—¿Crees que Minghao realmente se sienta mal? Estoy preocupado, ya terminaron las cases y no está aquí.

Seungkwan halaba y hablaba y hablaba y blablablá... Ese chico no tenía un botón de apagado que Wonwoo pudiera presionar, de hecho, el chico parecía tener el botón de ajustes averiado, porque Wonwoo le dijo que se fuera, le dijo que se callara, le dijo que no quería verlo, y Seungkwan no lo hacía, Seungkwan ni siquiera bajaba un poco la voz, era irritante. Bien, al menos había encontrado un trabajo para el chiquillo; lo puso a desempacar.

Wonwoo estaba recostado sobre su cama observando al chiquillo guardar la ropa en los cajones, y era aburrido, era aburrido verlo, era aburrido escucharlo hablar, él en serio extrañaba los videojuegos ¿Qué tal si le quitaban el puesto? ¿Qué tal si los estúpidos niños creían que podían quedarse con su imperio tan solo porque no había regresado? Wonwoo en serio necesitaba jugar para mantenerse hasta arriba. Pero en ese lugar ni siquiera había internet. Era aburrido.

Estaba convencido de que Bohyuk había tomado su habitación, quizás él ya había vendido cada una de sus cosas, incluyendo su celular, computadora, Tablet, su laptop ¡Todo lo que le había costado años conseguir! Dios, lo detestaba, cuando estuvo cerca de irse lejos de su casa sus padres lo atraparon, de no ser por su hermano se encontraría lejos, muy lejos de ese lugar.

—Tienes un novio.— Escuchó a Seungkwan hablar. Se sentó y pudo ver al niño leyendo una carta que él no sabía que estaba ahí. Se la arrebató de las manos. —¿En serio vas a ir a verlo?

—¿Verlo? ¿Dónde?— La observó y era la letra de Mingyu... La fea letra de Mingyu. —¿La leíste?

—Para eso estaba desempacando por ti.— Seungkwan habló con normalidad, como si fuera obvio. —Creo que es algo romántico, incluso cuando dice que rompió tu laptop en el camino.

—¡¿Qué?!— Wonwoo comenzó a buscar.

<<...realmente, realmente lo siento, intente arreglarla pero ya no enciende, se que no debí tomarla, pero pensé que la querrías tener de vuelta, así que entre a tu casa y saque tus cosas mientras dormías, creo que tus padres se darán cuenta.>>

—Mingyu idiota...— Sonrió.

—¿y?— Preguntó Seungkwan. —¿vas a ir a verlo? Hoy es el día.

—¿Qué? Yo... no la he leído.— Observó de nuevo la carta y después alzó la mirada. —Tengo que leerla.

—¿quieres que me vaya? Es algo incomoda en cierta parte... no sé si te ama demasiado o solo quiere comerte. ¿Tiene algún fetiche con comer gente? ¿o con morder?

—Largo.

—¡Estaré en tu armario por mientras! ¡Me avisas cuando termines!— Seungkwan desapareció de su vista, mas no de la habitación. —¡Te ayudaré a escoger algo bonito para ponerte!

Wonwoo comenzó a leer.

4

Jihoon no dijo nada cuando ambos se encontraban en la habitación, no dijo nada cuando salieron de los baños ni cuando bajaron las largas escaleras. Jihoon solo se mantuvo callado, y a Jeonghan le molestaba un poco ¿él lo dejaría pasar? ¿no tendría dudas? La habitación estaba tan callada que Jeonghan podía escuchar al pequeño grillo hacer una nueva melodía cada tres minutos.

—¿Lo comprobaste?— Preguntó Jeonghan desde su cama, Jihoon asintió. —¿Qué piensas?

—Estudia. Eso es lo que pienso.

Jeonghan torció los labios, odiaba que le hablaran así, tan frio y seco como todos en la calle hablaban, Jeonghan siempre esperaba alguna emoción o al menos un poco de molestia cuando le dirigían la palabra. De cualquier modo tomó un libro al azar y lo abrió en cualquier página, él no estaba muy convencido de la idea de estudiar. Detestaba estudiar.

—Aquí no hay.— Dijo.

No, en la habitación no había nada extraño, él lo comprobó tan pronto puso un pie adentro. Fue minucioso y discreto ¿Por qué tener tanto cuidado incluso para hablar? El silencio lo estaba matando. Todo lo estaba matando en realidad, quería estar en casa con sus padres y su hermano, quería salir con sus amigos y olvidarse un rato del mundo. Golpeó su cabeza contra el libro y después se dedicó a mirar. Miró a Jihoon y a lo adorable que era su estatura, en lo adorable que eran sus pequeños ojos.

Jeonghan amaba observar a la gente, no importaba si fueran apuestos o no, era algo así como un pasatiempo solo quedarse mirando y descubrir cada pequeño detalle de ellos. El detalle de Jihoon estaba en sus pequeños ojos, eran lindos y de un color oscuro. De pronto Jihoon lo miró a él y Jeonghan le sonrió en respuesta. La atención de Jihoon duró dos segundos.

Ah, era estresante.

Sabía que Jihoon estaba siendo cuidadoso, demasiado cuidadoso, así que no había mucho que pudieran hacer estando encerrados en una habitación. Jeonghan se sentó sobre su cama y comenzó a recorrer el lugar con la vista. Encontró algo útil y se puso de pie dirigiéndose a la radio. No los dejaban tener televisión, ni celular, ni computadora, pero los radios no estaban del todo prohibidos. Encendió el aparato y se aseguró de que todo estuviera en orden, porque si era demasiado alto estaban rompiendo las reglas.

Por fin ruido.

—¿Te gusta la música de elevador?— Preguntó Jeonghan. —O de supermercado...

—Muzak.— Respondió Jihoon.

—Si. Creo que le gustas a mis padres.— Jeonghan caminó hasta la cama de Jihoon y se sentó al borde sin dejar de verlo. —Ellos tienen todo resuelto contigo, incluso ya tienes casa, creen que cuando se casen tú y Seungcheol necesitarán espacio.

—Su casa es muy espaciosa.

—No lo suficiente, al parecer. Quieren dos nietos, uno alfa y otro omega.

—Voy a anotarlo para que no se me olvide.

—No te apresures a tenerlos, detesto compartir a mi hermano y a mis padres.— Jeonghan fue honesto, amaba a su familia, y amaba como ellos lo amaban a él. Ser el único omega en su familia lo había vuelto un poco codicioso, ya que toda atención siempre fue dirigida a él. Incluso estaba celoso de que Jihoon se convirtiera en parte de ellos, o de que se llevara a su hermano, o la atención de sus padres.

De pronto Jihoon lo miró.

—¿Puedo preguntarte algo?— Jeonghan asintió recostando un poco sobre Jihoon, acercándose. Jeonghan quería que Jihoon le susurrara. —¿Por qué no te han escogido un alfa?

Su mente se quedó en blanco. Se recostó demasiado cerca de Jihoon optando por ignorar la pregunta, Jeonghan regresó a su plan inicial; poder hablar con la seguridad de que nadie los escucharía. Pudo sentir el cuerpo tensarse bajo él, decidió ignorarlo hasta quedar a pocos centímetros. ¿alguien podría escucharlos así?

—Las cámaras...— Murmuró Jeonghan. —¿Por qué carajos hay cámaras en los baños?

—No deberíamos hablar de eso aquí...— Jihoon murmuró igual o un poco más bajo.

Estaban a solo centímetros, Jeonghan casi recostado sobre Jihoon tratando de alejarse de las paredes, él incluso se hubiera alejado de la cama si pudiera flotar o algo así.

Había cámaras en los baños, fue una suerte que Jeonghan lo notara gracias a un destello de luz proveniente de una grieta por los ladrillos. Era inquietante, y hubiera sido compresible si tan solo no se hubiera esforzado para mantenerlas tan ocultas. Era extraño. Y Jeonghan sabía que las cámaras debían de estar tan ocultas por una razón, sabía que ellos no debían de darse cuenta de que estaban ahí, y si no eran para mantener el orden ¿para que eran? Porque cuando Jeonghan abrió cada una de las regaderas nadie fue a reprenderlo, y aun afuera nadie lo mencionó, ellos salieron como si nada hubiera pasado.

¿las cámaras no eran para mantener el orden? ¿no era para que nadie hiciera nada indebido? ¿entonces porque nadie los reprendió? ¿eso era algo sin importancia que pudiera ignorarse? Y aun si lo hubieran ignorado ¿Por qué lo hicieron? En un lugar hasta donde el sonido era controlado un detalle como ese era inquietante.

Lo más inquietante es que en la habitación parecía no haber cámaras.

—Aquí parece no haber cámaras ¿Por qué en los baños sí?— Se esforzó por susurrar aun más bajo acercándose hasta topar con Jihoon. —Las cámaras que hay en los pasillos son totalmente visibles, las que hay afuera también ¿Qué hace a estas diferentes? Y no quieren que lo sepamos, si hubiera sido de otro modo ahora estuviéramos siendo regañados o algo así.

—¿Lo dejaron pasar?— La voz de Jihoon e escuchó extraña, y había un leve rubor en sus mejillas. Jeonghan lo ignoró.

—Hubiera creído eso si no nos hubiera reprendido por no llevar el listón, o por correr en los pasillos, o por hablar demasiado fuerte. La única razón por la que no nos regañaron por lo de Minghao fue porque nos fuimos rápido de ahí. Ni siquiera mencionaron que faltamos a una clase.

—Bien, es extraño, pero no hay nada que podamos hacer al respecto ¿vas a quejarte o algo así?

—No creo que eso sea buena idea.

—Entonces estamos de brazos cruzados.

Jeonghan suspiró y dejó caer su cabeza en el pecho de Jihoon. Bien, no podían hacer nada al respecto ¿pero solo iban a ignorarlo? ¿olvidar que eso estaba ahí y ya? Jeonghan iba a quejarse mucho con sus padres al respecto. Intentó dejar de pensar y olvidar todo. Cerró los ojos.

Se quedó dormido arrullado por la inestable respiración de Jihoon.