
Capítulo 1
Sabía que captaba la atención de la mayoría mientras caminaba por los pasillos de la preparatoria. Sus caderas contoneándose con un suave vaivén y un dedo enrollado en un largo mechón purpura.
¿Le gustaba llamar la atención?
¡Claro que sí!...Después de todo era Paris Castle.
El chico gay de la preparatoria. No había nada en el que no te hiciera querer voltearlo a ver en cuanto se cruzaba por tu camino.
Muchos quizás lo hacían por estupefacción, otros seguramente por diversión, luego estaban aquellos que lo hacían porque simplemente sabían apreciar una cosa hermosa cuando la veían. Y por último estaban los que en verdad querían formar parte del círculo de amigos del chico.
Puede ser odiado y repudiado por muchos, pero esos se quedan corto ante la cantidad de gente que suspiraba con tan solo verlo sonreír.
Después de todo era una cosa hermosa de admirar. Todo eso, a pesar de sus pequeños kilos de más y las curvas tan esplendidas que su cuerpo se gastaba. No todos sabían lucir un cuerpo como ese.
Se detuvo frente a la puerta de su salón y dio un suspiro resignado. Estaba llegando diez minutos tardes, pero en verdad no tenía culpa de que una de sus uñas se hubiera partido de camino acá. Eso había sido un tremendo dolor de cabeza para él.
Tocó la puerta suavemente y luego la abrió.
La señorita Charlotte le dedico una mirada de disgusto en cuanto lo vio.
-¿Cree que estas son hora de llegar señor Castle?
-Señorito para usted-. La broma no le hizo gracia-. Bueno profesora vera, en los cuatro años que llevo estudiando acá solo he llegado tarde a diez clases suyas, sé que no es un número muy inspirador ¡Pero debo aclara que mis razones son justificadas! Porque dígame, a usted como mujer ¿verdad que le molesta que una de sus uñas se rompa?-. No dijo nada-. Bueno pues a mí como hombre gay ¡Si me molesta! Y debe entender que no podía venir a clases con una de mis uñas rotas.
-¿Ha llegado tarde porque una de sus uñas se rompió?-. Parecía incrédula y no entendía porque-.
-Bueno, pues... ¿sí?
Ella exhaló aire como un toro enfurecido. Paris se preparó para la cantidad de palabrotas cuando la puerta se abrió de un golpe.
-Ops, lo siento.
Todos se voltearon a ver a la dichosa persona.
Thiago Wolfe se encontraba recargado contra la puerta.
-¿Tú también Wolfe?-. La mujer no parecía feliz-. ¿Acaso se proponen los dos a agotar mi paciencia?
El alzó una ceja interrogativamente.
-Mis razones están justificadas y validadas.
-¿Acaso las mías no?-. Preguntó Paris ofendido-.
-Oh, sí, claro. Se me olvidaba que una pestaña mal puesta significa el fin del mundo.
Se escucharon risitas por todo el salón.
¿Eran enserio?
¿Palabras groseras les hacía reír?
Y ¿Había insinuado que sus pestañas eran postizas?
-Para tu información chiquillo, mis pestañas son naturales ¿Entiendes eso? Na-tu-ra-les.
-Me importa un comino si son hechas de la misma tierra niño.
Frunció el ceño ¿Qué tenía que ver la tierra co...? ¡Oh, ya!
Naturales, naturaleza...Era un idiota.
-¿Qué tienes que decir en tu contra Wolfe?
-Bueeno vera, me ocurrió esta cosa muy graciosa donde tu despertador no suena y pasas de largo en el tren de los sueños... te quedas dormido.
-¡Ja! Tu excusa es patética-. Se burló Paris-. ¿Qué con eso?
-Cállate-. Siseó Thiago-.
-¿Disculpa? ¿Quién te crees que eres para mandarme a callar?
El frunció el ceño.
-Shhh-. Lo mandó a callar Thiago-.
-¿Me estas chitando?-. Pregunto perplejo-. ¡A mí no me chites!
-¡Basta los dos!-. La pobre Charlotte los miraba molesta a los dos-. Sus excusas son patéticas ¿Me oyeron? ¡Patéticas! Primero llegan e interrumpen mi clase, y luego van y arman un alboroto...
-Si me disculpa profesor...
-¡Cállense!-. Thiago cerró la boca-. Los dos se largan de mi clase ¡Ahora!
-Pero...
-¡Ahora!
¡Genial, simplemente genial!
Primero una uña rota, y luego, iban y lo sacaban de clase por culpa del friki de Thiago Wolfe.
Exasperado Paris se dio media vuelta y salió furioso del salón.
-¡Y como castigo tendrán que traerme para el miércoles un ensayo desde la página 350 a la 600!
Paris se detuvo abruptamente ¿La mujer iba enserio?
Se volteó justamente cuando la puerta del salón se cerró.
Decir que Thiago lo fulminaba con la mirada sería un eufemismo.
-¿Por qué siempre me tienes que arruinar todo?-. Preguntó el más alto ajustando la correa de su mochila-.
-¿Disculpa?-. Paris estaba más que estupefacto-. ¿Yo te arruino todo?-. Caminó hasta situarse unos centímetros más cerca del otro. Le molestaba enormemente tener que alzar la cabeza para mirar al geek-. Te recuerdo que no fui yo el que llego con excusas patéticas y burlándose de mí.
-¿Excusas patéticas? ¿Acaso me dirás que esta vez sí se te presento una emergencia de verdad?
-Mi uña se rompió, eso obviamente es una emergencia, niño.
Thiago soltó una carcajada sarcástica.
-Si claro, pobrecito de ti. El mundo se va acabar.
Paris frunció el ceño.
-¿Por qué si quiera pierdo mi tiempo contigo? Obviamente tu...-. Lo miró de arriba abajo-. No tienes una idea de lo que significa estar bien presentable.
Mentiras, mentiras, solo salen de tu boca mentiras.
¡Bien! No es como si él estuviera diciendo toda la verdad.
Odiaba enormemente como unas simples prendas de ropa hacían verse tan malditamente bien al chico.
Está bien, era un geek. Pero eso no impedía que las personas voltearan a verlo.
Paris no era la excepción. Después de todo... ¿Quién puede resistirse a una belleza como Thiago?
Tenía la altura adecuada para hacerte babear, un espeso y brillante cabello negro y una piel tan blanca como la de una muñeca de porcelana, junto a esos ojos azules tan claro y esos labios carnosos y rojos, era una buena obra de admirar. ¡Ojo! Eso sin contar el cuerpo tan bueno que se gastaba.
Había sacado las proporciones exactas de su hermosa madre venezolana y las de su padre inglés.
Lástima que todo ese bombón viniera resguardado en envoltorio de idiotez, irritabilidad y estupidez crónica.
-¿Importa?-. Thiago le dedicó esa mirada de insuficiencia que tanto lo jodia-. Al menos no necesito tomarme diez horas para verme bien.
-¡Ja! Que gracioso ¿Por qué mejor no te dedicas a la comedia?-. Pregunto Paris burlón-. ¿Quién ha dicho que alguna vez te veas bien? ¡Espera! No me digas ¿Fue acaso tu novia la drogadicta? -. Thiago frunció el ceño-. Seguramente la pobre esta tan mal ya de la cabeza que está viendo ángeles donde solo hay troll.
Obviamente Thiago no se iba a quedar callado, pero Paris lo silencio con un movimiento de manos.
Sus ocho hora de sueños nunca lo preparaban para toda la mierda con Thiago.
-Déjalo ya ¿vale? No son ni las nueve de la mañana y no vales ni la mitad de todo el estrés que me causas. Si me van a salir arrugas que sean por no poder comprar los hermosísimos zapatos que vi en una tienda por internet y no por tener que aguantar tus insultos tan infantiles-. Se dio media vuelta y comenzó a alejarse-. Hazme un favor y no te cruces más por mi camino el día de hoy.
Escucho el gruñido de Thiago y sonrió victorioso.
Nada mejor para arreglar su mañana que ganarle una discusión a Thiago Wolfe.
Continuara.
¡Volvíiii! Y con la historias de mis dos bebes hermosos, ¿a poco no son lindos?
Sé que todavía algunas extrañan S.Q.O.T.V, pero ténganme algo de paciencia por favor. Todo a su debido tiempo.
Espero que les haya gustado este capítulo. Nos vemos
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