Introducción.

Había una vez un gran imperio en la antigua Corea. El emperador tenía dos hijos gemelos, ambos alfas fuertes y valientes. Sin embargo, cuando llegó el momento de elegir un sucesor al trono, los hermanos no pudieron ponerse de acuerdo. Cada uno quería gobernar el imperio a su manera y no estaba dispuesto a ceder el trono al otro.

Después de muchas discusiones y negociaciones, los hermanos finalmente acordaron dividir el imperio en dos partes iguales. Así nacieron Corea del Norte y Corea del Sur. Cada hermano gobernaría su propio país y tendría el control total sobre su territorio.

En el tiempo de paz un joven alfa desposo a una hermosa omega, ambos eran jóvenes y llenos de sueños, pero poco después de casarse ocurriría algo que les cambiaría la vida.

Al principio, las dos Coreas vivieron en paz y prosperidad. Pero con el tiempo, surgieron tensiones entre los dos países. Las diferencias políticas y culturales se profundizaron, y pronto estalló una guerra entre las dos Coreas.

La guerra obligó a que todos los alfas mayores de dieciocho debía ir a pelear por su soberanía y libertad.

La guerra fue larga y sangrienta, y muchos alfas y omegas perdieron la vida en el campo de batalla. Pero al final, Corea del Sur emergió victoriosa.

El tiempo del alfa volver a casa llego, pero todo había cambiado, aunque el amor seguía intacto, el alfa había sido herido en batalla quedando discapacitado de una pierna por suerte.

Cuando llego el momento de reunirse alfa y omega estaban felices, pero algo había cambiado, ahora eran personas de más edad, por lo que solo pudieron tener dos hijos, siendo omega ambos.

Esto al principio les causo tristeza, pero un embarazo más podía ser perjudicial para la omega, la sociedad quería ver alfas, era más “honorable” pero para Park Hoseok no había mayor recompensa que tener a sus pequeños omegas Park Jimin y Park Jungkook