Después de que Miriam terminara de observar toda la habitación, decidió salir afuera para investigar.

En eso se topó con una niña que estaba llorando, sentada en el piso.

Miriam- ¿todo bien? - pregunto mientras se acercaba a esta

Niña- nada está bien- exclamo entre llanto

Miriam- ¿Qué sucede?

Niña- MI mamá se tuvo que ir a luchar, y yo me quede sola sin nadie, y me acaban de decir que lo mas probable es que vuelva en 2 meses

Miriam- ¿pero no tienes, tíos, abuelos, primos o quizás un amigo?

Niña- no, todos piensan que no sirvo para nada y nadie quiere estar conmigo

Miriam- tranquila, todo saldrá bien

Niña- no lo se, soy la única de este lugar que aún no se puede convertir en panda, se supone que uno obtiene la habilidad a los tres años cumplidos, pero yo ya tengo seis años y aun nada.

Miriam- talvez solo se retrasó un poco y pronto aparecerá

Niña- es lo mismo que dice mamá, pero nunca llega

Miriam- porque mejor no te calmas un poco- exclamo mientras le limpiaba una lágrima que tenía en el rostro- Ven, te llevara adentro de ese templo y charlaremos con más calma, ¿te parece?

La niña asintió con la cabeza y  Miriam la tomo de la mano y empezó a caminar con ella en dirección a la puerta del templo.