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23

Se habían detenido frente a una gran puerta de madera, con un dragón tallado con sumo cuidado y pequeños detalles escondidos.

-Estos serán sus aposentos su alteza- declaró el señor Aurelio.

-Es un hermoso tallado, debo decir que los artesanos que lo hicieron son muy hábiles- comentó Lilian observando detenidamente.

-Le agradezco los cumplidos, nuestros artesanos se sentirian muy halagados con sus cumplidos-respondió con una sonrisa.

El señor Aurelio se adelantó a abrir la puerta y mostrar la espaciosa habitación, en la cual destacaba la gran cama y la vista que se filtraba por las cortinas del balcón. Lilian y Adele recorrieron la habitación para familiarizarse con ella.

-Señorita me permitiría llevarla a sus aposentos- comentó el señor Aurelio rompiendo el silencio.

-Puede llamarme Adele si gusta-respondió con gentileza siguiendo al señor Aurelio-regresare en un momento para ayudarte a acomodar tus cosas-mencionó Adele antes de salir de la habitación.

Lilian solo asintió y se dirigió al balcón para observar la vista nocturna, respirar el aire fresco le provocó una gran tranquilidad después del ajetreado viaje, en su mente se seguía preguntando si había tomado las decisiones correctas, si no se arrepentiría, si alguna vez llegaría a ser feliz con esto. Después de mucho finalmente dejó salir las lágrimas que había estado conteniendo todo este tiempo, paso un largo rato hasta que escucho que tocaron la puerta y se limpió las lágrimas rápidamente.

-Adelante-contestó con suavidad.

-Estabas llorando¿verdad?-pregunto Adele con preocupación.

-Solo un poco-respondió Lilian.

-Me alegra que hayas dejado salir ese sentimiento, a veces sueles guardar mucho para ti misma y te terminas lastimando-expresó Adele con melancolía.

Lilian solo sonrió y se dirigió hacia el tocador donde se empezó a quitar los adornos de su pelo y posteriormente Adele fue a ayudarla, conversaron de asuntos triviales por primera vez en mucho tiempo dejaron de lado un momento sus preocupaciones, deberes, obligaciones y responsabilidades, sólo eran un par de amigas hablando. Este momento proporcionaba la paz que Lilian buscaba para sentirse bien, cuando acabaron Adele se fue a dormir al igual que ella, solo quedaba esperar lo que vendría para el día de mañana.

La habitación se iluminó con los primeros rayos del día Lilian se sintió extrañamente familiar, se levantó observando la imagen que se colaba entre las cortinas parecía un paisaje completamente diferente a los que alguna vez vio, con curiosidad se dirigió al balcón y abrió las cortinas suavemente encontrándose con un hermoso amanecer, el sol comenzaba a posicionarse arriba de las grandes montañas, los campos brillaban como si fuera oro y las casas lejanas tenían un estilo rústico pero a la vez cálido que formaba una gran armonía, Lilian quedó embelesa por la hermosa vista, se encontraba tan sumida en sus pensamientos que apenas escucho el sonido de la puerta.

-Su Alteza me permite pasar- preguntaron desde afuera de la habitación.

-Adelante-respondió Lilian con suavidad

-Deberías preguntar primero quién es-comentó Adele.

-En este caso no era necesario, ya sabia que eras tú-respondió Lilian voltendose.

-No se que hacer con esa confianza tuya, lo mejor será que nos demos prisa en prepararte para que bajes a desayunar-mencionó Adele con resignación.

-Si apresurémonos ya tengo un poco de hambre-dijo Lilian jugando obteniendo solo un suspiro como respuesta.

Adele terminó de ayudar a Lilian mientras platicaban de los planes que tenían para el día, cuando acabaron salieron en dirección al comedor, sin embargo antes de llegar a las escaleras se encontraron con el señor Aurelio quien las miro con un poco de sorpresa pero rápidamente se dirigió hacia ellas.

-Buenos días princesa Lilian y señorita Adele, al parecer me atrasé un poco en venir-comentó el señor Aurelio con una leve risa.

-Al parecer fuimos nosotras las que nos levantamos muy temprano-respondió Lilian sonriendo.

-Permítanme llevarlas al comedor, sus majestades también están por bajar a desayunar-comentó el señor Aurelio.

-Le agradecemos su atención-respondió Adele.

Bajaron las escaleras siguiendo al señor Aurelio quien iba tranquilamente contando algunos detalles del palacio durante su caminata, pensando que estos pequeños datos podrían ayudarlas a familiarizarse más rápido. Al cabo de unos minutos llegaron al comedor encontrándose con la reina Isabel y Evan.

-Buenos días querida, ¿Cómo amanecieron?-preguntó la reina Isabel con entusiasmo.

-Buenos días, muy bien gracias por las habitaciones, debo decir que tienen artesanos excelentes todos los detalles son hermosos-respondió Lilian con una sonrisa.

-Me alegra escuchar eso, muchos de los tallados que hay son de hace varias décadas atrás, los mantenemos como un legado que ha pasado por varias generaciones y aún se conserva muy bien-mencionó la reina con orgullo.

-Eso suena increíble, en mi país en cambio tenemos más pinturas antiguas que aún conservamos pero no suelen estar a la vista, solo en eventos importantes-mencionó Lilian.

-Además de que los edificios más antiguos no se conservaron muy bien del todo por ello no suelen ser conocidos por muchas personas-agregó Adele.

-Valla eso no lo sabia, por eso me llegué a preguntar si los lugares más importantes estaban cerrados para extranjeros-mencionó la reina.

-Muchos de los edificios antiguos están abiertos a visitas pero si hay lugares en los que no se puede ingresar-declaró Lilian.

-Comprendo la próxima vez que vaya iré a visitar algunos de ellos, pero ahora será mejor que nos sentemos a desayunar-dijo la reina llevando a ambas hacia la mesa.

Todos se sentaron a desayunar mientras la reina sostenía una leve platica con Lilian y Adele, mientras esto sucedía Evan solo observaba las expresiones de Lilian con una leve sonrisa la cual no pasó desapercibida por su madre y algunos de los empleados que se encontraban presentes, cuando terminaron su desayuno la reina de dio una indicación al señor Aurelio quien fue hacia un pasillo y regresó unos minutos después acompañado de una joven de estatura mediana, cabello castaño, ojos color avellana y una piel ligeramente bronceada.

-Ella es Daphne Wilvane su familia lleva muchas generaciones siendo damas de compañias de las reinas de Maryab, ella las acompañara a partir de hoy y les ayudará en todo lo que necesiten saber sobre los protocolos, festividades, lugares y personas, espero se puedan llevar bien-declaró la reina con una sonrisa.

-Me agrada la idea pero tengo una pregunta, ¿no causaría sospechas que ella me estuviera ayudando?-pregunto Lilian con confusión.

-No, cuando aún no se escoge a una reina suelen ayudar con invitados importantes debido a su conocimiento de diversas culturas, por eso será visto como algo rutinario hasta el festival-respondió la reina con tranquilidad.

-Entiendo le agradezco su ayuda-respondió Lilian, dirigiendo su mirada a la joven-espero que podamos llevarnos bien y agradezco de antemano tu ayuda-comentó con una sonrisa.

-Le agradezco su atencion, me esforzare por ayudar en todo lo que pueda-respondió Daphne.

-Puedes empezar dando un recorrido por el palacio asi podra conocer mas sobre el lugar y platicarle de nuestras costumbres-mencionó Evan que hasta el momento se había mantenido en silencio.

-Me parece una excelente idea Majestad, si no les molesta podemos empezar de esa manera ¿qué opina su Alteza?-preguntó Daphne a Lilian.

-Me parece bien, ya hemos terminado el desayuno por lo que podríamos empezar-respondió Lilian.

-Entonces si me permite las empezaré a guiar-comentó Daphne indicando el inicio del recorrido.

-Si nos disculpan nos retiramos, nos veremos en la comida, permiso-mencionó Lilian levantándose junto a Adele.

-Que la pasen bien, nos vemos-exclamó la reina con una sonrisa.

Mientras salían del comedor Evan no quitaba la vista de Lilian poco se daba cuenta de las miradas atentas de los empleados que presenciaban todo con curiosidad, sin embargo, no se atrevían a decir algo más, este silencio fue interrumpido por la reina.

-Hoy debemos hablar con los miembros del consejo, ¿que planeas decirles sobre el festival?-cuestionó la reina.

-Planeo decirles que haré dos anuncios muy importantes el día del festival por ello deben asistir todos los nobles y algunos invitados especiales, así desviar su atención un poco para que se sienta cómoda por lo mientras-respondió Evan.

-Uno de los anuncios será tu compromiso pero el otro ¿cual es?-preguntó la reina.

-Es sobre las nuevas rutas de intercambio comercial con Shiam-respondió Evan dejando sorprendida a su madre.

-Cómo convenciste al rey hace años que he querido establecer ese acuerdo pero no lo había logrado a pesar de mi amistad con los reyes anteriores-comentó la reina.

-En primera instancia fue por el compromiso ya que yo no los conocia ni tampoco sabia sobre las posibilidades que podríamos llegar a tener por ello me reuní con el rey Alessandro y la reina Silvia para discutir sobre una cooperación comercial, haremos un intercambio donde se destaca la importación de hierbas medicinales y aquí se elaboraran diversos medicamentos y antídotos ya que nuestros procesos son más rápidos y precisos, de esta manera empezaremos ya después si tiene éxito intentaremos con otros productos-informó Evan con seriedad.

-No había pensado en la industria farmacéutica para empezar con las relaciones comerciales, pero ellos cuentan con grandes conocimientos en esa área además de la protección de los espíritus-señaló la reina.

-Eso tambien habia pensado pero los espíritus los protegen de ataques exteriores, ellos también sufren de enfermedades y los que son capaces de unas habilidades de sanación son personas muy escasas, en cuanto a la síntesis de los medicamentos los procesos suelen ser más tardados ya que se concentran más en la investigación y como nuestro pueblo a sufrido de ciertas epidemias hemos desarrollado métodos más rápidos y efectivos, así que dependiendo de como salga esto podremos crear conexiones comerciales con el resto del continente-anunció Evan con seriedad.

-Es un panorama alentador, eso ayudará mucho a mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes, por ahora mantengamos esto al margen hasta el festival-declaró la reina.

Evan solo asintió y se dirigió a la sala de conferencias junto a su madre. Por otro lado Lilian y Adele estaban siendo guiadas por Daphne entre los pasillos del palacio, todo estaba impecable los adornos, pinturas, tallados, alfombras y cortinas tenían colores cálidos como el sol de verano. Continuaron pasando un par de horas hasta que llegaron a una sala de espera donde los acompañantes de los miembros del consejo esperaban a que terminara la reunión, Lilian se sintió atraída al jardín que se encontraba cerca del lugar, Daphne empezó a contar la historia de aquel lugar.

-Este jardín surgió debido a que la esposa de uno de nuestros reyes extrañaba su hogar, el rey para no verla deprimida decidió traer plantas de donde ella vivía y regalarle en su cumpleaños este hermoso lugar, según cuentan las flores que antes crecían aqui eran las míticas flores de luna-comentó Daphne.

-¿Y qué les pasó?-pregunto Adele con curiosidad.

-Dicen que todas se marchitaron cuando la reina murió y desde entonces no se han visto nuevamente-respondió Daphne con melancolía.

-Es una triste historia al parecer se tuvieron que separar muy pronto-expresó Lilian con tristeza.

-Nadie lo sabe realmente los registros no dicen cómo murió la reina y bueno en cuanto al rey, después de la muerte de su esposa le dejó el trono a su hermano menor y desapareció, nadie supo qué fue de el la ultima vez que se le vio fue aquí mismo-informó Daphne.

-No deberías decir cosas tan absurdas como esas Daphne es muy infantil solo un tonto creeria algo así-intervino la voz de una mujer.

Cuando voltearon a ver a la dueña de la voz se encontraron con una mujer alta de pelo castaño y una figura atlética, cuya ropa destacaba de manera notable, su mirada era fulminante y agresiva, se encontraba rodeada de otras jóvenes algunas con miradas despectivas y otras con resignación.

-Buenas tardes señorita Emilia Winkler-saludo Daphne con cortesía.

-Tal vez deberias ser mas formal, muy pronto me convertiré en reina así que estarás a mi servicio-declaró Emilia de manera arrogante.

-Será mejor que sigamos con el recorrido-susurro Daphne a Lilian y Adele.

-Habla fuerte que no pude escucharte, ustedes aun no me han saludado que acaso planean pasar sobre mi porque no lo permitiré, seré la futura reina así que deberán tratarme como tal o haré que las despidan-exclamó Emilia con aire de superioridad.

Adele se enojó ante el comentario y trato de avanzar hacia Emilia pero Lilian la detuvo y le indico que se calmara ella se encargaría de la situación.

-Señorita Emilia ¿verdad?-señaló Lilian con serenidad-me podría decir cual es el rango al que pertenece usted actualmente-cuestiono Lilian con firmeza.

-Como osas preguntar algo asi, aunque aun no se haga el anuncio oficial la señorita Emilia pertenece a una familia Ducal deberias tener mas respeto-intervino otra joven con rudeza.

-Una familia ducal, interesante, me podría decir desde cuando una familia ducal cree que tiene el derecho darle órdenes a alguien de sangre real-señaló Lilian haciendo que todos guardaran silencio de manera inesperada.

-Que quiere decir con sangre real,usted no pertenece a la familia Caurely-gritó otra joven con enojo.

-Parece ser que sus conocimientos son limitados, la familia Caurely no es la única familia real que existe señorita-comentó Lilian con sarcasmo.

-Me complace presentarles a la princesa de Shiam la señorita Lilian Kline, es una invitada muy importante que vino al festival, espero que las señoritas puedan comportarse adecuadamente en el futuro-intervino Daphne generando un silencio incómodo.

-Me parece que todas estas señoritas nos deben una disculpa adecuada, en especial usted señorita Emilia, no importa si es de una casa ducal, tuvo el atrevimiento de insultarme a mi y a mi dama de compañia, asi que esperamos su disculpa-declaro Lilian

-Porque debería disculparme con su dama de compañía-discutió Emilia.

-Porque a diferencia de usted que no muestra es comportamiento adecuado en una dama de una casa ducal mi dama de compañia si lo muestra y para su mejor comprensión le informo que ella también pertenece a una casa ducal en nuestro país, así esperamos su disculpa o planea crear una disputa entre ambos países- declaró Lilian.

Para ese momento la reunión del consejo había terminado y había varios espectadores observando la escena, entre la multitud un hombre de mediana edad se abrió paso hasta llegar al lado de Emilia.

-Su Alteza, me presento soy el duque Winkler quiero ofrecerle una sincera disculpa por las ofensas que mi hija cometió, espero no tome este asunto en contra del país-expresó con preocupación mientras le susurro algo a Emilia.

-Lamento mucho lo ocurrido Alteza la proxima vez sere mas precavida con mis palabras y acciones espero que me disculpe, esto no pasara nuevamente-titubeó con enojo Emilia.

-Eso espero-respondió Lilian-continuemos con el recorrido-le indico a Daphne.

Mientras se alejaban Emilia veía con odio a Lilian, mientras que en la lejanía se podía ver a la reina con una gran sonrisa de satisfacción.

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