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Capítulo 13

Esa era la razón por la cual Minho era el más cercano a sus padres, ya que era el más pequeño cuando eso sucedió, fue algo que afectó demasiado su infancia, por eso tenía el gran temor de volverlo a perder, aunque su padre Sunghoon les dijo que este solo estaba de viaje, con el tiempo fueron entendiendo la situación, la verdad no se podía ocultar con el pasar del tiempo, ¿dónde estaba su padre? ¿Dónde está su hermano? El alfa tenía que soportar todos días las mismas preguntas de sus hijos.

Después de tres años Sunno despertó del coma, obviamente su hijo que apenas estaba en su vientre no pudo sobrevivir, y su memoria estaba en blanco, fue muy duro para él la realidad, el que ya estaba casado y tenía cuatro hijos, ¿cómo podía ser eso posible?

Se alejó de ellos, no quería encontrarse con sus supuestos hijos, ya que sabía que aún estaban muy pequeños y podía herir sus sentimientos el ver que su propio padre no los recordaba...

Sunghoon se acercó a su celular y contestó. No se podía alarmar, ya que nada garantizaba que su hijo mayor ya se había enterado, podía tratarse de algo más por lo que le llamó.

— Bueno.

— ¿Padre?

— Si dime.

— ¿Como está papá?

Esa pregunta cayó como balde de agua fría a Sunghoon, todavía mantenía la esperanza que esa no fuese su pregunta, pero ahora ya lo sabía.

— Esta bien — contestó.

— Padre, ya sé todo, ¿por qué no me dijeron? Voy para allá.

— BangChan, esta prohibido que le digas esto a tu hermano menor, sabes que se pondrá mal y eso afectará también a tu sobrino o sobrina — si Minho se enteraba de eso se pondría como loco, y eso afectaría también al bebé, ya que estaba conectado con sus padres, su salud dependía del estado de ánimo de ambos.

— Sí, descuide no diré nada.

Sunghoon no dijo nada más y la llamada se finalizó.

— ¿Qué ocurre? — preguntó Sunno.

El alfa suspiró y pasó su mano por sus cabellos.

— BangChan ya sabe todo.

El omega cerró los ojos y suspiró, ese asunto corría muy rápido.

Al paso de media hora BangChan llegó al hospital en donde sus padres se encontraban, estaba muy preocupado, sabía que el cuerpo de su padre había quedado mucho más débil desde el accidente debido al aborto que sufrió, un incidente como ese podía afectar gravemente su salud.

— BangChan, no le digas de esto a nadie. — El omega ordenó a Chan, era el único de sus hijos en saber.

— Descuide padre, no le diré a nadie sobre esto, sin embargo... sabes que el rumor correrá rápido, es casi imposible que no se enteren.

— Haré todo lo posible para que eso no suceda.

— Padre... ¿ya sabe que hacer? — preguntó Chan a lo que el omega no dijo nada.

— Cielo — llamó el alfa.

— ¿Mn? — este levantó la cabeza viéndolo en su dirección.

— Escuché que hay un templo, en el cual hay personas con experiencia en medicinas naturales, si asistes allí a partir de que te den el alta, puede que tu corazón se estabilice más rápido.

— ¿En verdad? — el omega se alegró mucho, de verdad odiaba estar en cama sin nada que hacer, era extremadamente aburrido y quería salir de esa en cuanto antes.

— Mn, te acompañaré a partir de que ya estés fuera de peligro.

— Ahora es la oportunidad de atacar, Sunno esta indefenso y no podrá defenderse adecuadamente — en una enorme sala yacían muchos alfas, todos líderes de diferentes mafias que eran enemigas de Sunno.

— Sí, ahora que Sunno esta indefenso podemos atacar y tendremos la victoria asegurada —otro alfa estuvo de acuerdo.

— También debemos recordar que Sunno tiene hijos y marido que lo respaldan — dijo un alfa de edad mayor.

— Eso es lo de menos, conocemos muy bien a Sunno, nunca le gusta que sus hijos se metan en estos asuntos — dijo otro alfa cerca de los cincuenta.

— Pero sea como sea siempre desobedecen con tal de ayudar a su padre.

— Digamos que sus hijos no participen en esto, pero entonces, ¿qué hay de su esposo? Todos sabemos que también a acabado con mafias enteras cuando lastiman a su omega.

Los diez líderes se quedaron en silencio y por un momento sintieron un poco de miedo al recordar los asesinatos de este.

— También hay que tener eso en cuenta.

— ¿Y si los separamos? — dijo otro alfa.

— ¿Como podríamos separarlos?

— Bueno, debemos de planear bien las cosas, Sunno tiene que quedar solo, y su alfa debe de estar alejado de él, tanto como para no llegar a tiempo.

Parecía una brillante idea, todos los alfas asintieron y bebieron hasta noche celebrando desde ya la gran victoria que se asomaba.

Dos días después Sunno pudo ser dado de alta, su doctor le recomendó que no tenía que hacer esfuerzos, conocía a Sunno desde que era un adolescente, y sabía que a este se le advertía algo y más rápido lo hacía, así que también habló con Sunghoon.

Tarde, cuando el sol se estaba comenzado a ocultar fueron a visitar a Minho y Jisung, desde aquel día en que supuestamente se irían fuera del país por un asunto no habían vuelto a verlos, y era algo muy inadecuado ya que no habían celebrado en persona lo del embarazo del omega.

Sus hermanos también habían ido, todos querían ver a la feliz pareja, estaban muy contentos con la noticia ¡serían tíos! Era algo que los emocionaba mucho, también se les hacía gracioso imaginar a Minho siendo padre, los activos Lee eran unos completos niños cuando tenían hijos, eran muy atentos, cariñosos y les encantaba consentir a sus bebés y omegas, los cuidaban como si fuesen una bolita de cristal que se rompería con el mínimo descuido.

Minho y Jisung estaban muy felices de volverlos a ver, creían que sus padres acababan de llegar de su viaje, sus hermanos ya enterados habían incluso asesinado a las personas que corrían el rumor, habían hecho lo posible para que su hermano, cuñado y futuro sobrino o sobrina estuvieran a salvo.

Lo único que nadie más aparte de Sunno sabía era la verdad que sus recuerdos ocultaban, sabían que su padre ya tenía claros sus recuerdos, sin embargo querían darle tiempo, no querían preguntarle lo que enverdad paso ese día.

Pero si notaron que su padre parecía más apagado, antes su padre original como lo llamaban, tenía una sonrisa radiante siempre, era muy sociable y amistoso, a pesar de las cosas que ya había vivido a su corta edad, después del accidente su sonrisa se volvió más leve, solo sonreía pocas veces estando únicamente con ellos, era más callado. Sus padres no fueron los mismos después de eso, y ahora, parecía que ese golpe en verdad había terminado de borrar la leve sonrisa que con tanto esfuerzo pudieron recuperar.

Se miraba impaciente, como si quisiera decir algo, pero se arrepentía al instante, eso los estaba preocupado y llenando de dudas, inclusive Jisumg notó eso, parecía que el omega lo miraba a lo lejos sin embargo estaba distante, solo le dio una muy leve sonrisa cuando llegó, pero en cuanto empezaron a hablar y a festejar parecía tener una nube negra sobre su cabeza que lo reprimía al igual que su esposo. No dijo una sola palabra después de que al llegar los felicitara por su embarazo.

El alfa cada vez se sentía más desesperado al ver a su omega así, tampoco sabía que pasaba por su cabeza, y le angustiaba pensar que este quisiera morir a causa de sus recuerdos.

Sunno había recordado muy bien todo, y también así sentía el dolor que ellos trajeron, sentía en carne propia como si recién perdiera a su hijo...

El omega miró a su alfa en cuanto sintió la mano de esta sobre la suya.

— ¿Te sientes mal? — el alfa preguntó.

— ...No, no, nada de eso.

— ¿Acaso hay algo que te preocupe?

— ...

— Piensas en lo del accidente ¿cierto?

El omega lo vio con una mirada triste para después volver a agachar la cabeza y dar un suspiro.

— Ahora sabes quién es el culpable ¿verdad?

El omega vio a Jisung por un fugaz momento. — Sí, pero ahora ya no hay nada que se pueda hacer.

— ¿Por qué dices eso?

— Porqué... esa persona ya está muerta.

El alfa no se sorprendió por la revelación de este.

Sunno sabía que no estaría tranquilo hasta no decirle a Jisung la verdad, aunque no quería sabía que era necesario, ya que si se enteraba por otros labios mal interpretaría todo, ya que era obvio que le contarían todo a su beneficio, por eso, necesitaba también capturar a la hermanastra, ella sabía lo ocurrido de ese día y tenía una lengua venenosa capaz de todo.

«Creo que... este no es el momento adecuado para decírselo, debo de controlar mis emociones y dejar de pensar en eso, de lo contrario parecerá un velorio en vez de una celebración» pensó mientras se recostaba un poco en el hombro de su pareja.

Trató de dejar de pensar en eso y mantener una sonrisa falsa, aunque muy pronto se volvió un poco verdadera cuando sintió el aroma de su alfa que siempre lograba tranquilizarlo.

— ¿Ya planearon como se llamará el bebé? — preguntó sonriente Jeongin.

— Aún no sabemos si será niño o niña por lo que no hemos decidido eso. — Contestó Minho.

— Pero deberían ir pensando desde ya, deben tener muchas opciones, tanto como nombres de niñas como de niños. — Chan habló.

— Es cierto, cuando el embarazo está más avanzado tienes que centrarte en cuidar más todo y el omega se cansa más, por lo que es muy difícil que piensen mejor estando en una etapa avanzada — aconsejo Changbin.

Su conversación fue interrumpida cuando escucharon el ruido de un auto acercarse, ¿quién era a esas horas?

— Joven Lee — un guardia entró e hizo una reverencia.

— Dime, ¿quién es? — Minho preguntó.

— Es el joven Seonghwa. — Contestó.

Al escuchar ese nombre todos parecieron estar tranquilos y sonrientes, parecía que ese tipo era conocido de la familia, aunque no solo para ellos... también para Jisung.

Tanto como a BangChan como a Seonghwa, Jisung los había conocido mucho antes de ser llevado allí.

Conoció primero a Seonghwa quien después de ir a una cafetería en la que el trabajaba temporalmente quedó hechizado por el hermoso omega quien lo atendió con amabilidad y con una cálida y hermosa sonrisa.

Desde que vio a el omega trabajando allí empezó a ir todos los días para verlo, con el tiempo se fue acercando a él y empezaron a entablar conversaciones triviales, aunque Jisung solo lo miraba como a un buen chico que le brindaba una linda amistad, para Seonghwa no era así, su corazón latía al verlo, definitivamente no lo miraba como a un amigo.

Pero de un día a otro Jisung despareció sin dejar rastro, iba a visitar la cafetería la cual era uno de sus muchos trabajos Jisung, sin embargo no lo volvió a ver allí. Se desesperó mucho, habían ya pasado meses pero parecía como si la tierra se lo hubiese tragado.

Y en cuanto a BangChan, este lo conoció un mes después de Jisung mientras este estaba cerca de una cuidad la cual era muy desolada y peligrosa por un asunto, cuando estaba pasando por un callejón muy solo y oscuro escuchó los quejidos y sollozos de lo que parecía ser un joven.

Frunció el ceño y sin dudarlo caminó hacia ese lugar de donde provenían esos ruidos, sabía que ese lugar estaba lleno de delincuencia, pero él estaba allí y tenía posibilidades de ayudar entonces ¿por qué no lo haría?

Caminó y cerca de allí llegó a un callejón sin salida, el cual estaba cerca de unos basureros.

Fue allí cuando lo vio, supo de inmediato que se trataba de un omega por su aroma, habían tres hombres alfas tratando de abusar de el, uno tenía la mano cubriendo su boca por lo que por más que el omega quisiera pedir ayuda no podría ser escuchado, además habían pocas posibilidades de ser ayudado en un lugar tan peligroso como ese. Solo se escuchaban pequeños quejidos.

Aún tenía la ropa puesta, pero uno de los alfas estaba desabrochando su camisa blanca, y el tercero estaba tocando descaradamente su cintura y trasero.

No dijo nada y avanzó a los tipos haciendo que estos se percataran que se dirigía a ellos, uno el cual tenía su mano cubriendo la boca del omega se separó de él, viendo a BangChan acercarse.

— ¿Qué quieres? — preguntó.

— Suéltenlo y su muerte no será lenta.

— ¿Qué? — el alfa era demasiado narcisista —. Ja, ¡jajajajaja! — empezó a burlarse mientras el omega aún era sostenido por los otros dos.

BangChan vio al omega quién estaba jadeando, estaba asustado y sus ojos estaban llenos de lágrimas.

Dirigió esta vez la mirada a los alfas que lo tenían y... ¡Bam! El primer disparo, seguido de otro y de otro.

En total seis disparos, uno en cada pierna de los tres alfas, así no podrían huir.

Jisung quedó aún más asustado con los disparos, sin embargo otra parte de él estaba verdaderamente aliviada de que no hubiera ocurrido eso.

Los alfas cayeron al suelo lamentándose mientras sus piernas sangraban, no podían huir de allí.

BangChan se quitó el saco y se acercó a Jisung para ponérselo sobre sus hombros tapando un poco de su piel, debido a que el alfa que desabrochaba su camisa la terminó rasgando en su desesperó por quitársela de una vez.

— Ven conmigo. — Chan extendió su mano.

Jisung no sabía que hacer así que no se negó.

BangChan lo llevó a su auto que estaba estacionado muy cerca de allí.

— Volveré pronto, quédate aquí ¿bien? — una vez dentro del auto BangChan le dijo que lo esperara.

Jisung solo asintió y Chan se retiró sin antes ponerle seguro para que nadie pudiese entrar.

Seis minutos después Chan volvió, subió al auto verificando que el omega adentro se encontraba bien para luego sin decir nada empezar a conducir.

Solo seis minutos le había tomado hacerles miserables la existencia a esos alfas, torturándolos y finalmente dejándolos para que estos murieran desangrados.

— ¿Qué hacías en un lugar tan peligroso? ¿Vives acá? — preguntó BangChan mientras conducía.

— No... yo vine por trabajo — contestó.

¿Un trabajo? ¿Cómo un omega podría buscar trabajo allí? Era demasiado peligroso, si bien en ese lugar habían trabajos en bares donde pagaban no tanto como trabajaban pero si mucho mejor que en otros, eso no hacía mejor la situación, en ese lugar casi solo trabajan alfas por su alta peligrosidad.

No preguntó nada más y siguió conduciendo hasta llegar a un hotel a fueras de aquélla cuidad.

BangChan se fue a otra habitación que quedaba al lado de la de Jisung, obviamente no se podían quedar en una sola habitación los dos, Jisung era un omega y el un alfa, lo pondría demasiado nervioso e incómodo en cuestión de segundos y no podría dormir.

Prepararon una cena y nueva ropa para el omega quién aún no entendía por qué ese chico le ayudaba, era demasiado bueno para ser real.

A la mañana siguiente cuando despertó una chica beta le entregó su ropa anterior limpia en un caja y desayuno. Y después el alfa que apenas conocía... bueno ni siquiera eso, no sabía ni su nombre...

Bueno, el punto era que le ofreció llevarlo donde vivía, Jisung no quería que ese chico viera el escándalo que formaría su padrastro al ver que no consiguió el trabajo sabiendo lo que ese chico había hecho con los hombres que lo atacaron, así que mucho antes de llegar le dijo que le quedaba cerca y que caminaría.

Cuando llegó a casa, palabras y hechos, el padrastro se enfadó, lo maldijo y golpeó hasta quedarse sin fuerzas.

Cuando era de noche, subió a su habitación y sacó su ropa la cual estaba en la cajita que le habían dado en el hotel, su sorpresa fue cuando encontró una tarjeta de presentación.

Y así fue como el destino se encargó de que tiempo después, aunque por cierto por suerte los golpes ya se habían curado y no se notaban, se volvió a encontrar con BangChan cerca de una panadería.

Por fin pudieron presentarse, y tener una amistad, pero al igual que Seonghwa quedo muy confundido con su desaparición, por eso fue tanto su sorpresa al darse cuenta que de amigos pasarían a familia.

Y no solo eso, por cuanto salvo al omega sin darse cuenta de su hermano menor, había tenido su recompensa pudiendo al fin encontrar a su tan anhelado destinado.

— Déjalo pasar. — Minho contestó, Seonghwa había sido muy cercano a él desde pequeño por lo que tenían una buena amistad, casi eran como hermanos.

Pronto un hombre muy alto y apuesto con un esmoquin negro entró, cuando lo vieron sonrieron saludándole pero pronto su mirada se posó en ese omega...

Su sonrisa se borró y lo vio sorprendido ¡¿Jisung estaba allí?! Su lobo de alegró demasiado, no estaba soñando ¿verdad?

— Jisung... ¿en verdad eres tú? — preguntó acercándose a él.

— S-Seonghwa... — Jisung sonrió al verlo, en su vida antes de ir allí solo había conocido a esas dos personas que le mostraron el bello corazón que tenían.

— ¡En verdad eres tú! — sin más el alfa lo abrazó como un oso, Minho sintió hervir su sangre, ahora la duda había pasado a segundo plano. Quería matar a golpes a Seonghwa.

— ¿Se conocen? — preguntó con una sonrisa falsa entre dientes.

— Sí, Jisung y yo nos conocemos desde hace mucho. — Seonghwa contestó sin dejar de abrazar a Jisung. Eso hizo que la sangre le hirviera más a Minho, ¡¿Qué faltaba?! ¡¿Que hasta el perro de sus padres lo conociera antes que él?!

Seonghwa se separó del cálido abrazo al sentir el aroma impregnado de Minho en Jisung, entonces... Jisung era el omega de Minho. Ya hasta lo había marcado, aunque eso no importaba. Las marcas que los alfas hacían a los omegas no servían para nada más que ayudar con un embarazo, podía desaparecer con otra sin ningún problema.

— Vaya Minho, eres muy afortunado. — Seonghwa le sonrió sentándose al lado de Jisung.

— Claro, lo soy. — Esta vez este sonrió victorioso.

— Bueno, no tengo problema en ser el cuerno — le sonrió.

En ese momento todos los presentes se sorprendieron, "vaya esto se puso bueno" solo hacían falta las palomitas de maíz para ver el espectáculo.

— Vaya Seonghwa, veo que no aprecias la vida — Minho sentó a Jisung en sus piernas acercándolo a su pecho.

«¿Pero que demonios? ¿Están discutiendo por algo tan infantil y delante de todos?» — Jisung pensó mientras Minho lo mantenía sobre sus piernas.

¡Y lo peor de todo es que nadie los regañaba solo miraban todo con atención! Tal parecía que les encantaba ver como dos alfas peleaban por algo tan infantil. Sunghoon parecía el único que estaba un poco incómodo, ¿él actuaba así cuando estaba celoso?

— Vaya, quién diría que Minho sería así de celoso — le susurró el alfa a Sunno.

— Sí, lo sacó de ti — este le contestó

— ¿Q-qué? Eso es una mentira yo no soy así — este dijo ofendido.

— ¡Claro, eres peor!

Pronto todos voltearon a ver a la pareja quienes se dieron cuenta que habían dicho lo último en voz alta.

Ambos aclararon sus gargantas ante la mirada de todos. — Pueden seguir con lo suyo — el omega agitó sus manos con una risa nerviosa.

Seonghwa soltó una risita. — ¿Por qué no? Eso es ser egoísta Minho — lo señaló.

Minho estaba apunto de protestar cuando Jisung interrumpió. — ¿No creen que ya están muy grandes como para estar peleando por estas cosas?

— Yo no estoy peleando, solo estoy cuidando lo mío. — Contestó Minho.

— Más bien estás siendo egoísta. — Seonghwa dijo con una risita provocando más a Minho.

¿En serio todos los alfas eran así?

Tal parecía que iban a empezar a discutir otra vez cuando un teléfono sonó.

Era el de Sunno quién rápidamente lo contestó al ver de quién se trataba.

— Dime.

— Me enteré de la situación allá, Lucas me avisó, el también llegará allá dentro de poco, algunos llegaremos antes que otros, sabes que unos están más lejos de china, yo llegaré mañana.

— Lev, por un demonio ¿Por qué todos vienen yo-

— Sunno no se te ocurra hacer una estupidez porque me conocerás, espera a que lleguemos, si esos malditos te atacan en grupo no será una pelea justa.

— ¡No los necesito-!

Sunno no tuvo tiempo de protestar cuando la llamada finalizó, ¡en serio el rumor corría demasiado rápido entre sus aliados!

— Me tengo que ir. — Sunno se levantó seguido de su esposo.

Jisung se levantó de las piernas de Minho y el omega le dio un cálido abrazo, quien diría... ese pequeño que cargó en sus brazos estuvo justo a su lado todo ese tiempo...

— Muchas felicidades, por el momento tengo algunas cosas que hacer, así que no puedo quedarme más tiempo — este se separó del abrazo.

— Bien, gracias por venir, espero que pase una feliz noche. — Jisung hizo una reverencia.

La mente del omega era un caos, aunque el fuera el líder de la mafia china, también tenía una sola regla que cumplir, "no matar a sus aliados" cuando eras aliado de alguien lo serías de por vida, y Kim había no solo traicionado, sino que también los asesinó, si Jisung estaba en su familia era como si él hubiese traicionado y asesinado también, Jisung llevaba la sangre de un traidor.

Así se fue con su alfa con la cabeza revuelta, y sus hijos se quedaron hasta más tarde.

3/5

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