Ya de noche, Miriam se encontraba en su habitación junto con un cuchillo, ¿realmente lo iba a hacer?, ¿acabar con la persona que ama?

Todo por una supuesta lealtad, ¿no?

Miriam escondió el cuchillo entre sus ropas y continúo esperando a Mei bastante nerviosa.

Después de unos minutos, la hora dicha había llegado y Mei entro en cuestión de segundos a la habitación.

Miriam- cierra la puerta- exclamo

Mei hizo lo mencionado, y ahora ambas se encontraban mirándose fijamente en aquella habitación cerrada.

Mei- ¿para que querías que venga?

Miriam- ¿Cómo me ves tú?

Mei- ¿a qué te refieres?

Miriam- ¿soy tu amiga o más que eso?

Mei- se puede saber, ¿Por qué esas preguntas?

Miriam- no solo yo me acerque más a ti, tú también lo hiciste, incluso algunas noches dormimos en la misma habitación

Mei- eso fue por las lluvias, a la habitación entraba mucho frio y te invite a que duermas conmigo, pero solo eso

Miriam- lo sé, pero, aun así, uno no deja que cualquiera se duerma en su cama

Mei- ¿piensas que me gustas?

Miriam- puede ser

Mei- ¿Qué pasaría si te digiera que sí?

Miriam- solo quiero saber la verdad, después veremos qué pasa

Mei- bueno, ya que no soy una mentirosa, así es, me gustas

Miriam al escuchar esto se quedó sorprendida

Mei- Jamás pensé que me pasaría algo así, pero sucedió

Miriam- ¿de verdad?

Mei- nunca miento con mis sentimientos

Miriam se acercó a Mei y le dio un beso en los labios, ella al darse cuenta de esto continuo el beso.

Miriam estaba feliz, pues al parecer sus sentimientos eran correspondidos.

Lastima que esto duraría poco.

Después de un rato ambas se separaron finalmente.

Mei- vaya, ¿tu sientes lo mismo?

Miriam- así es

Mei- bueno, ¿esto podría funcionar?

Miriam- yo te amo, y mucho, no sé cómo pude enamorarme del enemigo, pero aun así, disfrute mucho tu compañía- exclamó mientras sacaba el cuchillo que tenía escondido

Mei- ¿Miriam?, ¿Qué piensas hacer?

Miriam- discúlpame por esto, pero no tengo otra opción.

Miriam intento apuñalar a Mei, pero esta se movió a tiempo evitando que Miriam lograra su objetivo.

Una pequeña batalla se iba a desatar.