Capítulo 24
Volver a clases nunca se había sentido tan malditamente bien.
Convencer a su madre de que lo dejara salir fue una odisea. Pero con la ayuda de su padre, todo era pan comido. Lástima que la mujer no lo hubiera dejado salir hasta que una tonta llovizna acabara, y ahora estuviera corriendo con todas sus fuerzas, para no llegar más tarde – de lo que ya iba – a la clase de la señorita Charlotte.
Llamo suavemente a la puerta y la expresión de la mujer al verlo, era de disgusto.
-Como siempre usted, Wolfe. ¿Puede alguna vez el tomarse enserio sus estudios? Llegar tarde no lo hace ver como un buen estudiante.
Okey, el odio de la mujer hacia él era palpable. Pero él no tenía la culpa de lo desgraciada que fuera su vida.
Iba a defenderse y en ese momento la puerta se abrió. El señorito Diva apareció, luciendo tan molesto como todos los lunes en la mañana.
-¡Ja! Lo que me faltaba-. Dijo la mujer con incredulidad-. ¿Ustedes dos se ponen de acuerdo?
-Si-. Dijo con molestia Paris-. Así como usted se pone de acuerdo con su abuela para ver que usara de vestir.
Se escuchó un coro de Ohhhh por todo el salón, y eso solo hizo aumentar la furia de la mujer.
-Ustedes dos... ¡Fuera!-. Gritó ensordecedoramente-.
-Joder-. Se quejó Paris-. ¿Puede ser menos dramática? No hacía falta gritar, mujer.
Pero la mujer parecía que se estaba preparando para volver a gritar, así que dando media vuelta, tomó a Paris del brazo y lo saco del salón.
-Oye-. Se quejó él señorita Diva-. ¿Era eso necesario?
-Eso pregunto yo ¿Era realmente necesario hacerle perder los cabales? Simplemente pudiste haber pedido disculpas.
-¿A ese monstro?-. Preguntó incrédulo-. ¡Ja! Prefiero romperme todas las uñas de las manos, a ser pasivo con esa mujer.
Thiago soltó un suspiro. Paris era malditamente difícil cuando estaba de mal humor.
-Y me has arrastrado a mí en tus problemas-. Se quejó-.
-¿Si?-. Preguntó Paris molesto-. ¡Pues disculpa por no ser un tonto y quedarme callado cuando una arpía me ataca sin razón alguna!
Thiago frunció el ceño. Ok ¿Qué estaba pasando?
Estaba sintiendo espasmos de DejaVú atacarle.
-Numeró uno, cálmate. Numeró dos, ¿Qué coño te pasa?-. Preguntó cruzándose de brazos-. Porque siento como que estamos retrocediendo varios pasos rápidamente.
Paris hizo una mueca y luego de un rato de lo que pareció ser una batalla interna...se encogió de hombros.
-Lo siento-. Susurró tan bajito que Thiago tuvo que esforzarse para escucharlo-. No creas que solo esté siendo malo contigo, mi mal humor siempre me hace querer enojarme con todo el mundo.
-¿Y por qué estas de mal humor?
-No es tu problema-. Gruñó el señorito. Thiago alzo una ceja y las defensas del chico bajaron-. Bien, bien, es solo que...los domingos tengo cena con mis padres y sinceramente preferiría comer vidrios a compartir la mesa con ellos. Además, nuestro salón ha elegido a Alessandra como candidata para él Señorita Retrofit. Y yo fui encargado como su asesor de belleza. Todas las candidatas tienen uno. Lo cual, como comprenderás, es la mierda más difícil que hay que hacer. La niña ni siquiera sabe caminar en tacones.
Thiago aguanto la risa. Se estaba haciendo una idea, pero la pregunta era ¿Cómo convencieron a Alessandra para que accediera a ser la candidata que los representara?
Paris sonrió irónicamente.
-Uno de los premios de la ganadora será un viaje a la playa con todo pagado. Y si esa niña ama algo, es la maldita playa. Si por ella fuera viviera en una choza frente a él mar-. Se encogió de hombros-. Así que no pudo negarse. A pesar de que él viaje incluyera a todos los del salón.
-Yo tampoco me negaría-. Paris alzo una ceja y Thiago soltó una risita-. Piénsalo, vacaciones pagadas, posiblemente con hospedaje en algún hotel de lujo. Suena muy atractivo.
-Sí, pero se te olvido el pequeño detalle de que estoy a cargo de ella. Y no hago magia. En una semana se tiene que estar preparando la elección de las cinco finalistas, y es un caso perdido.
-Haces un buen trabajo en ti.
-¿Disculpa?-. Paris se cruzó de brazos-. ¿A qué te estas refiriendo exactamente?
Thiago se tomó unos minutos, tratando de encontrar la manera correcta de explicarse.
-Para ser un chico...Te vistes muy bien. Y de alguna manera te haces ver...diferente.
-¿Y el punto?
-Puedes hacerlo-. Terminó de decir sonriendo-. Puedes hacer que ella sea toda una roba corazones.
Paris entrecerró los ojos por varios segundos. Luego termino sonriendo.
-Tienes razón, yo puedo hacerlo-. Y esa sonrisa se volvió malvada-. Y tú me ayudaras.
*******************
¿Por qué tenía que ser arrastrado a esto?
Y ¡¿Por qué literalmente se dejó arrastrar?!
Se supone que ya debería estar de camino a casa, pero no. Ahora se encontraba en un salón, rodeado de chicas hermosas.
Y entonces llega la pregunta ¿Por qué eso es tan malo? Eres un chico, estas rodeado de chicas y hermosas y no puedes esperar para salir corriendo de ahí ¿Qué está mal contigo?
Y esa respuesta fácil. Se sentía como estaba en una sala llena de víboras. Las chicas podían ser hermosas, pero no dejaban de tirarse dagas con la mirada. Parecía que cada una se creía más superior que la otra. Y Thiago se dio por vencido, Alessandra nunca tendría oportunidad.
Además se sentía incómodo, no dejaban de mirarlo como...si fuera un pedazo de carne.
Muy mal.
-Su atención, chicas-. Dijo Esmeralda Frederick. La organizadora del Señorita Retrofit-. Tenemos ya el lugar donde se llevara a cabo la elección de las finalistas. Y el cronograma será el siguiente.
-Presentación en traje fantasía.
-Presentación en traje de gala.
Thiago sacudió su cabeza, trajes por todo lado.
-Deberán estar asistiendo al salón del hotel Cncloss, para hacer las prácticas de pasarela. Y recuerden, ninguno de sus trajes debe coincidir.
Y dando unas leves palmadas, despidió a todo el mundo.
Paris y Alessandra se pusieron de pie, y una chica alta y pelirroja los empujo al pasar. Se detuvo un momento a mirarlos y soltó una leve sonrisita sarcástica.
-Ni siquiera teniendo al gay de tu lado podrás ganar algo, niña-. Dijo despectivamente a Alessandra-.
-Yo creo que tú te equivocas-.Alessandra le dedico una sonrisa...siniestra-. Si yo lo tengo de mi lado-. Señalo a Paris-. Gano. Eso, sin ni siquiera tomar un libro de hechizos, como tú seguramente debes hacer cada mañana ¡Bruja!
Thiago soltó una carcajada y la pelirroja lo miró. Fue como si por primera vez, ella se diera cuenta de su presencia. Thiago puro jurar que la vio sonrojarse.
¿Qué mierda?
-Hazme un favor, Corina-. Dijo Paris dando un paso hacia la chica. A pesar de que ella fuera más alta que Paris-. Y no te sigas cruzando por nuestro camino. Porque si no, veras lo que este chico gay...puede hacer.
Una expresión de desdén envolvió a la chica.
-¿Podrías buscar una silla? Es que desde ahí abajo...no puedo escucharte-. Su sonrisa la hizo verse menos atractiva-. Hasta en eso fracasas como hombre.
Varias risitas se escucharon por todo el salón, y Thiago encontró eso molesto.
-Wao, al menos el no necesita decir palabras hirientes a los demás para hacerse sentir mejor consigo mismo-. Dijo Thiago dando un paso adelante-. Todas ustedes solo tienen miedo de que Alessandra pueda ganarles, es algo nuevo y refrescante de ver. En cambio ustedes...-. Hizo un sonido de burla-. Ella sin duda es el Retrofic del concurso. Y te lo dice otro hombre.
Y jalando a Paris y a Alessandra los saco de ahí.
-Vaya, Wolfe ¿Quién lo diría?...Puedes ser agradable-. Comentó la chica sonriente-.
-No necesitaba que me defendieras-. Refunfuñó Paris-. Lo tenía todo controlado.
-Ya, pero una ayuda de vez en cuando la ayuda no es mala ¿Cierto?
Paris apartó la mirada.
-Genial, ahora solo tienes que ganar o me harás quedar como un idiota-. Dijo Thiago-.
-Cuenta con ella Wolfe, yo deslumbrare a todos en ese lugar-. Ella parecía tan segura de sí mismo-.
-Di eso cuando sepas manejar unos tacones-. Comentó Paris cruzándose de brazos-.
-Tú me ayudaras con eso, eres el mejor Paris.
-Realmente debes amar mucho la playa, porque mira que sumergirte en el mundo de vestidos, tacones y muchos colores-. Paris hizo una mueca-. Tú harás que yo me estrese.
Alessandra se encogió de brazos.
-De vez en cuando debo actuar como chica, además, ya me lo agradecerás cuando gane el concurso y estés en la playa, babeando por los chicos sin camisa.
Paris rodó los ojos, pero Thiago pudo deslumbrar como reprimía una sonrisita.
-Además ¿No tienes vergüenza? Wolfe me está apoyando más que tú.
-Eso es, porque Wolfe-. Lo miró-. No te conoce.
El alzó ambas manos.
-Lo estoy intentando.
-Vaya, me siento motivada, chicos-. Alessandra parecía feliz-. ¡Vayamos por unos helados!
Y mientras estaban ahí en la heladería, Paris sacó una libreta de empaste purpura y comenzó a anotar cosas.
-Ya tengo la cita con Kantiano, mañana tendremos que pasarnos por el estudio. Pero primero creo que necesitamos ver que diseño te quedaría realmente bien, y cuál podría ser nuestro tema de fantas... ¿Me estas escuchando Alessandra?-. La chica paró de devorar su helado-. Esto es serio, no es solo buscar un simple vestido en una tienda y escoger un disfraz. Tampoco sobre alisar tu cabello y maquillarte con las pinturas de tu abuela, lo entiendes ¿no?
Ella le dedicó una mirada de disculpa.
-Lo siento-. Se enderezó en su asiento-. Te estoy escuchando.
Thiago los observó mientras se enfrascaban en una conversación acerca de vestidos, maquillaje y zapatos. Aunque la chica parecía que estuviera aprendiendo sobre un problema matemático.
Los tres se sobresaltaron cuando un puño impacto contra su mesa.
Thiago vio a Celeste con incredulidad.
-¿Eres serio, Thiago? ¿Ahora ustedes son amiguitos?-. Vió por el rabillo del ojo como Paris retiraba los helados del alcance de Celeste-. ¡Responde!
Pero con todo el susto de la semana pasada, el chico no dejaba de pasar su oportunidad para molestarla.
Se inclinó sobre Thiago y descanso su barbilla en uno de sus hombros.
-¿No te lo dije la semana pasada, niña? Antes de que tratas de quemarme la cara, te deje en claro nuestra situación-. Se inclinó y deposito un beso en la mejilla de Thiago. Tomándolo por sorpresa-. Pero supongo que todavía no te queda claro.
-No...no puede ser cierto, Thiago-. Sus ojos se llenaron de lágrimas, y su pecho se encogió. No podía verla llorar, en el fondo, ella seguía siendo su debilidad-. No odias a alguien por tanto tiempo y luego como si nada...le comienzas a amar.
-Pero si puedes amar a alguien y luego...odiarlo ¿No crees?-. Preguntó cansado-.
-Estás molesto, lo entiendo. Pero por favor deja esta farsa, los dos se ven ridículos-. Ella miró a Paris con desprecio, y luego volvió su mirada a él-. Eres un hombre, yo lo sé, no juegues a esto.
-¿Y el otro chico? ¿Él también es un hombre?-. Sus palabras salieron duras, y ella solo comenzó a llorar más-. No puedo con esto-. Se levantó-. Desaparece de mi vida Celeste, lo nuestro ya acabo. No hay vuelta atrás.
Y se fue, necesitaba salir de ahí.
Pero ella no comprendía, lo siguió.
Se detuvo a medio camino del parque y se giró dispuesto a enfrentarla. Más allá de ella, vio a Paris.
-¿Qué quieres, mujer? ¡¿Qué más quieres de mí?!-. Gritó desesperado-. Te amaba, besaba el suelo por el que caminabas. Te tenía en un maldito pedestal, eras la mujer que quería fuera la madre de mis hijos. Y Dios sabe que yo te hubiera perdonado cualquier cosa Celeste, cualquiera menos esta.
-Thiago, Thiago yo...Yo lo siento tanto, no fue mi intención ¡Lo juro! -. Ella se veía desesperada-. Fui débil, fui farsa y perdí lo que más amaba, a ti.
Thiago soltó una risa seca.
-¿Y si no lo hubiera descubierto?-. Preguntó-. ¿Me hubieras seguido engañando? ¡¿Viéndome la cara de idiota?!
Ello sollozó.
-Lo sien...
-¡Ya!-. Dijo molestó-. No quiero seguir escuchándote, no quiero seguir viéndote ¡Déjame en paz!
Y se alejó. Necesitaba irse lejos, lejos de ella.
Su mente era un lio completo.
Y no podía expresar con claridad cómo se sentía. Todo era un desastre.
Se dejó caer en una delas bancas más apartadas del parque. Mirando a la nada.
Que iluso había sido. La defendía tanto, para él ella era tan diferente. Nunca se atrevería nunca a hacerle daño.
Pero aquí estaba, con su corazón roto por una chica que pensaba seguir ocultando su amorío con otro chico.
Se llevó las manos a la cabeza frustrado, cabreado consigo mismo y con todo.
-¿Estas bien?-. Alzó la vista para ver a Paris a unos pasos de él-.
-Quiero estar solo-. Susurró mirando a la nada-.
Pero Paris no hizo caso y se sentó a su lado.
-Ella es una perra-. Dijo luego de un rato de silenció-. No valía la pena.
-No quiero hablar de ella.
-Pero...
-¡No Paris!-. Dijo molesto-. No quiero seguir escuchando lo perra que fue, lo cornudo que fui y como pretendía seguir engañándome. Ya basta de eso.
Él lo miró con el ceño fruncido.
-Te lo merecías-. Soltó al final-.
Thiago lo miró incrédulo.
-¿Qué estás diciendo?
-A mi parecer te lo merecías, eso y mucho más. Todo el tiempo defendiendo a una chica que asimilaba no matar ni una mosca mientras que a mí...-. Se detuvo abruptamente-. Olvídalo.
-No-. Negó-. Dilo, di lo que tanto quieres decir.
-Solo...-. Suspiró-. Es mejor así para ti, te lo merecías, pero es al final fue lo mejor que te pudo pasar. Antes de que pasara más tiempo y tu siguieras viviendo en una mentira.
Thiago se lo concedió, el chico tenía razón.
-Gracias...supongo-. Paris se encogió de hombro-.
-Entonces si ya has tenido suficiente drama, volvamos con Alessandra, tenemos muchas cosas que repasar todavía. Y no sé cómo ganara si no sabe la diferencia entre un escote francés y uno de corazón.
Thiago sonrió al ver el intento de Paris de cambiar de tema y hacerle olvidar todo el mal rato.
-Si-. El guindo un brazo alrededor de los hombros del señorito-. Gracias Paris-. Dijo esta vez con más seguridad-.
-¿Qué?... ¿Por qué?
-Tus idioteces me hacen no pensar mucho-. Él sonrió-. Si no fuera por ti, mierda, todavía estaría en mi cama llorando. Me haces olvidar todo lo malo.
Vio con deleite como el señorito se sonroja.
-Idiota, dices puras babosadas. Baboso.
Y se comenzó a alejar. Avergonzado.
Thiago soltó una carcajada.
-¡Vuelve mi señorito! ¡Ayúdame a sanar mi roto corazón!
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