Cuando la familia de Lilian se dirigió a el salón las personas los empezaron a observar de manera cuidadosa y sobre todo minuciosa, la princesa se sentía como un conejo que era acechado por una manada de lobos, aunque podía reconocer a cada uno de ellos ya que en sus clases le habían hecho memorizar los nombres de todos ellos algo que agradecía.

Cuando finalmente ingresaron al salón varias personas se acercaron a saludar y se iban, un momento después se pudo observar a dos personas con una fuerte presencia dirigiéndose hacia la familia Kline, se trataba de una mujer de aspecto atlético y esbelto, de piel bronceada y cabello castaño, se encontraba acompañada de un joven alto de hombros anchos, y cuerpo musculoso pero atractivo, tenía piel bronceada y cabello castaño oscuro rizado, además de unos ojos color miel y pestañas largas, ambos se veían imponentes y temerarios.

-Buenas noches majestades, hemos venido a presentar nuestros saludos-declaró la reina Isabel.

-Permítame presentarme soy Evan Caurely el rey de Maryab, es un honor conocerlos-pronunció el rey Evan con una leve reverencia.

-Igualmente joven rey, hacía mucho tiempo que no te veíamos, has crecido mucho-exclamo el rey Bastián.

-Opino lo mismo recuerdo que la última vez que vi a los jóvenes príncipes eran todavía unos niños y ahora ya son adultos, que rápido pasa el tiempo-suspiro la reina Isabel.

-Es verdad, ni siquiera he dejado que mis hijos se presenten-admitió el rey Bastián dirigiendo una leve mirada a sus hijos quienes solo asintieron.

-Me presento soy Alessandro Kline príncipe heredero un honor conocerlos-exclamo el hermano de Lilian haciendo una leve reverencia.

-Soy Lilian Kline primera princesa como ya habrán escuchado es un honor conocerlos majestades-exclamo Lilian realizando una leve reverencia, cuando levanto la mirada pudo notar al joven rey mirándola fijamente.

-Permítanme presentarme soy Isabel Caurely me alegra volver a verlos-expreso la reina con alegría.

-Agradezco mucho su presencia, espero y su estadía sea agradable-comentó el rey Bastián.

-El honor es nuestro, me alegra poder visitar a un viejo amigo-respondió la reina Isabel.

En ese momento se empezó a escuchar la música que daba comienzo al primer baile de la noche, los invitados empezaron a dirigirse al centro del salón con sus respectivas parejas o algunos pedían a algunas damas un baile.

-Me podría conceder el primer baile de esta noche-pregunto el rey Evan a Lilian extendiendo su mano.

-Por supuesto-respondió Lilian tomando la mano del rey Evan, que se sentía un poco callosa al parecer había entrenado mucho con la espada.

Se dirigieron hacia el centro del salón teniendo cuidado con las parejas que se encontraban bailando, se colocaron en posición para iniciar a bailar siguiendo la música.

-Realmente se ve hermosa el día de hoy señorita Lilian-expreso el rey Evan

-Le agradezco sus cumplidos rey Evan-respondió Lilian tratando de no cometer un error.

-Se que podría sonar un poco grosero, pero está de acuerdo con lo relacionado a su matrimonio, no quiero ofender la solo era una pregunta no se sienta obligada a responderla-se disculpó tratando de pensar en cómo continuar con la plática sin incomodar a la princesa Lilian y dando una leve vuelta pudo ver la expresión de su rostro.

-Solo lo he aceptado como parte de mi obligación, además de que esto es una larga tradición que se lleva haciendo desde hace mucho y no puedo romperla tan fácilmente-declaró la princesa con una expresión seria.

-Creo que es algo triste que esta tradición siga vigente pero no puedo hacer nada al respecto, como rey sé que siempre debemos poner la seguridad de nuestra gente antes que nuestra felicidad y creo que usted está tomando esta decisión basándose en eso- hizo una leve pausa- me parece algo admirable digno de un buen líder-remarcó el rey Evan.

-Le agradezco que lo vea de esa manera-mintió Lilian.

-Pero quisiera decirle que planeo ingresar a la competencia por su mano, pero tengo un motivo en especial cuando gane le aseguro que lo sabrá, no es nada malo, pero espero que no se moleste o piense que soy una persona hipócrita por lo que he dicho-comentó tratando de disimular su timidez.

-Bueno creo que al menos usted tuvo la delicadeza de preguntarme que pienso antes de la competencia, me parece un buen gesto de su parte y me intriga la razón por la cual busca casarse conmigo, pero suena muy confiado está seguro de poder ganar la competencia-remarcó Lilian con una leve sonrisa.

-Creo que soy muy capaz, aunque puede que tenga dificultades ya que no conozco la fuerza de los demás concursantes , pero quiero que sepa que no pienso rendirme tan fácilmente, llevo mucho tiempo esperando y voy a luchar hasta el final-declaró el rey Evan con firmeza a lo que Lilian rio levemente.

-Bueno eso lo veré en la competencia-indicó Lilian,

Al mismo tiempo que terminaba su conversación finalizo la pieza musical arcando el final del primer baile, se separaron para dar una reverencia de agradecimiento y regresaron al lugar donde se encontraban la reina Isabel y el rey Bastián.

-Veo que ha terminado el primer baile le agradezco que haya sido usted la primera persona en bailar con mi hija rey Evan-expresó el rey Bastián con tranquilidad.

-Creo que el honor ha sido mío su majestad-respondió el rey Evan.

Al mismo tiempo la nueva canción empezaba a sonar, varias personas se acercaron pidiendo un baile a la princesa y al rey quienes se separaron dirigiéndose nuevamente a la pista de baile.

-No te lo había dicho pero mi hijo piensa participar en la competencia-comentó la reina Isabel causándole un gran asombro al rey Bastián.

-Recuerdo que habías dicho que tu hijo no tenía el mínimo interés en el matrimonio, me enviaste una carta sobre eso porque te preocupaba que terminara solo-mencionó el rey Bastián con curiosidad.

-Si es verdad, tuve que traerlo casi arrastrando-murmuro la reina Isabel.

-Me pregunto ¿Qué lo hizo cambiar de opinión?-pregunto el rey Bastián un poco confuso.

-Pues es muy sencillo fue tu hija al parecer ella genero una fuerte impresión en el la primera vez que se conocieron, aunque me pregunto cuando fue eso-explicó la reina un poco dudosa

-¿La conoció antes?-preguntó el rey sorprendido.

-Si eso fue lo que me conto, creo que fue después de la muerte de su padre-contesto la reina con tono melancólico.

-Escuchando eso he recordado que cuando fuimos a su funeral mi hija se perdió en el palacio durante un rato al parecer fue ahí donde se encontraron porque debido a las costumbres no los presentamos oficialmente-mencionó el rey Bastián.

-Creo que finalmente resolví ese misterio, sabes lo sorprendida que estaba cuando él me dijo que había visto a una niña en el palacio y sobre todo me dijo que se quería casar con ella, no sabía que decirle así que solo le dije que si la encontraba de nuevo aceptaría su boda, pero me alegra que haya encontrado a la persona de la que ha estado enamorado todos estos años. Aunque creo que tu hija no lo recuerda-expresó con un poco de pesar la reina.

-Tienes razón, pero no creo que tu hijo tenga el camino fácil-admitió con tristeza el rey.

-Si por eso espero que pueda ser fuerte y enfrentar esta prueba-expreso la reina observando a su hijo que buscaba con la mirada a la princesa Lilian durante el baile.

-Realmente me gustaría que tu hijo ganara la competencia, pero no sé qué cosas podrían llegar a pasar, preferiría que mi hija estuviera con alguien que demuestre preocupación por sus sentimientos y sobre todo que no la limite-comentó el rey viendo la cara de incomodidad que tenía su hija ante las solicitudes de baile.

-Yo también lo espero, bueno dejemos esos malos pensamientos aún tenemos esperanza-bromeó la reina poniendo una sonrisa para alegrar el ambiente.

-Si mejor tratemos de disfrutar un poco lo que resta de la noche-reconoció el rey tomando unos bocadillos de la mesa.

Al mismo tiempo del otro lado del salón se veía al príncipe Alessandro con una expresión de disgusto, no solo por la situación de su hermana, sino que también por el comportamiento que había hacia él ya que muchas veces había tenido que soportar propuestas indecentes de varias damas, sabía que su compromiso no se sabía en otro reino, pero el comportamiento que había recibido era inapropiado, esto le recordó la razón por la cual no le gustaba venir a este tipo de reuniones. A lo lejos pudo observar un gesto que la princesa Lilian hizo, de inmediato se dirigió hacia ella sabiendo lo que quería decir.

-Disculpen caballeros, pero en nuestro reino es tradición que el ultimo baile de una dama sea con alguien de su familia, así que si me permiten-declaró el príncipe Alessandro con una sonrisa haciendo que todas las personas que se habían reunido alrededor de la princesa se marcharan.

-Gracias por eso sentía que me ahogaba-soltó la princesa con alivio.

-Si te veías incomoda desde que inicio el segundo baile-mencionó el príncipe llevando a su hermana al centro del salón para iniciar a bailar.

-Digo lo mismo de ti desde que nos separamos tenías una sonrisa muy falsa-bromeó la princesa tratando de no pisar a su hermano.

-Si, gracias a esta fiesta recuerdo porque no me gusta asistir a los eventos sociales-susurró el príncipe para no ser escuchado por la pareja que estaba a su lado.

-Creo que es porque Silvia no está aquí-insinuó la princesa mirando a su hermano con curiosidad.

-Esa es una de las razones, pero dejemos eso del lado, que piensas de las personas que van a participar en la competencia-expresó con desagrado.

-Para ser sincera muchos me parecen personas egoístas y ambiciosas, solo hubo tres personas que no me parecieron desagradables-admitió la princesa Lilian con indiferencia.

-Pues al parecer deben ser el joven rey con el que bailaste primero, la persona alta de cabello rubio y el tipo de alas transparentes ¿no?-exclamó el príncipe orgulloso de su pronta deducción.

-Es verdad, había olvidado lo bueno que eres para observar-admitió Lilian con una leve sonrisa.

-No olvides mi gran habilidad podría sorprenderte en cualquier momento, pero ahora creo que debes descansar-comentó Alessandro terminando el baile con una reverencia.

El rey Bastián se dirigió hacia ellos para llevarlos fuera del salón hacia el balcón donde habían estado hace un momento.

-Les agradezco a todos su presencia el día de hoy, esperamos y hayan disfrutado la velada, quisiéramos informarles que mañana se empezara a organizar los combates de la competencia, esperamos su cooperación y que puedan descansar esta noche sin más por el momento nos despedimos de ustedes esperando verlos el día de la competencia-anunció el rey retirándose después de haber terminado de hablar.

Los príncipes siguieron a su padre hasta el carruaje donde reino el silencio durante todo el viaje. Al llegar al palacio todos entraron muy tranquilamente y se dirigieron a sus habitaciones sin decir nada, aunque querían hacerlo sentían el cansancio que se acumulaba en sus cuerpos.

Lilian fue a su habitación y se recostó en su cama pensando muy seriamente como iba a ser su futuro podría seguir ocultando su secreto o seria revelado, tal vez podría continuar sin que nadie se enterara, pero sería capaz de terminar lo que inicio, fueron preguntas que rondaron en su cabeza hasta que finalmente se quedó dormida.

-Valla hiciste muchas cosas hoy, será mejor que descanses los momentos más difíciles están por venir-dijo una voz en la oscuridad mientras cubría a Lilian con una manta.