LA MUERTE CONOCE A DIOS
Frío y silencioso, es despiadado. Está desprovisto de emociones excepto de la ira. Él es la muerte, él es HUNTER.
O así lo llaman. Lo oye susurrar con más frecuencia cuanto más regresa, como si pudiera ignorarlo. Está demasiado en sintonía con todo su entorno, siendo el único superviviente una y otra vez. A su vez, eso le hizo muy condecorado, muy temido y lo más importante, muy buscado. Y cuando se le pregunta sobre su suerte, HUNTER no tiene respuestas que dar.
La supervivencia es nuestra responsabilidad.
Un soldado de muerte y fortuna. Las misiones siempre salían como querían si pagaban un buen centavo, y si eran inteligentes, apostaban su dinero en HUNTER.
Su verdadero nombre nunca ha importado. Su palabra fue toda la prueba que necesitaban de que la misión se había cumplido. La cordura ha sido anulada durante mucho tiempo.
"Aunque su unidad quede aniquilada, él siempre regresa".
"Siempre termina el trabajo".
***
Diciembre de 2009
Ubicación: Madagascar
Operación: LABWRECKER.
Disparo a quien se opuso. Disparo a quien se interpuso en su camino. HUNTER tenía experiencia en matar a tiros a personas como si fueran basura, apoderándose de lo que sea o de quien necesite por la fuerza. Parte del 1er escuadrón Charlie estaba en los accesos al techo, buscando metódicamente a través de los conductos. El equipo Bravo estaba proporcionando defensa adicional.
Como un pájaro asustado, Sean Devlin se estaba escondiendo en su nido, o en términos más prácticos su complejo.
-Él está aquí – dijo HUNTER – Encuéntrenlo.
-Entendido – le respondió colectivamente su unidad por el comunicador –
Una unidad paramilitar armada hasta los dientes no era nada digno de tener en cuenta, pero una mujer en el mostrador volteo la cabeza hacia ellos. Tenía los ojos vidriosos y un rostro de enojo hacia los mercenarios.
-Negativo en el Ala Este – dijo Ghost –
La mujer se abalanzo sobre él con un cuchillo y HUNTER reacciono por instinto. El mecanismo oculto de su antebrazo brillaba a la luz de la luna y la hoja corto su carne. Apenas se estremeció cuando la sangre salpico su máscara. Él la empujo hacia atrás y su cabeza se golpeó contra el borde de una mesa mientras caía. No era su objetivo, sólo era un cuerpo en el camino
HUNTER saco la cuchilla y corto su yugular. Sus botas dejaron huellas en el suelo de linóleo. Toda su unidad dejo un rastro de casquillos junto con las fuertes salpicaduras de sangre y materia cerebral en las paredes. La culata de su MP5 se clavó en su hombro, absorbiendo el impacto del retroceso. Los disparos eran atronadores, destellaban nítidamente contra las paredes como sangre contra las batas blancas de laboratorio de los empleados.
Había un hombre arrodillado en el suelo, con las manos alrededor de su Beretta. La rabia estaba en su sangre y huesos cuando HUNTER lo pateo en un arco agudo; las vértebras cervicales se rompieron grotescamente, escuchando el crujido que deletreaba su muerte. Era un coro que resonaba en las paredes de la instalación, y HUNTER era el maestro de ceremonias. Infiltrarse en el laboratorio fue como un juego de niños y no le encantaba lo fácil que fue. Le gustaba cuando había un desafío que le hacía retroceder.
***
-Tengo los ojos puestos en Sean Devlin – le dijo Ghost al oído –
-Copiado – respondió Miguel –
-A mi señal – les ordeno HUNTER. Estaban doblando la esquina hacia el laboratorio donde Sean Devlin se encontraba – Vamos a entrar.
Al sonido de sus botas se escuchó un chirrido de rejas. Sean se paró firmemente en medio de la habitación mientras que los mercenarios lo rodeaban, viniendo desde arriba y alrededor. Estaba engañosamente tranquilo mientras que acunaba el maletín con el material especial cerca de su cuerpo, incluso con las ametralladoras apuntándole.
Sean Devlin, fue elogiado por sus prodigiosos esfuerzos por alcanzar la cúspide de capacidades del cuerpo humano. Sean Devlin, ahora estaba a punto de ser asesinado por una banda de mercenarios.
-Señor Devlin – dijo HUNTER, alzando su arma – Vendrá con nosotros en silencio.
-No es una sugerencia. Es una orden – le repitió Ghost –
-¿Creen que no sabía que vendrían? – escupió Devlin, metiendo la mano en los pliegues de su saco. Para un hombre en su posición, tenía que ser un arma. Siempre lo era – ¡Lo que vine a hacer aquí ya está completo!
-Tenemos nuestras órdenes. Se lo preguntaré una vez más – HUNTER no era un hombre que repetía las cosas, pero dada la reputación de Devlin, lo mejor era hacerlo –
Sin embargo, algo se salió de control.
Alguien a lado de HUNTER disparo instintivamente a Devlin. La sangre broto de su cuerpo mientras caía, reposando sobre el maletín de almacenamiento.
-¡Detente! ¡Alto al fuego! – HUNTER le ordeno –
El M4 de Ghost echo humo.
-¿En qué carajo estabas pensando? – HUNTER siseo. Los ojos de Ghost estaban bajados a través de la lente de policarbonato – ¡Nuestras órdenes eran traerlo vivo!
Si las lentes no fueran rojas, su visión sí lo sería. Fue la mayor emoción que jamás hubiera visto. HUNTER los vio a todos mirándolo, estirando el cuello para vislumbrar quién se escondía detrás de la máscara, incluso en su aprensión. HUNTER ya no sabía cómo lucia, pues siempre estaba demasiado afinado con precisión militar para que le importe.
Cada misión siempre tuvo las probabilidades en su contra, pero él estaba impulsado por objetivos y no podía deshacer lo que se había hecho. Señalo el cuerpo de Devlin con su arma.
Kirkpatrick avanzo para tomarle el pulso a Devlin, pero HUNTER sabía que no encontraría ninguno, por lo que su irritación creció con un suspiro de molestia que lo confirmaba todo.
Hubo un crujido en su comunicador. Se escuchó una voz.
-Charlie, aquí Control. Informen.
-Estamos dentro señor, pero tuvimos un problema. Devlin se resistió y tuvimos que eliminarlo.
-Eso fue desafortunado, ¿pero tienen el objetivo secundario?
-Maletín asegurado control – le respondió HUNTER –
-Entonces matarlo no será una anomalía. Solo reduce un poco la paga.
Afortunadamente, la caja de almacenamiento salió ilesa y Kirkpatrick se inclinó para recuperarla. La sangre de Devlin cayó al suelo en gotas brillantes bajo las luces fluorescentes.
-Movámonos – HUNTER les ordeno en su tono definido –
Le lanzo a Ghost una larga mirada de reprimenda mientras pasaba.
***
-Bravo, soy HUNTER. Adelante – no hubo respuesta del otro lado. Solo estática –Bravo, ¿me copias?
El silencio significaba la muerte.
Kirkpatrick hizo un ruido de disgusto a su lado mientras caminaban por los pasillos hasta el punto de extracción a las afueras del complejo. Los otros dos agentes del Equipo Charlie se miraron las caras al estar nerviosos, pero HUNTER apenas y se veía afectado. Caminar penosamente por entre un montón de cadáveres era sólo un día más. Había estado en El Congo, Sierra Leona, Los Balcanes y Afganistán. Lo único que le importaba a HUNTER era la paga. Tenía los ojos puestos en el premio, asegurado de forma segura en el estuche que Kirkpatrick llevaba en la mano.
Se oyó un tubo de metal rompiéndose. HUNTER levanto la mano y todos se pusieron detrás de él, examinando su entorno. No había nada en los pasillos, nada acechaba en el lugar con ellos. Siguieron adelante. Uno de ellos menciono querer ir a beber después de esto y el otro estuvo de acuerdo.
¿Cuántas veces habían estado en esa situación? ¿Cuántas veces HUNTER había oído a su equipo hablar de bebidas después de la misión y sin embargo, era el único que sabía quién volvería y quién no? Esa siempre había sido su propia maldición de previsión porque nunca había sido diferente.
-¿Qué carajo es eso? – pregunto Miguel –
HUNTER pudo verlo a través de las lentes carmesí. Un hombre con el cuerpo tonificado deambulaba sobre los pasillos. Él reconoció la cara del sujeto.
Sean Devlin había sobrevivido. Los impactos de bala aún estaban ahí, pero parecían haberse cerrado en una masa negra y viscosa, mientras que sus músculos habían aumentado exponencialmente. Se dirigía directamente hacia ellos, con la intención de vengarse.
-¡Corran! – Kirkpatrick grito –
Miguel disparo primero. Fue suficiente para distraer a Devlin solo por un momento, dándoles a los demás tiempo suficiente para desviarse por el camino secundario mientras que sus botas con punta de acero hacían eco en los pisos de cemento.
***
HUNTER no se conmovió ante los gritos de agonía que quedaron atrás. Todos conocían lo que estaba en juego en la operación, al igual que él. Sabían lo que implicaría su trabajo. Un soldado veterano como él sabía que no debía acercarse demasiado: todo lo que necesitaba saber eran los nombres y voces.
Devlin los alcanzo mientras lanzaba gritos violentos en su persecución. HUNTER conocía los "tira y afloja" de la caza como las partes de sus armas. Kirkpatrick y Ghost se adelantaron rápidamente. HUNTER se volteo y disparo al cuerpo de Devlin, justo en su brazo izquierdo, llenándoselo de balas. La tela de kevlar de su chaleco apenas lo protegió de las garras de Devlin que crecían de sus dedos.
HUNTER gruño por el esfuerzo mientras era arrojado al suelo; su hombro se salió de su lugar. Devlin paso junto a él con una sonrisa en el rostro mientras que perseguía al resto del equipo.
***
Tuvieron su misión. HUNTER no los salvaría y ellos no lo salvarían a él. Siempre había dos lados en cada historia: la derrota o el dolor de la gloria.
HUNTER silbo cuando se puso de pie; el hombro le dolía cuando tomo su arma en la mano. Respiraba con dificultad, dejando que el peso de la ametralladora lo tranquilizara mientras giraba y regresa a través del complejo.
-Por favor... – escucho a Kirkpatrick suplicarle al oído. Disparos y cristales rotos resonaban detrás de su voz. – ¡Para... para! No le hagas daño.
HUNTER volteo a ver a través de la esquina dándose cuenta de que Sean Devlin estaba parado junto a Ghost y a Kirkpatrick que estaban en el suelo, mientras que una joven de aspecto asiático le metía una bala en la cabeza a Ghost.
Kirkpatrick la maldijo justo cuando Devlin lo alzo por el cuello y le atravesó el corazón con sus garras.
Hubo un grito agudo y luego silencio. Kirkpatrick estaba sollozando, jadeando en busca de aire.
Devlin fue despiadado e implacable. Pudo romperle el cuello con un rápido movimiento de muñeca, sin parpadear y sin respirar. HUNTER tuvo que cerrar los ojos.
Ahora las opciones se habían reducido: era tratar de escapar de Devlin y de su asesina, o quedarse y tratar de matarlos.
HUNTER eligió lo segundo.
***
Esto es la guerra. La supervivencia es tu responsabilidad.
En verdad, la muerte no podía morir. HUNTER, la misma parca andante volvió a levantar su guadaña.
HUNTER le disparó a la asesina dos veces en el pecho como si estuviera en una película del Lejano Oeste, mientras que Devlin levantó un brazo sobre su rostro y bloqueo toda la ráfaga que la MP5 del mercenario escupió hacia él.
HUNTER no tenía miedo de morir, pero no quería morir así; no a manos de un monstruo asesino como Sean Devlin.
No. HUNTER sobreviviría. Él tenía que hacerlo.
El Dios de la Muerte no podía ser asesinado.
Justo cuando Devlin se abalanzo hacia el con las garras en alto, HUNTER saco un par de granadas de su cinturón y quito los seguros.
Si el moría, se llevaría a Devlin con él.
Pero algo sucedió: Sean Devlin alcanzo las granadas con las manos y apenas y las lanzo hacia un lado cuando hicieron ¡BOOM!
El impacto de la explosión lanzó a HUNTER a través de la habitación antes de que pudiera procesar lo sucedido, el denso concreto lo dejó sin aliento. Cayó al suelo con el golpe de una bolsa de patatas; y lo que la pared no pudo terminar, lo hicieron los escombros: fragmentos de vidrio le cayeron en el pecho y en los brazos mientras el mundo entero comenzaba a girar.
No podía ver a Devlin ni a la otra mujer. No podía ver nada, la habitación era una mancha de color en sus ojos, todo confuso y hecho pedazos. Su cabeza cayó al suelo con un gran movimiento, se escuchó el sonido del vidrio rompiéndose cuando uno de sus lentes salió de su máscara, y lo último que recordó fue el olor entremezclado a hierro y amoníaco.
***
Cuando HUNTER despertó, todavía estaba mareado. No podía moverse debido al golpe de la explosión, con los ojos al frente y parpadeando uno a la vez. El pitido había cesado. Pequeños fuegos decoraban el laboratorio como si fueran plantas de interior. Devlin y la mujer no pudieron haber sobrevivido.
Un par de botas se detuvieron justo frente a él. HUNTER podía sentir cómo las baldosas se alejaban de él una a la vez. Y cuando finalmente pudo girar la cabeza (lo suficiente para ver las luces fluorescentes en lo alto) noto la silueta de una mujer, inclinada sobre él con la cabeza ladeada. Ella tenía ojos rasgados, piel blanca muy bien cuidada y dedos largos. Estaba mirándolo como si fuera un trozo de fruta exótica.
-Jesucristo... yo te dispare. Estas muerta... – fue lo único que HUNTER pensó en pronunciar –
-No eres el único que lleva un chaleco antibalas – le respondió la mujer – ¿Cree usted en Dios, señor? – cuando HUNTER negó con la cabeza, la asistente de Devlin emitió un pequeño zumbido pensativo desde el fondo de su garganta – Sí. Creo que nos mira avergonzado. Creo que espera el día en que nuestras creaciones nos alcancen, tal como ciertos individuos quieren alcanzarlo a él – dijo la asiática. Si había algo que HUNTER no podía soportar era a un fanático –
HUNTER ya había oído esto antes, una vez en la iglesia católica a la que asistía cuando era niño; un hombre gordo con túnica de sacerdote leyendo el libro de Mateo y secándose la frente con un pañuelo. Él no lo creyó entonces. HUNTER aun creía tener un haz bajo la manga; solo estaba esperando a que la asiática se acercara para que le pudiera clavar su cuchillo en el cuello, pero el rostro quisquilloso de la mujer le llamó más la atención que la idea de iniciar una conversación sobre religión o incluso asesinarla.
-Debería de agradecerle a la señorita Park que no lo haya asesinado. Ella cree que tiene potencial – dijo otra voz desde el pasillo. HUNTER pudo voltear apenas para ver a Sean Devlin que iba hacia ellos, ahora en su aspecto "normal". Jin Park se apartó de la vista del mercenario y dejo pasar a su jefe – Parece usted un buen hombre, señor HUNTER. Un hombre obediente del dinero, por lo que me gustaría ofrecerle empleo – la mano de Devlin ahora tomo su aspecto normal y se la tendió a él. Parecía querer ayudarlo a levantarse – Le pagare el doble para que mate a los empleadores que lo contrataron a usted y a su equipo para matarme. Ha visto de lo que soy capaz, solo piense lo que usted lucraría junto a un jefe como yo.
Había muchas cosas que HUNTER aprendió ganándose la vida matando gente.
Trucos del oficio o tácticas de guerra; la nomenclatura cambiaba, pero el principio no.
Con el tiempo, aprendió a cortarle el cuello a alguien con una chapa de botella en España, a destripar a alguien con un objeto sin filo en Nueva Escocia y a disparar desde catorce metros de distancia en los pueblos rurales de Irlanda. Siempre fueron curvas de aprendizaje difícil. No muchos mercenarios vivian lo suficiente para aprender las cosas más valiosas. Pero si lo lograban y sobrevivían a los horrores del mundo que ninguna imaginación podría evocar, aprenderían una cosa en particular que era muy importante.
Siempre había que mantener la boca cerrara cuando se les acercara un tipo más cabron y con más dinero. Aceptaban el trabajo y seguían las órdenes al pie de la letra.
Eso mismo es lo que HUNTER iba a ser con Sean Devlin.
HUNTER le tomo la mano y dejo que Sean lo alzara para ayudarlo a caminar.
-Creo que habrá una sociedad muy productiva entre nosotros – dijo Sean Devlin, lanzándole una mirada de complicidad a Jin Park –
Claro que sí; HUNTER era la muerte misma, y con Sean Devlin acercándose a ser "Dios", nada los iba a parar... nada.
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