Capítulo 3.
Estoy tenso Welch me informo que había logrado conseguir el expediente completo del juicio de Morton, parece que alguien pagó demasiado dinero para que el expediente fuera archivado en el rincón más oculto del juzgado, también encontró el de su liberación. Welch me informó también que al parecer los Steele no fueron informados de la liberación de ese degenerado, lo que con llevó al secuestro de Anastasia, cuando sepa quien fuel el juez que lo dejo libre me encargaré de que pague por ello.
No sé que me pasa con esta mujer a entrado en mi mundo como una tormenta no dejo de pensar en ella, siento el deseo de protegerla, se ve tan dulce, tierna y delicada. Camino por mi estudio como león enjaulado.
-Cristian, Welch esta subiendo -Taylor me informa de la llegada de mi jefe de seguridad.
-Buenas noches, señor Grey -Welch, Barnie y Sawyer ingresan a mi estudio donde estamos los cinco reunidos.
-¿Que encontraste? -Le pregunto si saludar.
-Todo el juicio, en el caso por agresión y violación de una menor de edad. También logre encontrar el expediente de liberación de Morton. Es una mierda, Cristian -El hombre me entrega los dos archivos.
-¿Lo has leído? Dame detalles, aunque lo leeré -Le pido a mis hombres.
-Morton pertenece a una de las familias más adinerada de Texas. Petroleros por generaciones, el maldito nació en cuna de oro. Conoció a Carla Steele en un bar. La mujer es ambiciosa dejó Raymond Steele por casarse con Morton, con él tendría todo lo que ella quería. Según el expediente al principio ella no creyó en las acusaciones que hacía su hija de Morton, hasta ese fatídico día. Lograron condenarlo, porque las pruebas las encontraron en el cuerpo de la joven. Encontrarás las fotografías en el expediente -Welch esta asqueado.
-¿Qué hay de su liberación? -Preguntó con ira.
-Bueno al parecer, durante el juicio Morton movió todo el dinero de sus cuentas a un paraíso fiscal y las propiedades a una sociedad. Al parecer pese a estar en la cárcel el infeliz tiene un amigo muy poderoso que le ayudó a salir bajo fianza por buen comportamiento. Ahora se las da de buena persona y empresario intachable, sin embargo, dimos con el juez que lo dejó salir. El Juez Harrison Hyde. El juez más corrupto de Texas. Días antes de ser liberado Morton, el juez Hayde recibió la cantidad de un millón de dólares -Barnie bufa.
-El señor Steele es un santo. ¿Cómo pudo aceptar a esa mujer? -Comenta Luke.
-Sencillo Sawyer, él no podría tener la custodia de su hija sin su madre, ella estaba incluida en el paquete. Él es solo su padrastro, aunque lleve su apellido -Aclara Welch.
-¿Por cierto, han logrado dar con la información del padre biológico de la señorita Steele? -Pregunto y Taylor me mira con los ojos entrecerrados.
-Si – Responde Barnie.
-Esa información estaba más oculta que la de Morton. Estamos hablando de un miembro del senado. Con mucho poder a nivel nacional, con una fortuna proveniente desde la colonia. Así de importante es el padre de esa joven -Lo miro quiero que me confirme mis sospechas. Lo miro con cara de homicida y entiende lo que le estoy preguntando.
-El padre de la señorita Steele es el senador Roberth Lambert -Al fin me confirman lo he sospechado desde el secuestro de su otra hija.
-Hay algo que no encaja en esto -Comenta Taylor, todos lo miramos.
-Vamos, ya esta demostrado que la mujer es ambiciosa. ¿Por qué no ha sacado ventaja de tener a su hija? -Es cierto.
-Buen punto, Barnie. A lo mejor compraron su silencio -Teorizo.
-O a lo mejor alguien la amenazó si abría la boca. Estamos hablando de una hija fuera del matrimonio. La diferencia de edad entre ellas es poca -Comenta Luke.
-¡Basta!, aquí lo importante es que, si queremos atrapar a Morton y a Dalton, debemos mantener vigilada a la señorita Steele. Morton irá tras ella de nuevo -Digo enfático.
Al no haber más que decir Welch y Barnie se marchan, mis amigos se retiran a descansar, por mi parte me doy una ducha luego me preparo para acostarme. Mirando el techo, recuerdo que tengo una reunión SIP, ahí veré a la mujer que me atormenta en sueños.
Hoy es el día de informarle a los miembros de altos puestos de SIP, estoy nervioso porque veré a la señorita Steele, a quien voy a dejar como directora en jefe. He estudiado su perfil de logros y es básicamente su buen ojo lo que estaba manteniendo a la editorial; pese a que pasa medio tiempo en la editorial para dedicarle el resto de la jornada a la empresa de su padre, donde es la jefe de mercadeo.
Espero invitarla a almorzar y que acepte, tengo que reconocerlo, ella me atrae y mucho, solo que no quiero hacerme ilusiones. Ella es una mujer muy hermosa, la vi en otra circunstancias, en la fiesta de mi hermano, supo maquillar bien los golpes que tenía, dando me una imagen diferente de ella y mi cuerpo reaccionó a ella en ese instante; ninguna mujer había logrado eso.
Tengo que prepararme mentalmente por si me rechaza, ella debe de tener un novio o interés sentimental, en estos tiempo es difícil encontrarse a una mujer como ella soltera. Una sensación extraña se esparce en mi estómago, mientras salgo del auto. Mis manos están frías y húmedas. Ni cuando salimos en una misión de rescate me siento de esta manera.
-Cristian -Taylor me toma por el brazo.
-¿Qué sucede? -EL me mira analizándome.
-¿De que hablas? -Lo miro sin entender.
-Estás pálido -Responde.
-Estoy bien -Le contradigo.
-Creo que la señorita Steele te tiene nervioso -Taylor y Luke sonríen.
-No sé de que hablan -Camino hacia dentro del edificio.
En el camino hacia el salón de juntas me encuentro con Roarch, quien se ve muy cansado. Sus hijo no quieren hacerse cargo de la editorial por lo que decidió vendérmela, inflándome el ego, teniendo que insistir, lo libros no es mi línea de inversión, luego me instruí en el tema y viendo que bien administrada la editorial podría ser muy rentable y creo que bajo la dirección de la oji celeste obtendremos buenas ganancias.
-Buenos días -Saluda Roarch delante de mí.
Tomo asiento entre Roarch y la señorita Steele. Todos me ven con intriga, los dos tipos frente a mi me miran furiosos, a ambos los conozco, José Rodríguez, editor del área infantil y romance; luego está Jack Hyde editor de ficción y novela histórica; ambos son unos ineptos.
-Les presento al señor Cristian Grey y se preguntarán por la razón de esta reunión... -Roarch es interrumpido.
-Jerry no tengo todo el tiempo del mundo -Gruñe Hyde.
-Jack...-Jerry trata de hablar cuando lo interrumpo.
-Disculpa. Jerry. Déjame a mi -Él asiente, tomando asiento.
-He comprado esta editorial. Jerry a partir de hoy esta oficialmente jubilado. Le había prometido a Jerry no hacer despidos, solo cambio de metas y compromisos, sin embargo, tendré que romper mi promesa. Señor Hyde... -Suspiro.
-Está despedido. Abandone esta sala y espero que al termino de esta reunión haya desocupado su oficina -Tomo asiento mirando al tipo frente a mí.
-No puede despedirme tengo un contrato -Se exaspera.
-Su contrato en con SIP. Esta editorial pasará a ser Grey Publishing y usted no tiene ningún contrato conmigo. Así que abandone el edificio o mi personal de seguridad lo hará salir a la fuerza. Luke acompañe al señor Hyde a su oficina y luego a la salida -Luke lo invita a salir, mientras él va profiriendo todo tipo de maldiciones.
-¿Alguien más que piense como el señor Hyde? -Miró a Rodríguez que me mira con furia. Se está conteniendo, sabe lo que le espera si me enfrenta.
La reunión continúa toda la mañana; Anastasia acepta el puesto de Hyde por recargo mientras se contrata a alguien para ese puesto. A todos se les entrega un nuevo contrato de trabajo, junto a sus objetivos y metas trimestrales, todos nos levantamos, Anastasia ha estado callada, solo hablo para aceptar en acuerdo con sus nuevas obligaciones temporales.
-Señorita Steele -La tomo del brazo antes de que ingrese en su oficina.
-Señor Grey -Su voz se escucha ronca y se ha puesto sonrojada, lo que me hace sonreír.
-Me gustaría invitarla a almorzar -Se sonroja aún más.
-Lo siento señor Grey le he prometido a mi padre almorzar con él. Tal vez en otro día -Ella sonríe nerviosa.
-¿Y si la invito a cenar hoy? -Le dedico mi sonrisa de marca Grey.
-Está bien -Ella acepta.
Luego de que intercambiamos números telefónicos nos despedimos para volver a nuestra rutina. Taylor y Luke me miran sonrientes.
-Idiotas. Luke, ¿Qué has de Hyde? -Les digo a ambos y le pido un informe a Luke de Hyde.
-No quería irse. Tuve que sacar sus cosas a la fuerza, con la ayuda de su secretaria que estaba feliz de hacerlo -Informa Luke.
-Debemos de tener cuidado con este tipo, lo han denunciado por abuso y violencia -Acota Taylor.
Continuamos hacia mi empresa, con la esperanza de que la tarde pase rápido y así poder ver a Anastasia.
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