Segundos después de que el rey Bastián se dirigió a la mesa se escucharon voces dirigiéndose al comedor, cada vez se escuchaban mejor revelando a sus dueños quienes eran los príncipes discutiendo sobre un pequeño asunto diplomático parecían estar muy concentrados en la plática que no se habían percatado de la presencia de Evan en el comedor.

-Yo creo que es tiempo de abrir las rutas comerciales del norte, ahora ya no hay peligro de que sean atacados por bestias los comerciantes que pasen por ahí-declaró Lilian con firmeza.

-No, creo que aún es muy pronto debemos esperar un poco más para poder reactivar el comercio en esa zona las montañas del norte son peligrosas sin mencionar cuando es invierno-contraataco Alessandro.

Después de escuchar estos breves diálogos Evan ya no pudo distinguir el resto ya que comenzaron una pequeña discusión a lo cual el rey Bastián solo suspiro y cuando estaba por interferir otra voz calmo la situación.

-Ambas opiniones tienen la razón, podemos empezar enviando a un grupo pequeño de comerciantes que sea custodiado por guardias, para así poder investigar que tan seguro es pasar por ahí, de esta manera podremos evaluar la situación tomando en cuenta las opiniones de una persona con experiencia, ¿no creen que eso sería mejor?-declaró Silvia a lo que los hermanos dejaron de pelear y solo asintieron.

-Además están siendo muy groseros no han saludado a nuestro invitado, recuerdo que son príncipes educado así que les pregunto dónde están sus modales-expresó el rey Bastián con severidad.

En ese momento los hermanos observaron al Evan que estaba incomodo con la situación tan tensa, ambos se sintieron avergonzados y saludaron correctamente, ante la mirada seria de su padre se sentaron en silencio. El rey le señalo a Evan que se sentara al lado de Lilian a lo que él solo asintió y se sentó, sintiendo la mirada fulminante de príncipe. Fueron unos minutos muy incomodos para los presentes, pero por suerte la señora Annie llego con el desayuno, el cual empezaron a servir sin perder tiempo ya que podían sentir la tensión que se respiraba, cuando terminaron la señora Annie hizo una leve reverencia y se dirigió a la cocina deseándole suerte a Evan con un pequeño ademan. Todo quedo en silencio nuevamente hasta que el Alessandro tomo la palabra dirigiendo una mirada fulminante hacia Evan.

-He escuchado mucho de usted, aunque no tantas cosas buenas como quisiera-comentó Alessandro de manera sarcástica.

-Bueno, no puedo negar muchos de los rumores que circulan sobre mí, pero varios de ellos son exagerados por la gente, en especial si buscan en ellos algún beneficio político o creen que pueden tenerlo-contesto Evan tranquilamente.

-Tiene un muy buen punto, pero hay un rumor en particular el cual quisiera preguntarle si es verdad-comentó Alessandro sarcásticamente.

-Me pregunto a que rumor se refiere alteza-respondió Evan con tranquilidad.

-Al rumor que circula que usted es una persona indecente con una vida personal muy despreocupada y desordenada, además de que se dice que se vio entrar y salir de su palacio a diversas damas-menciono Alessandro causando una gran tensión, ante este comentario Evan estuvo a punto de atragantarse con el bocado que acababa de tomar, pero supo disimular muy bien.

-Ese es un tema muy debatible para mi ya que como sabe mi madre estuvo siendo muy insistente en el tema del matrimonio por lo que estuvo tratando se hacer que conociera a varias jóvenes de mi país para poder comprometerme, pero como ya ha escuchado todas ellas salieron del palacio en poco tiempo debido a que no era de mi interés dicho tema, espero mi respuesta sea satisfactoria para usted-contestó Evan con solemnidad.

-Me parece una buena respuesta y me alegra saber que mi hermana no pasara por situaciones incomodas- comentó Alessandro regresando su mirada a su plato.

-Por su...-estaba hablando Evan cuando fue interrumpido.

-No tienes por que preocuparte hermano, he estudiado un poco la cultura de Maryab y es común tener mas de una esposa. No me siento incomoda ante la situación así que me gustaría que no realizaras mas comentarios como ese, por favor-interrumpió Lilian con firmeza causando una gran confusión entre los presentes en especial Evan ya que se encontraba consternado ante aquel comentario.

-Entiendo-comentó Alessandro dejando un silencio incomodo durante el resto del desayuno.

Todos continuaron comiendo en silencio y solo se escuchaban unos cuantos comentarios, todo transcurrió sin ninguna otra situación similar. Cuando todos terminaron de desayunar procedieron a retirarse, Silvia, Alessandro y el rey Bastián se marcharon hacia su oficina para arreglar algunos asuntos dejando solos a Evan y Lilian en el comedor. Ellos se quedaron un momento en silencio hasta que Lilian se dirigió al jardín y Evan fue tras ella, cuando salió al jardín se topo con una gran cantidad de plantas de todos colores y formas algunas abiertas en su máximo esplendor y otras aun cerradas al parecer eran nocturnas.

-¿Porque está aquí hoy?-preguntó Lilian curiosa.

-Solo quería conocer mejor a su familia y a usted, además no podía rechazar la petición de la señora Annie-contestó Evan tranquilamente mientras admiraba el hermoso jardín.

-Me perece que tiene otra intención con eso, pero no me importa mientras no dañe a mi familia-declaró Lilian dejando sorprendido a Evan.

-No tengo ninguna intención de dañarla a usted ni a su familia, tal vez haya escuchado malos rumores sobre mi pero no pondría a mi gente en peligro por culpa de mi egoísmo- exclamó Evan mirando fijamente a Lilian, quien en el fondo recordó que ella tenía el mismo sentimiento por eso había aceptado el matrimonio.

-Entiendo, solo le comento que será bueno que no venga en los últimos dos días al palacio estará muy agitado y no habrá nadie que lo atienda, le recomiendo que valla directamente al templo de la montaña, así podrá evitar llegar tarde-comentó Lilian sin ninguna expresión.

-Le agradezco mucho el consejo, se lo comentare a mi madre para que también se prepare, al parecer la veré hasta el día de la ceremonia lo esperare con ansias-exclamó Evan con entusiasmo.

-No fue nada es mi deber comentarle a los invitados importantes estos pequeños datos, bueno como ya he dicho todo me retiro aun tengo muchas cosas de que encargarme-expreso Lilian sin mucho ánimo.

-Comprendo, le deseo suerte en sus preparativos y espero verla pronto-declaró Evan haciendo una pequeña reverencia y dirigiéndose a la entrada que estaba frente a él.

Lilian se quedó inmóvil durante unos momentos el comportamiento de Evan la confundía, no sabia con certeza cual era la verdad detrás de él, los rumores que circulaban sobre él y su carácter lo hacían ver como un cruel tirano, pero la forma en la que se expresaba y los comentarios que decía eran algo que contradecía esa fachada de tirano. Pero aun era muy pronto para juzgar, por ahora debía centrarse en que la ceremonia de coronación resultara perfecta.

Durante los próximos dos días Lilian, Alessandro, Silvia y el rey Bastián estuvieron muy ocupados arreglando los últimos detalles de las ceremonias, esperaban que todo resultara perfecto, hubo no solo un alboroto en el castillo, sino que también el reino entero se preparaba para recibir a sus nuevos monarcas, los adornos, las canciones, palabras de aliento, felicitaciones se podía escuchar de todo en cada rincón.

En esos dos días Evan se dedico a investigar las costumbre y tradiciones de aquel país estaba decidido a ganarse el corazón de la princesa y que mejor manera de hacerlo, llevando consigo cosas que le recuerden a su hogar de esa manera no se sentirá tan nostálgica el pensar en él, descubrió también varias cosas de ella a través de la señora Annie quien le platico varias anécdotas de Lilian cuando era joven, omitiendo ciertos detalles.

El tiempo paso muy rápido y el día de la ceremonia llego, Evan estaba muy emocionado, presiono a su madre para que se diera prisa y pudieran partir al templo lo más pronto posible, al cabo de un rato se encontraban de pie ante la montaña, subieron un pequeño tramo y encontraron el templo, lucia muy bien conservado para el tiempo que tenia, había en las paredes murales del tiempo de guerra y el tratado de paz entre reinos, mientras más avanzaban pudo ver el salón principal donde ya había personas sentadas esperando, entre ellos hasta el frente pudo ver a la princesa Lilian, ella estaba centrada hablando con su padre, hasta que se levantó y se fue a otro lugar. Esta se divide en dos partes la primera es la ceremonia de matrimonio esta se lleva a cabo en el templo donde se comprobaba que la pareja estaba unida por medio de un árbol sagrado que se encontraba dentro del templo, todas las parejas que desearan casarse debían ir ahí para recibir la aprobación de su matrimonio por parte del árbol esta tenia una cualidad especial cuando la pareja que estaba unida entre si lo tocaba al mismo tiempo las hojas del árbol se tornaban de un color gris parecido a la plata, mientras que si la pareja no estaba unida las hojas se tornaban de un color purpura señalando así que su unión no era posible, este era un requisito fundamental para casarse, ya que de esta manera se disminuía la aparición de un espíritu maligno. Este proceso se realizaba antes de la boda, pero debía reafirmarse en la misma, en esta ceremonia declaran sus votos y al finalizar son bendecidos por el guardián.

En un momento dejo de escucharse ruido y el salón quedo en completo silencio, todo se sentaron y la puerta se abrió dejando ver a los novios quienes iban vestidos a juego con ropa blanca y una tonalidad de verde extremadamente clara, Silvia traía un vestido blanco de mangas, y un escote recto, mientras que la falta era lisa con pequeños bordados plateados de diversas flores, el vestido se amoldaba completamente a su cuerpo, en la cintura traía una pequeña cinta verde clara, tenia puestos unos aretes de rosa blancos y un pequeño cerrar con un dije similar, su cabello estaba recogido con dos trenzas unidas en la parte de tras donde estaba ajustado el velo, dejando unos mechones libres que daban un aire de sencillez. Por su parte Alessandro vestía un traje simple pero que igual traía pequeños bordados en el lateral del pantalón y en las mangas, traía un pañuelo verde claro, el traje se amoldo a su cuerpo atlético haciendo una excelente combinación con el sencillo vestido de Silvia.

Ambos caminaban con gracia y elegancia por el largo pasillo que tenia varias flores que lo decoraban dando una hermosa vista, siguieron su camino hasta llegar frente al árbol donde todos los presentes observaban con atención, hasta que un momento después apareció un anciano con una túnica verde pastel con un cinturón blanco, este se coloco frente a la pareja haciendo una leve reverencia.

-Hoy podremos presenciar la unión de la pareja que nos guiara en el futuro, serán nuestra esperanza en los momentos oscuros y nuestros futuros protectores-declaro el sacerdote.

La pareja avanzo hacia el árbol y el sacerdote les cedió el paso y ellos colocaron su manos en el árbol y este brillo de una forma tan plateada intensa que los presentes se asombraron, pero después de esto ambos se pusieron de frente para decir sus votos.

-Yo Silvia Vaught acepto a Alessandro Kline como mi único esposo para amarlo, apoyarlo y estar con el en las buenas y en las malas, prometo ser una esposa fiel y estar contigo hasta el final de mis días-declaró Silvia mirando a Alessandro con una sonrisa.

-Yo Alessandro Kline acepto a Silvia Vaught única esposa para amarla, apoyarla y estar para ella en las buenas y en las malas, prometo ser un esposo fiel y permanecer a tu lado hasta el final de mi vida-declaro Alessandro regresando la mirada a Silvia.

Todos escucharon con atención a la pareja mientras el sacerdote pronunciaba un largo discurso, cuando este termino los novios recibieron un lazo blanco que fue amarrado a sus muñecas simbolizando su unión, este desapareció después de unos segundos dejando ver en los dedos de la pareja un par de argollas doradas todos se pararon e hicieron una reverencia a la pareja. Ellos empezaron a caminar por el pasillo nuevamente, pero esta vez a su paso iban arrojando pequeñas flores de todos los colores aquellas simbolizaban los buenos deseos de los presentes para la pareja.