Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

IX

Estando en la tienda de campaña, caminaba de un lado a otro. ¿Qué estaba haciendo Jungkook en el campamento? ¿Mis padres sabían de esto? Mi impaciencia crecía y el sol no terminaba de ocultarse.

—Jimin, ¿podemos hablar? —preguntó Yoongi, entrando en la tienda.

—Ahora no, Yoongi. Tengo asuntos importantes que atender.

—Es que necesito decirte algo que tal vez te permita aceptar lo nuestro.

—¿Y sigues con eso? Ya aclaramos que no hay nada entre nosotros, Yoongi. Por favor, deja de insistir.

—¿Por qué tienes que ser tan obstinado?

—¿Por qué los alfas quieren decirnos cómo debemos actuar?

—Buenas noches, Jimin. ¿Podemos hablar? —dijo una voz desde afuera de la tienda.

—Sí, ya voy.

—¿Quién es? —preguntó Yoongi, con curiosidad.

—No te importa. Deja de meterte en mis asuntos —respondí, saliendo de la tienda. Vi a mi hermano y lo abracé inmediatamente.

—Jimishi, ya...

—¿Por qué hueles raro? —pregunté, mirándolo con preocupación.

Miré a mi hermano con vergüenza. He conseguido a mi destinado.

—¿Qué? ¿Quién es?

—Es Kim Taehyung, el alfa más guapo de todos y yo... bueno, no quería decirlo así, pero me dejé marcar por él y nos vamos a casar cuando regrese de la batalla.

—¿¡Estás demente!? —grité, sintiendo cómo la ira me consumía—. ¡Taehyung va a oírme!

—Jimishi, no, por favor —dijo Jungkook, tratando de detenerme mientras caminaba rápido con el rostro rojo de ira—. ¡No puedes hacer esto!

—¡Claro que puedo! —respondí, mi voz temblando de furia—. ¡No puedo creer que te hayas dejado marcar por él tan rápido!

—Pero, Jimishi...

—¡No hay peros! —lo interrumpí—. ¡Voy a hablar con él ahora mismo!

—¡Jimin, detente, por favor!

—¡Kim Taehyung! ¿Cómo fuiste capaz de hacer esto? ¡Eres un sinvergüenza! Sabes perfectamente que hace poco te ibas con cualquier omega, ¿y ahora quieres avergonzar a mi hermano?

—Con que ya lo sabes.

—¡Claro que lo sé, desvergonzado! —le di un puñetazo, sintiendo la rabia arder en mi interior.

—¡Jimin, hermano, detente, por favor!

—Yo no le faltaré el respeto a tu hermano, te lo juro. Si antes cometí errores es porque no lo conocía, pero es mi destinado. Ya no andaré en cosas como esas.

—¡Tú eres un sinvergüenza! —le di otro golpe, mi furia incontrolable.

Mi alfa se alteró y salieron mis colmillos. Sentía que empezaba a perder el control. —Jimin, por favor, aléjate.

—¡Apestoso perro pulgoso! —grité, golpeando su nariz. El alfa de Tae se enojó más, empujándome con fuerza y gruñendo peligrosamente.

—¡Tae, detente! —dije al ver cómo el alfa de Tae iba hacia Jimin.

—¡Cállate, omega! —dijo entre voz y gruñido, haciéndome temblar—. Por favor, para —dije entre lágrimas.

Respiré profundo y tomé una lanza, pero en ese momento un enorme lobo plateado de ojos rojos gruñó y se puso delante de mí. Entre los dos alfas se armó una pelea, pero el plateado le ganó al gris, demostrando ser un alfa de linaje y imponiendo respeto. Luego ambos se fueron y ocultaron su desnudez.

—Jimin, ¿estás bien?

—Yoongi, estás herido.

—Esto no es nada.

—Jimin, perdóname —dije avergonzado frente a Jimin y Yoongi.

Me acerqué hasta donde estaba Tae y le di una bofetada. —Nunca más me hables. Estuviste a punto de lastimar a mi hermano y me trataste mal. Eso no te lo perdonaré.

—¡No, Jungkook, por favor, escúchame! —gritó Tae, mientras perseguía a Jungkook.

—Jimin, ¿no estás herido? —preguntó Yoongi, con los ojos llenos de preocupación.

—No, yo estoy bien, pero tú tienes el pecho lastimado. Déjame ayudarte —insistió, mientras miraba la herida de Yoongi.

—No, no te preocupes. Ve con tu hermano. —Intenté desviar la atención, pero Jimin no se dejó convencer.

—No te dejaré así y no aceptaré un "no" por respuesta. Mira tu pecho, se ve bastante lastimado —dijo, colocando la mano suavemente sobre el pectoral de Yoongi y señalando la herida con sangre.

—Está bien. —Yoongi cedió finalmente. Fuimos a la tienda de campaña y allí comencé a curarlo.

No podía dejar de ver a Jimin; sus hermosos ojos delatan que se preocupa por mí y sus labios, haciendo ese puchero, se ven extremadamente hermosos.

—¿Puedes dejar de mirarme así? —dije en un murmullo, sintiéndome vulnerable bajo la mirada intensa de Yoongi.

—Jimin, ¿por qué me tratas así? Soy tu destinado, ¿no puedes ser como tu hermano?

—No, no puedo. ¿Y qué con que seas mi destinado?

—Jimin, tal vez a ti no te importe lo de los destinados, pero Tae y Jungkook ya comparten un lazo, un destino. No los separes. Tae es un buen chico y si te atacó es porque ahora su alfa solo aceptaría un desplante de su omega. Es difícil de explicar.

—Tú sí que sabes de eso. ¿Acaso has marcado a algún omega? —preguntó Jimin, su voz llena de desafío.

—No, pero mi padre sí marcó a mi madre y siempre me contaron lo que se siente al tener a tu destinado. También recibí educación sobre esto. No alejes a tu hermano de su destino; mejor ve con ellos.

Terminé de vendar a Yoongi y suspiré— Está bien, iré con ellos.

Vi a Jimin salir de la tienda y suspiré profundamente. —Si tan solo me aceptaras, Jimin... —pensé con tristeza. Había planeado tanto decirle que soy el hijo del emperador, pero ahora no puedo hacerlo. Siento que eso lo alejaría aún más de mí.

—Tae, Jungkook, perdónenme —dijo Jimin con voz temblorosa—. Creo que tenía una molestia acumulada por cosas que pasaron y las pagué contigo, Tae. Después de todo, mi hermano siempre ha deseado su propia historia de amor y sé que eres un gran alfa. Te prefiero a ti que al cara de cerdo. Eso sí, te diré que si le faltas el respeto a mi hermano, te enseñaré a respetar.

—Jimishi, ¿de verdad lo vas a aceptar? —preguntó Jungkook, con una mezcla de esperanza y duda en su voz.

—Sí, Jungkook, lo aceptaré. Pero no puedes quedarte en el campamento. Este no es un lugar seguro para omegas.

—Tú eres un omega también —replicó Jungkook, su voz llena de preocupación.

—Sí, pero estamos en diferentes situaciones. Que estés aquí puede ser una distracción para Tae en la batalla. Regresa con nuestros padres. Yo vigilaré a este pulgoso —respondió Jimin con firmeza.

—¿Lo prometes? —preguntó Jungkook, buscando seguridad en los ojos de su hermano.

—Sí, lo prometo.

—Está bien, me iré, hermano —dijo Jungkook con resignación—. Veo que conseguiste tu alfa. Se nota que es un joven que vale la pena. Deberías aceptarlo.

—Vine por una misión, hermano.

—Puedo ver que, aunque nunca has soñado con un alfa, te sientes mal por él. Piensa en darte una oportunidad. Si viniste por la guerra, pero en el proceso encontraste el amor, aprovéchalo.

—Yo iré a descansar para que se despidan más cómodos. Le di un beso a mi hermano y un gran abrazo, y los dejé solos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro