Capítulo 19
La hora de tirar el ramo para ver de quién sería la próxima boda llegó, habían muchas personas solteras en la recepción por lo que sería una total sorpresa quien sería el próximo.
— ¿No participara? — BangChan le preguntó a su padre.
— ¿Yo? ¿yo por qué? Yo ya estoy casado, deberías decirle a tu omega. — Sunno vio a Seungmin.
Seungmin volteó un poco nervioso y sonrojado.
— Oh, es cierto, Seungmin participa, tal vez tenemos suerte. — este le sonrió.
— Ah... no creo que sea buena idea.
— ¿Por qué no?
— Eso- — Seungmin no pudo poner excusas cuando dos betas llegaron.
— Oye, ¿eres soltero?
— Oh...
— ¡Vamos ven, ya tirarán el ramo! — unas betas sonrieron y lo llevaron con ellas.
Jisung estaba de espaldas a todas y todos los solteros para tirar el ramo. Y a la cuenta de tres, finalmente lo tiró.
Seungmin se retiró un poco más alejado para que tuviera menos posibilidades de ser el siguiente, pero sin esperarlo, el ramo se dirigió directamente a el.
Se sorprendió mucho por eso, pero no pudo dejarlo caer a sí que extendió los manos, y... el ramo que trato de alejar estaba en sus manos ahora.
Todos los presentes se sorprendieron pero luego rieron y aplaudieron por ser el siguiente.
— No... fue, un accidente... — Seungmin susurró, — No puede ser...
BangChan se acercó a él muy sonriente y le dio un tierno abrazo.
Por fin el primogénito de los Lee había encontrado a su alma gemela.
Nan Hai.
La hermosa canción sonó en el gran salón mientras los recién casados bailaban en el centro, Minho mantenía sus manos en la cintura de su esposo mientras lo veía con gran amor y ternura, al igual que el, Jisung también lo hacía.
Ambos parecían ser los únicos en el mundo, dos enamorados, sin impedimento de nada, sin que nadie se opusiera a su amor.
— Jisung. — Minho llamó.
— ¿Sí, amor? — ante eso Minho sonrió.
— Te amo. — Minho beso la frente del hermoso omega frente suyo, que ahora era su esposo.
— Yo también te amo, y mucho. — Jisung le sonrió besando la mejilla de su esposo.
El resto de la gran celebración fue todo un éxito, fue verdaderamente hermoso y perfecto, con la pareja ideal, uno para el otro, dos personas que parecían tener un amor demasiado fuerte para ese mundo.
Mientras los novios se marchaban a su noche de bodas, en un hermoso carruaje blanco lleno de diferentes flores, blancas y rosas, muchos fuegos artificiales adornaron el cielo nocturno.
— ¡Vivan los novios! —Todos los presentes gritaron en felicidad de los recién casados.
Jisung y Minho sonrieron ante aquella escena, uniéndose en un tierno beso, lleno de amor.
Entraron a la gran habitación adornada para la ocasión, estaba llena de rosas rojas y pétalos, la habitación también tenía vinos para la pareja, sin embargo, estos ni tan siquiera fueron vistos por la pareja que entro a la habitación mientras se besaban con desesperación.
Los sonidos del húmedo y apasionado beso llenaron la habitación, Minho se acercó a la mesa que tenía vinos y rosas mientras aún mantenía el beso con su esposo, Volteó a Jisung dejándolo de espaldas para el, el cual se sostuvo de mesa al sentir la respiración de Minho en su nuca mientras bajaba sus pantalones y ropa interior de una vez.
— Ugh...
Pronto sintió como el alfa depositaba besos en su nuca mientras sus manos tocaban su regordete trasero y su entrada ya lubricando.
Era una tortura, pues parecía no tener intención de meter unos de sus dedos en su entrada, solo estaba tocando su entrada haciéndole sentir placer, ansioso por sentirlo adentro.
— Mi-Minho... — Jisung jadeo.
— ¿Mn? — el alfa quería que Jisung le pidiera entrar dentro de el, empezó a desabotonar la camisa de su esposo y pronto sus manos pasaron a ellos apretándolos.
— ¡Ah! — Jisung gimió arqueado su espalda.
— Jisung... — Minho beso la mejilla de este.
— Mételo, mete sus dedos ya...
Minho sonrió excitado y entonces devolvió el dedo que tenía torturando uno de sus pezones para meter dos dedos de una vez en su entrada.
— ¡Lee Minho! — Jisung agachó la cabeza mientras sus lágrimas empezaban a salir.
Empezó a aflojar la entrada de su omega adecuadamente para que la penetración no le doliera tanto, así que decidió ser paciente y tomarse su tiempo.
Poco a poco empezó a agregar más dedos, teniendo ya cuatro dándole placer a Jisung
— ¡Mi-Minho! Ya... ahh.., no, no lo soporto más, solo mételo.. — Jisung jadeo mientras las lágrimas de lujuria caían por sus mejillas.
— ¿Estas seguro?
— S-si...
Minho sonrió gustoso y abrió más las piernas del omega posicionándose en medio para penetrarlo.
— ¡AH! — Minho dejó la mitad de su gran polla entrar.
Jisung arqueo nuevamente su espalda y un hilo de saliva se deslizó por su mentón, al percatarse de esto, Minho llevo dos de sus dedos a la boca de Jisung y los metió a su boca haciendo que el omega los chupara como si de su polla se tratara.
Minho está vez embistió fuertemente entrando por completo arrancándole un gran gemido a Jisung.
Por suerte la mesa en la que estaban era muy fuerte y estaba pegada al suelo de la habitación por lo que las embestidas podían ser fuertes y esta resistiría.
Minho levantó entonces una de las piernas de Jisung y las subió a la mesa dándole más disponibilidad a su agujero, en donde volvió a embestir fuertemente.
— ¡¡AH!! — Los gemidos del omega no paraban, llenando la habitación de ellos.
Minho salió del omega ganándose un gruñido de parte de Jisung.
Esta vez lo tomo en brazos y lo llevo a la cama recostándolo de lado, y levantó una de sus piernas para penetrarlo de una sola embestida.
— ¡Minho!
— Ah... — Minho jadeo cegado en excitación.
Jisung se volvió a venir por segunda vez, mientras que el alfa lo hizo dentro de el.
— No soporto más... — la respiración del omega era pesada.
Pero en lo contrario de parar, el alfa salió nuevamente del omega para ponerlo en otra posición, el omega enterro su cabeza en la almohada y levantó su trasero pomposo.
Minho tenía una gran vista, relamio sus labios y nuevamente volvió a penetrar fuertemente al omega
Así fue por el resto de la noche el siguió embistiendo salvajemente en diferentes posiciones, hasta que el omega se desmayó al no poder más.
A la mañana siguiente Jisung despertó hecho una bola entre las sábanas, se percató de que estaba solo en la habitación, así que decidió salir, pero en cuanto quiso sentarse, sus caderas dolieron como el infierno.
Escucho la puerta abrirse y vio a Minho entrando con una bandeja de comida, Minho le sonrió y en cambio el solo hizo un puchero, mientras el se moría de el dolor de caderas del causante sonreía como niño después de haber hecho una travesura y esta saliera bien.
— Amor, deberías comer un poco. — Minho se sentó a su lado y lo alimentó como bebé.
— Hoy, es la cita ¿verdad? — preguntó.
— Mn, hoy harán los exámenes de sangre para saber el sexo del bebé.
— ¿Qué crees que sea? — Jisung le sonrió.
— Mm... también he estado pensado en eso, pero no llego a una conclusión.
— Mm, yo igual, es difícil saber. — Jisung hizo un puchero tocando su vientre el cual aún no era muy notable puesto que solo tenía tres meses por lo que su pequeño vientre se miraba muy tierno.
— ¿A donde quieres ir para luna de miel? — pregunto Minho sacando de sus pensamientos a Jisung.
— Mm, quisiera visitar Japón.
— ¿Japón?
— Mn.
— Además de el, ¿otro país al que quieras ir? Podemos visitar varios.
— No, por el momento no quiero salir tanto tiempo del país.
— Bien, pero si cambias de opinión puedes decirme.
— Mn. — Jisung le sonrió mostrado sus dientitos de conejo, seguido sintió los labios de Minho en su frente.
Ambos llegaron al hospital donde se tomaría una muestra de sangre para saber el sexo del bebé, aunque Jisung parecía estar muy tranquilo Minho estaba como loco, como si fuesen a sacarle sangre a él.
— ¡Espera! — otra vez interrumpió.
— Minho, tranquilízate, solo es una muestra de sangre. — Jisung regañó.
— No se preocupe joven Lee, es normal que los alfas se pongan así. — la beta le sonrió.
Minho estaba demasiado nervioso de que le tomaran una muestra de sangre a su omega, ¡eso dolía! Y Jisung estaba como si nada, mientras el parecía ser ha a quien enverdad le sacarían.
Finalmente y después de mucho pudieron tomar la muestra, esto incluyó que el alfa se desmayará.
Minho llevo devuelta a Jisung a la mansión, en donde estuvo al pendiente de el, cuando de pronto uno de sus hombres, le informó que tenía noticias.
— ¿Qué ocurré?
— Ya sabemos de quien se trata, quien dio la orden para que dispararán al joven Lee. — Minho inmediatamente se enfureció, quería saber quien era el que se había atrevido a querer lastimar a su omega, para matarlo el mismo.
— ¿Quién es? — cerro sus puños.
— Fue Shin.
— Shin... así que fue el, traigan a su omega, se que se caso hace poco y que también esta embarazado, lo mataré frente a él.
Si bien Minho jamás había manchado sus manos con sangre inocente, esta vez estaba cegado por la furia, iba hacer que ese alfa viera morir a su omega frente a el, y que quedara como advertencia a todo aquel que pensara ponerle una mano a su omega.
— Bebé, tengo que salir por un asunto, pero volveré pronto. — Minho avisó depositando un beso en la frente de su omega quién estaba sentado en el jardín, no dijo nada de lo que planeaba hacer a Jisung ya que sabia que su corazón era muy blando y obviamente se opondría.
— Ten mucho cuidado. — Jisung le sonrió besando su mejilla.
— Lo haré. — Minho le sonrió de igual forma retirándose con los hombres.
Jisung no se le hizo extraño nada, solo que se sintió un poco inquieto sin saber porqué.
Minho llegó a uno de los bares en donde sabía que estaba Shin, uno de los enemigos de su padre, quien había ordenado que dispararan a su omega, había sido demasiado atrevido, y ahora tendría que pagar las consecuencias.
Al entrar al gran lugar todos los presentes quedaron atónitos al verlo allí, todos conocían al hijo más despiadado de los Lee, el apodado "diablo" por su forma tan lenta y terrorífica de asesinar a los que se atrevían a retarlo, era como vivir un infierno mismo, sin un final. Estaba acompañado de sus hombres, lo que les indicó que venía por un asunto.
Camino hasta estar a poco pasos de Shin y dos de sus hombres quienes eran sus guardaespaldas personales.
— Salgan. — su voz ronca y dominante los hizo temblar.
Inmediatamente todos los presentes salieron, excepto Shin y sus dos guardéspaldas.
— Oh, joven Lee, ¿qué lo trae por acá? — Shin se sentía confiado, ya que no sabía que sus supuestos aliados para el plan lo habían delatado.
Minho volteó a ver a sus hombres y asintió como orden, los hombres igual asintieron y se retiraraon.
A los pocos segundos ambos llegaron devuelta esta vez con el omega quién tenía las manos atadas.
El alfa inmediatamente se sobresaltó.
— ¿De qué se trata esto? — preguntó levantándose.
— Tú ya debes saber. — respondió Minho fulminandoló con la mirada.
— ¿Por qué trajiste a mi omega? ¿Qué tiene que ver el con lo que te está pasando a ti?
— Te estas atreviendo demasiado, aún finges no saber.
El doctor de la mansión estaba revisando la herida que ya estaba mejor, desde que Jisung había recibido el disparo, se había tratado muy bien, por lo que no se había infectado o algo por el estilo, todo estaba bien.
— Parece que la herida ya está fuera de riesgo, a tenido un buen cuidado.
— ¿Cuánto tardará en cerrar por completo? — preguntó Jisung.
— Mm.. en unos siete días estará completamente cerrada, obviamente si sigue con el mismo cuidado.
— Bien.
— Está muy tranquilo joven Lee, pensé que estarías enfadado con su esposo.
— ¿Mm? ¿Por qué lo estaría? — Jisung se confundió por las palabras del doctor.
— ¿No le afecta que se derrame sangre inocente?
— ¿De que esta hablando?
— Joven Lee... ¿es que usted no lo sabe?
— ¿Saber qué?
— ¿Por qué no veniste con tu esposo? — preguntó el doctor.
— Necesito pedirte algo personal. — contestó Sunno.
— ¿Qué necesitas?
— Necesito que me vendas un sedante, uno, suficientemente fuerte como para hacer dormir profundamente.
El doctor frunció el ceño — ¿Sedante?
— Sí, pero necesito que no sea notado, que se pueda agregar en una bebida.
— Mm... ¿es para un omega o para un alfa?
— ... Para... un alfa, extremo.
— Bien.
Minho sacó el arma y apuntó la cabeza del omega.
— Esperó que te quede claro, de que nadie, puede tocar lo que es mío.
Cuando estaba a punto de disparar, la puerta se abrió.
— ¡Lee Minho!
Minho se paralizó al escuchar esa voz.
Volteó en dirección en la entrada, encontrándose con el omega jadeante con un poco de sudor, había entrado muy desesperado, dos hombres más entraron, quedándose en la entrada al lado del omega.
— Lo siento joven Lee, no pudimos detenerlo.
Minho apretó el arma.
— Minho... detente. — Jisung estaba realmente asustado de que su esposo disparara, ¡estaría acabando con tres vidas! Dos de ellas eran inocentes, no quería que su esposo cargara con esa consistencia.
— Jisung, sal de aquí.
— ¡No lo haré! Suelta esa arma, Minho... ellos no tienen la culpa... ¡no puedes matar a un omega embarazo! —Los ojos de Jisung se llenaron de lágrimas.
— ¡Tu tampoco tenías que ver! ¡Y también estás embarazado y aún así te dispararon! ¡¿y quieres que me quede de brazos cruzados?!
— Minho... — Jisung sollozo está vez las lágrimas empezaron a correr. — Tú, tú no eres igual a ellos... por favor, solo baja el arma.
Minho sintió su corazón romperse en ese momento, su omega estaba llorando por su culpa, por primera vez había hecho llorar a su omega.
— Jisung... no llores. — esta vez la voz del alfa salió más suave.
Jisung limpió sus lágrimas intentando de que estas no siguieran cayendo, pero era algo imposible para el en ese momento.
Minho trago en seco, si bien quería dejar en claro las consecuencias de meterse con su omega, también sentia que le estaba causando daño, no solo a el, si no que también a su hijo, al ponerlos en ese tipo de situación.
Sin poder soportar más, guardo el arma y camino hacia la entrada en donde se encontraba Jisung.
Rápidamente lo envolvió en un cálido abrazo, quería que su llanto parara, sentía que no soportaría más verlo llorar.
— Ya no llores, no lo haré. — Minho pasó una mano por los cabellos del omega tratando de tranquilizarlo un poco, sabia que Jisung se había alterado demasiado al ver esa escena, peor aún estando embarazado.
Jisung enterró su cabeza más en el pecho del alfa, pero el llanto no podía parar, Minho sentía como el cuerpo del omega temblaba.
Ya no podía estar más en ese lugar, así que tomo a Jisung en brazos y salió de allí.
— La próxima vez no tendrá tanta suerte, así que será mejor que no vuelva ni a tan siquiera pensar en hacer algún daño al omega Lee. — Uno de los hombres dijo a Shin saliendo también de allí con los otros.
Minho entro en el auto manteniendo en brazos al omega que temblaba en ellos.
Jisung no había dicho nada, solo se mantenía apegado al pecho de este.
— Jisung. — Minho llamó, pero no recibió respuesta. — ¿Te sientes mal? — otra vez no obtuvo respuesta.
Suspiró un poco decepcionado de si mismo y beso la frente del omega, quien ante ese acto levantó la cabeza viendo al alfa con ojos entristecidos.
— ¿Ya no estás enfadado conmigo? — Minho preguntó.
Jisung no dijo nada y volvió a esconderse en el pecho del alfa.
— Jisung, ¿puedes mirarme? solo un momento.
El omega sollozo levantando la mirada de nuevo, pero sin darse cuenta los labios del alfa ya estaban sobre los suyos.
Esta acción le sorprendió un poco, sin embargo no lo alejo, al contrarío correspondió gustoso, permitiendo que el alfa metiese su lengua en su boca para hacer el beso intenso.
El alfa puso una de sus manos tras la cabeza del omega empujándolo más haciendo que el beso fuera más profundo, Jisung jadeo pero el alfa continuó sin dejarlo alejarse.
— Mm... — Jisung dio un gemido ahogado al sentir las grandes manos del alfa tocar su cintura.
El toque de ese alfa lo estremecía y lo llevaban rápidamente de ganas de ser follado hasta el cansancio por el.
Minho sabía eso, por lo que lo hacía siempre cuando iniciaba un beso, ya que no se conformaba solo con eso.
— Minho... — Jisung jadeo alejándose tratando de controlarse, pero en cambio el alfa lo volvió a besar esta vez haciendo que cayera recostado sobre los asientos traseros en los que se encontraban.
El alfa lo besaba desesperadamente mientras tocaba todo el cuerpo del omega bajo él.
Inevitablemente Jisung no pudo más y correspondió tan desesperadamente como el alfa.
Pronto, el auto se llenó de gemidos que Jisung trataba de contener al estar siendo devorado por un alfa que parecía siempre estar en celo, mordia sus pezones y dejaba chupones a su paso, por suerte, no había pasado el limite y solo estaba disfrutando de su pecho, de lo contrario, no podría contener los fuertes gemidos.
— ¡Minho..! No... — Jisung dijo casi en un gemido al sentir al alfa bajar sus pantalones, ¡no podía follarlo allí!
— Ah... — Minho jadeo excitado.
Pronto bajo del todo los pantalones del omega junto con su ropa interior, dejándolo completamente desnudo.
Jisung se enrojecido, pero no pudo decir nada cuando sintió al alfa meter el primer dedo en su pequeña entrada.
Puso una de sus manos en su boca para no gemir fuerte y no ser escuchado, pero al parecer, eso sería más complicado de lo que pensaba.
Minho subió a su cuello comenzando de nuevo a besarlo y chuparlo mientras aflojaba su entrada .
El alfa jadeo sentándose y sacando su polla, ya erecta e hinchada, Jisung aún no se acostumbraba al tamaño de esa cosa...
Minho agregó otro dedo haciendo que el omega arqueara la espalda, esto le dio la oportunidad de poner una de sus manos en su espalda y sentarlo, justo en su enorme pene.
— ¡AHH! — Jisung gimió muy fuerte al sentarse en la polla de Minho haciendo que esta entrará de una.
Minho puso sus manos en la cintura de Jisung haciéndolo subir y bajar clavándose cada vez más profundo la gran erección.
Siguió así, haciendo que el omega gimiera hasta venirse, disfrutaba demasiado estar dentro de el.
El alfa sonrió satisfecho y beso los ojos llorosos de su omega, quien aun tenía la respiración pesada.
— Te amo Jisung. — dijo besando mejilla.
— ...Yo, también. — abrazo al alfa llenándose de su aroma.
Se irían de luna de miel a Japón, pero antes asistirían al cumpleaños número cuarenta y seis de su padre Sunno y dos días después se irían.
Ese día también se llevaría a cabo la revelación del sexo del bebé, nadie sabía que era, ya que seria una completa sorpresa la revelación.
En cuanto llegaron a la celebración la cual era ya de tarde cuando él sol estaba por ocultarse, todo se sintió demasiado cálido, el ambiente era al aire libre, estaba lleno de decoraciones, parecía perfecto para un momento en familia.
La tarde se estaba despidiendo, todo había sido muy divertido y precioso.
Se llego el momento en que todos harían el juego de preguntas, un momento en el que tenias que responder lo que te preguntarán sí o sí, aunque fuesen secretos.
— Empiezo. — Minho sonrió con malicia viendo a su padre Sunno, si algo le encantaba era hacerle preguntas a su padre omega en ese juego.
— ¡No, no! ¡que empiece otro, Minho siempre es quien empieza! — Sunno rápidamente habló, sabía que a Minho solo le faltaban los cuernitos de diablo.
— No, yo soy el chiquito de la familia, así que empiezo.
— No vayas a empezar Minho, porque también se cuales preguntas hacerte.
— ¿Ah sí?
— Sí — él omega empezó a tomar un poco de jugo.
— Pues, pregunta, ¿cuándo fue la primera vez que pensó en confesarle su amor a papá?
Todos quedaron en shock por la pregunta, y en cambio Sunno casi se ahoga con el jugo que tomaba.
— ¡Lee Minho! ¿De todas las preguntas que puedes hacerme por qué precisamente esa?
— Um... curiosidad. — Minho cruzó sus brazos muy fresco.
— Esa no la contesto.
— ¿Por qué no?
— ¡Porqué no!
— ¿Hubo una primera vez en la cual lo pensaste pero no lo hiciste? — para tiro de gracia Sunghoon fue quien preguntó esta vez.
Todos quedaron atentos a la respuesta.
— ...¡Que no!
— ¿Enserio no lo dirá? — Minho como siempre siendo la manzana de la discordia.
— Ah, con que así Lee Minho, entonces yo preguntaré esta vez, ¿es verdad que Changbin te encontró llorando en el rincón de la mansión endemoniada? — Sunno se aguantó la risa.
Esta vez todos presentaron atención a la respuesta de Minho, quien se puso como tomate, rojo de la vergüenza, ¡Jisung estaba allí!
— No la responderé porque no respondió la mía. — Minho pensó que se había salvado.
— Bien, entonces yo contestó la que tu me hiciste pero tu lo harás igual.
La sonrisa de Minho se borró.
— Bueno, lo pensé cuando estaba por los veinte en el muelle un día antes de que tu padre se fuese a Nueva York.
Esta vez quien casi se ahoga es Sunghoon, mientras que Changbin, BangChan y Minho quedaron boca abierta.
— Ahora tu contesta la mía.
Los hermanos rieron burlistamente mirando a Minho.
— ¡Sí, sí, me quedé en la habitación llorando pero porqué me dejaron solo! ¡Solito! ¡Sabiendo que le tenía miedo a la oscuridad, y peor sabiendo que allí decían que asustaban!
— ¡Quiénes te dejaron fueron tus hermanos, no yo! — este dijo ofendido.
Jisung puso su mano en la boca para no reírse, se le hacía muy adorable imaginarse a Minho en esa situación, llorando en un rincón agachado y abrazándose así mismo.
— Jisung, es tu turno. — Sunno apunto.
— ¿Ah? — Jisung se sorprendió ante la repentina mención, ¿qué podía preguntar el..? Oh, ¡lo tenía! — ¿Cual de sus hijos fue el gordito de chiquito? — Jisung sonrió.
— Minho. — ambos contestaron.
Minho sintió sus mejillas calientes, y sus orejas se tornaron carmín.
— Minho era toda una bolita tierna de chiquito, aunque también era el más travieso, competitivo, enojon, sensible, un sin fin de cosas, hasta discutía con Sunghoon, que como también es un idiota de primera clase se ponía a su nivel.
Los omegas rieron por lo dicho, ahora sabía, Minho ya traía eso de pequeño.
— ¿Y por qué se peleaban? — Jeongin preguntó conteniendo la risa.
— Por dormir conmigo, ya que a Minho siempre le dio miedo la oscuridad y no le gustaba dormir solo.
— ¡Papá! — Minho se puso más rojo de lo que estaba.
— Y ahora que Minho creció es peor, porque si antes entraba a la cocina por curiosidad, no causaba nada porque entrábamos a tiempo, pero ahora de grande hace desastres. — Changbin rio.
— ... — Minho abrió levemente la boca y lo vio ofendido. — ¡No fíjate papá es peor!
Sunno quien no le estaba haciendo daño a nadie volteó rápidamente ofendido. — ¡Pues fíjate que yo si acepto que no sé cocinar por eso no entro a la cocina, en cambió tú lo sigues intentado sabiendo que harás lo mismo!
— ¡Mentira! ¡He mejorado!
— ¡Sí como no! Si sabes que tu fuiste que incendió dos mansiones en un año por mejorar en la cocina.
—Y lo peor es que solo fue por hervir agua- ¡ay! — Minho golpeó el hombro de BangChan quien lo estaba exhibiendo.
¡¿Ahora que pensaría Jisung de él?!
— ¡No, no fíjate, porque la segunda mansión mi papá también fue cómplice, y en vez de ayudarme me quemó!
— ¡Mentira!
— ¡Sí es verdad!
— ¡Tú fuiste quien estaba soplando el fuego sabiendo que así se pone peor!
— ¡Papá y Jisung están de testigo que así fue!
— ¡Sí y ellos vieron que tú fuiste quien insistió en cocinar para sorprender a tu amorcito y terminaste quemado!
— ¡Papá!
¡Ahora que lo había recordado había pasado la vergüenza por segunda vez porqué Jisung estaba riendo al igual que los desgraciados de sus hermanos!
El reloj apunto las doce, era hora de revelar que esperaban Minho y Jisung, realmente se sentían nerviosos.
— Hagan sus apuestas. — Changbin empezó. — Yo apuesto mi mansión en la playa, a que es niño.
— Yo apuesto, mi Lamborghini a que es niña. — apostó BangChan.
— Avión, por niño. — apostó Jeongin.
— ¿Y ustedes padres? — preguntó BangChan.
Sunghoon y Sunno volteron, ambos iban a apostar juntos, ya que ambos estaban de acuerdo de que tenían el mismo pensamiento.
— Las tres mansiones en Rusia, Tailandia y Francia. — contestó Lee Sunno.
— Vaya, están seguros.
— Lo estamos.
Las apuestas ya estaban hechas, al contar tres, dos avionetas pasaron cerca liberando el color, mientras los fuegos artificiales fueron tirados, de el color del sexo del beb-... ¿qué?m¡¿De los bebés?!
Sunghoon y Sunno sonrieron declarando la victoria, todos quedaron atónitos, ¡iban a ser gemelos!
Los colores rosas y azules iluminaban el cielo.
Jisung no lo podía creer, dentro de el no había solo un cachorro ¡si no dos!
Minho sonrió viendo a su omega que aún no creía que fuese real, beso sus manos y frente para luego depositar un beso en sus labios carmín.
Ese día fue perfecto, toda la familia Lee reunida, la revelación de los futuros Lee, risas, felicidad, todo eso... hizo que valiera la pena.
Dos días después de lo sucedido Minho y Jisung partirian a Japón.
Pero antes Sunno y Sunghoon llegaron, para despedirlos, Minho no sabía por que su padre lo abrazaba tanto, era como si se estuviese despidiendo para siempre.
— Ahora ya eres todo un alfa Minho, uno que dentro de poco también será padre, y se que serás un bueno, cuida mucho a Jisung, el es buen omega, ahora, ya no eres un bebé que pueda cargar en brazos, ahora, puedes caminar por ti solo. — Sunno acarició la mejilla de Minho.
— Padre, hablas como si no nos volviéramos a ver. — Minho sonrió.
Sunno sonrió y dio dos toques en su hombro.
— Padre, ¿por qué lloras?
— Solo, se me hace difícil creer que ya no eres un niño. — este contestó limpiando sus lágrimas.
— Jisung, ¿puedes venir conmigo un momento? Debo decirte algo. — Sunno vio a Jisung quién rápidamente asintió.
Minho se quedó con su padre Sunghoon mientras su padre fue hablar con su omega de quién sabe que.
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