Las cosas siguen su rumbo. Y muchas de ellas vuelven a la normalidad.

Como ahora, cuando Paris en la clase de deporte, había tropezado con él apropósito.

Thiago maldijo y trato de serenarse. No estaba bien matarlo, era un delito y ya su oportunidad había pasado. Por lo que tenía que conformarse con tropezarlo de igual forma, y quizás podía lograr que tragara tierra en el momento que se cayera.

Y casi lograba su cometido de no haber sido por Alessandra, que se puso al lado del señorito Diva. Como si leyera las malditas intensiones de Thiago.

Se detuvo cuando el profesor sonó el silbato y camino hasta donde Dan, quien no dejaba de ver su teléfono.

-¿Has conseguido por fin una novia?-. Pregunto burlón mientras trataba de ver lo que entretenía tanto a su amigo-.

-Ja, Ja, muy gracioso. ¿Te ríes acaso de mi desgracia?-. Aun y cuando Thiago se burlaba de él, no dejaba de un lado su teléfono-.

-Ya, enserio, ¿Qué te entretiene tanto?

Por fin Dan alzo la vista y Thiago alzo una ceja ante el intenso rubor que abarcaba las mejillas de su amigo. Eso solo le confirmaba que una chica estaba de por medio.

-No, no es nada-. Respondió por fin guardando su teléfono-. A todas estas... ¿Qué haces acá fastidiándome? ¿Paris ya te mando a comer mierda?

-¿Tienes complejo de payaso? Porque si es así, cambia de profesión hombre. No te queda.

-¿Dolido?-. Thiago le dio un pequeño golpe y este comenzó a reír-.

El profesor volvió a reanudar las vueltas y se pusieron en marcha.

Sorprendentemente el día de hoy había pasado rápido, gracias a Dios.

Lleno el cabello de Paris de bolitas de papel, logró tropezarlo haciendo que botara su refresco en el cafetín y lo hizo perder la paciencia en clase de pre-calculo. Suspiro. Había sido un buen día.

Por eso ahora, mientras caminaba con su novia a la parada del autobús, no podía dejar de pensar en lo bien que se sentía.

Celeste iba hablando de alguna cosa que había visto en una revista de lógica, mientras el asentía y no dejaba de preguntarse ¿Cómo logre que se fijara en mí?

La amaba. Y era el sentimiento más maravilloso que podía existir.

Cuando se despidieron él la beso y abordo su autobús.

Consiguió un asiento libre lo que hizo su día aún mejor. Por lo que cuando llego a su casa ya estaba tarareando.

A su madre le toca trabajar esta noche, y su padre todavía seguía de viaje, lo que significaba que tendría la casa para él solo.

Comió y se fue a su habitación a vaguear un rato por el internet, antes de prepararse para un partido online.

Entro en Facebook y lo primero que le salió fue una publicación de Celeste. Había compartido una imagen de amor.

Y él le dio me encanta porque bueno...le encanto.

Lo siguiente fueron memes, algunos videos chistosos y fotos publicadas por alguno de sus amigos.

Frunció el ceño cuando de pronto una foto de Paris apareció en las demás publicaciones. Todo por culpa de Dan.

Dan Point ha comentado la publicación de Paris Castle.

Thiago observo la foto del señorito Diva y su ceño se frunció aún más.

¿Cómo demonios lo hacía?

Aparecía con su mentón afincado en la palma de su mano. Tenía una suave sonrisa y su cabello estaba completamente lacio. Miraba a la cámara risueño y no tenía ningún parecido a la encarnación del mal con la que Thiago lo distinguía.

Había alrededor de cincuenta comentarios y trecientos me gusta y me encantas.

Entre todos esos comentarios estaba el de Dan, que situaba lo siguiente...

¡Dame un hijo, Paris!

Thiago rodo los ojos y pronto un plan malévolo se le ocurrió. Volvió más arriba y le dio Me divierte.

Según Celeste, eso a algunas chicas le molestaba. Vamos a ver como reaccionaba el señorito diva.

No pasaron ni tres minutos cuando se encontró etiquetado en un comentario.

-Thiago Wolfe ¿Qué te divierte estúpido?

-Todo tú lo hace.

-Eso seguramente porque no te has visto en el espejo, toda tu cara es un chiste.

-Al menos yo no uso brillo labial.

-¿Celoso?

-¿Del color rosadito de tus labios? No gracias. Mis labios son más rojos que los tuyos y son naturales :p

-Tus insultos han decaído cada vez más. Vas perdiendo el toque, Wolfe.

-Chápamela, Castle.

-Con gusto, bebé ;)

Thiago lanzó su teléfono lejos y se abstuvo de querer comenzar a gritar de la frustración. Esto le pasaba por no quedarse tranquilo. Pensó en borrar esos comentarios, pero luego admitió que eso se vería demasiada gallina ¡Así que no!

Se quitó el uniforme y se puso algo cómodo para estar en casa. Encendió su consola y la conecto a internet. Pasaría un buen rato jugando y volvería a ese momento donde su día estaba siendo el mejor de todos.

Raz Fantasy X, era el juego de video más popular en estos días.

Al conectarte entrabas en un mundo lleno de mucha fantasía oscura. Creabas un personaje y podías formar grupos con otros jugadores online, aunque no había que dejarse engañar. Si ellos necesitaban de algún recurso que tu poseías, ellos tenían el derecho de matarte y quedarse con toda tus posesiones. El objetivo principal del juego era pasar por los cinco reinos demoniacos, tomar el corazón de cada uno de los gobernantes y cerrar el portar pos-apocalíptico que estaba siendo creado para masacrara a los humanos.

En si la trama era buena, y atraía a muchos jugadores. Además si no querías hacer las misiones, simplemente podías vaguear por ahí. Entrando en cavernas, consiguiendo trabajos y haciendo cosas pervertidas.

Había muchos equipos formados, y unos verdaderamente buenos.

Thiago no pertenecía a ninguno. Jugaba en solitario. Tenía contactos, pero nada más. Si lo veían como un vagabundo, era más fácil que no lo quisieran matar por sus posesiones.

Azan le había comentado en la fiesta que él y Alex comandaban un equipo muy fuerte, y que estaba invitado a unirse a ellos.

Le dijo que lo tomaría en cuenta. Andar en solitario tenía muchas ventajas.

Inicio sección y pronto su personaje apareció en pantalla.

Busco una posición más cómoda en su cama y se puso los auriculares.

Era momento de jugar.

**********

El día siguiente, como si de un presentimiento se tratara, Thiago sabía que no sería un buen día.

Comenzando su mamá llego tan cansada de trabajar que ni siquiera le preparo un pedazo de pan. Además de pronto mientras caminaba hacia la parada del bus, comenzó a llover como si de un diluvio se tratara. No consiguió asientos libres, y le toco ir al lado de una señora que no paraba de quejarse, de cómo la juventud no respeta a sus mayores en estos días.

Para cuando llego a la escuela solo quería dar media vuelta y volver a casa.

Obviamente para como estaba comenzando su día, posiblemente Paris lo completara y lo hiciera aun peor. Por lo que se preparó, devolvería el golpe con la misma fuerza. Camino hasta su salón, solo para enterarse que tenía la primera hora libre. El profesor había faltado. Bufo y se fue en busca de su novia. La consiguió hablando con sus amigas, todas tenían sus teléfonos en manos y parecía que estaban esperando la noticia de una rebaja de ropa.

-¿Qué haces?-. Preguntó envolviendo sus brazos alrededor de la delgada cintura de ella-.

Ella oculto su teléfono y dio una pequeña risita.

-Mmm...secreto-. Dijo volteándose para verlo a la cara-.

-¿Secreto?-. El alzó una ceja-.

-Es un plan que queremos hacer entre las chicas y yo, pero te contare cuando todo esté listo-. Ella sonrió y se puso de puntillas para besarlo-. Te encantara.

Él sonrió, seguro lo hacía. Todo de ella le encantaba ¿Ya se los había dicho?

Y bueno, si fue así. Se los seguiría repitiendo.

Ella era magnifica. En todo el sentido de la palabra.

Y ni saber que Paris, en esa foto, salía más hermoso que ella... le haría cambiar de opinión.

Ufff perdón por el capítulo tan soso y corto. Pero es algo así como relleno, cosas que escribí porque no podía dejar de hacerlo. Aunque espero no les haya caido tan mal.

Besos y abrazos