Ya adentro en el templo, La niña converso con Miriam durante bastante rato, pues aquella niña tenía muchas cosas en común con Miriam, lo cual le resultaba tierno.

Niña- Y es por eso que me gusta que mi mamá me lea un cuento antes de dormir- exclamó

Miriam- vaya, a mí también me gustaba que me lean un cuento antes de dormir

Niña- oye, eres una chica muy bonita, de seguro tu panda, es fuerte y grande, ¿puedes mostrármelo?

Miriam- bueno, no puedo porque ya lo utilicé

Niña- ¿Cómo?

Miriam- ósea, fui de pesca y utilice el panda y ahora ya no puedo utilizarlo por todo el resto de la semana- respondió mintiendo

Niña- vaya, no sabía que uno podía utilizar el poder del panda limitadamente

Miriam- bueno ahora lo sabes

Niña- entonces, ¿puedes jugar conmigo?

Miriam- ¿a qué quieres jugar?

Niña- no sé si conozcas este juego, pero se trata de que uno se esconde y el otro lo encuentra

Miriam- la verdad jamás lo jugué, pero puedo intentar

Niña- bien, entonces me escondo y tú tienes que buscarme

Miriam- okey

La niña busco por la habitación algún trapo y cuando lo encontró se lo puso a Miriam en los ojos, haciendo que esta no pueda ver nada

Miriam- ¿para qué es la venda en los ojos?

Niña- Para que así sea más difícil de encontrarme

Miriam- okey, acepto el reto

Niña- tienes que contar hasta 20, y cuando termines comienzas a buscarme, si te sacas la venda es trampa y pierdes, ¿okey?

Miriam- dale, pero, antes de nada, ¿Cómo te llamas?

Niña- me llamo Yun

Miriam- okey, yo me llamo Miriam

Yun- bien, comienza a contar, mientras yo me escondo

La niña empezó a buscar un escondite mientras que Miriam contaba.