INTRODUCCIÓN
Créditos de 1era Portada - Banner para @AkiiJazz - Créditos de Historia Original - Idea - Comisión para @CherrHunter - Escrito, Redactado y Editado por @MollyMhollyy y su maravillosa beta detrás de bambalinas que es muy tímida para aceptar su gran trabajo xd
Ningún bastardo ha ganado jamás
al morir por su propio país.
Ganó por hacer al otro pobre
bastardo morir por el.
- George S. Patton.
En la antigua Han Yang ubicada en el año 1392 justo en el principio naciente de lo que sería conocido en el futuro próspero como era Joseon, un nombre con el que se consideraría una nueva tierra de oportunidades, los cimientos de lo que hoy en día sería Corea nunca se relatarian de mejor formar que no fuera en un cuento turbio donde la crudeza manchada de sangre sería el lienzo blanquecino de la tierra prometida, así como la representaría las siguientes décadas perecederas de ella, todo empezaba mucho antes de que la gran corea refulgente en poder y soberanía fuera dividida en dos y la disputa de gobiernos entre dos alfas fuertes y decididos a perder la cabeza por la riqueza maldita y cegada de tierras ajenas desencadenara peleas internas con peso en la ciudadanía que día a día marcaría un antes y un después en la personalidad de cada beta, omega y alfa naciente en aquellas naciones.
Mucho antes de que los países ricos y llenos de una caridad vestida cedieran alfas dispuestos a morir por una patria ajena y que en las siguientes generaciones no velarían luto por su honrado deber y disposición, el país que alguna vez fue considerado humilde y conocido como tierra rica y próspera se hundió, el rey Taejo de Joseon un hombre de carácter conocido y con la piel juvenil, carente de experiencia y con demasiadas presencias alrededor que ambicionaban su puesto fue conocido como el sucesor a la corona, el país pasaba por un proceso de crecimiento donde las distintas razas se mezclaban y las sociedades marcadas de poder y cultura crecían con el pasar de los días, las malas lenguas a su alrededor hablaban y murmuraban de la poca capacidad política que cargaba el joven sucesor, los mares traían ya contrincantes nuevos de lo que sería la nueva Japón, un país que estaba dispuesto a hacer hasta lo imposible por gobernar tierra vírgenes y solitarias, los abrumantes palabrerios de un pueblo que no conocía el dolor, la sangre y el sufrimiento alertaban a los pocos ricos de aquellos lares, pues sus riquezas se verían afectadas y destruidas si todo aquello que el viento llevaba resultaba siendo verdad, la pronta llegada de navíos invasores ponían los vellos de punta al gobernante, los japoneses estaban dispuestos a lanzar la primera ballesta provocante de guerras si con ello aseguraban lo que sería un país listo para ser esclavizado, un país que podía poseer los mejores omegas para el disfrute destructivo de alfas deseosos de someter todo a su paso y con la estatus varonil demasiado altas sobrepasando su cabeza y por lo tanto la poca inteligencia dotada.
Fueron días oscuros donde el olor a sangre invadió el olfato de cada lobo viviente en la región puesto que los japoneses habían tenido la osadía de llegar por el oeste zona que no contaba con tanta protección como otras regiones importantes del país pequeño de población humilde y campesina, el rey Taejo estaba perdido en la situación que se presentaba en su país, solo podía resguardarse en su gran palacio a la espera de que sus dirigentes trajeran buenas noticias, su primer año de gobierno estaba siendo destruido quitándole prestigio a su nombre y demás acciones.
El antiguo Japón feudal había enseñado bien a sus alfas como combatir y llevar una guerra, el destruir y reclamar lo llevaban en la sangre, ahora en una tierra más del presente y con historia arrastrada en sus patas podían desarrollar todo aquello que sus padres, abuelos y bisabuelos habían hecho con las décadas en las propias tierras destruidas por la ambición y el desespero, los japones poseían unas tierras rodeadas de misterios al igual que Han Yang, estaban en territorio prohibido pero pasando en alto aquello simplemente ignoraron y desembarcaron como extranjeros invasores hambrientos de la carroña pútrida llamada poder y prestigio, un grupo de islas alejadas del norte del país estaban prevenidas de los visitantes invasores, siendo llamados entre los betas y alfas, piratas desertores
El Almirante Yi Jeon, mejor conocido como Jungseok movió a su grupo de alfas preparados al centro de operaciones ubicado en la isla Hansan, contra todo pronóstico y con cada espacio natural en su contra como clima, tierra y gente, la primera guerra fue ganada y el rey Taejo pudo respirar tranquilo al sentir aquella gruesa cuerda que ahorcaba su corona ser quitada por un alfa que había prestados su servicio al palacio alguna vez en su vida pero que había desertado debido al nacimiento de su primogénito siendo el retiro su mejor petición, quería honrar la llegada de su pequeño cachorro varón que sería su sucesor en el futuro, pero para ello la sangre tenía que ser derramada una vez más, Jukseoo sería testigo de un país libre y rico, el alfa se encargaría de que eso asi pasara.
El rey Kim Taejo en recompensa por la victoria que se veía perdida precedió un puesto en la corte solo para la familia Jeon, la generación de aquel apellido predeciría por décadas y milenios hasta que la historia misma guardara en sus recuerdos escritos como la vieja corea había resurgido ante una caída que nunca había sido esperada, sus nombres serian tallados en lo altos cielos y nadie en el país dormiría sin saber que alguna vez Un Jeon había sido su libertador.
Pero claro está, no todo podía ser victoria y recompensa, por años el rey que poco a poco tomó edad justa para tener él su propio sucesor a la corona previo y planificó planos que pudieran proteger al gobierno de Han Yang junto con el almirante Yi, Japón estaba resentida por lo sucedido, muchos alfas perdidos en batallas, otros había muertos practicando el oibara* ante la pérdida de sus rigentes, ningún soldado podía quedar vivo si su capitán o mandatario moría en el proceso de conquista, por años entre las fronteras marítimas de Japón y Han Yang la guerra se dispuso pintado sus orillas de rojo vivo, causando fuentes de arroyos nacientes de lágrimas de omegas que perdían, hijos, alfas y hermanos en el proceso.
Ninguna guerra era justa para las víctimas que dejaba atrás pero ningún habitante fuera de ella sufría la desgracia de ser desterrado o arrancado de su país si para ello estaba el rey Kim, dos años después de que el príncipe Kim cumpliera su décima octava primavera su padre Kim Taejo fue asesinado en los aposentos de su recamara, omegas nacidas de campesinos de las tierras enemigas habían logrado ingresar y escabullir a sus guerreros en entrenamiento, esto era el principio de algo que no tendría final hasta que el cobarde detrás de aquella orden de asesinato perdiera la cabeza como venganza justa.
Solo con el propósito de ser dejada a los pies del príncipe que tendría que tomar de manera rápida y contra su edad joven el poder, su madre despechada pronto moriría ante un lazo roto, así que el deber del príncipe era dar pasos rápidos en las próximas decisiones que precederían su corona y puesto.
El hijo del almirante Jeon también tomó el puesto de su padre cuando él mismo falleció en combate en una tropa en alta mar que fue atacada sin remordimiento, él gran alfa había muerto como guerrero, llevándose todo aquello que cruzara su camino e impidiera la libertad de Han Yang y su rey.
Jukseoo en medio de su pena y su deber acepto toda ayuda ofrecida por un príncipe rencoroso y cegado ante la venganza, el mismo Jukseoo previa que aquella forma de pensar y llevar sus emociones podrían llevar al reino en caída y vaya que eso pesó en el orgullo herido del rey joven, porque sin dudar y con el pulso más templado que el hielo, destituyó a Jeon de su cargo dejándolo en manos de Choi Suguo quien en sus ansias de ganar las mismas riquezas que alguna vez habían sido pertenecientes de la familia Jeon, erro.
Dejando una brecha ancha al enemigo, los japonese arrasaron todo a su paso como el invierno en la primavera frágil y pequeña que solo pide un poco de calor para florecer, destruyó, violó y masacro cada alfa, omega y beta en su camino, esclavizo niños, jóvenes y ancianos y por una vez en 2 décadas, el gobierno del rey Kim cayo.
Las calles de Han Yang se pintaron de rojo sangre y cielos grises de dolor por primera vez, el silencio era una petición cumplida que los habitantes odiaban, pero realizaban para evitar la furia de los castigos que maltrataban sus espaldas e irrumpía en sus cuerpos violentados.
El palacio del rey fue abandonado a la primera caída del ejército que protegía a su majestad, el príncipe huyó con ayuda de su personal que temiendo la pérdida de la sangre real ocultaron su paradero y el de su pronta esposa, una concubina suertuda por su belleza que estaba embarazada del próximo príncipe Kim, el rey joven odio su inmadurez ante los actos, sus más profundos deseos habían llevado a la destrucción de Han Yang.
Jukseoo previendo ya aquello había huido mucho antes con su omega prometida y que cuidaba a su recién nacido cachorro de tan solo unos cuantos meses de vida, Jeon protegería a espada y garras su hijo Jungkook, nadie más que ese pequeño cachorrito sería capaz de salvar las tierras perdidas en odio y desgracia.
Desde 1418 hasta 1543 los invasores arrasaron con todo a su paso, los alfas jóvenes eran tomados para ser llevados a Japón para que fueran esclavos de sus tierras y si era posible abono para esta también, cuando mostraron sus primeros signos de interés más de un coreano pensó que aquello era el fin, un regente malicioso y que sabía lo que tenía en sus manos empezó a comercializar con las tropas de Portugal, mandando y recibiendo armas, omegas y oro en los navíos que crecían con cada ganancia. Ante aquella osadía, el rey Kim quiso alzar una revuelta entre su escondite, pero los problemas que habían llevado su huida y más, habían dejado la salud de su omega en serios problemas que pronto podría cobrarle la vida.
Fueron años de zozobra y dolor, sangre y lágrimas hasta que en 1578 el académico coreano de Han Yang, Jeon Jukseoo recomendó a los ciudadanos que habían huido como él a tierras lejanas que entrenara a sus jóvenes alfas entre ellos a más de 100.000 soldados que podrían dar frente a los japoneses que se habían adentrado a campo profundo y que aún estaban en vista de ser reclamada o no, aquella oportunidad fue la máxima para que el rey Kim apareciera de su destierro dando toda autoridad a Jukseoo para acabar con el enemigo.
Pero aquello no era nada para lo que se vendría después, Toyotomi Hideyoshi había tomado el poder ante la pérdida de Oda Nobunaga dirigente encargado de la invasión y quien había dado la victoria a Japón años atrás.
La muerte estuvo presente como una compañera que se subía a sus espaldas, todo era muerte tras muertes y la precaria salud del rey decaía a picada, necesitaba una omega que sustituyera su lazo roto con la fallecida concubina que había perdido a su cría en el parto y la vida misma en él.
Jeon en cambio debatía su vida entre espadas y cuerpos que caían a su derecha e izquierda, estaban dándolo todo en el frente, necesitaban crear una mínima línea que les garantizara un poco de estabilidad y una falsa esperanza de salir vivos y victoriosos de aquello. Entonces cuando todas las cartas se habían puesto en la mesa en 1586 Toyotomi Hideyoshi reveló lo que sería la caída del gran rey, años de preparación y planos se estaban hundiendo junto con los barcos que arrasaba a sus alfas en las profundidades frías y oscuras del océano asiático, la pequeña unión de Corea y China estaba expuesta ante aquel alfa de odiosa presencia, mirada parda y cuerpo corpulento testigo de cada nación que había invadido y llevado a la ruina.
Ahora en la mira no estaba solo la cabeza de Jeon Jukseoo sino también la capital de china la cual había apoyado toda aquella revuelta como un pedido original sellado con sangre entre el rey Kim Taejo, el almirante Yi Jeon y el gobernante de tierras vecinas Liú Wang.
Hideyoshi sonreía en grande mientras planeaba lo que sería los preparativos para la invasión y destrucción de aquellos dos países que estaban dándole un dolor de cabeza, pero de la misma forma que él se preparaba para lo que sería el máximo golpe, Jukseoo junto a sus Tropas repelían los ataques a yurcheon donde los japoneses eran más fuertes y las tropas de armamentos se guardaban, quizás no todo estaba perdido y esta era la oportunidad que buscaban, armas en las manos de Jeon.
Ante aquella victoria que solo tuvo la mínima pérdida de alfas, el rey Kim ahora comprometido con la hija del regente de Icheo nombró con el rango más elevado dentro de la corte del Rey Seonjo al académico hombre que saboreaba su próxima lucha.
Las armadas de Jeon se desplegaron en varias regiones bajo las órdenes del sargento Yu, Chen Wang y Zhào Bae, quien siendo el reciente hijo reconocido por el conde Bae tomaba un importante puesto al estar bajo la dirección de Jukseoo; Yu como conocedor de las tierras y de lo que pronto necesitarían para tomar más territorio y solo dejarle las islas a los japones, abogó por la reconstrucción de los castillos destruidos que podrían servir como cuarteles de entrenamiento para los nuevos soldados, ahora la edad no importaba y toda cría pasada de 5 años era necesaria para la guerra entre ellos el hijo pequeño de Jukseoo, Jeon Jungkook, Yu había pedido con fervor que aquel niño se le fuera entregado para ser entrenado, pero un padre es un padre y ante tal pedido Jukseoo negó toda solicitud, su hijo aún no estaba capacitado para tal camino y postura, era un niño y como niño tenía que vivir hasta que su padre así lo quisiera, por lo tanto toda petición había sido denegada.
Y ante tal traición a su persona Yu dejó su cargo volviéndose un forastero que vendió a su país antes del suicidio, había informado a Hideyoshi que las tierras del sur oeste estaban libres de protección y podían entrar por ahí y darle un golpe profundo al rey Kim y sus dirigentes protectores.
Los rumores de aquello llegaron rápidamente a Jeon Jukseon, quien dejando su cargo por el deber partió hasta aquella zona con solo 300 hombres que perderían su vida junto con la de su gran almirante, el rey Kim estaba devastado, su hombre de guerra y que había desplegado cada soldado en el país dándoles la oportunidad de sobrevivir y casi alcanzar la libertad estaba muerto, Jeon Jungkook había quedado huérfano de padre, su deber como un próximo alfa era tomar el lugar que había sido de su progenitor.
Sus vestimentas negras fueron señales de avisos a los aldeanos que acompañaron al pequeño y su madre al fúnebre entierro que se estaba celebrando en lo alto, Jeon Jukseoo sería enterrado con honores mientras el próximo almirante Jeon se reclutaría bajo la instrucción de Jackson Wang, hijo menor de Chen Wang.
En 1591 El Almirante Jeon Jungkook se convierte en el comandante de la «Flota de Jeolla del Oeste» y comienza su carrera naval siendo el alfa más joven en tomar tal puesto superando a su abuelo y a su padre, el rey Kim no duda en hacerle entrega de todo poder monetario para que cumpla con su deber y así lograr recuperar los terrenos perdidos entre manos japonesas, pues importándole poco la inmadurez física tenía la confianza de que aquel Alfa daría más de lo que tenía.
Gracias a ello Jungkook comienza con la construcción e innovación de los barcos tortugas fortaleciendo así la flota de Han Yang que prontamente perdería su nombre antiguo para ser llamada Seúl de corea.
El Rey Seonjo envía embajadores a Japón bajo la protección de Jeon, confirmando así que este país no atacaría Corea, pero Hideyoshi incumple a su palabra y lanza un contraataque a Han Yang aprovechando que Jungkook no está en el país para defender ante aquello, el rey Kim Seonjo pierde la vida dejando en las manos de su hermano Kim Taeyeon la corona y su omega embarazada del próximo rey legítimo, Kim Taehyung.
En 1592 el 23 y 24 de mayo 150.000 soldados samurái japoneses desembarcan en Corea y capturan Busán y Tadaejin en un ataque sorpresivo. Las divisiones primera y segunda bajo el mando de Konishi Yukinaga y Katō Kiyomasa respectivamente comienzan a marchar hacia el norte del país en busca del rey Kim y la omega del antiguo Kim.
No podían dejar cabos sueltos y eso era la sangre real Kim, Jungkook intenta con todas sus fuerzas regresar lo más rápido que le permite sus barcos, pero la guerra en el mar no es pasiva y ante todo pronóstico simplemente les toca rezar al gran astro para que aquello no sea el fin de una nación que necesita un respiro de tanto odio y dolor.
Dos meses después los navíos desembarcan en Jeju, Jungkook parte hacia Busan inmediatamente donde la información dada a su persona registra que el rey Kim está siendo torturado mientras la omega del antiguo rey es sometida a constantes amenazas de aborto.
Con tan solo 18 años de edad Jungkook lidera la más duras de las batallas en Busan, reclamando lo poco que queda de una tierra baldía y perdida entre escombros, cuerpos putrefactos en descomposición, armas y la añoranza de ver la luz al final del túnel.
No fueron fechas fáciles para nadie, el llanto desolado de hijos, padres y parejas arrugaban el corazón del rey Taeyeon quien bajo la protección del dirigente Jeon Jungkook era llevado de nuevo al palacio de la familia Kim, la omega del antiguo rey resguardaba en sus brazos finos y telas ricas de algodón y seda el hijo legitimo del monarca fallecido, su cabellera rubia se apegaba a su cabecita diminuta que se protegía ante la exponencial de un sol que brillaba en lo alto.
Seúl de Corea estaba a un paso de ver un nuevo día, la madrugada del 12 de agosto recibió a los nuevos reyes de Corea y al príncipe de esta.
Jungkook fue proclamado entre caravanas de flores y riquezas, el rey Kim ante su gran valor, y astucia, otorga una paz que tardaría años o quizás milenios en destruirse; sucesivamente recomienda a Jungkook a un estatus de yangban, una nobleza semi -hereditaria que era efectiva por tres generaciones y que acompañaría a su descendencia alfa hasta la tercera línea de familia sucesora del apellido. Para convertirse en tal funcionario, Jungkook tenía que pasar una serie de exámenes de gwageo pero gracias al combate que había presentado y el cómo había luchado con valor y decisión todo aquel protocolo fue exonerado a su persona, los consejeros del rey intervenían en ocasiones acusando que era esencial que el general Jeon cumpliera los tres tipos de exámenes de gwageo: literario, militar y misceláneo, entre los cuales la ruta literaria era la más prestigiosa ya que esta daba la disposición de muchos de los mensajes en clave, que incluían todos los mensajes censurados, siendo accesibles solo a los funcionarios que habían pasado el examen literario.
Jungkook aceptó sin rechistar realizar aquellas pruebas, no tenía miedo de nada, la guerra le había arrancado la poca humanidad o miedo que podría tener un alfa, desde cachorro los japoneses y el poder perdido del estúpido rey habían dejado a su persona huérfano, no le debía nada a nadie solo a su puesto y a su sangre que por generaciones habían usado ese cargo con orgullo y ferocidad, así que cumpliendo las reglas Jeon presentó las pruebas que constituían llegando a la ruta literaria donde había una serie de cuatro pruebas, las cuales debía cumplir para poder calificar y convertirse en un funcionario de alto rango número uno.
Para él que había sido testigo de tanta violencia, donde sus manos estaban manchadas de sangre y más, aquello no era nada, no era de sorprender que el puesto de regente, dirigente militar e instructor estuvieran a su disposición después de todo era un Daegam honrado que había alcanzado lo que su padre y abuelo habían perdido después de la muerte.
Después de aquella entrega en bandeja de plata y un poco de contradicción política en el gabinete gubernamental Jungkook se dispuso de seguir con su rastreo en las regiones pero el destino no planeaba eso, las doncellas de la zona y países vecinos estaban encantadas con las historias que se contaban del capitán encargado de la liberación de Seúl de Corea, el joven apuesto alfa necesitaba una omega que pudiera cumplir con sus expectativas y además cumpliera con la petición del rey Taeyeon, dar un heredero de la sangre Jeon fuerte y puro en su casta, alguien que pudiera liderar a una tropa y ser el sucesor en jefe de lo que alguna vez Jeon Jungkook dejaría atrás tras la muerte.
Nada era fijo en la guerra y el vivir para siempre era un hecho no verídico que no todos los seres humanos tenían la suerte de poseer, por ello y bajo la presión que la política le estaba colocando en sus hombros el general Daegam se vio en la obligación de aceptar varias concubinas dispuestas a ser juzgadas hasta que se decidiera quién sería la compañera fija del regente Jeon.
Roseanne Park ambiciosa entre las omegas de su clase, decidió jugar sucio, ella por ser princesa y la tercera hija el reino Park estaba destinada a casarse con el heredero de Liú pero en su cuerpo y mente solo había un dueño y un alfa, Jeon Jungkook sería suyo así tuviera que ir en contra de lo que un título honorífico dijera, usando su poder en la política y la sangre que recorría sus venas, Roseanne convenció a el vizconde de los Bae en unir al regente Jeon a una omega de alta alcurnia y cuna política, después de todo no se podían permitir que el próximo hijo de Jeon no tuviera la sangre necesaria o el estatus adecuado para cumplir con su deber, cuidar al próximo líder de la corona.
Más adelante y con ayuda de algunas concubinas de su familia, la deshonra visitó la puerta de los Wang al descubrirse cómo el heredero a la posición de su padre había sido descubierto siéndole infiel a su prometida Park con una omega de clase baja y que solo era una prostituta de paso que daba entretenimiento a la clase alta, la vergüenza pintaba la puerta de Liú hasta el punto de ceder su puesto a su hijo, Jackson Wang quien dejando de lado las tropas y el puesto de instructor tuvo que cargar con los errores cometidos de su sangre
La omega Park al verse traicionada por un engaño fingió ante su padre, ella no podía ser insultada de esa forma, a petición y represalias contra el alfa que merecía la pena de muerte Liú pide piedad al rey Kim, exigiendo por los tantos años de servicio que intervenga antes de que el joven alfa sea asesinado en la horca y su nombre sea humillado públicamente
El Rey Kim interviene con lo único que puede ceder y está a su disposición, el general Jeon necesitaba una omega que pudiera cumplir con el importante rol de concebir alfas y Jungkook no estaba en la posición de discutir, así sin más se cierra lo que sería el compromiso del año y el cierre total a aquella búsqueda de la pareja perfecta, una vez más Roseanne había cumplido uno de sus caprichos al caminar entre la multitud con el general Jeon que mantenía su distancia y mirada en alto mientras la hermosa jovencita recibía con gusto y pomponería la atención dirigida a su persona.
La familia Park era buena en las aportaciones que daban cada año al reinado para asegurar su puesto y que ningún enemigo fuera en su contra, habían logrado su puesto gracias al comercio que muchos años atrás el abuelo Park había empezado, dando sus frutos tiempo después al volverlos reyes de las zonas comerciales de Daegun.
El matrimonio arreglado entre los Park y los Jeon era algo que se esperaba con bastante insistencia, los pueblerinos no dejaban de hablar de la belleza inigualable de la chica que siempre paseaba por los alrededores del palacio de los Jeon, junto con su prometido quien no muy hablador o galante en su personalidad la escuchaba y seguía como debía ser, deseaban ver pronto la cría que nacería de aquella unión.
La felicidad hacía de Rose una mujer preciosa, su cabellera rubia casi platinada conjugaba con la nieve de diciembre, su piel de porcelana pocas veces se tintaba de rojo y cuando lo hacía era porque recibía algún comentario galante de su prometido – quien en contadas ocasiones se permitía ser considerado en palabras amables con la omega.
En 1594 Jungkook es llamado al frente, con tan solo 21 años de edad el regente del rey tenía que cumplir su deber una vez más antes de que las firmas de paz se asentaran en suelo extranjero, la joven Jeon, ahora esposa y omega del general reposaba en su hogar con una barriga a punto de ver luz.
Quizás los pocos sentimientos involucrados en el lazo y la poca equidad del uno con el otro habían hecho de aquella relación algo difícil de llevar y claro de un embarazo riesgoso que solo daba las esperanzas de sobrevivencia de uno de los dos seres humanos ocupantes de aquella alma compartida, toda vitalidad que alguna vez había estado en aquel cuerpo de gracia del cual Jungkook había disfrutado en la privacidad de su recamara, reclamando un cuello virgen como suyo mientras su miembro viril profanaba y rasgaba cada parte interna forzando una concepción si o si después de un año, había perdido su belleza para entregársela a su hijo, el niño que pronto conocería el mundo tenía que nacer sano y salvo a costa de la vida de su madre quien añoraba tenerle en brazos por lo menos una vez antes de fallecer.
Algo en ella le decía que tal vez no podría conocer el color de sus ojos y el cómo luciría su cara al madurar y volverse un niño grande y fuerte como su padre.
El 27 de marzo de la misma fecha el regente Jeon es informado del fallecimiento de su esposa Jeon Roseanne quien en su dado momento de dar a luz no soporto el parto y perdió la vida trayendo al mundo al primogénito de Jungkook, quien entre limpias y caras mantas era arrullado por las nodrizas que se encargarían de su crianza hasta que su padre alfa regresara.
La pena no hizo estragos en Jungkook ni mucho menos el lazo roto, para él solo cabía decepción ante aquella noticia, Rose no solo era una tonta omega enamorada de un hombre que no podía generar sentimientos puros hacia ella, sino que también le había decepcionado al no soportar un simple parto de un cachorro que daría deshonra a la familia Jeon al ser un omega de cabellos platinos y claros como la nieve, de ojos blanquecinos y cristalizados como el gris de los diamantes en bruto, de piel pálida y pulida como las muñecas geishas que habían sido comercializadas en la región ante la caída de Japón.
Aquel nacimiento no era más que pena y calamidad para Jungkook, quien en algún futuro lejano sería obligado a buscar esposa nuevamente o en un caso dado se vería en la obligación de entregar a su hijo a un alfa de buen porte que diera los herederos que su inútil esposa no había podido procrear.
El rey había dado la hora buena a un alfa que mantenía su rostro impoluto de sentimientos, solo Jeon sentía aquel hecho como un infierno de yugo hierro enterrado en su corazón, como un peso que fastidiaba un poco su lado machista y frívolo, un sentimiento de desprecio que revolcaba a su lobo que exigía la muerte absoluta de un ser no preciado, más para los demás alfas aquello solo era una bendición grande, en las 5 décadas que había precedido en la familia Jeon y la gobernación del reinado Kim jamás había nacido un omega macho y más uno pequeño bendecido por el astro lunar.
Los poblados cercanos y las islas del norte corrían la noticia del nacimiento del pequeño omega Jeon, quien con su belleza invernal cautivaba a todo aquel que tuviera la oportunidad de rozar sus ojos con su delicada existencia.
Todos casi podían imaginar un futuro próspero y fructífero para aquel pequeño niño que dormía en cunas de oro y brazos cariñosos.
Y la historia dictamina el casi porque en la vida de Jeon Yoongi habría de todo menos un futuro próspero y fructífero lleno de felicidad.
¿Qué es el seppuku?
El seppuku, hakiwaki o hara-kiri (腹切 o 腹切り lit. 'corte del vientre') es el ritual de suicidio japonés por desentrañamiento. La práctica de seguir al amo en la muerte por medio del harakiri es conocida como oibara* (追い腹) o tsuifuku (追腹).
WUENOOOOOOOOO AQUÍ SE PRENDIÓ LA JODA, LA INTRODUCCIÓN ES SIN CENSURA, DE AQUÍ EN ADELANTE NO ME HAGO RESPONSABLE DE LOS SENTIMIENTOS CAUSADOS, POR FAVOR DEJAR COMENTARIO OBLIGATORIO XD NECESITO SABER QUE PIENSAN AHREE NO ME DECEPCIONEN.
(perdón que no publique el 8 :c se me quemo la bateria de la laptop por culpa de la tormentas eléctricas que están azotando mi país gracias al tifón que está afectando a varios países y que está de paso, también mi teléfono se quemó, afortunadamente mi mami me compro teléfono nuevo porque de verdad lo necesito y yo trabajo con el, asi que era una necesidad de primera, para tristeza mía estoy usando la laptop emprestada de mi amigo para poder por fin hacerles llegar este fic, mientras no adquiera la batería de la laptop que cuesta 90$ pues no estaré activa, de igual forma hay una mínima esperanza mañana 14 de octubre, mi papi me dijo que iba intentar comprarme la bateria, ojo teniendo fe de que consigamos el modelo que necesito sino, habrá que mandarla a traer de afuera y pues ya ahí no podríamos pagarla porque el envio es carito, entonces aja, deseando tener suerte de que consigan el modelo exacto de mi laptop y tambien rogando que la bateria si cueste los 90$ que supuestamente nos dijo un tipo de las tienda hp que valían, porque si son mas cara cejo, no me la compran porque aja, ya no hay dinero, se gastó casi todo en mi telefonito bonito :C)
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