng cuando estaba planeando algo y se reía a escondidas en su oficina. Fue aterrador.
—Me debes respeto—expreso divertido e ignorando por unos momentos que quería regresar a este humano al mundo mortal a patadas-sí logras controlar a los fantasmas, aunque sea uno, te dejaré ver mi rostro, lo juro.
Wei Ying sonrió y con más diversión miro hacia él hombre de ropas oscuras.
—Perderás todo lo que tienes, sí es que apuestas conmigo—prometió caminando por el pasillo como sí la mansión le perteneciera.
Ninguno de los dos se dio cuenta de una pequeña mariposa de plata qué revoloteaba cerca suyo, parecía brillar de manera mágica. Hua Cheng había notado a los intrusos en su oficina y quería asegurarse de saber exactamente de porque Yin Yu cargaría con un mortal por su mansión, era absurdo pensar que un humano lograría sobrevivir a la energía resentida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro