Felipe

Estrellas, estrellas y luna resplandeciente,  ¿Qué ha pasado con mi princesa? ¿Por que no se mueve? Cielo nocturno, dame la respuesta.

Ahí está, su cuerpo está inmóvil sobre una cama.

Aún vive, pues sus labios conservan el hermoso rojo carmesí. Su piel no está helada.

¡Vive! La princesa de cabellos dorados vive.
Sin embargo, duerme.

Y resulta, que es la hermosa doncella del bosque, que a la vez debe convertirse en mi esposa.

¡Hermosa! Preciosa doncella, por favor despierta de tu sueño de muerte eterno. Por favor, abre tus hermosos ojos, y mírame de nuevo.

Me arrodilló junto a tu cuerpo, y me conmocionó al oír tu corazón latiendo.

¡Vives! Aún duermes, pero vives.

Siento la sensación de que puedes oírme, y a la vez, sentirme.

Oh... Daría lo que fuera para verte sonreír de nuevo.

Y como si no soportara la distancia más tiempo, inclinó mi rostro hacia el tuyo.
Tus dulces y perfectos labios me tientan, pero siento que no debo tocarlos.

A pesar de todo el pesar que me invade, lo hago.
Junto tus frescos y hermosos labios con los míos.

Me apartó, y entonces, la felicidad me invade.
¡Has abierto tus ojos! Abriste tus ojos y me sonreíste como nunca antes.

¡Doncella! ¡Doncella de mis sueños eres! Perfecta princesa de cabellos dorados. Auténtica y maravillosa Aurora de ojos claros.