
Capítulo 14.2
Cerca de las tres de la tarde Jihoon entró a la habitación, Jeonghan lo miró por primera vez en el día sin esconderse, no apartó su mirada ni se molestó en huir, si seguía haciendo eso jamás llegaría a nada, en cambio se puso de pie y caminó hasta la ventana solo para abrir las cortinas, había estado a oscuras todo ese tiempo y lo hacía ver deprimente, y él no era deprimente, no del todo, aunque estuviera un poco deprimido no quería verse así frente a Jihoon. Dejó que la luz del día por fin entrara a la habitación.
—Nos dijeron que fuéramos a nuestras habitaciones.— Dijo Jihoon rompiendo el silencio. Jeonghan asintió.
Detestaba darle la razón a Wonwoo, pero reconocía que escondiéndose de Jihoon y evitar hablar con él no iba a solucionar nada, así que solo respiró y lo dejó ir, no haría otro berrinche al respecto porque al final del día él ya no tenía que molestarse por otras cosas que no fueran sus estudios. Iba a dejar de pensar en lo que fuera que estuviera haciendo la jodida escuela Pledis y solo lo ignoraría como todos los demás... y despues no regresaría a segundo año, se quedaría en casa y sus padres no querían entonces él solo... les rogaría por no regresar ¿Qué más podía hacer?
—El examen...
—Wonwoo me dijo que no quieres saber nada acerca de lo que hace la escuela.— interrumpió Jihoon y Jeonghan suspiró. —¿es verdad?
—¿Por qué le mentiría a Wonwoo acerca de eso?
Jihoon apretó los labios.
—Jeonghan...
Antes de que Jihoon pudiera hablar Jeonghan se giró de golpe para encararlo. Aunque su idea inicial era darle un buen argumento acerca de porque estaba dejándolos su mente se quedó en blanco. En realidad no sabía que decirle, estaba un poco convencido de que lo mejor para él era dejar el asunto... quizás, porque en su cabeza seguía rondando todo acerca de lo que vivió, y rondaba aún más saber que estaba solo.
Jeonghan estaba solo ¿no era así? Su hermano no iría por él, y Jeonghan estaba dejando a las únicas cuatro personas con las que pudo hablar durante esos últimos meses... entonces estaba quedándose solo, podía hacer nuevos amigos, nuevos amigos que no fueran idiotas y que pensaran casi igual que esos cuatro. O quizás no. Jeonghan sintió sus mejillas sonrojarse, tenía que admitir que sentía un poco de admiración por todos, porque Seungkwan tenía una facilidad para moverse entre las personas, y porque Minghao era... Minghao era simplemente él y eso le gustaba, y Wonwoo... Ah, Jeonghan en serio los detestaba, detestaba extrañarlos incluso antes de decidir separarse.
—Soy inútil para ustedes.— Dijo recordando un poco lo que quería decir, su voz sonando torpe y apresurada. —No... No sé que hacer la mayoría del tiempo, mi cabeza ha estado en otros lados y no puedo pensar como ustedes lo hacen... a veces siento que ni siquiera estoy pensando...— sonrió sintiéndose apenado por sus propias palabras, pero no iba a detenerse, si quería ser honesto entonces lo sería completamente. —Es tu culpa.
—No puedes culparme de todo ¿sabes?
Jeonghan asintió, Jihoon decía la verdad por más que lo intentara toda la culpa no era de él, y Jeonghan se negaba a aceptar que fuera suya por completo, al menos una pequeña parte tenía que compartirlo para no sentirse un poco miserable por ello. Observó por varios segundos sus zapatos acomodados sobre el suelo, él no fue a clases por lo que todo estaba intacto, ni siquiera se había levantado de la cama. Cuando miró a Jihoon este no parecía molesto.
—Me gustas.— Dijo sin pensarlo dos veces. —Es obvio pero... Es muy extraño, ambos somos omegas.
Jihoon no respondió. Ambos eran omegas, y a diferencia de Jeonghan Jihoon si tenía un futuro con una familia, si tenía un prometido a quien darle cachorros en un futuro, Jihoon formaría una familia con un alfa mientras que Jeonghan... él no tendría un camino en sí, su futuro había llegado a una zona muerta donde no sabía a donde ir, no tenía opciones porque nadie lo querría como un omega, ni siquiera otro. Sí que Jeonghan no tenía nada que perder, si decía que le gustaba Jihoon ¿Qué más daba? A nadie le importaría realmente fuera de las apariencias, de cualquier modo su imagen ya estaba dañada.
Comprendía si Jihoon decidía solo ignorarlo y seguir, de cualquier forma nada iba a cambiar independientemente de su respuesta ¿si quiera importaba? Jeonghan sonrió, porque claro, no importaba, ya no importaba lo que quisiera él, no importaba si le gustaba o no Lee Jihoon, porque al final el resultado sería el mismo; su hermano mayor se casaría con ese omega y ambos se irían apartándose de Jeonghan. Entonces no importaba.
Le sonrió lo mejor pudo y tan solo lo dejó ir. No conseguía nada queriendo a Jihoon, y no conseguía nada con molestarlo día y noche solo porque le gustaba. Al menos ya había dicho lo que quería decir, y se sentía bien con ello.
—Si no quieres estar más con nosotros...— Habló Jihoon despues de un largo silencio. —Igual cuidaremos de ti.
—Que gracioso. Wonwoo dijo lo mismo.
Jihoon dio un largo suspiro caminando hasta la puerta y abriéndola dejando caer a un pequeño Seungkwan entrometido, se puso de pie tan pronto como pudo y sus mejillas rojas fueron un poco adorables. Jeonghan no estaba muy sorprendido, pero aun así espero respuesta alguna del omega.
—Jeonghan ¿estás seguro?— Seungkwan se acercó. —Cuidaremos de ti, pero... ¿seguro?
Jeonghan sonrió. ¿Qué había hecho él para que todos estuvieran dispuestos a cuidarlo? Había sido inútil, y no se llevaba del todo bien con los demás, incluso fue una carga para ellos en cierto punto ¿Por qué se esforzaban en decirle que lo cuidarían? Jeonghan no estaba mereciéndolo para nada. Él no merecía ser protegido despues de todo, no era como Seungkwan o Wonwoo, o Minghao, él solo era... se sintió realmente apenado al respecto.
Si Jeonghan pudiera protegerlos a ellos...
—chicos, tienen que estar en sus habitaciones.— Dijo Seokmin quedándose al pie de la puerta. —pronto haremos una revisión.
—¿revisión?— preguntó Seungkwan. —¿Qué van a revisarnos?
—Oh, solo es para ver que tienen todo en orden, ya saben, sus cosas y eso.
—¿Por qué ahora?— preguntó Jihoon.
—No sé, tan solo nos dieron la orden.
Seokmin se fue despues de dar la orden, al igual que Seungkwan.
—¿Qué están buscando que nosotros pudiéramos tener?— preguntó Jihoon.
De nuevo se quedaron callados, los dos sin nada que decir mientras que Jihoon parecía pensar. Bien, hacer una revisión parecía coherente, ellos no habían hecho nada que los hiciera sospechar al respecto, y la jeringa había sido regresada el día anterior, por lo que no tenían objetos extraños en sus habitaciones. No debían preocuparse ¿verdad? Todo estaba bien y en orden... Solo que Jeonghan tenía cierta incomodidad en el estomago que no lo dejaba en paz. Miró al suelo por unos segundos enfocando su vista en sus pies descalzos.
"Nosotros fuimos a la sección de tercer año, tuvimos que correr y Minghao abandonó un zapato pero pudimos regresar con información y..."
La voz de Wonwoo hizo eco.
—Jihoon...— habló. —¿ustedes no dejaron nada en la zona de tercer año?
Jihoon negó.
—No, Wonwoo y Minghao no dijeron nada... Si ellos hubieran...— Se detuvo de golpe como si estuviera procesando información. —No están buscando algo que tenemos. Buscan lo que no tenemos.
Jeonghan sonrió.
—al parecer buscan a nuestra cenicienta.
—Van a descubrirlos.— Dijo Jihoon caminando hacia la puerta, sin embargo el prefecto ya estaba ahí, con su fría mirada puesta sobre el omega.
—Quédense en su habitación.— Dijo el alfa cerrando la puerta detrás de él.
Bien, era malo. Por algo tan estúpido iban a ser descubiertos, quizás no Jeonghan, pero Wonwoo y Minghao sí... o solo Minghao ¿Cómo le hacía ese chico para meterse en problemas? ¿y que pasaría si eran descubiertos? Era difícil creer que la escuela se quedaría de brazos cruzados, y cuando descubrieran que Minghao ya no tenía el supresor... ¿Qué harían ellos? Lo más lógico en ese caso era pensar que tratarían de callarlo de alguna forma, quizás dándole una famosa beca de intercambio y desapareciéndolo por un tiempo para que no contagiara a otros alumnos de su curiosidad, o quizás harían otra cosa, Jeonghan solo podía pensar en la fuerte mirada del alfa sobre Jihoon y como este no retrocedía por más que se viera intimidado.
Jeonghan desvió un poco su mirada sin saber qué hacer, él ya no debería preocuparse por ellos, estaba afuera... pero... se habían esforzado en aclararle que aun así lo cuidarían ¿Cómo ignorarlos? Si él podía hacer algo para ellos entonces lo haría, pero ¿Qué hacer? Su cabeza estaba puesta en blanco con el alfa ahí mirando a su omega... al omega de su hermano. Encontró sus zapatos a los pocos segundos de mirar al suelo y despues miró al alfa quien no despegaba sus ojos de Jihoon, como si quisiera volverlo más pequeño de lo que ya era. Bien.
Si ellos se habían llevado a Jeonghan a la zona de tercer año ¿no sería común que él estuviera ahí? ¿no sería coherente que hubiera perdido un zapato? Solo que su zapato estaba ahí... Estiró la pierna intentando no ser evidente, y entonces cayó en cuenta ¿Qué maldito zapato? ¿el izquierdo o el derecho? ah, hubiera sido más fácil si pudiera hablar con Minghao. Si escogía al azar entonces podría equivocarse y ellos sabrían que Jeonghan estaba metido en ese asunto y que Minghao era cenicienta, pero si atinaba al correcto entonces las dudas se disiparían y podrían seguir ocultos y relativamente a salvo.
"Luna, te lo dejo a ti" dijo en su cabeza acercándose a su par de zapatos y arrastrando a uno con discreción. "Has sido bastante mala conmigo, así que hazme este favor, que sea el correcto..."
Sin más solo tomó el zapato y lo lanzó por la ventana, esperaba que nadie lo hubiese notado porque los ojos del alfa seguían sobre los de Jihoon, como si quisiera aplastarlo con la mirada. Por suerte Jihoon no se rindió ante él, se mantuvo estable en esa absurda pelea de miradas hasta que Jeonghan lo tomó del brazo moviéndose con confianza y lo jaló hacia atrás. Había dejado que mirasen a su omega... al omega de su hermano lo suficiente.
El alfa no esperó más y comenzó a revisar cada rincón del cuarto, cada cosa era lanzada sin cuidado, sin detenerse a ver si podría dañarla o no, mientras que Jeonghan tomaba a Jihoon para que este no se volviera a acercar al alfa. El silencio duró pocos minutos más, ya que tan pronto el alfa terminó de lanzar sus cosas de un lado a otro se giró hacia ellos mirando a ambos. Jihoon dio un paso enfrente, y Jeonghan por fin entendió lo que estaba haciendo al ser tan insistente. Lo estaba protegiendo de la mirada del alfa.
Y era gracioso en parte, porque Jihoon medía como seis o siete botellas de refresco apiladas.
—¿Dónde está tu zapato?— preguntó el alfa a Jeonghan pasando sus ojos por sobre Jihoon.
—No sé. Lo perdí— dijo Jeonghan. —Cuando desperté en la enfermería ya no lo tenía conmigo.
No titubeó y tampoco desvió su mirada, estaba seguro de su mentira, seguro que no iba a ser descubierto. Eso lo hacía una verdad para él.
El alfa entrecerró los ojos acercándose a ellos y Jihoon se negó a quitarse de en medio, aunque fuera más bajo que ambos se quedó como un escudo que ayudó a Jeonghan a no retroceder. Detestaba la mirada de los alfas, detestaba cuando se enfadaban con él y solo tenía que agachar la cabeza y pedir perdón. Jeonghan en serio los odiaba. ¿es por eso que la Luna escogió un omega para él? Ah... ya estaba pensando como Seungkwan.
—Si estas mintiéndome es mejor que te retractes ahora, porque no soporto a los omegas como ustedes...
Jeonghan sonrió.
—¿Por qué mentiría?
El alfa abrió la boca para decir algo pero Jihoon lo apartó.
—No es necesario estar tan cerca para hablar...— La actitud seria de Jihoon hizo a Jeonghan apestar a vainilla, y el alfa estaba a punto de notarlo. —¿Terminó con esto? Necesitamos estudiar.
El alfa pareció enfurecerse con la simple frase de Jihoon, y Jeonghan en serio no entendía por qué ¿los alfas siempre se enojaban por cosas insignificantes? Jihoon estaba sacándolo de la habitación, si, pero no había sido grosero ni nada semejante, él solo... habló sin retroceder en ningún momento ni mostrarse débil ante un estúpido alfa. El alfa extendió el brazo y por un segundo Jeonghan pensó que iba a tomar a Jihoon, pero no, ya que la gran mano del hombre tomó el cabello rubio de Jeonghan y lo jaló cerca.
—Se los advierto...— murmuró el alfa, pero no pudo terminar.
Jihoon golpeó al alfa.
—No lo toques...Nunca.
¿Cómo mierda no le iba a gustar Jihoon?
El alfa ardió en irá y antes de que pudiera hacer algo al respecto la puerta se abrió de golpe. Jeonghan sintió el alivio llegar a él mientras que tomaba con fuerza la mano de Jihoon. Giró reconociendo el aroma a canela y no pudo contener su sonrisa. Soltó a Jihoon y corrió a la puerta extendiendo los brazos. Cuando fue recibido dejó de importarle el mundo.
—Te detesto por haberme hecho pasar un mal rato.— murmuró con cariño. —Eres el peor mejor hermano de todos.
—Eres un mimado.— suspiró Seungcheol. —¿hay alguna razón coherente por la que estuvieras a punto de golpear a mi prometido?— le preguntó al alfa con una voz realmente seria y profunda. Prometido. Claro. El alfa se quedó en silencio. —¿o al menos una para que él tuviera que proteger a mi hermano?
—Lo lamento.— fue lo único que dijo el alfa.
—Disculpe, joven Choi.— La voz del director se hizo presente justo detrás de Seungcheol. —¿podría seguirme a mi oficina? Tenemos mucho que hablar al parecer. El joven Jeonghan y el Joven Lee vendrán también.
Jeonghan sonrió. Ya no importaba si podía o no salir de ese lugar, con tan solo saber que Seungcheol había ido por él y que Jihoon intentó protegerlo... estaba bien para Jeonghan.
4
Jihoon solo bajó la cabeza cuando Seungcheol lo miró. Estando dentro de la oficina solo era consciente de las palabras del director y un par de sonidos más, aun tenía en la cabeza el aroma a vainilla que Jeonghan esparció de un segundo a otro, fue tan fuerte que lo saboreó en la garganta y hasta ese momento tenía la sensación justo en el mismo lugar. No fue miedo ni un sabor amargo, fue meramente vainilla que le endulzó la boca. Pro también tenía el aroma a canela de Seungcheol ¿era normal que un alfa oliera tanto a canela? Por lo general los aromas dulces eran para los omegas, no para un alfa.
Levantó el rostro observando la espalda de Seungcheol y como este se erguía sin retroceder frente al director, era una conversación pacifica donde ninguno alzaba la voz, donde solo se daban explicaciones y palabras corteses que Jihoon sintió absurdas. Miró un poco a la derecha encontrando a Jeonghan quien parecía más feliz que nunca, tan tranquilo que su tranquila sonrisa casi lo contagia. Sintió el meñique de Jeonghan tomar el suyo y no se negó, entrelazó sus dedos escondiéndose un poco de los alfas.
—¿pesadillas?— preguntó Seungcheol. —¿mi hermano menor me llamó en medio de la noche por pesadillas?
—Es a causa del estrés por el encierro.— Explicó el directos. —Agendaremos una cita para él con un psicólogo dentro de nuestra institución... Pero, lo que me gustaría saber es, joven Jeonghan ¿Desde qué teléfono llamó? Los celulares no están permitidos.
Jihoon soltó la mano de Jeonghan cuando las miradas cayeron sobre ambos. Jeonghan alzó el rostro sin perder esa felicidad que lo albergaba desde que vio a Seungcheol.
—Llamé desde la enfermería.— Respondió con total calma. —Como dije, desperté ahí porque me desmaye en los pasillos... solo que no sé que estaba haciendo ahí, no recuerdo haber ido.
—¿pueden explicar eso?— preguntó Seungcheol. —Si fue o no una pesadilla me preocupa que mi hermano esté teniendo problemas en este lugar, justo cuando llegue uno de sus... prefectos, estaba a punto de golpear a mi prometido y a mi hermano.
—Debió de ser un malentendido.— Respondió el director. —Como ve ambos están en perfectas condiciones.
—Malentendido o no...— Seungcheol profundizó la voz, tanto que Jihoon sintió un escalofrió por su espalda. —Si algo les llega a pasar a mi prometido y a mi hermano no dudare dos veces en hacerme cargo del asunto.
—Joven Choi, no tiene de que preocuparse.— El alfa sonrió. —Le aseguramos que en la escuela Pledis nuestra prioridad es el bienestar de nuestros alumnos. Por ahora agendaremos una cita para el joven Jeonghan para evitar otro incidente, y le aseguramos que nadie va a lastimarlos, hablaremos con todo el personal para averiguar que es lo que pasó... Pero, creo tener una explicación más clara acerca de la llamada que recibió. Verá.— El director se puso de pie. —El joven Jeonghan ha estado en algunos problemas con uno de sus profesores, él y otros cuatro alumnos incluyendo al joven Lee fueron sancionados por el profesor Kwon gracias aun mal comportamiento en su clase... Creo que ese pudo ser un detonante para su llamada.
Jihoon abrió la boca, pero se quedó sin palabras. Culpar a Hoshi por eso no era justo, el estúpido director solo estaba intentando quitarle credibilidad a Jeonghan, y lo peor es que Seungcheol se veía completamente abierto a creerle, como si encontrara la respuesta a un berrinche. Jihoon quería golpear a ambos alfas... Miró a Jeonghan y este solo suspiró, su mirada volviéndose tensa y con incomodidad mientras que el suave aroma a vainilla se amargaba.
—¿eso es cierto, Jeonghan?— preguntó Seungcheol girándose hacia Jeonghan.
—El profesor Kwon es amable con nosotros.— Respondió Jeonghan. —Si tenemos un castigo, pero...
—¿me dirás que nunca has huido de un castigo?— Tan pronto Seungcheol hizo la pregunta Jeonghan cerró la boca, como si le diera la razón. —Jeonghan...
—Está vez es distinto.— Dijo Jeonghan. —No te llame por eso, lo juro.
—El joven Jeonghan no ha tenido muchos problemas.— Habló de nuevo el alfa. —Así que solo dejaremos pasar el incidente del teléfono, sin embargo tendrá que cumplir su castigo con el profesor Kwon.
Seungcheol no se giró para encarar al alfa, tan solo encajó sus ojos en Jeonghan, como si estuviera debatiéndose entre creerle o no.
—Cualquier cosa que pase...— Habló Cheol desviando por fin su mirada. —Con Jeonghan o con Jihoon quiero saberlo.
Cuando por fin salieron de la oficina al vacío pasillo Jihoon comenzó a caminar en silencio, sin embargo Jeonghan miró a Seungcheol quedándose tan quieto como una roca. Tuvo que detenerse y girar para ver como ambos hermanos tenían una especia de plática en silencio donde no había ninguna palabra. Despues de unos segundos Jeonghan tan solo se giró y caminó hasta él dejando a Seungcheol atrás.
—Jihoon.— Lo llamó Cheol. —Quiero hablar contigo.
Mierda. Ellos nunca habían hablado realmente, solo habían cruzado una que otra palabra y por teléfono, nunca cara a cara, por eso se sintió tan incómodo cuando se giró y caminó junto a él, y se sintió más incómodo cuando Jeonghan dijo que volvería a su habitación dejándolo solo. Jihoon era pésimo para hablar con extraños, y peor cuando el extraño era su prometido, hermano del chico al que besó un par de veces... Era mejor no pensar en ello.
Caminó con Seungcheol unos minutos hasta llegar a una zona casi vacía donde dejaba ver parte del inmenso bosque que los rodeaba, era un balcón gigante que siempre estaba lleno de alumnos, solo que esta vez los alumnos estaban en sus habitaciones jugando el papel de las chicas que se probaban el zapato de cenicienta. Jihoon caminó un poco más hasta llegar a respirar el aire libre, lo necesitaba, porque sentía a Seungcheol demasiado cerca.
—¿Por qué protegías a Jeonghan del alfa?— preguntó Seungcheol con la voz un poco más cálida que antes. —Te escuche decir que no lo tacara.
—Ese alfa nos pone incomodos.— Se limitó a decir. —Y desde ayer Jeonghan ha estado un poco aturdido por la pesadilla.
—Tú... ¿te llevas bien con Jeonghan ahora?
Le subió una risa nerviosa desde el estómago. Claro que se llevaba bien con él, lo había besado tres veces y todo el tiempo estaba dispuesto a una cuarta... Aunque no era lo mejor decirle eso a Seungcheol.
—Si.— Respondió.
—Jeonghan puede ser un dolor de cabeza de vez en cuando.— Seungcheol se puso a su lado, sin verlo, el aroma a canela inundando sus sentidos. —Es un poco mimado.
—¿un poco?— preguntó con cierto humor, y se hubiera arrepentido si Seungcheol no hubiera soltado una pequeña risa.
—Bien, quizás más de lo que debería. Pero es una buena persona.
—No lo dudo.— Respondió con honestidad, un poco aturdido por la risa de Seungcheol.
—Me alegra que se lleven bien.— Jihoon asintió. —Por favor, no se metan en problemas. Jeonghan es descuidado, espero que puedas mantenerlo a raya. Sé que no es tu responsabilidad, pero si me hicieras ese favor estaría realmente agradecido... Tampoco quiero que te arrastre a algunos problemas.
—No debes preocuparte por eso.— Murmuró Jihoon. Mintiendo. —Cuido de Jeonghan. —Lo dijo sin pensar, casi como si sus labios se movieran solos.
—No debes hacerlo.— Dijo Seungcheol, y Jihoon tuvo que luchar para contener las ganas de insistir. Él debía cuidar a Jeonghan. Porque Jeonghan era su omega. —Yo debo de cuidar de Jeonghan.— Seungcheol habló con la voz firme. —Y debo cuidar de ti también.
Cuando el corazón de Jihoon comenzó a latir tuvo que retener su mano para no llevarla a su pecho. El aroma a canela estaba rodeándolo, tan protector que solo quiso lanzarse a él. Pero la vainilla aun estaba atorada en su garganta.
—No necesito que me cuiden.— Fue lo que dijo.
—Eres mi prometido, Jihoon.— La voz firme de Seungcheol lo hizo dudar. —No quiero que salgas lastimado, ni tu ni Jeonghan. Por eso te pido que no vuelvas a enfrentar a ningún alfa.
"Vete a la mierda, Choi" Fue lo que pensó al escucharlo. Porque Seungcheol pensaba que él no podría proteger a Jeonghan, porque era un omega, y un omega no podía ser un protector, un omega no tenía la fuerza suficiente para proteger a otro. Mierda. Jihoon era un omega, un jodido omega, pero Jeonghan no dejaba de ser su omega y él lo protegería del jodido mundo si fuese necesario. Apretó los dientes para no decir nada al respecto. Detestó el aroma a canela, porque este se coló hasta su garganta.
No quería que el aroma de Jeonghan desapareciera de sus recuerdos.
—Estoy bien.— Respondió con molestia. —Tengo que estudiar.
Se dio la vuelta dejando a Seungcheol. Estaba molesto, molesto con Seungcheol por ser un idiota, molesto con Jeonghan por meterlo en esa situación, con el alfa por ser un idiota que quiso golpearlo... y que lastimó a Jeonghan, y estaba molesto consigo mismo por ser solo él. Estaba molesto por todo, por el jodido mundo y la jodida escuela, por los jodidos pasos que no pudo seguir con facilidad. ¿Por qué todo se estaba volviendo asi de complicado?
Se detuvo cuando salió del edificio y encontró a Wonwoo y a Minghao buscando entre la maleza, ellos parecían sumergidos en su actividad, tomó un respiro y se acercó tropezándose con algo en el suelo. Bajó la mirada y extendió el brazo hasta encontrar el objeto que alzó con curiosidad. Era un zapato.
—¡Ah! ¡lo encontré!— gritó Wonwoo alzando algo en su mano derecha. —Ah ¿Jihoon? ¿Qué haces aquí?— preguntó Wonwoo.
—¿Qué hacen ustedes aquí?
—Wonwoo lanzó mi zapato por la ventana.— Explicó Minghao caminando entre la maleza. —Dijo que era mejor perder los dos zapatos y decirle al prefecto que los perdí que hacer evidente que perdí solo uno... Es un dolor de cabeza.
Jihoon bajó su mirada y alzó el zapato.
—¿Qué? ¿hay dos?— Wonwoo corrió hacia él y los juntó.
Eran un par.
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