Este relato inicia con un joven panadero, este se llamaba Li Aka, lo se, un nombre bastante extraño, pero de todas formas el tampoco tenía apellidos, o mas bien, los habia olvidado, de echo, no recordaba mucho de su pasado.

Lo único que se quedó en su mente destrozada fueron llamas, bastantes, también seres con cuernos y de traje, pero no mucho más que eso.

Este mismo, actualmente trabaja en una pequeña panadería que el mismo dirige en el centro de un pequeño y apartado pueblo, uno donde siempre ocurren tragedias.

Pero hoy no vamos a hablar del pueblo, sino de él, el joven panadero sin recuerdos, ahora, es mi turno de contarte todos los echos.

Pues todo inicio, en el infierno, hace mucho, mucho tiempo, este pequeño joven, era un demonio, uno ya bastante antiguo.

De los primeros en habitar ese horrible lugar, en ese entonces tenía la piel muy clara, ojos miel y cabello castaño corto con unos pequeños rulos, solía ir de traje, el cual resaltaba tanto su musculatura como su cintura, a la ves tenía un par de pequeñas alas negras que se ocultaban fácilmente, también se podría decir que una cola, pero no  se sabe del todo.

Ese demonio era llamado Setenta y ocho, solamente así, no se sabe o tiene registro alguno del porqué, aunque se cree que se le puso así porque fue el demonio número setenta y ocho en habitar el lugar, aunque no es comprobable por ahora.

Setenta y ocho era arrogante, avaricioso y bastante adulado por todos.

Era el favorito de favoritos, almenos hasta que se metió en una riña entre ángeles y demonios, esta fue en la tierra, en el mismo lugar donde en un futuro estaría aquel pueblo, se debatían el que harían en las tierras y principalmente con sus habitantes, desatando así una catástrofe que duraría años.

Por la intervención tanto de los demonios como los ángeles, trajeron desgracias a ese lugar, regando a todos los ya avanzados habitantes con una maldición, una historia llena de tragedias en ese pueblo.

Pero no solo los habitantes resultaron dañados, el demonio Setenta y ocho también fue un afectado más del montón.

A el era al que le hiban a tirar aquella maldición, solo que fallaron, pero eso no lo libro de que siguieran los ataques, el y los demonios a su mando perdieron, perdieron contra los cientos de ángeles que llegaron al enfrentamiento.

Setenta y ocho, al sacrificarse por sus aliados recibió un echizo muy poderoso, cayendo lentamente al reino humano, perdiendo así cualquier recuerdo y poder que tuvo de su anterior vida.

Desde entonces el pueblo lo adoptó, lo convirtieron en uno mas, y aunque los demonios quisieron recuperar a su amo, no podían, el ya no era de los suyos, sin recuerdos y al pasar décadas con los humanos, lentamente se acoplo a ser como ellos.

Pronto, empezó a esconder todo rastro de su ya olvidado pasado.

Vistiendo pantalones holgados para ocultar su posible cola, y suéteres anchos para ocultar las alas, el se veía casi igual físicamente de todas formas.

Pronto, el ex demonio habrio su panadería, la cual se volvió bastante famosa al ser la única en el creciente pueblo.

Pasando desapercibido tanto por los demás demonios como los escasos ángeles y dioses que cohabitaban en el lugar.

Y así es como llego el panadero del pueblo, un Excluido demonio que tras perder la batalla, perdió todo, iniciando así una nueva vida como un "humano" mas de un excluido pueblo.

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587 palabras

Esta es la historia de un personaje mío, más o menos sería así.

Y pues para publicar siquiera algo en lo que termino el resto de historias, pues aquí esta.

Espero les haya gustado el relato.

Eso es todo por hoy

Bye!