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22

Evan se encontraba peleando con unos cuantos Medveds, eran criaturas fuertes pero aun eran jóvenes por lo que no resultaron mucho problema, sin embargo, Evan se preguntaba que estaban haciendo estas criaturas fuera de sus cuevas, usualmente se quedaban en lugares obscuros para atraer a sus presas y solo salían cuando tenían enfrentamientos territoriales entre ellos, pero en este caso se habían abalanzado directamente a atacarlos, pese al ataque sorpresa no tardaron en acabar con ellos y se prepararon para la aparición de la madre, para su sorpresa no dio señales de estar cerca. Mientras se encontraba estaba examinando los cadáveres buscando algo sospechoso se vio interrumpido por un leve grito, esto gracias a sus sentidos altamente sensibles, en ese momento se percató que todo podría haber sido un plan para alejarlo de los carruajes así que se dirigió inmediatamente hacia donde provenían los gritos, pero cuando llego se llevó una gran sorpresa la persona que estaba gritando no era ninguno de los caballeros, ni tampoco su madre o la princesa. Ante sus ojos vio a varias personas vestidas de negro que se encontraban capturas con gruesos tallos espinosos, solo podían retorcerse del dolor que este les provocaba y frente a ellos con una mirada tranquila estaba Lilian junto a su madre que interrogaba a uno de ellos.

-¿Qué sucedió aquí?-pregunto Evan tratando de no mostrar su sorpresa.

-Tardaste demasiado-comento su madre con un tono molesto.

-Estaba examinando un poco los cadáveres para ver si tenían alguna anomalía-contesto Evan acercándose a la escena-¿Quiénes son ellos?-pregunto con cautela.

-Asesinos fueron enviados para acabar conmigo, pero no esperaban que tuviera compañía por lo que fallaron-contesto la reina soltando un suspiro.

-No saben quién los envió, por lo que dijeron solo se les asigno el trabajo esto es muy típico de los gremios de asesinos, así evitan divulgar las identidades de sus clientes, sin embargo, al observar su forma de moverse y la magia que ocupan, me hace suponer que fueron enviados por alguien que usted conoce ya que tenían una estrategia muy limpia y organizada, como si conocieran perfectamente la forma de atacar de su objetivo y acabar con sin dejar rastro-comentó Lilian observando a la reina.

-Tengo una posible idea de quien pudo haber sido, pero no podemos culparlo sin pruebas definitivas y dudo que ellos nos las den, lo mejor por ahora será llevarlos con nosotros y encerrarlos en el calabozo, ahí podremos interrogarlos hasta que tengamos las respuestas que necesitamos-declaró la reina con pesadez.

-Creo que eso será peligroso si ya trataron de atacarlas puede que traten de idear una manera de terminar con lo que empezaron-cuestiono Evan con preocupación.

-No tiene por qué preocuparse están muy débiles para atacarnos-comento Lilian.

-¿A qué se refiere?-pregunto Evan consternado.

-Las plantas que los rodean son venenosas, su principal característica es la parálisis del cuerpo y posteriormente debilita los sentidos hasta que solo esperas la muerte en silencio-respondió Lilian ante la pregunta.

-Pero si es así no podrán permanecer mucho tiempo vivos-comento la reina.

-No hay de qué preocuparse Adele tiene la cura para el veneno y sabe cómo administrarla para evitar que mueran y a la vez no recuperen su movilidad-menciono Lilian.

-Entiendo entonces continuemos nuestro viaje, debemos llegar lo antes posible si no corremos el riesgo de que alguien quiera eliminarlos-declaro Evan volteando hacia donde estaban los caballeros y dirigiéndose a ellos comenzó a organizarlos nuevamente.

Unos minutos después todo se encontraba listo para continuar, Lilian subió al carruaje que compartía con Adele y se pusieron en marcha. Los paisajes poco a poco iban cambiando y dejaban ver pequeños pero prósperos pueblos, las personas veían con curiosidad la caravana, pero no se acercaban a preguntar. Al cabo de un par de horas se encontraban entrando a la capital de Maryab, Namib era una ciudad hermosa las personas lucían alegres y satisfechas con sus vidas, tenían ropas que a Lilian le parecieron curiosas ya que eran completamente diferentes a las que había visto, con colores más cálidos y telas más delgadas que se adecuaban al clima. Los carruajes se desviaron de la avenida principal para ir por partes menos transitadas, algunos de los habitantes veían con curiosidad el carruaje donde iban Lilian y Adele, se podía ver a las personas susurrando en los rincones, pero lo que más les causaba intriga era quienes iban en él, su rey no era del tipo de persona que le agradara recibir visitas, por lo que este acto les generaba mucha curiosidad. Siguieron el camino hasta el palacio donde fueron recibidos por varias personas que también tenían cierta confusión al ver que otro carruaje acompañaba al rey, pero rápidamente disimularon sus expresiones.

Un hombre de mediana edad se acercó a Evan y sostuvo las riendas del caballo mientras el bajaba, un par de pajes se acercaron a los carruajes y abrieron las puertas de estos, primero descendió la reina, posteriormente bajo Adele para dar espacio a Lilian y cuando ella estaba por bajar Evan le tendió su mano para ayudarla, este acto sorprendió un poco a Lilian y a los presentes, quienes comenzaron a susurrar cosas entre ellos, ambos involucrados podían entender perfectamente de que estaban hablando pero decidieron ignorarlo, mientras la reina sonreía con satisfacción. Una vez todos bajaron de los carruajes, las personas presentes los saludaron con una reverencia.

-Ella es la princesa Lilian de Shiam vino como invitada al festival de la cosecha, espero y le brinden una adecuada atención y hospitalidad, demuestren la calidez que les brindamos a nuestras visitas-declaró la reina con autoridad a lo que las personas solo asintieron.

-Señor Aurelio podría preparar una habitación para la princesa y otra para su dama de compañía en el ala oeste, que sea lo más pronto posible por favor-ordeno Evan al hombre de aun sostenía las riendas del caballo, el solo asintió y se retiró.

-Vallamos a la biblioteca podremos hablar tranquilamente ahí-cometo la reina dirigiéndose a la entrada.

Los presentes empezaron a volver a sus labores sin dejar de susurrar lo extraño de la situación, sin embargo, no se atrevían a preguntar debido al carácter de su joven rey. Mientras caminaban varios sirvientes se detenían momentáneamente a ver a Lilian y Adele puesto que les resultaba curioso ver a un extranjero ser tratado tan amablemente por el rey, y no solo eso varios guardias desviaban su mirada para ver la belleza de la joven princesa y la joven dama que la acompañaba, esto no pasaba por alto a los ojos de Evan quien continuamente les lanzaba miradas desafiantes haciendo que ellos voltearan la mirada apenados.

Durante el trayecto Lilian pudo admirar las grandes pinturas que adornaban los pasillos, así como los acabados y colores que predominaban le recordaban al otoño, el palacio le parecía hermoso, los detalles eran cautivantes le recordó a las historia que le contaba su padre sobre el anterior palacio, estuvo observando minuciosamente cada pequeño detalle y las vestimentas de los sirvientes, hasta que se vio interrumpida por la reina Isabel a quien le parecía adorable la actitud de la joven princesa, le emocionaba el hecho de que ella estuviera interesada en su cultura, era una gran señal de que las cosas entre ella y su hijo podrían salir muy bien pero no dijo nada en particular y se limitó comentar su llegada a la biblioteca.

-Ya hemos llegado a la biblioteca, ¿Qué te parece?-pregunto la reina con una sonrisa.

- Creo que debe ser muy grande y espaciosa además de que algo me dice que hay muchos libros adentro-comento Lilian devolviendo la sonrisa.

-Eso es muy cierto tiene una intuición muy buena-comento Evan abriendo la puerta.

Cuando se pudo observar el interior Lilian pudo observar que la biblioteca contaba con dos pisos que estaban repletos de estantes, leer todos esos libros le tomaría una eternidad, pero era algo interesante, cerca de las puertas pudo ver un escritorio perfectamente ordenado y algunos sillones que parecían ser cómodos y tenían una pequeña mesa al centro.

-Me quedare afuera por si me necesitas-menciono Adele interrumpiendo los pensamientos de Lilian.

-No es necesario lo mejor será que entres con nosotros-declaró la reina.

En ese momento la reina llevo a Lilian y Adele a sentarse a los sillones para estar más cómodas, mientras tanto Evan se sentaba en el sillón que se encontraba enfrente de ellas. La reina se veía particularmente feliz debido a que finalmente podía observar la faceta de enamorado de su hijo y esta muy interesada en el anuncio de su compromiso.

-Bueno será mejor que empecemos a discutir su compromiso les parece-comento la reina con entusiasmo.

-Me parece bien así podría organizar mis tiempos para aprender las tradiciones y costumbres del reino-respondió Lilian con seriedad.

-Como le mencione a su familia planeo anunciar nuestro compromiso el día del festival de la cosecha, durante el día se celebran desfiles y pequeños eventos en la ciudad y en la noche se da un banquete en el palacio al cual asisten todos los nobles y varios funcionarios, en este punto es donde planeo hacer el anuncio, ¿Qué opinan?-pregunto Evan con un leve nerviosismo.

-Me parece una excelente oportunidad es una fecha muy buena- contesto la reina con alegría ante la iniciativa que tenía Evan.

-Considero que es una buena fecha me da tiempo necesario para prepararme-comento Lilian.

-En cuanto a su boda será pertinente hacerla un mes después del anuncio así tendremos el tiempo suficiente para planificar todos los detalles necesarios para una gran boda-declaró la reina.

-Me gustaría que no fuera muy ostentosa si no es mucho pedir-menciono Lilian un poco apenada.

-Mi madre se refería a que usualmente se ofrece un banquete para todos los habitantes de la ciudad cada vez que un miembro de la familia contrae matrimonio, es una vieja tradición, la mayoría de las veces el banquete con la nobleza es sencillo-comento Evan.

-Entiendo al parecer aun me queda mucho por aprender gracias por la explicación-respondió Lilian.

-No.... No es nada- comentó Evan nervioso.

-Ahora que hemos hablado de esto solo faltara decidir la fecha, pero lo primero es empezar a ver el tiempo necesario y después determinaremos eso, por ahora será bueno que vallamos a comer-declaró la reina levantándose abruptamente del sillón.

-Estoy de acuerdo el viaje fue largo, debemos comer algo-comento Evan.

Todos se dirigieron a la salida, mientras Lilian solo los seguía hasta el comedor sin dejar se observar los alrededores con curiosidad, caminaron por unos cuantos pasillos hasta que llegaron a un gran salón donde los esperaba una mesa en la que estaban poniendo diversos platillos que lucían deliciosos, cuando iban a tomar asiento Lilian y Adele estaban indecisas en donde debía sentarse o si debía ir a comer a otro lugar no querían empezar su estadía cometiendo algún error, la reina pudo ver sus dudas y solo le hizo un ademán indicándoles que ambas se sentaran, al asiento de Lilian se encontraba al lado derecho de Evan. Las personas que estaban sirviendo se retiraron y solo quedaron ellos en el gran comedor.

-No creo que sea muy adecuado que me encuentre aquí-comento Adele.

-No tienes porque apenarte, eres una invitada por hoy come con nosotros y si te incomoda puedes dejar de hacerlo no te vamos a obligar a nada-contesto la reina con una sonrisa.

-Le agradezco las consideraciones-comentó Lilian.

-Espero y todo sea de su agrado no estábamos muy seguros de lo que suelen comer, pero si hay algún alimento que sea de su agrado pueden decirnos-comentó Evan.

-No suelo ser quisquillosa con la comida ni tampoco tengo algún disgusto en específico, pero agradezco su preocupación-respondió Lilian comenzando a comer.

-Me alegra estábamos preocupados por cometer alguna falta en este asunto-menciono la reina.

El resto de la comida fue amena solo había alguna que otra pequeña conversación, cuando terminaron y se estaban levantando de la mesa el señor Aurelio apareció.

-Las habitaciones de la su alteza y su acompañante ya están listas majestades-declaró el señor Aurelio.

-Comprendo, muchas gracias-respondió Evan.

-Podrías guiar a nuestras invitadas a sus habitaciones-ordenó la reina.

-Con gusto majestad-respondió el señor Aurelio haciendo una reverencia.

Lilian se despidió de Evan y su madre, Adele solo hizo una reverencia y siguió a Lilian.

-Lamento no haberme presentado mi nombre es Aurelio Lavosient soy el mayordomo del palacio, me encargare de que su estadía sea agradable, si llega a tener algún problema no dude en decirme-comentó el señor Aurelio.

-Muchas gracias, si tengo alguna duda o problema acudiré a usted-respondió Lilian.

Caminaron por unos pasillos hasta que llegaron a las escaleras, subieron al primer piso y se dirigieron hacia la izquierda donde pudieron ver a través de las ventanas el atardecer, fue un espectáculo hermoso los colores eran tan cálidos diferentes a las vistas a las que acostumbraban. Siguieron caminando hasta que el señor Aurelio se detuvo.

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