Por el resto del camino no hubo ni una sola palabra, sin embargo el único nervioso era
Minho ya que Jisung estaba muy tranquilo.

Al llegar a la mansión Minho bajo primero y cuando Jisung estaba por salir Minho abrió primero la puerta dándole la mano para ayudarlo a salir, Jisung lo vio un poco apenado por su acción pero no dijo nada y solo acepto su ayuda. Sin decir nada entraron a la mansión donde los empleados subieron a prepararles un baño puesto que ya era tarde.

Al entrar finalmente a su habitación Jisung dio un suspiro, había sido un día largo y agradable y se encontraba cansado, tanto que pensó que dormiría inmediatamente cuando su cuerpo estuviera en la cama.

Tomo un baño para irse a la cama, pero en cuanto estuvo acostado una pregunta vino a su mente. ¿Por qué las personas se miraban tan sorprendidas? ¿Por qué todos parecían tenerle miedo al padre de Minho? ¿Acaso el aún no lo conocía bien? ¿O acaso solo eran rumores que las mismas personas habían inventado creándole esa reputación? Dio vueltas en la inmensa cama preguntándose lo mismo. Era extraño, no sabía que pensar, aunque también sabía que las personas podían inventar cosas o tal vez el omega tenía un mal pasado que le había creado esa reputación. Pero bueno hasta no ver, no creer, pensó.

El omega era muy bueno con el, ¿por llenarse la mente de cosas negativas y teorías? Aún no conocía muy bien a la familia de Minho, ni tan siquiera a el, pero poco a poco era seguro que lo haría.

Aunque para Jisung las cosas parecieran ir bien, era todo lo contrario para su hermanastra y padrastro.

Era de esperarse, esos dos siempre dependían de Jisung para todo.

Puesto que ahora Jisung no estaba con ellos ya no tenían a un esclavo quien los mantuviera. Ahora, al contrario tenían nuevas deudas. Y vivían con lo poco que les alcanzaba el empleo de Nayeon, y si, ahora sin tener más opción tuvo que conseguir un trabajo, en un comedor de comida japonesa. Donde ganaba lo mínimo ya que era una simple lavaplatos.

Su padre solo apostaba y bebía más, ella tuvo que abandonar la universidad puesto que allí sus calificaciones eran las peores haciendo que dejara el año más que probable.

A diferencia de Jisung, a ella ningún hombre alfa la deseaba, cuando Jisung estaba con ellos muchos alfas llegaron a ofrecerle dinero al padrastro para que los dejara tener relaciones sexuales con Jisung y lo peor era que siempre estaba dispuesto aceptar el dinero así que lo permitía. Sin embargo Jisung siempre lograba huir antes de ser abusado, al día siguiente como era de esperarse los alfas golpeaban al hombre y esto hacía que el se enfadara y golpeara a Jisung al llegar.

Todo se estaba desmoronando para esos dos, parecía que pronto sería su fin.

Los rayos de luz entraron por la gran ventana de su habitación. Abrió despacio sus ojos y se levantó de la cama, al ver la hora vio que eran las siete de la mañana, no pensó levantarse a esa hora pues ayer en la noche le había costado dormirse. Y pensó que se levantaría un poco más tarde, sin embargo su cuerpo ya estaba acostumbrado aún horario, ya que cuando vivía con su padrastro y hermanastra era el primero levantado para irse a la universidad y los días que no tenía que ir trabajaba igual. El único día que se levantó tarde fue cuando llegó a la mansión.

Tomo un baño y bajo al comedor siendo saludado amablemente por los empleados quienes le sirvieron el desayuno, se extraño al no ver a Minho, pero penso que tal vez esté ya se había ido a trabajar así que no pregunto nada.

Pero a los minutos escucho a un hombre decirles a las empleadas algo que le hizo saber que Minho se encontraba allí.

— Preparen té para el amo — el mayordomo ordeno a una de las empleadas.

Al parecer Minho no había ido a trabajar y estaba por algún lado del jardín.

— Joven amo, le traje su té.

— Bien, ponlo en la mesa... — Minho hazlo la cabeza viendo que el mayordomo venía acompañado.

Rápidamente dejo el libro que estaba leyendo a un lado de mesa y se levantó ofreciéndole una silla a Jisung. Al ver esa acción el mayordomo sonrió y se retiró para dejarlos solos.

Jisung asintió sentándose, había decidido ir ya que quería preguntarle a Minho cosas que sabía que este podría responder.

Minho le sirvió té y dejo de lado el libro para concentrarse en Jisung.

— Minho... — Jisung dijo con la cabeza agachada pues la mirada del alfa era muy penetrante y lo ponía nervioso.

— ¿Mn?

— ¿Por que..? ¿Por qué todos parecen tenerle miedo a tu padre?

Minho se mantuvo en silencio por un rato pero después contestó.

— ¿Por qué crees? — Preguntó con ahora una sonrisa leve.

Jisung levantó la cabeza un poco sorprendido, exactamente ya no sabía que pensar ya que Minho no desmintió que solo fueran rumores, ¿entonces si había una razón para que le tuvieran miedo?

— ¿Entonces, no solo son rumores? — Jisung preguntó confundido.

— Si te lo dijo, es por que no quiero que sigas con la duda, no es para que tu le tengas miedo ya que el seria incapaz de dañarte.

Jisung asintió pensando ¿qué tan grave podía ser?

— Mi padre omega... es temido por muchas cosas, y una de ellas es su posición. Al igual que mi padre alfa el también pertenecía a una mafia, y cuando se casó con él, también se convirtió en el líder de esta, por eso todos tienen un temor a lo que puede pasar si lo retan.

Jisung estaba atónito, nunca creyó eso, jamás, siempre pensó que sus padres eran Ceos, no se le ocurrió que ellos fueran mafiosos.

Su pensamientos fue interrumpido cuando sintió la mano de Minho sobre la suya. Levantó la mirada viéndolo un poco sorprendido.

— Como te dije, no tengas miedo, el jamás te dañará.

— Tú, ¿entonces... también eres parte de la mafia?

Minho soltó una risita. — Claro, de querer o no también tengo mi puesto allí, aunque me dedico más a las empresas.

Jisung ahora comprendía por que los Lee eran tan temidos.

— Jisung. — llamó Minho.

— ¿Mn? — Jisung levantó la cabeza al ser llamado por este.

— ¿Por que no salimos hoy a algún lugar que sea de tu agrado? Aún no se muy bien tus gustos, por eso, quiero ir conociéndolos.

Jisung no supo que responder, ya que el nunca salía de casa, no asistía lugares los cuales las personas normalmente visitaban en vacaciones o en su tiempo libre para distraerse un rato. Su infancia siempre fue estudio maltrato por los maridos de su difunta madre y en su adolescencia se le sumó el trabajo.

Guardo silencio por un rato manteniendo la cabeza baja, Minho aún tenía mucha dudas, puesto que no sabía de el pasado de aquel hermoso omega que por supuesto sabía que no había sido tan bueno. Pero ahora Minho ya habia puesto a sus hombres a investigar, y en cuanto supiera todo... le daría de comer a los Tigres a sus enemigos.

Desde que el padre de Jisung se lo había dado sin siquiera tartamudear o pensarlo dos veses supo que algo no andaba bien. Temia mucho lo que ese hijo de puta le hubiera hecho a Jisung.

— Entonces, elegire un lugar, debes de darme créditos si no te llega a gustar ya que prácticamente estaré adivinando. — sonrió Minho al ver que este no respondió.

Jisung lo vio y solo asintió, llevaba pocos días allí, por lo tanto era obvio que no tuviera tanta confianza y libertad, parecía sentirse más cómodo con su padre omega. Pero ahora que Minho ya había puesto en marcha la investigación también sabía que lo tenía que hacer con el corazón de Jisung. Ya que la cuenta regresiva había comenzado.

En cuanto acabase con los que dañaron a Jisung tenía en cuenta que también sería el tiempo para soltarlo. Y le aterraba no poder ganar su corazón en ese lapso de tiempo, ya que para la investigación no se necesitaba tanto tiempo mucho menos a la hora de acabar con sus vidas. Bueno cuando los capturará ya que no planeaba matarlos de un disparo. Les daría una muerte lenta, muy lenta y dolorosa.

Ambos se quedaron un tiempo más en el jardín, esta vez pudieron entablar una conversación en la cual Jisung pudo desenvolverse mejor dejando de sentirse tan incómodo como lo había estado hace poco.

Eran alrededor de las cinco de la tarde, una hora perfecta para la salida, ya que las tardes eran verdaderamente hermosas que creaban un ambiente cálido y romántico.

Minho se preparó para verse muy apuesto delante del hermoso omega pues esa noche no quería ir con segundas intenciones, solo quería crear un ambiente más abierto con Jisung, para que este ya no lo siguiera viendo como un desconocido, quería avanzar un poco esa noche creando confianza entre ambos.

Minho era de los alfas con un cuerpo y rostro perfecto que hacía derretir a cualquier omega. Además de ser rico y tener muy buen porte. Su elegancia destacaba siempre.

Vistió una camisa negra al igual que sus pantalones y zapatillas, su camisa manga larga, hacia que sus brazos se vieran tan hermosos y que su pecho y musculos se marcaran.

Espero al omega en la sala ansioso por verlo, rogaba que esa noche todo saliera bien y que no terminará en desgracia.

Volteó al escuchar pasos que se dirigían a el, viendo finalmente a el omega que vestía muy elegante, la ropa marcaba su buen cuerpo, vestía con una camisa manga larga blanca y unos pantalones negros al igual que sus zapatillas.

Al verlo Minho no evitó dar una sonrisa al ver lo lindo que este se veía.

— ¿Nos vamos? — preguntó tomándolo de la mano.

Jisung rápidamente desvió su mirada a su mano la cual había sido tomada por aquel alfa.

Sonrio levemente para seguir al alfa que sin soltar su mano camino con el a la salida donde abrió la puerta del auto para Jisung.

Después que este entrará el también lo hizo para comenzar a manejar, pues a el lugar al que iban era un poco retirado, tomaría más de una hora aproximadamente llegar, empezó a masajear con una sonrisa la cual no se borraba de su rostro. Parecía una adolescente enamorado.

Durante el viaje comenzaron a charlar de cosas agradables, haciendo que no fuese aburrido y que los minutos pasarán rápido.

Llegaron a su destino en un poco más de la hora calculada, bajaron del auto viendo la gran mansión que quedaba en una colina poco alta. Jisung se sorprendió al ver, lo bella que esta era, aparte que estaba en un lugar muy lindo y agradable.

— Pasaremos aquí la noche si así lo quieres. O si no podemos volver hoy mismo, como que desees. — Minho dijo viéndolo.

— No, esta bien, el lugar es muy lindo. — le sonrió mostrando sus dientitos de conejo, haciendo que las mejillas de Minho instantáneamente se pusieran rojas al igual que sus orejas.

El sol se estaba ocultando, los dos entraron a la mansión donde Jisung le preparó una deliciosa cena, la cual jamás olvidaría, era obvio, ¿como podría olvidar ese momento donde gritaba internamente al ser alimentado como un bebé por aquel lindo y tierno omega?

Cuando llegó la hora de irse a la cama, Minho pensó que no quería cometer el mismo error que cometió el primer día que Jisung pisó su mansión aunque este fuera necesario, pero al volver a tenerlo en la misma habitación y la misma cama, creía no sería capaz de contenerse. Así que para no dejarse llevar nuevamente fue a la habitación donde Jisung se encontraba, era la habitación matrimonial de la mansión, era enorme y tenía una hermosa vista.

— Jisung... — Minho entró a la habitación.

— ¿Mn? — este lo miro con una leve sonrisa.

— No quiero hacerte sentir incómodo... por eso tu quédate aquí, yo dormiré en otra de las habitaciones.

La sonrisa de Jisung se borró, agachó la cabeza y por unos segundos no dijo nada.

Minho suspiró al no recibir respuesta, así que dio un paso atrás para abandonar la habitación, pero inesperadamente fue detenido.

— No te vayas... — Jisung lo detuvo sostenido su camisa.

Minho se quedó sin habla y no volteó por miedo a poner nervioso al omega en cuanto sus
miradas se conectaran.

— No... no te vayas... ¿por que no puedes dormir conmigo? — Jisung estaba muriendo de vergüenza por dentro al pronunciar esas palabras pero su corazón hablaba por el.

Quería el calor del alfa, dormir con el mientras se aferraba a su pecho buscando ser acogido por un abrazó de este. ¿Que era esa sensación? Su corazón latía demasiado fuerte que temía que Minho lo escuchase.

Les traigo maratón <3

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