• [CAPITULO 16] •
JiMin se estaba tomando un baño mientras Taehyung le decía la lista de invitados a su cumpleaños que sería en cinco días.
―¿Invitarás a Choi WooShik?― Cuestionó.
JiMin negó. ―No quiero que Yoongi se altere, eso no es bueno para el cachorro.
Taehyung siguió nombrando a los invitados mientras JiMin escuchaba con atención, dos betas lavaban su cuerpo con delicadeza.
Uno de ellos dió un suave codazo al contrario al ver una marca de mordida en la parte trasera del cuello del pelinegro, el emperador Park había sido marcado. Los betas se miraron entre sí preguntándose si la marca era de la emperatriz o de otro omega, aunque no creían capaz al emperador de engañar a la emperatriz.
―Sí. La emperatriz me marcó, pertenezco únicamente a Park Yoongi― Habló al sentir como los betas no limpiaban su cuerpo - Retirense, pueden decirle a todos la noticia si quieren. No importa.
Los betas se alejaron del alfa y se retiraron con una leve reverencia, se sentían muy apenados de ser descubiertos.
El castaño soltó una risita. ―¿Si sabes que ya no puedes estar con ningún otro omega? ¿Y posiblemente otros alfas te vean con inferioridad?
JiMin salio de la tina, camino hasta donde estaba su bata y se la puso. ―Lo sé perfectamente; yo no necesito de otros omegas. Yoongi es el único omega que quiero a mi lado y de lo último... No creo que nadie se atreva a decirme nada. Yoongi y yo solo completamos nuestro lazo, ahora es un lazo muy fuerte.
―En fin, quieres roles de canela en la fiesta, ¿Verdad?― Preguntó.
―No. La otra vez se comieron los roles de canela de Yoonie― Hablo molesto. ―Se desquitó conmigo y tuve que preparar roles de canela en la madrugada.
Taehyung pensó en una solución. ―Puedo pedir que le lleven una docena de roles de canela a la emperatriz cada hora hasta el trono― Propuso.
El alfa sonrió ante la propuesta. ―Sí, haz eso, te dejo lo de los demás preparativos. Le prometí a Yoongi llegar a dormir temprano.
―Está bien, yo me encargo de su fiesta de cumpleaños.
JiMin salio de ahí, camino hasta la habitación que compartía con Yoongi. Al llegar simplemente abrió al puerta, vió como su omega estaba acostado en la cama con un pequeño mohín. Yoongi al ver al alfa en la habitación se sentó en la cama y sonrió en grande.
―¡Alfa, llegaste!― Exclamó emocionado, dando pequeños brincos.
El alfa se acercó a la cama para evitar que el omega siguiera dando brincos. ―Yoonie... ¿Tarde mucho?
―Sí. Me estaba quedando dormido― Abrazó al pelinegro.
―Perdóname, estaba viendo los preparativos de mi cumpleaños― Dejó un beso en la mejilla izquierda del rubio.
Yoongi se acurrucó en el pecho del pelinegro, bajo la bata de baño para ver el torso del alfa. ―Me gusta tu cuerpo...
El alfa se sintió avergonzado y peino su cabello húmedo con nervios. ―¿Quieres secar mi cabello?
El omega dejo un suave beso en el pecho del pelinegro antes de quitarle la toalla al alfa y dejarlo desnudo. ―Dormiremos muy calientitos, ya elegí tu pijama.
―Que esposo tan lindo.
Yoongi empezó a secar el cabello del alfa y cuando considero que ya estaba casi seco dejo la toalla en el suelo. ―Cámbiate rápido.
El omega se acurrucó en la cama mientras veía a su esposo cambiarse, después de unos momentos JiMin ya estaba en la cama, abrazando a su omega con delicadeza.
Los días pasaron rápido y justamente hoy ya era la fiesta del emperador. Yoongi estaba sentado a lado de JiMin mientrás comía roles de canela.
―Jiminnie, ya no aguanto está corona, pesa mucho― Se quejó.
―Vamos a qué te la cambien por una más chica, cariño.
Yoongi negó levemente. ―Disfruta tu fiesta, yo iré a solito. ―Jennie me puede acompañar.
JiMin asintió no tan convencido. ―¿Enserio no quieres que te acompañe?
―Tranquilo, solo me quitarán esto y me pondré otra― Habló.
―Sí tardas mucho iré a buscarte, ¿De acuerdo?
El omega asintió parándose del asiento, se iba acercar a su dama de compañía pero la vio hablando con un alfa entonces decidió no interrumpir aquel momento, salió del salón el solo, total, no necesitaba ayuda para quitarse algo tan simple.
Empezó a caminar con tranquilidad en la pasillos mientras tarareaba en voz baja.
―Mi cachorrito... Jiminnie siempre nos va a proteger― Murmuró.
JiMin estaba hablando con el duque Jung sobre su cachorro y de lo feliz que se sentía al saber que sería padre.
―Quiero que tenga los ojos de la emperatriz― Comentó.
―¿Son verdes o azules? Nunca se los he visto bien― Habló el duque Jung mientras tomaba de su copa de vino.
―Son azules, son tan lindos...― Iba a seguir hablando de su omega pero sintió a través de la marca como su omega tenía miedo. ―Disculpeme, tengo que buscar a mi omega.
JiMin dejó su copa de vino en la mesa que estaba cerca y empezó a caminar a pasos apresurados hacia la salida. Cuando iba abrir la puerta se sorprendió al ver a Yoongi del otro lado de ella, luciendo extraño. Tomó con delicadeza la mano delgada del menor.
―Cariño, ¿Todo bien? Yo... La marca.
―Estoy bien― Empezó a caminar hacia su asiento, necesitaba descansar.
El alfa lo siguió y ambos tomaron asiento. ―Cariño, no te pusiste nada...
Yoongi tocó su pelo. ―Lo siento, iré a ponerme una.
El omega se iba a levantar pero el alfa no se lo permitió. ―No te dejare solo― Le hizo una seña a un sirviente que estaba cerca de ahí y le ordenó que trajera una corona liviana para su omega.
Una vez la omega se retiró, dirigió su mirada a su esposo el cual lucía nervioso y asustado, inspección detalladamente de arriba abajo a su esposo, notando como el rubio jugaba con sus manos de una manera nerviosa mientras miraba fijamente hacia la pista de baile.
Sin pensarlo dos veces se arrodilló frente a él. ―¿Qué sucede, cariño?
―Nada...
JiMin estaba muy preocupado por la repentina actitud de su esposo. ―Yoonie, pídeme lo que quieras yo te lo cumpliré pero por favor... No estés así, confía en mí.
Yoongi bajó su mirada para ver al alfa, lo observó unos segundos antes de hablar. ―Destruye el reino de Camelot, trae a los cachorros aquí y mata a los demás.
El alfa se sorprendió ante la petición. ―¿Matarlos...?
El omega sujeto con fuerza el traje del pelinegro para acercarlo más a su rostro. ―Quiero que destruyas el reino Camelot, mata a Wooshik, a mis padres y a todos... Menos a los cachorros.
―En una semana haré todo lo necesario para hacer lo que me pides― Habló.
Yoongi negó con una leve sonrisa. ―No quiero que sea en una semana o en dos días, quiero que sea mañana.
Algunos invitados estaban presenciando la escena, queriendo saber de qué hablaban o discutían los emperadores, otros miraban con asombro la escena del emperador Park arrodillado frente a un omega y otros más, simplemente ignoraban.
―Te lo estoy ordenando, JiMin― Habló con un tono de voz gélido.
―Como órdenes, mañana mismo ese reino estará destruido― Inclinó levemente su cabeza, tomo la mano del rubio, la cual estaba sosteniendo su traje, dejo un pequeño beso en el dorso de esta. ―Voy a matar a todos en ese reino, menos a los cachorros.
La sirvienta se acercó levemente. ―Su majestad, lamento interrumpir...― El alfa miro a la mujer. ―Aquí está la tiara.
JiMin se levantó del suelo y tomo la tiara y la colocó con delicadeza en la cabeza del castaño, una de las tantas tiaras que había mandado hacer para su emperatriz, su omega, su predestinado; dejo un pequeño beso en la frente del menor antes de alejarse un poco.
―Cumpliré lo que me pides― Se alejo del omega. ―¡Taehyung, ven a mi oficina!― Ordenó antes de salir del salón, dejando a los invitados con curiosidad de lo que pasaba.
Por otro lado, Yoongi estaba sonriendo mientrás miraba a los invitados. Se sentía bien, se sentía feliz. Miro el pedazo de papel que tenía en su mano izquierda sin borrar su sonrisa.
―Eres un idiota...
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