Adios
Esto parecía que nunca iba a terminar, Adrián ya estaba calmado, pero sin embargo las autoridades y pablo estaban ansiosos de conseguir al culpable. Entre nosotros nos preguntábamos a quién podríamos echarle la culpa, yo no me reconocía a mí misma pero tenía que hacerlo por mis más queridos. La única persona de la talla lo era Carlos, el conserje que descubrió todo y le contó a carlota, pero aun así me sentía muy mal. Ekaterina veía nuestras caras de desespero e incomodidad.
-Vamos a descansar, mañana al amanecer con nuestras mentes más despejadas decidiremos.-dijo ella.
Todos dormimos en nuestros cuartos, tardé horas en dormirme pero pude conseguir el sueño, me desperté por el gran bullicio que había en El Orfanato un corre y corre y llanto.
-¿Ahora qué carajos pasó?- me pregunté a mí misma, aun en mi bata subí y en las afueras estaba ella. Ekaterina se había entregado a las autoridades. Salí corriendo, empujando a los guardias y la abracé fuertemente.
-No podía dejar que te convirtieras en mí al culpar a alguien que no fue.- me dijo. Matilde tenía a Juan recostado sobre ella viendo como su amiga se iba.
-No puedo creer que haya sido Ekaterina.-dijo Pablo.
-Esa niña tan inocente que se veía y resultó ser una asesina.- Matilde.
-¡Basta! basta ya, ustedes no saben las razones que ella tenía.
Matilde entró a poner orden en El orfanato mientras que pablo no podía creer que estuviera defendiendo a Ekaterina.
-Encuéntrame más tarde con Matilde para explicarles.- dije y luego en la tarde les expliqué todo. Matilde finalmente abrió los ojos y conoció a esa mujer que creía era su mano derecha y que realmente era un ser despreciable. Pablo pudo atar los clavos sueltos de la muerte de su mejor amigo, que era mi papá, junto a mi mamá.
-Si el precio era perder un ojo para que esa mujer pagara me siento más que orgulloso de haberlo hecho- comentó. Carlota fue cremada y dada a Adrián que dijo que se encargaría de ellas.
Ekaterina, Carlota y 6 huérfanos nos habían abandonado en menos de 1 semana, los acontecimientos corrían por la ciudad y esto motivó a varias personas a adoptar a los niños. Querían sacarlos de este orfanato con tantos sucesos y todos estábamos más que contentos. Era triste verlos ir, pero era mucho mejor verles esa hermosa sonrisa de que finalmente consiguieron un hogar. Yo los ayudé a ponerse impecables y a hacer sus pequeñas maletas. En total fueron 10 adopciones, algo que nunca había ocurrido tan rápido.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro