Capítulo 2: La reunión
Caminé dando pesados pasos hacia una de las cabañas comunitarias. Abrí la puerta repentinamente sobresaltando a los que estaban ahí.
—Yxorp —alcé la voz y todos voltearon a verme—. ¿Dónde está Yxorp?
—Aquí —su voz femenina se escondía entre los demás y fueron haciendo un pasillo hasta dejármela ver—, ¿ha pasado algo?
—Ven aquí.
Titubeó y dio pasos cortos hasta mí. Agarré su pelo negro y estrellé su cara contra el suelo, provocando un ruido sordo.
—¿Alguien me puede decir qué ha hecho Yxorp? —muchos bajaron la mirada.
—Montar un complot contra Slenderman —dijo Némesis con su máscara blanca y alambres dibujados cayendo por su ojo izquierdo.
—¿Podéis decirme cuál es el castigo para esto?
—La muerte —contestó Silent Hunter, mirándome serio con sus ojos amarillo y marrón. Llevaba puesto su cubrebocas magenta.
—Bien —bajé la mirada hacia Yxorp—, felicidades por ser tan buena líder, se nota que sabes escoger a tu equipo.
Le di la vuelta, su boca estaba cubierta de sangre, trataba de respirar por ella. Le había roto algunos dientes. Pegué una patada en sus costillas, Yxorp jadeaba tratando de recuperar el aliento. Pateé dos veces más en ambos lados de su torso y comenzó a ahogarse con su propia sangre.
Saqué mi navaja y me acerqué a su rostro, aparté el pelo de su cara y comencé a tallar el símbolo proxy en grande en su frente. Así marcábamos a los traidores.
Sus gorgojeos se hacían cada vez más sonoros, comenzando a ser molestos. Guardé mi navaja y agarré una de mis hachas, me agaché un poco y tomé con fuerza el mango y partí su tórax desde el entreteto hasta su abdomen, matándola finalmente.
—Limpiad este mierdero —sentencié y guardé mi hacha para cargar el cuerpo en mis brazos. A esto se le llama dos por uno.
Solté un suspiro. Escuchaba el crujido de las hojas al pasar, bendito otoño. Cada vez estaba más cerca, lo sabía porque la estática se intensificaba en mis oídos y mente.
Todos estaban ahí: Jeff, Liu, Eyeless, Ben, Laughing Jack, Masky, Hoodie, Bloody, Kate, Sally y Slenderman. Agaché la cabeza al verlo.
Avancé hasta llegar a ellos y tiré el cuerpo al centro, Jeff sonrió de lado.
—¿Día duro en el trabajo?
—Una traidora —contesté y me coloqué al lado de Hoodie—. ¿Qué hace Sally aquí?
—El bosque es público, puedo estar aquí —me sonrió burlonamente y rodé los ojos sonriendo levemente bajo el cubrebocas.
Masky colocó una vela blanca y otra negra en las manos inertes de Yxorp.
—Espera, ¿y eso para qué? —dijo Jeff.
—Mm… ya lo verás —contestó Ben sonriendo con malicia.
El cadáver comenzó a convulsionar violentamente; golpeaba el suelo de forma seca con la cabeza y luego con la cadera en repetidas ocasiones. Entonces, el cuerpo comenzó a elevarse unos metros sobre el suelo, mirándonos a nosotros. Slenderman se encontraba detrás.
[CRACK, CRACK, CRACK]
Los huesos se le empezaron a romper, sus brazos y piernas parecían estar divididos en cuatro partes en vez de dos, y las articulaciones se curvaron para el lado contrario. Su cuello se quebraba como si fuera un joystick trabado y sus facciones del rostro fueron sellados por la propia piel, volviéndola un ser sin rostro como Slenderman, pero de piel grisácea oscura.
De pronto, unos ojos completamente nuevos aparecieron en sus mejillas y una boca sonriente con dientes afilados donde estaba su nariz.
—Eh… —fue lo único que dijo Jeff.
Giré mi cabeza y Liu no quitaba la vista de Yxorp; Bloody llevaba su máscara; la boca de Sally parecía la entrada de una cueva; Ben, Eyeless y Laughing miraban con aburrimiento el espectáculo mientras que Masky, Hoodie y yo parecía que nos manteníamos neutrales. Supongo que es normal, los tres tenemos la cara tapada.
—Vaya, hacía tiempo que no poseía a un muerto… —habló con una voz distorsionada, cambiando de masculina a femenina.
—¿Ha pasado algo para que tenga que estar yo aquí? —preguntó Laughing.
—Decidme —nos miró a todos—, ¿hace cuánto tiempo que no somos temidos?
—¿Qué? —habló Liu.
—Lo único que sé de vosotros es que sois un chiste, una vergüenza. Ya no os tienen miedo, es más, os habéis vuelto un simple entretenimiento para adolescentes mediocres.
—Eh… ¿Gracias? —dijo Jeff arqueando una ceja. Liu le dio un codazo— ¡Au! —se quejó en bajo.
—A lo que me refiero es que os habéis alejado de vuestro propósito, del porqué escogisteis esta vid…
—¿Quién demonios escogió esta mierda de vid…? —Volvió a soltar Jeff. Liu le pellizcó el brazo al escucharlo murmurar.
—O, mejor dicho, a la vida que os han empujado. El punto es que, sois asesinos y comparten más sus deseos pecaminosos con vosotros que sentir miedo. Es por eso que, he decidido llevar a cabo un plan que no tiene fallas. Esta noche se llevará a cabo un secuestro, son unos adolescentes. Esto hará el suficiente ruido para que vuelvan a creer en nuestra existencia y nos teman.
—Pero, nosotros estamos bien así… —dijo Ben— Es decir, nadie nos molesta, podemos matar en paz y hacer lo que queramos, ¡salimos impunes! ¿No crees que si la gente vuelve a creer que existimos todas esas libertades se nos serán privadas?
—Ben… —soltó Zalgo y el ambiente cambió por completo. Sentí como la temperatura subía cada vez más y más, hasta que llegado un punto parecía que hubiera llamas a nuestro alrededor.
Una fuerte estática nos retumbó a todos en los oídos y el falso fuego paró. Era todo una sensación de Zalgo, pero a Slenderman nunca le había gustado que jugara en su territorio.
—Con… con todo respeto —dijo Bloody con voz calmada—, Ben tiene razón, Zalgo. Si la gente vuelve a centrarse en nosotros, estarán más atentos a nuestros movimientos y habrán algunos… privilegios que se nos serán… anulados, con todo respeto.
—Bueno, Bloody, en eso tienes razón, pero piénsalo de esta forma. ¿Te cuesta encontrar sangre para tus cuadros? —Bloody asintió levemente— La sangre la consigues tú mismo, pero muchas veces dependes de Jeff o Eyeless para tenerla, o algún proxy. Si la gente se centrase en nosotros otra vez, volverían a investigar y eso haría que nos buscaran de nuevo, significando que… —Zalgo hizo una pausa y Bloody agarró la parte de abajo de su máscara con sus dedos.
—...que entrarían a los bosques buscándonos y sería más fácil obtener sangre fresca —terminó Bloody y Liu se cruzó de brazos frunciendo el ceño.
—Exacto, y eso significa más comida —nos miró a Eyeless y a mí—. Más víctimas —siguió su recorrido hacia Jeff y Laughing— más chicas —gira su cabeza a Liu y Masky— y chicos —terminó con Hoodie y Kate.
—¿Y qué hay conmigo? —preguntó Ben.
—Y… —se giró para ver a Slenderman, ignorando por completo a Ben— más proxys, piénsalo, siempre necesitas mano de obra. Entre algunos traidores, accidentes o muertes… A parte, las criaturas deben de comer.
Nos miramos entre todos, al menos Zalgo se había molestado en mencionar algunos de nuestros intereses.
—Si todo sale según lo planeado, no habrá fallas, recuperaréis la fama que os han mancillado, vuestra calidad de vida tal vez mejore un poco y… os podréis divertir. Secuestraréis a los ocho adolescentes esta noche, entrarán por la zona de las criaturas, así que daros prisa en atraparlos antes de que los confundan con un aperitivo.
—Aceptamos —sonó la voz distorsionada de Slenderman en nuestra mente, Zalgo sonrió de sobremanera.
—Ya sabéis lo que tenéis que hacer.
El rostro de Yxorp comenzó a sellarse de nuevo y el cuerpo cayó al suelo. Las velas se apagaron mientras el cadáver convulsionó por unos segundos.
—O sea… —Jeff tomó la palabra— ¿Vamos a secuestrar a unos adolescentes solo porque Zalgo está aburrido de ver porno de nosotros por internet? ¿Y aceptamos así sin más? —Me gusta ser proxy, pero a veces desearía estar en bando de nadie como Jeff para decir lo que me dé la gana.
—Bueno… —habló Sally— Realmente puede tener sus beneficios, si más personas se interesan en nosotros, eso significa que volverán a invocar… Y si me llaman, puedo seguirles la pista a más violadores y pedófilos —una sonrisa optimista brillaba en su rostro—. Y tú… ¡puedes matar a gente, Jeff! Ya lo ha dicho Zalgo, nos traerá muchos beneficios si nos hacemos oír, aunque me pregunto el porqué esos adolescentes son tan importantes para organizar un secuestro… —agarró su barbilla con su mano derecha.
—No creo que sean importantes por nada en especial —dije— los habrá seleccionado aleatoriamente y ya.
Se hizo el silencio por unos segundos.
—¿Sabéis? —soltó Ben. Tenía los brazos cruzados y cara de pocos amigos— Voy a pedirle a Zalgo que me libre de secuestrarlos, eso debería ser trabajo de los proxys.
Masky se ha acercado a Ben. Oh, oh, creo que voy a tener que hacerme palomitas.
—Esto es cosa de los vuestros, Ben —dijo con tono enfadado. Definitivamente era Masky—. Nosotros haremos lo que Slenderman nos diga que hagamos, pero no tomes decisiones por adelantado. Ni tú eres el que manda ni los proxys somos la basura que hace los peores trabajos que manda Zalgo.
—Cálmate —Liu se puso delante de Masky—, no creo que Ben lo haya dicho con esa intención, simplemente los trabajos del bosque suelen ser vuestros.
—¿Y si lo solucionáis con una pelea a muerte? —habló Jeff cruzándose de brazos y mostrando una sonrisa torcida— El que muera primero pierde —giró su cabeza a Ben— ¡Ups!
—Eres una mierda, Jeff —giró los ojos el afectado—. De todas formas, dijo ocho adolescentes, ¿no? Somos más de ocho, os encargáis vosotros.
Ben se desvaneció poco a poco y Jeff soltó un suspiro.
—Eso me recuerda… —dijo Liu— Bloody y yo habíamos hecho planes para esta madrugada, como de todas formas sobramos no creo que os importe que faltemos al espectáculo, ¿no?
—Ah, sí? —contestó Bloody y Liu le miró fijamente— ¡Oh, sí, cierto! Ya estamos ocupados… —se llevó una mano al pelo— lo siento, chicos…
—¡Venga ya! —soltó Hoodie indignado— No sobráis los dos, Sally no cuenta. Uno tiene que quedarse.
—Mm… Bueno… —dije y me miraron— estaba pensando que podríamos llamar a XVirus para ocupar ese puesto. Es de confianza y tiene más experiencia arrastrando a gente por el bosque que Liu y Bloody.
—Me parece bien —Masky hablaba mirando con su máscara fijamente a los desertores—, pero entonces que no se os ocurra pasaros a ver a los adolescentes hasta que os lo pidamos.
Liu sonrió de lado al escucharlo.
—Dos por uno —dijo Liu—. Me libro de todo el marrón.
Masky se cruzó de brazos.
—Bueno… —comentó Hoodie con incomodidad— preparaos hasta la madrugada. Ninguno puede llegar tarde.
—Nos vemos en la madrugada —dijo Jeff y poco a poco todos se fueron yendo.
—Quiero que seamos ocho sí o sí, más os vale cumplir con el número —alzó la voz Masky antes de que desaparecieran—. Idiotas, se nota que no hacen nada con su vida… —murmuró y me giré a él.
—Estarán, ya lo sabes, creo que hasta Laughing vendrá por la cara que puso.
—Laughing solo quiere matar, dudo que siga otras órdenes de Slenderman o Zalgo que no sean no matarnos entre nosotros —respondió Masky. Hoodie nos abrazó por los hombros con sus brazos.
—Vamos, esto no es usual, tal vez nos podamos divertir un poco —dijo Hoodie tratando de calmar a Masky.
—No ha dicho que no podamos matarlos, pero entonces no habría razón de secuestro, ¿no? —murmuré mirando a mis compañeros.
Escuchamos ruido entre los árboles.
—Mm… mejor vayamos a mi cabaña a seguir hablando de esto. Slenderman solo nos ha llamado a nosotros y a Kate, tal vez no quiera que el resto se entere —terminó por decir Masky. Hoodie y yo asentimos.
Comenzamos a caminar hasta la zona de las cabañas. Durante el camino Hoodie trató de poner de buen humor a Masky, mientras que yo me quedé embobado mirando la copa de los árboles y escuchando las hojas secas rompiéndose. Me encantaba la paz del bosque y el olor a pino.
—Toby… ¡Toby! —Volví a la realidad. Masky me estaba llamando para que entrara de una vez a su cabaña, a veces puede ser realmente pesado. Me preguntaba cuándo regresaría Tim.
—Bien… sentaos —Masky se sentó en frente de la mesa en la que come y trabaja. Estaba llena de papeles y de trozos de comida precalentada. Hoodie y yo nos sentamos también. Los tres nos destapamos el rostro.
—Ahora que estamos en privado, os repito la pregunta, ¿los podemos matar cuando nos hartemos? —insistí. Hacía años que me había aficionado a la carne humana, y junto con Eyeless creo que podríamos hacer un bien al medio ambiente acabando con la sobrepoblación a base de nuestro estómago.
—No se ha especificado —contestó Masky—. Solo cumplamos órdenes, no compliquemos la situación. Es sencillo, solo los retenemos el tiempo que Zalgo y Slenderman quieran y listo.
—Sí, es algo sencillo —comentó Hoodie encogiéndose de brazos.
—Y, al estar retenidos, deberemos cumplir con ciertas necesidades básicas —siguió Masky—. Tendremos que darles de comer y beber, y ellos cagar y mear.
—Eyeless y yo nos encargamos de la comida —sonreí maliciosamente.
—Ni lo penséis. Nos turnaremos para la comida. Hoodie, tú limpiarás la mierda.
—¿Perdón? —inclinó levemente la cabeza en señal de indignación.
—Perdonado —contesté y me miró por unos instantes molesto.
—Tienes que ser tú —insistió Masky.
—¡Que lo haga uno de los novatos! ¿Por qué debo ensuciarme de la mierda de otros?
—Es por eso precisamente. Los novatos no saben del secuestro, Slenderman solo llamó a cuatro proxys: Kate, Toby, tú y yo. Así que, los demás no se han enterado.
—Que lo haga Kate, o Toby, ¡o tú! ¿Por qué yo?
—A mí no me metas —levanté levemente la mano de la mesa mostrando mi rechazo.
—Solo hazlo, lo harán todo en un cubo. Solo tienes que tirarlo por ahí y pasarles la manguera, no es tan difícil.
—Entonces hazlo tú —Hoodie se cruzó de brazos.
—Yo me ocuparé de los investigadores que sepan —sacó unas carpetas— de nosotros.
—¿No es más fácil que los investigadores publiquen sobre nosotros a un secuestro? —pregunté mirando las carpetas. Odio la parte de mirar información sobre investigadores.
—No es lo mismo que sepan de nuestra existencia a que sepan cosas que… nosotros no queramos que sepan —contestó Hoodie abriendo una.
—Agh… —resoplé con fastidio— ¿Qué tenemos hoy?
Masky me tiró unos cuantos papeles.
—Quince años, varón —me fue explicando— el muy estúpido invocó hace una semana a “Hoodie y a Masky”, ¡JA! —dijo mofándose— Acudió uno de los novatos fantasmas y ha estado siguiéndolo desde entonces. Es hijo de un guarda forestal y al parecer el chico tuvo una experiencia a los once años en uno de los bosques con The Rake. Ha estado obsesionado con las criaturas y nosotros desde entonces.
—Vale, ¿y? —le corté. Masky me miró de mala forma— Quiero decir, ¿qué es lo que ha conseguido averiguar para que estemos hablando de él?
—¿Para qué crees que te he dado los papeles? —me dijo con cansancio. Me apresuré a mirar la información y la leí en voz alta. Era una imagen de, al parecer, el diario del chico.
—“Hoy es miércoles 19 de octubre de 2016. Hacen exactamente cuatro días desde que invoqué a Masky y a Hoodie, y los eventos paranormales no han cesado. Cuando estoy solo en casa escucho pasos por el baño y el salón, cuando me voy al instituto siento que me persiguen, y cuando duermo me despiertan sonidos de papeles removiéndose. Creo que estos papeles son los de mi investigación Creepypasta. Lo único que sé, es que no son ni Masky ni Hoodie ni ningún tipo de Proxy importante. Estoy seguro de que se trata de un ente, pero de uno que también obedece a Slenderman. Por esto, he sacado una teoría: ¿qué pasa si dentro de la sociedad Creepypasta hay jerarquías? Tendría sentido que Masky, Ticci Toby o Hoodie fueran lo más de lo más, y a los adolescentes de 15 como yo nos manden a proxys que a lo mejor y ni son conocidos. Dicho esto, creo que voy puliendo más mi teoría sobre la Creepyhouse. ¿Y si no es una casa como tal? ¿Y si se alojan en varias cabañas en los bosques y seres como The Rake los protegen? Tendría sentido, ¡por eso vi a The Rake a lo lejos y unas semanas después mi padre encontró animales muertos por todo el bosque! Y… aunque sea muy apresurado decir esto… ¿y si el culpable del asesinato del señor Smith no fue su hijo Dylan? ¿Y si fue un Creepypasta? Quiero decir… ¡ocurrió solo unos poquitos meses después y Dylan acabó con PTSD!” —retiré mi vista del folio. Había más páginas del diario pero no hacía falta leer más.
—¿Y bien? —me preguntó Masky.
—¿Este chico publica su investigación y sus teorías en algún lado? —pregunté. Masky negó con la cabeza— Entonces no me parece que sea una amenaza para nadie…
Masky miró a Hoodie en busca de su opinión.
—Mm… podemos robarle el diario y el cuaderno de su investigación —dijo él—, pero más allá de eso, ¿qué vamos a hacerle? No da señales ni de querer unirse a nosotros ni de ser alguien que nos pueda delatar en algo.
Masky se llevó las manos a la cabeza al escuchar a Hoodie.
—¿No lo entendéis? —dijo con aire prepotente y empezó a hablarnos con lentitud, como si fuésemos idiotas— Son sus teorías, están en su cabeza. Quitarle el cuaderno no bastará. Y lo de que no publica nada… no sabemos cuando podría empezar a hacerlo y ya sabéis como es internet… su teoría se podría volver de repente la más popular y la mierda esa de PCE se lo podría empezar a replantear también.
—La PCE no hace caso a las teorías de Wattpad, Masky… —habló Hoodie con tranquilidad.
—A parte —puntué—, ¿cuántas veces no han sacado teorías locas sobre nosotros y se han hecho populares? Sean ciertas o falsas… Como lo de la creepyhouse, por ejemplo. Si bien no vivimos todos en una gran mansión donde Slenderman es nuestro criado, yo soy un imbécil come gofres, Ben solo juega videojuegos y Sally a las muñecas; han acertado en lo de que estamos juntos… Son adolescentes, y siempre se les trata de locos, sobre todo los adultos. Solo se creen estas teorías otros adolescentes que sepan de nosotros, no absolutamente todo el mundo, Masky.
Masky me miró serio por unos segundos y suspiró lentamente apartando la carpeta.
—Dejemos que lo traten de loco, entonces… —murmuró con resquemor— Mujer, catorce años, se dibuja constantemente el símbolo proxy y es bastante manipulable.
—Qué imbécil… —comentó Hoodie— Imagino que las entidades ya estarán con ella, ¿verdad?
—Sí, pero para su suerte no es propensa a sentir o verles. Cree que somos falsos.
—Perfecto, entonces no debemos preocuparnos por ella —me crucé de brazos.
—¿No hay nadie… no sé, mayor? Que nos sirva como proxy —rebuscó Hoodie entre las carpetas.
—Esta —sacó una Masky—. Mujer, dieciocho años, investigadora en Wattpad y propensa a ver y sentir entidades. Y… conocimientos de Wicca.
—Perfecto —sonreí—. Le diré a Nick que la traiga.
—Que Vanill no se tarde —contestó Masky mientras me levantaba a buscarlo.
Curiosidad n°2: Hay muchos tipos de proxys dentro de su sociedad. Hay proxys que se encargan de la construcción, como los que eran albañiles antes de cambiar de vida, carpinteros, ingenieros… También existen proxys que son entidades y se encargan de ir a por víctimas acosándolas o molestarlas, muchas veces para que dejen de investigar o reclutarlas como proxys al hacerles perder la cordura.
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