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Capítulo 8

Dedicadó a @@LubiskarinaPalencia

No supo cómo, ni porque.

Pero Thiago Wolfe estaba siendo convencido para ir a una súper fiesta, como había descrito su mejor amigo Dan.

El pelirrojo parecía tan entusiasmado y feliz, que no pudo hacer mucho para negarse. Raramente Dan insistía tanto en que lo acompañara a un lugar, y se valía del hecho de que Thiago no estuvo con él para celebrar su cumpleaños hace unos meses atrás. No ayudaba que Mateo estuviera igual de insistente que su otro amigo. Por lo que termino pensando que acompañarlos no haría ningún mal.

Obviamente Celeste no estuvo de acuerdo. No entendía porque su novio súper nerd tenía que ir a una súper fiesta de chicos que ni siquiera conocía. Thiago sabía que solo estaba celosa. Y Alondra no era de mucha ayuda diciéndole que Thiago tenía ese don de impresionar a las chicas sin necesidad de tener que guiñarles un ojo. Ya cuando logro deshacerse de su amiga, le toco ocuparse de su novia de maneras un poco...especiales.

Ahora faltaba conseguir el permiso de la mujer más importante en su vida. Su madre no sería tan fácil.

-Ya he dicho que no, Alejandro-. Respondió su madre mientras seguía viendo su revista-.

-¡Pero mamá...!-. Insistió él-. ¿Cuántas veces te he pedido permiso para ir a una fiesta?

Ella lo miro con una ceja alzada.

-No intentes irte por ese camino, jovencito.

El contuvo un bufido. No entendía porque una mujer tan bella como ella, tenía que actuar de una manera tan...anticuada.

-Por favor, ma. Te lo estoy pidiendo en verdad. ¡Mira! Si quieres, esta será la única fiesta a la que te pediré ir hasta dentro de tres años.

Ella soltó una carcajada.

-¿Crees aguantar tanto niño?

-Realmente no me conoces todavía-. Dijo acercándose y abrazándola-. Mira, sé que no te gusta, pero necesito hacerlo por Dan. Recuerda que por no ir a su cumpleaños, me armaste todo un rollo. Ahora es la manera de recompensárselo,

-No se Alejandro. Me da miedo que vayas lejos a un lugar que no conoces, y donde posiblemente haya alcohol.

-Mira-. Él apoyo sus manos en sus hombros-. Te prometo que si no me gusta nada, te llamare enseguida ¿Si?

-Y me mandaras un mensaje en cuanto llegues ahí, y cuando salgas ¿Si?-. Dijo ella-.

El asintió sonriendo y la abrazo.

-Gracias Ma.

-No hagas que me arrepienta, Ale.

-No mamá.

Le dio un beso en su frente y se fue a su habitación.

La llamada a Dan no se hizo esperar.

-Dime que dijo que si, dime, dime, dime.

-Pues me costó convencerla, pero termino aceptando.

-¡Yei!-. Chilló su amigo-. Gracias Thiago, no sabes lo mucho que significa que vayas.

-No es nada idiota.

-Si no ibas mi mamá no me dejaría poner un pie fuera de la casa.

-Maldito ¿Todo fue por interés?-. Preguntó burlón-.

-No, bueno...si ¡Bueno no! Sabes que te amo y te daría mis hijos si fuera mujer. Pero no lo soy...así que bueno.

-Cállate Dan.

-Ya-. El suspiró-. Oye te comportas ¿sabes?

-Sí, Dan, promete que me comportare. No mirare ni siquiera en la dirección de tu nuevo mejor amigo.

-Solo estás celoso.

-Si claro, no sabes cómo me encantaría ir al salón de belleza con Paris para que nos hagamos la manicura.

-¡Hey! Mira que yo todavía soy hombre.

-Pronto te veré sacándote las cejas.

-Púdrete Wolfe.

-Come mierda Mills.

Cortó la llamada y suspiró. Venga, ahora el problema estaba en si en verdad disfrutaría compartiendo el espacio de una fiesta con Paris.

Siempre había hecho todo lo posible para no encontrarse a Paris fuera de la escuela, y cuando su hermana y padres lo invitaban a venir, siempre se excusaba yendo a su habitación.

Ellos eran como el agua y el aceite. Y tenemos que tener claro que por más que lo intenten, nunca podrán compaginar.

Aunque en lo más profundo de su corazón, alguna vez quiso que fuera así.

Se movió hacia su escritorio y tomo la fotografía enmarcado que estaba ahí.

Hacía cinco años de eso. Estaban su hermana, la molestia de Paris y él. Fue el primer día que lo vio, y aunque ahora su cara estaba tachada con marcador...en el comienzo no había sido así.

La volvió a dejar en su sitio y camino hasta su cama.

Realmente no quería pensar en eso. Había sentimientos olvidados que estaban mejor si no salían a la luz.

Abrazó su almohada y cerró los ojos.

Era mejor si seguían ocultos.

**********

Al día siguiente su madre lo puso hacer algunos quehaceres en la casa. Para cuando llego la hora de alistarse para ir a la fiesta, ya se lo estaba pensando.

Estaba molido y solo tenía ganas de darse un baño, buscarse algunas chucherías y jugar un rato en su Ps4. Pero todos esos pensamientos se iban cuando a su mente volvía una imagen de Dan entristecido. Ese chico era como un cachorrito, y era un experto para hacerte sentir culpable.

Tampoco era como si Thiago fuera uno de esos chicos sin corazón que rompía promesas, su madre le había enseñado eso. Y ahora solo le quedaba darle la cara a Dan.

Cuando su amigo apareció, Thiago estaba a punto de quedarse dormido. Mierda, eran pasadas las diez de la noche ¿Quién iba a una fiesta a esa hora?

Dios, solo esperaba que al ser la primera, no terminara haciendo payasadas.

Dan había conseguido que su tío le prestara su auto, y Mateo tuvo que conducir para que el chico no los estrellara antes de incluso salir de casa de Thiago.

El chico parecía el conejito de las baterías. Se veía tan novato en esto como Thiago. Era Mateo el único que parecía estar tranquilo, como si estuviera acostumbrado a irse de fiesta todos los fines de semana.

Por lo que nuestro chico se imaginó que Mateo no estaría sintiendo las ganas de dar media vuelta e irse, que le dieron a Thiago en cuanto llegaron a la casa donde sería la fiesta.

El silbido de admiración estaba de más. Obviamente la casa de Alexander sería una preciosura. Un lugar digno de un lugar como él.

Y no era de suponer que quizás la tremenda casa tuviera piscina. Sería una cagada si no fuera así.

Dan tuvo que estacionar el carro unas calles más arribas de la casa. Cuando llegaron la música hizo zumbar sus corazones. Había luces, y chicos regados por todo el jardín.

Thiago observo asqueado como un chico salía corriendo de la casa y termino vomitando a unos cuantos pasos de ellos.

-¿Puedo irme?-. Preguntó Thiago con ganas de ya salir corriendo-.

Dan hizo una mueca.

-No seas tan aguafiestas Thiago-. Le dijo Dan-. Ni siquiera has mirado como va todo adentro.

-Ya he mirado lo suficiente afuera-. Contraatacó cruzándose de brazos-.

Mateo lo tomó del brazo y lo hizo terminar el recorrido hacia la puerta. Empujo esta y Thiago se preguntó si estaría bien entrar sin llamar. Su madre estaría muy disgustada si los viera hacer eso. Pero todo quedo en el olvido cuando dieron un paso adentro. Si la música ya le parecía insoportable afuera, ni hablar de adentro. Había muchas chicas y chicos por todo el lugar. Todos con un vaso rojo en sus manos.

-¡Vinieron!

Los tres se giraron hacia las escaleras y vieron a Alexander al pie de esta. Tenía el cabello desordenado y la ropa arrugada. Thiago culpo de esta a la hermosa chica enganchada en su brazo.

-¡Hey!-. Dijo Mateo-.

Alex camino hasta los chicos y saludo a Dan y a Mateo muy alegremente. Se volteó a ver a Thiago y lo abrazo fuertemente.

-¡El pequeño Wolfe!-. Lo saludo cariñosamente-. Aunque creo que lo de pequeño se queda cortó.

-Alexander-. Thiago le devolvió el saludo-. Tanto tiempo.

-Tres años. Desde que tú hermana se devolvió para Venezuela.

Thiago asintió. Alex le presentó a su novia. Isabela. Y luego los llevo hacia la cocina. Toda la encimera llena de latas de cervezas y vasos rojos sin usar.

-¿Quieren algo de tomar?

-¡Yo quiero una cerveza!-. Dijo Dan entusiasmado-.

-Lo mismo para mí-. Comentó Mateo-.

-¿Tu Thiago?-. Le pregunto Alexander-.

-No gracias. El alcohol no es lo mío. Pero si tienes refresco lo aceptare.

Alex asintió y se volvió al refrigerador. Mateo comenzó a conversar con Isabela, y Thiago no pudo evitar pensar que ella en realidad era hermosa.

Había algo en ella que te llamaba mucho la atención, y que te hacía imposible quitarle los ojos de encima. Thiago se convenció que no tenía nada que ver con su cabello pintando de un bonito color naranja.

-¡Dos cervezas y una Coca-Cola a la orden!-. Alex puso todo en la mesa y cada uno tomo sus bebidas-.

-¿Te importa si vamos a dar una vuelta por ahí?-. Le preguntó Mateo logrando que Alex negara-.

-¡Para nada! Vayan y diviértanse.

Tomando eso como un pase V.I.P los chicos se fueron a dar un recorrido.

Las cosas no le parecían ya tan malas a Thiago. Era divertido y todo era mejor cuando se estaba con los amigos.

Mientras recorrían lo que parecía ser la pista de baile, Thiago choco sin querer con un chico apenas unos centímetros más bajos que él.

-Lo siento amigo.

-¡Fíjate por donde vas, idiota!-. Le gritó el otro haciendo a Thiago aguantar la respiración. El tipo apestaba a alcohol-.

-Dije que lo sie...

-¿Por qué te detienes?

Thiago alzo una ceja y miro por encima de él chico. Y si, ahí estaba.

El señorito Diva.

Este miró a Thiago, y no hacía falta ser genio para notar el estado en el que estaba Paris. Sus mejillas todas sonrojadas y sus pupilas dilatas.

-Por nada, bebé-. Le respondió el tipo-. Vamos.

El hombre hizo a Thiago a un lado y pasaron junto a él sin voltear a verlo más.

Thiago alzo una ceja. ¿Paris lo había ignorado?

Mierda ¿Qué tan borracho estaba el chico?

Alguien le tocó el brazo y se dio la vuelta encontrándose con Dan. Este le hizo señas para que lo siguiera y así lo hizo.

Si Thiago volvió a ver por su espalda... nadie se dio cuenta.

**********

Había terminado en un lugar fuera de este mundo.

Cuando Dan lo llevo hacia la habitación de video de Alex, la boca le cayó abierta.

El maldito lugar era un sueño húmedo para cualquier geek.

Dios santo.

Tan sola esa inmensa pantalla del tamaño de la pared ¡Y esas cornetas!

Era el paraíso, y Thiago se preguntó cuánto necesitaría trabajar para tener un lugar así.

Camino embobado hasta los estantes y se planteó la idea de preguntarle a Alex si le permitía quedarse a vivir con él. Tantos mangas, comics y videojuegos en un mismo lugar.

Y al parecer no era el único, Mateo estaba igual que él. Dan solo estaba interesado en el partido de futbol que se estaba llevando acabo.

Había también otros chicos observándolo. Y Thiago se anotó para jugar un partido. Lo hacía más interesante que fuera por dinero.

Cuando fue su turno se sentó y tomo el control. Reconoció al chico que sería su oponente y casi se le queda la boca abierta otra vez.

Mierda. El pertenecía a este mundo.

Azan Lukvoski era el maldito Dios Gamer.

Si a Alexander había que tenerle miedo, era mejor no cruzarse por el camino de Azan.

Todo en él gritaba ¡Corre!

Y a Thiago eso le gustaba.

No lo malinterpreten. No de esa manera.

El admirar su cabello negro atado en un moño, su piel lechosa y ojos grises junto a su maldita altura y tatuajes, era algo para chicas.

El tipo miro a Thiago y le ofreció la mano.

-Buena suerte compañero.

Thiago respiró. Al menos el no parecía querer arrancarle la cabeza. Estrechó su mano y dieron comienzo a la partdia.

Decir que no lo disfruto seria mentira. Aunque perdió, competir contra Azan y solo perder tres a dos, era algo que no todos podían decir.

Además luego de la partida, el chico comenzó a hablar con él. Hablaron acerca de videojuegos, consolas, y término siendo invitado para un torneo el próximo viernes. Los organizadores principales eran Azan y Alex.

-Hey Azan-.Miraron a Alex que se acercó a ellos-. ¿Has vito a Paris?

El chico negó.

-¿Por qué?

-Llevo rato buscándolo, y no lo encuentro.

Thiago se preguntó si decir que hace rato se lo había encontrado estaría bien. Pero como no era con él , se quedó callado.

-Alex ¿Te importa si busco otra de estas?-. Preguntó señalando su lata vacía de Coca-Cola-.

-¡No hay problema, chico! Estás en tu casa.

Thiago asintió y disculpándose con Azan se encamino a la cocina.

Casi bufa al ver al chico que andaba con Paris. El hombre parecía enojado, mientras que otro chico reía fuertemente de lo que este le estaba contando.

Ignorando a los hombres fue hasta el refrigerador y tomo otra lata de refresco. La destapo y maldijo cuando esta comenzó a botarse. Seguramente algún idiota la sacudió y al volvió a poner en su lugar. La llevo hasta el fregadero.

Se quedó embobado ante la vista del patio trasero. Sip, la hermosura de casa tenía piscina. Y vaya que era hermosa. No había nadie vagando por ahí, y Thiago se preguntó a que se debería.

-¡Cállate ya imbécil!-. Gritó el tipo gruñón a su amigo-.

-No te molestes Carl, es solo que es muy divertido lo que me cuentas.

-Ojala te dejaran con la polla dura para yo reírme bastante-. Comentó el otro-. Ese chico es un calienta pollas.

-Ya, ya, entiendo eso. Pero vamos hombre ¿Lanzarlo a la piscina? ¿No te pasaste?

-Se lo tiene merecido. Quiero reírme al ver cómo reacciona la pequeña reina del drama.

Thiago ladeo la cabeza ante la conversación de los dos chicos.

Miro hacia la piscina y luego volvió la vista hacia el tipo con quien había visto a Paris.

''¿Lanzarlo a la piscina? ¿No te pasaste? ' '

''-Paris no sabe nadar'' Le había dicho una vez su hermana.

El recuerdo volvió a él como un flash. Thiago se había burlado bastante de él en su clase de natación.

''­-¿Miedo al agua Castle?

-Más que nada a meterme en un agua donde tú también has estado. No quiero que se me pegue lo idiota. Me han dicho que es contagioso''

A pesar de sus palabras, Paris no estuvo cerca de la piscina.

El reprobó la clase.

Thiago sintió como el mundo cayó a sus pies.

Recordó muy poco de entonces.

Solo salir corriendo, empujar a varias personas y casi partir la cerradura de la puerta de vidrio.

Corrió y grito su nombre. Temiendo que fuera muy tarde para ser escuchado. Sin ni siquiera quitarse los zapatos, él se lanzó al agua.

Lo vio, en el fondo.

Su corazón se hundió ¿Qué, si era demasiado tarde?

Lo tomo de la muñeca y lo jalo hacia la superficie.

Lo saco cargado y lo dejo caer aun lado de la piscina. Aparto con cuidado el cabello de su cara.

-¡Paris despierta! -. Comenzó a darle golpecitos en las mejillas pero no hubo reacción-. Señorito por favor. No me hagas esto, Paris.

Tomó su pulso y casi llora al notar lo débil que estaba.

Trato de serenarse, pensar con la cabeza clara. Él había hecho un curso de primeros auxilios, solo tenía tratar de reaccionar y salir del shock en el que estaba entrando.

Inhaló y puso sus manos en el pecho de Paris, comenzó a hacer presión una y otra vez, una y otra vez. Trato de alejar las lágrimas, no tenía porque llorar. El despertaría, lo haría.

Apretó la nariz de Paris y abrió su boca, se inclinó y comenzó a darle respiración boca a boca. Solo le quedaba esto como último recurso.

Y lo hizo, una, dos y tres veces...sin darse por vencido.

Dejo escapar un gritó cuando Paris se puso de medio lado y comenzó a toser y a votar el agua.

-Paris-. Dijo poniendo una mano en su espalda y dando suaves caricias-. Oh señorito.

Aparto suavemente el cabello de su cara mientras el termina de escupir toda el agua.

-T-Thiago-. Paris se volteó a verlo y su cuerpo comenzó a temblar debido a los sollozos-. Thiago...

-Ya, ya-. El abrió sus brazos y Paris se estrelló contra ellos-. Ya está.

-Yo...yo...

-No digas nada Paris. Estás bien, estás conmigo. Nada malo te pasara.

Él se derrumbó contra él y lloró más fuerte. Su corazón se llenó de alivio.

Él estaba vivo.

Estaba bien.

Iba seguir en su mundo para fastidiarle la vida. Y saber eso nunca se sintió tan bien.

  Y los dos siguieron ahí, abrazados. Sin darse cuenta...que el paso comenzaba a ser dado.


Hola queridos lectores, he acá un nuevo capítulo que escribí con mucho amor. De corazón espero que les haya gustado y comenten que les pareció.


Por ahora me retiró sin mucha novedad, y nos leemos pronto.

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