Jungkook.

_¡Ey, rata, ven aquí rata!

Apresuré mis pasos al oír ese escalofriante sonido, pero era muy tarde para huir. Ya me habían visto. Sudor bajaba por mi nuca y mi respiración se volvía más acelerada por el terror que sentía.

Me encontré de frente con un par de zapatos negros, no tenía que ser adivino para saber quienes eran: los alfas mayores que siempre me molestaban.

_¿A donde ibas?

_A-a la b-biblioteca _Tartamudeé manteniendo mi mirada baja. Sentía que así no me acobardaría tanto.

Ellos eran adolecentes enormes, me ganaban en peso y altura, ya que yo aún seguía siendo un cachorro, un cachorro pequeño y débil.

_¿Qué? ¡Habla más fuerte! _El alfa gritó en mi cara_ ¿A dónde?

_A la biblioteca _Para ese entonces ya quería llorar.

_Mírenlo, ni siquiera le dijimos nada y ya esta llorando como un bebito _Se burló mientras sus amigos reían_ .Y luego las personas piensan que te hacemos bullying, pero eso no es cierto, ¿verdad, ratita?

_N-no.

_Somos amigos, ¿o no? _El alfa me abrazó con fuerza.

Asentí repetidas veces sólo pensando en huir.

_Sólo jugamos, te enseñamos a ser más fuerte, ¿lo comprendes? Digo, ¿quieres ser un mariquita que no soporta que le den ni un golpe? Te preparamos para la secundaria. Vamos, agradécenos.

_G-gracias.

_Eso es y la próxima que mientas y nos acuses con alguien más, te arrancaremos tu nariz de Pinocho entendido _Me dió un puñetazo en la nariz que logró desestabilizarme, luego otro y otro. Gemí de dolor e intenté cubrirme con mis brazos, pero era en vano.

_¡Quítenle la ropa!

_¡No, no, por favor, Jiwoo! No lo haré nunca más, perdón _Supliqué, pero de igual manera ellos obedecieron y me arrancaron mi uniforme del cuerpo.

No debí haberlos acusado con mi padre y el director de la escuela, no debí. Ellos tuvieron un pequeño castigo y únicamente logré incrementar su ira.

_Lo entiendo, ratita, pero lo mereces. Nosotros hemos sido tan buenos contigo. Dime que es el dinero del almuerzo, ¿a cambio de nuestra protección? _Una cachetada en mi mejilla_ .No valoras nada.

Lo siguiente que sentí fue mi cuerpo siendo levantado y lanzado a la piscina en la cual los estudiantes practicaban natación. El agua fría hizo temblar a mi cuerpo desnudo.

_Disfruta tu baño.

Se despidieron y me dejaron en mi soledad. Quería llorar, quería salir de allí, pero no lograba hacer nada de eso.

¿Por qué esto debía pasarme a mí? ¿Qué les había hecho? Me preguntaba cómo sería venir a estudiar sin sentir miedo.

Alguien pareció escuchar mis súplicas y lo próximo que observé fue a Yoongi correr hacía mí rápidamente.

A él no le importo mojarse, me salvó y ayudó a vestirme maldiciendo a mis agresores una y otra vez. Abracé a Yoongi con fuerza refugiándome en la calidez de su cuerpo.

Yoongi se tensó de arriba abajo, no estaba acostumbrado al contacto físico.

_Está bien, Yoongi, estoy seguro ahora _Formé una sonrisa que esperaba lo convenciera_ .Por favor sólo te pido que no le digas a Taehyung sobre esto, es vergonzoso.

Yoongi se rindió y deslizó su mano por mi cabello empapado.

_¿Y qué importa lo que piense Taehyung?

Abrí y cerré mi boca sin tener la valentía de responder. No sabía cómo decirle que lo que pensaba Taehyung para mí era lo más importante porque él... me gustaba, pero no como los amigos debían gustarse, sino como más, mucho más.

Taehyung era un niño adorable y peculiar, sencillo, divertido y que alegraba cualquier lugar a donde llegara. Por eso lo quería.

_Olvídalo, sólo... ya sabes cómo es. No quiero que se meta en problemas por mí.

Si Taehyung se enteraba de esto, no dudaría en vengarse . A pesar de ser un cachorro, no le tenía miedo a nada, muy contrario a mí.

...

Mi niñera a tiempo completo no dejaba de regañarme ni un segundo diciendo que era muy torpe por caerme a cada rato y que era ella quien siempre le debía dar explicaciones a mi padre.

Estaba harta de lidiar conmigo.

Por supuesto que no me había caído, pero sinceramente no quería contarle la verdadera causa de mis heridas  cuando no le interesaba en absoluto.

A nadie le importaba mi vida o lo que me sucedía.

_Come tu comida y deja de llorar, tu padre no me paga para oír tus llantos todo el día, mocoso malcriado _Dejó caer el plato frente a mí y se marchó.

Todas las niñeras eran iguales, los primeros días me trataban como un rey, pero al pasar las semanas la paciencia se les iba acabando y terminaban por fingir ser buenas delante de mi padre y tratarme como basura cuando no estaba, es decir, casi todos los días. Y cada vez que le decía a mi padre, él contrataba una nueva que terminaba siendo aún peor, así que me había resignado a callar y comportarme.

Las pocas noches en las que me escabullía a la habitación de mi padre y me permitía dormir abrazado a él, eran el suficiente amor que necesitaba.

Miré el plato con tristeza, mamá solía prepararme sándwichs todo el tiempo. A pesar de que era lo único que me preparaba y lo hacía de mala manera, sabía que en el fondo eran hechos con el amor que muy pocas veces me desmotraba e insistía en mantener oculto dentro de su corazón.

Extrañaba sus sándwichs.

Una lágrima se deslizó por mi mejilla, sin embargo, antes de que la tristeza me consumiera ví a alguien asomarse por la ventana del comedor.

_¡Tierra a Jungkookie! ¡Jungkookie a Tierra! _Dijo Taehyung a través de un tubo de papel higiénico.

Comencé a reír cuando hizo muecas graciosas y lamió la ventana. Taehyung tenía puesto un jardinero y estaba cubierto de barro.

Él era lindo a su manera. Más delgado que el resto de alumnos y más alto que la mayoría, su piel era un tono acanelado que combinaba a la perfección con su cabello castaño claro.

No tardé en abrirle la puerta. Él hizo una maniobra en el suelo y dió muchas vueltas.

_Espia Taehyung a tu servicio, he oído que los ninjas perversos han vuelto a molestarlo mi coronel.

A Yoongi si que le gustaba el chisme.

_Has visto demasiadas películas _Me burlé sonriente.

_Tendré que tomar represalias _Taehyung fingió hablarle a una radio en su hombro_ .Código 334 _Siguió dando patadas en el aire.

Lo miré por unos segundos, ya que después de todo sabía que hacía todo ese teatro con la única finalidad de hacerme reír. Era un payaso y me encantaba que lo fuera.

_¡Vamos, Bruce Lee, muéstrame que tienes! _Le dí puñetazos imaginarios siguiéndole el juego.

Taehyung fingió recibir cada golpe y se abalanzó sobre mí dejándome caer al piso. Entre risas continuamos atacándonos hasta que mi niñera llegó lanzado un grito al aire.

_¡Jungkook, apártate de ese niño de la calle! _La niñera empujó a Taehyung lejos de mí.

_¡Pero es mi amigo! _Intenté acercarme a Taehyung y ayudarlo, pero ella se interpuso.

_¿Cómo puedes ser amigo de alguien tan sucio? ¡Podría tener piojos!_La niñera apretó el brazo de Taehyung y lo corrió a la salida_ ¡Largo, mocoso maloliente!

Taehyung se sobó el brazo lastimado que tenía marcas rojas y me miró con sus ojos al borde del llanto. Probablemente le había dolido mucho.

Pensé que todo terminaría así sin embargo, mi padre llegó justo a tiempo del trabajo y frunció el ceño al presenciar la escena.

_¡Papi! _Me lancé a sus brazos y él me permitió llorar contra su hombro.

La niñera puso mil excusas, sin embargo mi padre dijo:

_Vete, si así tratas a un niño indefenso no quiero ni pensar como tratas a mi hijo.

Finalmente se fue y yo pude volver a jugar con Taehyung. A mi padre le caía bien Taehyung de niño pues era inocente e infantil.

Sin embargo, el Taehyung adolescente sería un asunto muy diferente. Quien iba a pensar que cuando el Taehyung inocente dejara de existir, sería reemplazado por un Taehyung completamente promiscuo, el cual me haría conocer un lado prohibido, caliente y sobre todo, sexual.