Capítulo 3
Como había dicho el día anterior, el omega llegó justo a la hora que quedó, sin pasarse ni un minuto o llegar antes, era muy puntual. Su esposo también llego pero venía en su auto a parte ya que cada quien iría por su lado con su chico.
El omega entro a la mansión apresurando su paso muy entusiasmado por ver a Jisung, al encontrarse con el le sonrió de oreja a oreja.
— ¡Oh, cielo! — lo abrazó fuertemente.
Jisung sonrió correspondiendo al abrazo amablemente sintiéndose feliz de ver al divertido padre de Minho de nuevo.
El omega lo vio muy orgulloso por su forma tan elegante de vestir. Ya se hacia la idea de que tarde o temprano lo vería formar parte de los Lee, definitivamente lo sería.
Vestía una camisa negra al igual que sus pantalones y zapatillas de vestir. mangas largas con cuello de tortuga y un blazer largo y gris, más los toques de elegancia que le daban las joyas. Un collar delgado echo de oro blanco que también contenía un pequeño diamante verdaderamente hermoso, un reloj negro y anillos que hacían ver sus manos extremadamente delicadas y hermosas las cuales una de ellas sostenían un bolso de mano negra.
— No puedo creer la suerte que tiene mi hijo — sonrió mirándolo el omega.
Jisung se sonrojo y sonrió tímidamente ante sus palabras. Mientras el omega se acercó a él y lo tomó del brazo. Jisung era un poco más alto que el omega ya que este media uno punto ochenta y dos, pero ahora que se fijaba bien, Minho y el se parecían mucho, ambos eran castaños y sus labios eran casi iguales.
— Bueno, ¿no vamos? — sonrió el omega habiéndolo tomando del brazo.
Jisung asintió sonriente caminando con el.
Al salir de la mansión le dio un abrazó a Minho y le dijo a su padre que lo aconsejara bien
con un susurro.
No quería que Minho cometiera una estupidez que asustará a Jisung, ya que enverdad quería a ese chico para que fuese su yerno y padre de sus futuros nietos.
El alfa asintió con una sonrisa y besó la mejilla de su esposo para dirigirse al auto con Minho.
El omega también subio a su auto con Jisung mostrándose muy amable como siempre. Ni siquiera su madre había sido así con el, ya que su difunta madre biológica era el tipo de mujer la cual su prioridad eran los hombres antes que su propio hijo. El nunca se había sentido bien con ella y peor aún después con su padrastro y hermanastra. Así que prácticamente esa sensación de ser tratado bien por las personas, era nueva para el.
En el camino hubieron muchas risas y conversaciones entre los dos, parecían coincidir bien.
— Oye Jisung, ¿qué te parece si primero nos vamos de compras y después vamos a hablar a un café o restaurante?
— Oh, está bien. — Sonrió Jisung despegando la mirada que tenía al frente.
— Bien. — Sonrió el omega llendo un poco más rápido.
Al llegar se estacionó para entrar con Jisung a el edificio el cual era realmente grande, ese siempre sobresalía por su buena ropa, zapatos y productos de belleza y calidad, también por ser extremadamente caros.
Al entrar, rápidamente empleados se acercaron a ellos para brindarles sus servicios.
Estuvieron eligiendo atuendos por un tiempo y eso inmediatamente corrió por toda la empresa y en otras.
Todos se sentían curiosos ya que nunca habían visto tan amable y sonriente al señor Lee. Era extraño verlo acompañado de una persona que no fuese su esposo o hijos. Jisung llamaba mucho la atención por su belleza y su forma de vestir. Aparte del apego y la confianza que parecía tener con el Lee.
La duda sobre quien era ese joven y por que parecía agradarle tanto al Lee les carcomía.
Minho y su padre llegaron a un café en el cual se dispondrían a hablar, su padre ya había reservado el lugar para hablar más cómodamente.
El mesero llevo los cafés que habían pedido ambos para después retirarse, el padre supo que era el momento de hablar, de hacer la pregunta principal, depende de su respuesta sabría que tipo de consejos darle.
— Minho. — Llamó.
— ¿Mm?
— ¿Te sientes atraído al omega?
Minho abrió la boca un poco sorprendido por su pregunta, no se la esperaba.
— Te lo pregunto, porqué no quiero que cometas errores, quiero saber si hay algún tipo de atracción, si tú te sientes atraído a él.
Minho sintió sus mejillas arder, pero asintió.
— Entiendo, entonces ese caso cachorro, la mayor prueba de amor que le puedes dar, es su libertad, sabes lo enfadado que se puso tu padre ayer cuando se enteró sobre como lo habías traído, y tú sabes que no fue la mejor forma, por lo que debes de compensar ese error, él esta contigo porque no tiene otra opción, por lo tanto si el corresponde a tu amor será porque se sentirá forzado.
一 Padre...
— Antes de que sigas mi consejo asegúrate de que no haya problemas o peligros para él, ¿acaso tú no conoces bien el pasado del chico? Tienes que saber todo para así saber que personas pueden tener algún tipo de intenciones malas contra él, y una vez saberlo, eliminarlos.
— Pero de todas maneras nada es completamente seguro padre...
— Mi cachorro, mientras se viva en este mundo nada será totalmente seguro, pero puedes darle una casa con seguridad. Obviamente el podrá salir con toda libertad si tú te encargas adecuadamente de eso. Esto puede ser lo mejor, no te preocupes, tendrás tiempo también. Me refiero a que, mientras tú no te asegures de que allí afuera no hay personas con malas intenciones hacia él, aún no lo puedes dejar ir, en ese tiempo, tendrás oportunidad de conquistar su corazón. — El alfa hablaba con tranquilidad mientras que Minho escuchaba todo atento.
— Cuando finalices, y estés seguro que no hay peligro para él, entonces... déjalo ir. Pero si para ese tiempo él ya empieza o tiene sentimientos hacia ti, él tendrá la última palabra. Sé que nunca has tratado con un omega, mucho menos has tenido pareja antes, pero esa no es una excusa, tú trata de dar tu mejor esfuerzo, si fallas, sabes que no serás el único castigado. Tu padre también me echará la culpa por pensar que no te di buenos consejos.
— ...No se preocupes padre, yo, daré mi mejor esfuerzo. — Minho estaba decidido, capturaría el corazón de ese omega sí o sí.
Cuando terminaron con las compras el omega llamo por teléfono a algunos guardéspaldas para que llevasen a la casa de cada quien las compras que los trabajadores les indicarían que era de cada uno para que no cometieran errores. Aunque Jisung tenía su tarjeta de crédito y dinero en efectivo, el omega no lo dejó pagar por nada.
Solamente le dijo que lo tomara como un regalo. Pero... ¡¿quién te da más de setenta y ocho mil dólares en ropa, zapatos, productos de belleza y cuidado como regalo?!
Después de hacer las compras como habían acordado fueron a un lugar cómodo donde pudieran platicar con tranquilidad.
Al llegar Jisung se sorprendió al ver el lugar vacío el cual era un restaurante ya que había llegado la hora de almuerzo.
Los dos se sentaron y pidieron sus órdenes, mientras esperaban el omega no pudo evitar sacarle plática.
— Jisung, sé que eres un buen chico y que has tenido una vida difícil, y no quiero que la sigas teniendo, tendrás tu libertad, ya que no quiero que te sientas obligado, sabes yo no quiero que te sientas obligado a estar con mi hijo, sé que él hizo mal.
Jisung lo miró un poco sorprendido y confundido a la vez, no esperaba ninguna de las palabras dichas por él omega.
— Sé todo lo que mi hijo hizo, el pagar las deudas de tu padre a cambio de ti, ya estoy al tanto de eso, por eso te quiero decir que no te preocupes, yo me encargaré de que tú tengas tu merecida libertad, no hemos críado a nuestro hijo de esa forma, no sé en que momento se llegó a esto, y no lo justifico, pero, mientras mi hijo resuelve todo allá fuera para que tengas una sana libertad, al menos, por favor, ¿puedes... solo darle una oportunidad?
Jisung se encontraba en completo shock por las palabras de él omega, ¿no estaba soñando o algo así?
— E-esta bien, su hijo no me ha tratado mal... no sé preocupe por eso. — Sonrió sacándole un suspiro de alivio al omega.
— Comprendo como te sientes, sé que para ti no es fácil de la noche a la mañana estar con personas prácticamente desconocidas.
— Muchas gracias, yo en verdad aprecio mucho el trato que me a dado, pensé que al ser traído, todo sería lo contrario. — Jisung lo dijo sin pensar, pero era cierto, jamás se habría imaginado ser tratado bien en un lugar como ese.
El omega sólo una risita — Sí, es entendible, cualquiera pensaría eso.
El mesero llegó con su orden dejándola en la mesa y retirándose.
Todo el restaurante estaba en shock total, al ver como el Lee trataba y platicaba con aquel chico, era la primera vez que lo veían así. Y el restaurante no era el único en ese estado, también era un desastre en la empresa de ropa y productos de belleza, todos hablaban de lo ocurrido, nunca habían visto sonreír a aquel omega o tratar tan amablemente a alguien que no fuese su familia.
Al final del día cuando los dos salían de un café vieron los autos de los alfas y fuera de ellos, con las manos cruzadas esperando cada uno por su pareja algo que no fue del agrado del omega.
¡Interrumpían su momento!
Rodó los ojos, mostrando su disgustó, enserio esos dos eran peor que la desgracia a la hora de aparecerse en los buenos momentos.
Tomo el brazo de Jisung y se dirigió con el a ellos.
El alfa sonrió abrazándolo y besando la frente de su omega, haciendo una linda escena ante los ojos de Han Jisung.
El omega se aparto un poco sonrojado.
— ¿Oye, que haces aquí? Qué hacen, mejor dicho. — miró también a Minho.
— ¿Por qué preguntas eso? ¿Qué planeabas quedarte con el omega de tu hijo también el resto de la noche?
— ¡¿Y que hay de mal si lo hago?!
— ¿Pero que hay de tu hijo? El también tiene que pasar tiempo con su omega.
— Tu hijo tendrá su tiempo, y ahora yo no puedo pasar el día en paz con él porque ustedes son peor que la desgracia para aparecerse.
— Padre... — Minho dice para de alguna manera tratar de calmar su enojo.
— Tú te callas. — Ordenó señalando.
"Vaya, vaya, ¿todos lo omegas tenían ese genio?" — se preguntaba Minho mirando de reojo a Jisung.
— Cariño, vamos a casa ¿sí? — el alfa tocó sus hombros intentado convencerlo.
— ¡Oye no me toques! Espera, ¡mi auto aún está estacionado!
— No te preocupes, le diré a uno de los guardias que lo llevé de vuelta.
— ¡Espera! Aún no me he despedido de Jisung.
El omega lo empujó mirándolo con enojo, y se dirigió a Jisung con una sonrisa dándole un abrazo.
— Jisung cuídate, fue un gusto pasar el día contigo, espero que esta no sea nuestra última salida.
— El gusto fue mío. — Sonrío Jisung.
— Bueno, no vemos ¿ok?, cuídate. Y cualquier cosa, envíame mensaje.
Después también abrazó a Minho sin antes irse le susurró que hiciera su mejor esfuerzo
dándole ánimo.
Él omega fue a su alfa, dándole una mirada que lo hizo arrepentirse y rogar por no llegar a casa. Sabía lo que le esperaba, el genio de su esposo no era el mejor que se diga.
Al verlos alejarse Minho camino hacia Jisung, tuvo la intención de tocar su hombro pero terminó arrepintiéndose por miedo a su reacción, así que solo le dijo que subieran al auto con una leve sonrisa.
¡Maldición ya lo empecé a hacer todo mal!
Se acercó al auto abriéndole la puerta a Jisung quién no parecía nervioso o incomodo.
Al estar camino a su mansión, Minho no sabia como hacer que el ambiente no fuera tan silencioso ya que desde que subieron al auto ninguno de los dos había dicho una sola palabra.
Sentía que si abría la boca terminaría por meter la pata. Así que dejo de lado la opción A, entonces paso a la opción B. Pero era algo que también sentía que no haria bien, ya que para eso pensaba que se necesitaba tener ya una relación establecida. Miro la mano de Jisung con ganas de tomarla y besarla pero solo tragó en seco y miro nuevamente enfrente.
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