Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 13. Christian

Para la tarde siguiente, la ansiedad de esperar por ella me obliga a beber un vaso de mi costoso escocés. Al menos así puedo lidiar un poco con la tensión.

Y la espera.

El timbre del ascensor anuncia que se encuentra en este piso antes de que las puertas se abran. Y como Taylor no está a la vista, supongo que el visitante es justamente la persona que quiero ver.

Ana sale del ascensor con el bolso colgado al hombro, lo lanza sobre el sofá y se quita los tacones en la alfombra. Luego se dirige a la barra de la cocina a tomar la copa de vino blanco que dejé ahí para ella.

Me dedica una mirada breve y una sonrisa antes de acabar con su bebida.

—¿Sedienta?

Ella sonríe de nuevo y señala mi vaso con la copa de cristal vacía.

—¿Ansioso?

Touché.

Dejo el vaso sobre la barra y giro hacia ella para atrapar su cintura, su cuerpo se derrite sobre el mío como cada vez que la toco. Me sonríe una vez más, luego comienza a desabotonar su blusa en color celeste.

—Oh, ¿Vamos a ir directo a la parte del sexo? —intento lucir ligeramente ofendido—. Pensé en salir a cenar, ¿Ni siquiera vas a alimentarme?

Ella me mira con sus ojos entrecerrados porque estoy siendo la voz de la razón y he decidido bromear un poco. Se abotona de nuevo la blusa y se aparta de mi, siento la ausencia inmediatamente.

—¿Qué quieres cenar? —rodea la encimera—. Podría prepararnos algo muy rápido.

—¿Qué hay sobre salir? —insisto y Ana hace una mueca.

—Preferiría quedarme aquí, o en mi apartamento si es que insistes. Ya sabes, lejos de...

Sus hombros se encogen con un gesto que comienza a irritarme porque, ¿Qué cree ella que soy? ¿Su puto secreto?

—... ¿Elliot? —ofrezco y su expresión lo confirma—. ¿Prefieres mantener esa patética relación de mierda que ser vista conmigo?

—Sabes que no puedo. —dice con voz suave.

—Si, si puedes. Deja a Elliot.

La veo resoplar con los hombros tensos, rodea la encimera y va directo al sofá por su jodido bolso.

—¿Qué carajos crees que haces? —voy detrás de ella, que ya está apretando el botón del ascensor.

—Me voy. No vine aquí a pelear contigo.

—Oh, ¿Entonces en cierto que viniste solo por el sexo? ¿Porque tu jodido prometido no te hace sentir como yo lo hago?

Ella está siendo malditamente obstinada mientras presiona repetidas veces el botón, furiosa. El ascensor timbra medio segundo antes de que Ana salte dentro y cierre las puertas en mi cara.

—Adiós, Christian.

Mierda.

Dejé que mi frustración y enojo sacaran la peor parte de mi, ignorando completamente todo el esfuerzo que he hecho para que ella quiera estar cerca de mi. Retrocedí todo el puto camino de vuelta al inicio.

Regreso a la barra por otro trago de whisky, y llamo a la señora Jones para que prepare la cena ya que no tomaré esa reservación en mi restaurante en el Columbia Tower.

Conforme los días pasan y mi molestia disminuye, me obligo a mi mismo a mantenerme ocupado hasta que la obstinada mujer decida disculparse, y dicho sea de paso, terminar esa absurda relación con Elliot.

Incluso me ofrezco para ir a Houston durante tres días para cerrar el trato con la aerolínea que Alexander consiguió para mí. Si eso no enfrió mi cabeza, nada lo haría.

Seis días después, el Audi negro está estacionado junto a la acera de su oficina, esperando a que ella termine su jornada. Ana aún no se ha disculpado, mucho menos intentado contactarme. Entonces, ¿Qué carajos hago aquí?

Una mierda si lo sé.

Ella sabe que estoy aquí porque sale sin mirar, pone llave a la cerradura y gira el cuerpo hacia la dirección apuesta. Por un momento creo que tendría qué perseguirla, pero luego ella vuelve a girar y se dirige hacia mi auto.

El eficiente Taylor salta de su puesto y abre la puerta trasera.

—Señorita Steele.

Ana se acomoda en el asiento y Jason cierra la puerta, quedándose fuera del auto para darnos algo de privacidad. Ana se niega a mirarme y yo me resisto a hablar.

—¿Viniste a disculparte? —dice luego de un momento.

¿Yo?

—No voy a disculparme por pedirte que dejes a Elliot cuando sabes perfectamente que quieres estar conmigo, soy yo a quien buscas. ¿Por qué carajos querría compartirte con él? —mierda, apenas abro la boca y ya estoy arruinando todo. Intento cambiar el tema—. Te necesito.

Deslizo su mano en la mía y llevo su palma contra mi muslo. Apenas gira el rostro, la cerco para besarla lentamente para no asustarla, dejándola recorrer el resto del camino hacia mi.

Gira otro poco, sus manos apoyándose en mis hombros al mismo tiempo que mi lengua se desliza en su boca y la muerdo. Saboreo cada instante sabiendo que nuestros orgullos y necedades nos mantienen lejos. La ayudo a adoptar una posición más cómoda al montarla a horcajadas sobre mi regazo.

—¿Tu apartamento o el mío? —da lo mismo el que sea que elija, ambos están a unos minutos de distancia—. ¿Te apetece tener esa cena?

Se aparta bruscamente.

—Mi apartamento está bien. Puedo hacer la cena para ambos.

Esta vez no discuto y acepto ir a Piket Market tan pronto como pueda controlar mis manos y pedirle a Taylor que suba al auto. Para eso, dejo de frotar el culo de Anastasia sobre mi pene dolorido y golpeo el vidrio de la ventana.

—Esta bien, es hora de irnos. —asiento para que Jason suba en el puesto del conductor y se ajusta el cinturón—. Llévanos al apartamento de Ana.

Por supuesto que él sabe dónde es. Conduce por algunas calles libres de tráfico hasta la concurrida zona del mercado y busca un puesto libre para estacionar. No espero a que abra la puerta, salto del auto y arrastro a Ana conmigo.

Ella apenas tiene oportunidad de abrir la puerta porque ya la estoy empujando contra la pared, mis manos colándose bajo la suave tela de su ropa.

—Nena, ahora prepárate para recuperar el tiempo perdido.

.
.
.

💙

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro