Miriam volvió a la aldea de los pandas, donde la primera que la recibió en el templo fue la pequeña Yun.

Yun- Te extrañe- exclamo mientras le daba un abrazo

Miriam- yo también pequeña

Yun- ¿Qué es eso? - exclamo mientras señalaba la espada

Miriam- no es nada pequeña, solo un adorno para el templo

Yun- oh bueno

Miriam - ve un rato a tu habitación, quiero hablar algo a solas con Mei

Yun- okey, ¿después puedes venir a jugar conmigo?

Miriam- está bien pequeña

Yun se fue corriendo a su habitación dejando sola a Miriam, quien fue a la cocina donde se encontraba Mei preparando la cena.

Mei- al fin llegas, pensé que volverías para almorzar, pero no, volviste para la cena

Miriam- estaba pensando en algo, por eso tarde

Mei- ya veo- exclamo mientras continuaba preparando la comida

Miriam- ¿para qué preparas tanta comida?

Mei- mi madre llegara mañana

Miriam- ¿Cómo lo sabes?

Mei- me llego la noticia hace unas horas atrás

Miriam- vaya...

Mei- ¿sucede algo?

Miriam- nada, solo que- exclamo en voz baja- olvídalo, no tengo hambre, iré a dormir

Mei-está bien, buenas noches

Miriam- Buenas noches

Miriam se fue de la cocina junto con la espada, para su buena suerte Mei al estar cocinando no noto la presencia de esta.

Miriam al llegar a su habitación, puso la espada en un cajón, para luego sentarse en el piso a pensar, realmente ella no sabía que iba a hacer.