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Capítulo 07 parte II.

Pov Yoongi.

Horrorizado, no tenía otra palabra.

Me encontraba de nuevo en el área de las celdas junto con la omega rubia, ésta tenía el rostro agachado llorando e hiperventilándose, no podía dejar de repetir que la matarían y lo horrible que era, ella había sido encerrada en una de las celdas que daba frente a la mía.

Yo seguía en un estado de shock, al menos ella no vio como había terminado la otra omega con pecas, quien presumía de su hermoso cuerpo termino siendo mutilado por la furia animal del maldito del alfa Jeon.

Volteé a ver la celda de la omega con pena, vi lo quemado y desfigurado que había quedado su rostro, como sus ojos se encontraban sin una luz de esperanza para sobrevivir.

—E-El alfa... M-Me m-ma-matará una vez... una vez q-que encuentre a los otros —era todo lo que repetía.

Me puse a pensar en la clara amenaza que me dejó el alfa Jeon sobre Nayeon, quien a pesar de ser algo molesta en ocasiones, en realidad era una chica dulce y amigable a la que se le quiere con solo conocerla, era claro que tenía que advertirle.

Por otro lado me puse a pensar en Jimin, por alguna extraña razón ese omega no le tenía miedo a la furia de ese alfa, incluso después de que se acercó a él logré ver que le hablaba y no temblaba, no logré escuchar su conversación, sin embargo las omegas temblaban tal cual una gelatina, a este punto no sabía si el omega era valiente o un idiota.

Como sea, las horas seguían contando, y después de lo que había presenciado, mientras pudiera escapar lo haría sin meditarlo en lo más mínimo.

Apresuré a mi mente ponerse a trabajar, tenía que salir de aquí y si podía encontrar a Jimin sano y salvo sería mejor, quien sabe que cosas horribles podrían pasarle si esa omega terminó así.

Era bien sabido que el alfa Jeon no discriminaba entre omegas, betas o alfas, es por eso que no le importaba matar a quien sea, por el error que fuera.

Después de otras horas desesperado comencé a buscar una medida de escape, lo que para mi suerte, encontré un pequeño alambre de algún metal entre las ranuras de el concreto y las paredes, agradecí mi talento para abrir cerrojos gracias por el trabajo de cerrajero de mi padre, y puse en marcha un plan, el cual sabía que funcionaría.

Metí el alambre en la ranura de la cerradura, doblé el alambre a tal grado de lograr que los dos bloqueos de la cerradura tocaran y poder abrir.

Por desgracia cuando estaba apunto de lograrlo, un beta fornido entró a la habitación, rápidamente escondí mi pase de salida y me senté recargándome en la pared fingiendo dormir.

—Tengan, el alfa Jeon los necesita con vida por el momento, así que me ha dado la orden de traerles una pieza de pan y agua —es todo lo que dijo y sin esperar respuesta salió.

Miré a la omega quien arrojó con furia las cosas dejadas en frente de su celda.

—¡Yo no necesito comer, necesito salir de aquí! —gritó, sin embargo, como si las paredes fuesen sordas, nada ocurrió.

Suspire, tomé el agua que me dejaron y dejé el pan, seguí con mi trabajo y logré abrir la reja.

Con cuidado la abrí, la omega se encontraba acostada en el suelo dándome la espalda. Agradecí eso, ya que así no haría un escándalo y podría salir de aquí.

Caminé hasta la puerta de la habitación. Me paré un segundo a pensar en que hacer en caso de que algún guardia se encontrara fuera.

Así que agarré mi pequeño alambre y me dispuse a intentar algo contra quien se interpusiera en mi camino.

Con cuidado abrí la puerta, era obvio que no tendría llave, ya que las celdas son lo bastante seguras para que alguien lograse escapar.

Miré como no había nadie custodiando la entrada, y agradecí al cielo, quizá no tenía tan mala suerte después de todo.

Caminé por un largo pasillo y llegué a unas escaleras, un beta iba bajando por ellas y yo me escondí en la oscuridad y debajo de éstas. Una vez se fue continúe mi camino.

Mi corazón latía desenfrenado, cada escalón que me acercaba a la salida, podía respirar la adrenalina de encontrar a alguien que me reconociera y todo terminara.

Al subir me encontré con otra puerta, al abrirla me dejó ver un amplio salón donde se podía ver que había algunos instrumentos y grandes anaqueles con juegos de té muy finos.

Algo confundido por eso decidí ignorarlo, continúe mi camino y al salir del salón llegué a otras escaleras, junto a las escaleras se encontraba otro apartado donde se ubicaba el comedor.

Al momento que iba camino al comedor dos voces se escucharon, me puse nervioso y sin más subí por los escalones de dos en dos sin meditarlo.

Para mi desgracia la voz más grave se escuchaba detrás de mi, al subir me encontré con un pasillo y varias puertas, como estaba entrando en pánico una vez más ubiqué una puerta de las centrales y entré.

La voz y las pisadas continuaron su camino después de unos minutos. Me traté de relajar, definitivamente me dolía el pecho por lo rápido que me latía el corazón.

Traté de ubicarme, me encontraba en una habitación muy grande, fue todo lo que logré recaudar de información.

De pronto el movimiento de algo en la cama llamó mi atención. Cuando iba a salir corriendo una vez más miré que se trataba de Jimin.

Inmediatamente me alegré, nada podría haberme salido mejor, ahora solo tenía que escapar de aquí. Me acerqué con cuidado a la cama para despertarlo y decirle que escapáramos.

Cuando iba a hacerlo miré su pierna, tenía un artefacto que utilizaban los que se habían roto las piernas o tenían algún esguince, me preocupé, era obvio que como método de tortura el alfa Jeon pudo crear algún esguince en el pobre omega.

—Jimin —le llamé mientras lo removí algo brusco, mi lobo se removió en disgusto, pero al carajo ser tierno, necesitábamos salir de aquí rápido.

—¿Q-Qué...? —dijo entre un bostezo mientras se despertaba y estiraba—. ¿Y-Yoongi? —preguntó aún somnoliento.

—Si Jimin, soy yo, ahora vámonos de aquí —dije tratando de levantarlo. Jimin me miró confundido con su rostro un poco ladeado.

—¿Kook regresó? —me preguntó mientras comenzaba a recobrar conciencia de si mismo.

—Deja de llamarlo así, parece que no te diera miedo, y eso es lo que en verdad da miedo —dije algo frustrado por la situación.

Jimin solo soltó una pequeña risa, le parecía gracioso este momento.

—Jimin, no es una broma, vamos tienes que levantarte y largarnos de una vez —esta situación era extraña, pues ni siquiera nos conocíamos, pero algo me decía que no me alejara de él.

—Jimin, Jeon me dijo que... —dijo una voz mientras abría la puerta y dejaba ver a un alfa bastante alto y algo moreno, me miró por un momento antes de comenzar a gritar y yo tratara de esconderme—. ¿¡Tú qué haces aquí!? ¿¡Cómo escapaste!? ¿¡Y los guardias!?

—Y-Yo, y-yo... —las palabras no salían de mi boca, estaba tan asustado que solo quería esconderme o tirarme por el enorme balcón que la habitación tenía. Tal vez la segunda opción.

—Namjoon, ¿podrías bajar un poco tu tono, por favor? —dijo Jimin llamando nuestra atención, tenía sus manos tapando sus oídos por los gritos que el alfa daba.

—Oh, Jimin, lo lamento, pero es que, ¿qué está haciendo él en tu habitación? —¿su habitación?

—Sólo me hacía compañía, estaba diciendo cosas muy extrañas pero me hacía reír, es un buen amigo —contestó con simpleza.

—Jimin... —dijo el alfa con tono de reproche mientras se masajeaba la sien—. Tú sabes que tus amigos son Taehyung, Jin, Hoseok y yo, no puedes llegar y decir que Min es tu amigo tan a la ligera, que tal si te quería secuestrar y utilizarse en contra de Jeon para sacar algún beneficio.

—Él no me intentaba secuestrar... ¿Cierto? —me preguntó ahora haciendo que la atención recayera en mí.

—Claro que no, sinceramente solo quería escapar y ya, además de que no secuestraría a Jimin, ni siquiera sé porque me acusas de eso —le dije sin titubear.

—Fácil —me dijo mientras se acercaba a mi y mi aire de grandeza se fue extinguiendo—. Jimin es alguien muy importante, así que la mayoría de las personas que saben de él intentan llevárselo para acercarse a Jeon.

—¿Y eso para qué? ¿No es más fácil acercarse de una al alfa y ya? —pregunté con obviedad y el alfa solo soltó una risa sin gracia.

—Tu amigo si que es o muy buen comediante o un excelente actor —le dijo a Jimin y este sólo le sonrió.

—No seas así, Min es mi amigo, ¿verdad? —me preguntó con una linda sonrisa que me hizo pensar que todo era normal, eso hasta que veía el rostro del alfa y me advertía que tuviera cuidado con lo que fuera a decir.

—¡C-Claro!, ya somos amigos... —dije con una pequeña sonrisa y risa algo forzada.

—¿Ves Nam?, ya somos amigos.

—Ya lo ví y oí Jimin —dijo el alfa con una sonrisa falsa mientras me miraba, en su rostro se veía un aura siniestra y me puse a temblar un poco.

—Bueno, como ya son amigos deja te doy un ligero consejo —el alfa se acercó a mí y bajo su tono de voz para que solo yo pudiera escuchar—. Aléjate ahora que puedes, ya que no sabes nada y quizás Jeon te perdone por haber entrado a su habitación —después se alejó y se acercó a Jimin mientras comenzaba una conversación más animada.

Era extraño todo esto, no entiendo ni un guijarro lo que está pasando aquí y eso era lo que me enojaba y daba miedo a la vez, no sabía lo que hacía, al parecer me metía en territorio minado y tenía que tener cuidado con que lugar pisar.

—Oh, Namjoon, ¿no sabes cuándo llegará Jin?, ya quiero verlo, dentro de quince días estaré con esta cosa y no quiero terminar aburrido sin ellos —escuché a Jimin y miré como un puchero se había formado en su rostro y el alfa solo le sonrió haciendo que aparecieran dos hoyuelos en sus mejillas, logrando que dejara de lucir aterrador y pareciera una persona normal.

Cuando estaba apunto de contestar, la puerta de la habitación se abrió y se dejó ver al alfa Jeon. Yo me congelé en ese instante y vi como el alfa solo fruncía el ceño. Escaneó rápidamente la habitación mientras entraba lentamente sin perder de vista algún movimiento del alfa con hoyuelos y mío.

Después de los minutos más eternos de mi vida vi que Jimin se encontraba algo incómodo, y no era el único.

—Kook, que bien que volviste, ¿qué tal la reunión? —dijo Jimin llamando la atención de Jeon por un momento, sin embargo volvió a nosotros rápidamente.

—Bien Jimin, Namjoon quiero hablar contigo en el estudio y también con Min, ahora —dijo y salió sin explicación, Namjoon jaló mi brazo obligándome a seguirlo, miré a Jimin y vi como éste se movía con cuidado y lentamente de su cama.

Pero lo perdí de vista tan rápido como salí, me encontraba en problemas... Otra vez.

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