Capítulo 30
La excitación de Bright se espesó aún más ante sus palabras y el cuerpo de Win reaccionó de igual forma, poniéndose caliente y húmedo entre las piernas cuando su miembro se llenó presionando contra su cremallera y su entrada comenzó a lubricar.
En su interior, su conejo se alzó interesado. Bien, eso no era una sorpresa, después de todo, su conejo era un calenturiento y era algo con lo que Win había tenido que aprender a tratar desde que el mismo difería bastante con su parte humana.
Bright se agachó y tomó su boca, su mano deslizándose por su espalda baja hasta su trasero y acunando una de sus nalgas, Win jadeó y empujó contra la mano. La acción pareció darle confianza al alfa, porque el agarre en ella se apretó y luego masajeó.
—Habitación —Win murmuró cuando los labios de Bright se deslizaron a su cuello y comenzó a chupar su manzana de Adán—. ¿Bright? —Insistió cuando no recibió respuesta.
Bright gruñó. —Solo un minuto.
Entonces él bajó a Win de sus piernas y se dispuso a apagar su computadora y guardar los documentos en los que había estado trabajando en un cajón bajo llave. Solo entonces, él se volvió hacia Win.
—Vamos. —Bright le tendió la mano y Win la tomó, su cuerpo vibrando en anticipación.
Bright los llevó a través de los pasillos de la casona y hasta su habitación, cerrando la puerta con seguro una vez estuvieron dentro. Él empujó a Win en la cama y el omega cedió sin problemas, abriendo las piernas cuando las manos del alfa se metieron entre ellas empujándolas a separarse.
Bright se acomodó en su centro y se agachó, cubriendo el cuerpo caliente de Win y tomando su boca. El omega gimió, estremeciéndose cuando las caderas de Bright se presionaron contra él, aplastando su duro pene.
—Bright —jadeó, empujándose contra él.
Bright suspiró, comenzado a empujar a su vez, gruñendo cuando sus penes se frotaron juntos por encima de la ropa. Bien, eso no era demasiado cómodo.
Estirando las manos entre sus cuerpos, Win comenzó a trabajar en el cinturón del alfa y Bright no tardó en ayudarle. Cuando el cinturón estuvo fuera, fue el mismo Bright quien desabrochó sus pantalones, antes de comenzar a trabajar en la ropa del menor.
Win se dejó desnudar y esperó paciente a que Bright hiciera lo mismo consigo, no mucho después, ambos estuvieron completamente desnudos y Bright se arrodilló una vez más entre sus piernas, mirando a Win hacia abajo con ojos tan oscurecidos que Win se sintió como la persona más caliente del mundo en ese momento.
—Eres tan sexy, cariño —Bright gimió con voz ronca y el pene de Win se estremeció—. Tan caliente —murmuró, relamiéndose los labios antes de agacharse y cubrirle una vez más con su cuerpo.
—Oh cielos —Win balbuceó cuando sus pieles entraron en contacto, por primera vez, sin nada que estorbara entre ellos.
—Lo sé —Win dijo, sus caderas curvándose cuando comenzó a frotarse contra él.
—Oh, eso es... Bright. —Win se aferró a él y antes de que se diera cuenta, él estaba empujando tratando de acoplarse al ritmo del alfa.
Alzando la cabeza, él busco la boca del mayor y Bright le alcanzó sin problemas. Su lengua se internó en la húmeda cavidad, probando todo lo que Bright tenía para él. Arqueándose y gimiendo cuando una de las manos del mayor alcanzó su pezón derecho y lo retorció entre sus dedos.
Win se sentía aturdido, porque su cuerpo estaba tan caliente y húmedo, que creía que iba a enloquecer. Su entrada comenzado a palpitar, abriéndose y cerrándose en torno al aire, deseosa de algo que le llenara. Él necesitaba que Bright le tocara allí, rápido, ya.
—Brigth, necesito... por favor —se quejó.
—Está bien, cariño, te tengo, sé exactamente lo que necesitas —Bright respondió, alejando los dedos de su pezón solo para llevar su boca allí.
Win se sacudió y un gemido se escapó de sus labios cuando los dedos de Bright hurgaron entre sus piernas y presionaron su entrada.
—Estás tan húmedo y listo para mi, lindura —Bright gruñó, presionando uno de sus dedos hasta que el anillo de músculos cedió y lo dejo entrar. Win gimió, sus manos yendo hasta los hombros del alfa para sostenerse—. ¿Puedes sentirlo, precioso? La forma en que me succionas, ¿tanto me deseas?
Sí, maldición, Win lo deseaba. Él había estado preocupado por esto, tenía miedo de que alguna forma su cuerpo rechazara al alfa, pero él no pudo haber estado mas equivocado, porque su cuerpo lo quería, lo anhelaba. Su cuerpo, su conejo, él.
Todo en lo que Win podía pensar era en Bright, en la forma en que lo tocaba, la forma en que lo besaba y en lo mucho que lo quería.
—Me aceptas tan bien, cariño —Brigth dijo, mordisqueando esta vez su pezón izquierdo y empujando un nuevo dedo dentro de él—. Eres todo y más de lo que alguna vez había deseado, lindura. —Bright lamió y besó un camino hasta su pene, curvando sus dedos y frotando su próstata justo al mismo tiempo en que le engulló.
Win gritó, sus ojos rodando atrás en su cabeza y sus caderas arqueándose hacia arriba en la boca del alfa. Era tan bueno, se sentía tan bien que Win en realidad no podía decidirse si seguir empujando hacia la boca del mayor o hacia los dedos enterrados en su culo.
Bright deslizó un nuevo dedo en él y Win tembló, haciendo una mueca por el leve ardor, sin embargo, era apenas una molestia, porque Win estaba lubricando tanto que si no lo supiera mejor, pensaría que estaba en celo.
La mano libre del alfa sujetó la base de su pene y bombeó, su lengua bordeó la bulbosa cabeza de este, prestándole especial atención a la hendidura en su centro y a su frenillo, Win sintió el placer acumularse en la parte baja de su vientre, sus pelotas apretándose y alzándose contra él cuando sintió que se correría.
Win llevó una manó a la cabeza del alfa y trató de empujarlo fuera de él. —Bright, espera, voy a... voy a... —Pero Bright no se detuvo, por el contrario, él renovó sus esfuerzos y lo chupó con más ahínco, balanceando su mano y cabeza con más rapidez y frotando sus dedos con saña contra su próstata.
Win se rompió. Él gritó y se estremeció cuando se corrió, su semen golpeando contra la garganta del alfa. Bright bebió toda su descarga y él todavía lo bombeó un par de veces más cuando se alejó y Win dejó de correrse.
—Mucho, demasiado. —Win le manoteó y Bright finalmente le dejó ir, soltando su pene y sacando los dedos de su culo.
—¿Cómo estás? —Bright preguntó con una presuntuosa sonrisa cuando Win finalmente bajó de su nube post-orgásmica.
—Fantástico, ven aquí. —Win estiró las manos hacia el mayor y Bright se metió entre sus brazos. Win le besó y se probó a sí mismo en la boca del alfa.
El pene de Bright se frotó contra su cadera, dejando un rastro húmedo en el lugar y solo entonces Win recordó que solo él había sido quien se había corrido. Por primera vez, Win sintió que el nerviosismo le golpeaba.
—¿Qué está mal? —Bright preguntó, rompiendo el beso.
—Nada, solo, uh... —Win miró entre ellos hacia la ingle del alfa y Bright hizo lo mismo.
—Oh, ¿estás bien? ¿Quieres que paremos aquí? —Bright le sonrió afable y Win negó antes de que siquiera se diera cuenta de ello.
—No, no quiero, pero... —Win dudó.
—Entiendo —Bright dijo y rodó fuera de Win, tendiéndose de espaldas en la cama, entonces lo tomó y le incitó a subir en él
A horcajadas sobre él, Win no pudo evitar sonrojarse, mucho menos cuando sintió el pene del alfa presionar en su trasero.
—Esto es así, eres quien guiará esto, ¿está bien? Tomarás y darás solo lo que quieres, ¿bueno? —Brigth acarició sus muslos y cintura.
Win tragó, removiéndose hasta acomodarse mejor en el regazo el alfa, sus labios se separaron en un suspiro cuando el pene de Bright se frotó en él. Eso era bueno, esto era mucho mejor, Win tendría el control y de alguna forma, eso ayudó a empujar su nerviosismo.
—Gracias —Win dijo y Bright sonrió.
—Esto es todo sobre ti, lindura. Tu placer es el mío —el alfa contestó—. Si no te sientes cómodo y seguro, entonces yo tampoco. Esto se trata de que lo disfrutes tanto como yo.
—Hum, sí, yo puedo hacer eso. —Win asintió, su mano alcanzando su pene para comenzar a frotarse.
—Eso es muy sexy —Bright murmuró, mirando su mano y pareciendo realmente complacido con solo mirar cómo Win se daba placer a sí mismo.
El pene de Win se llenó hasta estar totalmente erecto no mucho después.
Bright sonrió. —Te recuperas rápido —dijo y Win bufó.
Sintiéndose más confiado de sí mismo, él comenzó a balancear sus caderas, frotando su trasero en el pene del alfa, quien gimió, apretando los dedos en su muslo.
—Eso es bastante bueno —Bright concedió.
—¿Sí? ¿Te gusta? —Win preguntó, mordisqueando su labio expectante.
—Hu-ju —Bright murmuró.
Dejando su pene, Win llevó las manos al pecho del mayor, sosteniéndose cuando el ritmo de sus caderas aumentó y se estableció. Las manos de Bright se deslizaron hasta su trasero, apretándolo y estrujándolo tanto como quiso. El pene del alfa se asentó entre sus nalgas, humedeciéndose aún más con el lubricante que Win seguía expulsando.
Bright plantó los pies en la cama y comenzó a impulsarse hacia arriba. La cabeza de Win cayó hacia adelante y sus labios se separaron para dejar salir pesados y ruidosos jadeos, porque, bueno, eso se sentía bastante bien.
Cuando el frotarse se sintió insuficiente, con el calor de su cuerpo subiendo a niveles sorprendentes y su entrada palpitando ansiosa una vez más, Win alcanzó detrás de él, tomando el pene del mayor en su mano y se alzó de rodillas, alineándolo.
—Eso es, despacio —Bright alentó cuando Win comenzó a dejarse caer en él.
—Uh, B-Bright —Win jadeó, sus dedos enterrándose en el pecho del alfa y una mueca se formó en su labios cuando la ancha cabeza del pene de este comenzó a abrir el anillo de músculos de su entrada.
—Tranquilo, está bien, ve tan despacio como quieras. —Bright alcanzó el pene del omega y comenzó a frotarlo lentamente, tratando de distraerle del dolor.
Cerrando los ojos, Win se dejó caer el resto del camino y un suave grito se escapó de sus labios cuando la sensación se balanceó entre el dolor y el éxtasis una vez la cabeza del pene del alfa rozó su próstata durante unos segundos.
—Mierda, Win —Bright farfulló, apretando los dientes cuando se sintió completamente rodeado en el húmedo calor de su omega—. Te dije, uh, despacio.
—Esto es... es tan... se siente... —Win balbuceó, no pudiendo conectar una frase completa—. Necesito... por favor —rogó.
—Toma lo que quieras, lindura, estás a cargo, ¿recuerdas?
Win asintió, reafirmando su apoyo en el pecho del alfa antes de alzar sus caderas y volverse a dejar caer en él. Gimiendo, lo volvió a hacer una y otra vez, hasta que un par de minutos después, pudo encontrar un ritmo.
—¡Oh, Bright!
—Lo sé —Bright gruñó.
Ellos se acoplaron fácilmente, sus gemidos no tardando en llenar el espacio en la habitación junto con el húmedo sonido de sus pieles chocando. Win se agachó, sosteniendo el cuello de Bright con una mano y saqueando su boca, los brazos del alfa le rodearon y un grito se ahogó en su boca cuando este comenzó a empujar en él.
Win tuvo que apoyar sus manos en la cama a cada lado de la cabeza del alfa para aguantar el impulso de sus caderas, los labios de Bright recorrieron su cuello y sus dientes se rastrillaron en sus clavículas, mientras Win gemía y se balanceaba sobre su pene, su ritmo aumentando a medida que la excitación lo hacía.
Los dientes de Win se enterraron en el hombro del mayor y Bright tomó los brazos de este y los empujó a su espalda, sosteniéndole mientras le embestía, las manos de Win alcanzaron las mejillas de su trasero y las separó, dándole más espacio al mayor.
—¡B-Bright! —Win gritó cuando el alfa golpeó su próstata una vez más.
—Eres tan dulce, cariño. Te sientes tan bien alrededor de mí —Bright halagó, balanceando sus caderas en la misma dirección, tratando de dar con el mismo lugar, el gemido apremiante de Win le indicó su éxito—. No sabes cuantas veces tuve que masturbarme después de haber soñado que te tenía justo así.
—Más, necesito... más duro, Bright —exigió y el alfa le dio justo lo quería, comenzando a empujar con más fuerza en su contra.
—¿Así? ¿Esto es lo que quieres, hermoso? —Bright preguntó, dejando ir los brazos del omega para esta vez sostener sus caderas.
—¡Sí!, Así, eso es. —Win le besó una vez más, chupando la lengua del alfa en su boca y tratando de mantener el ritmo de sus caderas acorde con el del mayor.
Echándose hacia atrás, él se enderezó nuevamente, apoyando sus manos en el colchón mientras se balanceaba sobre el alfa. El espaldar de la cama chocaba contra la pared cuando esta se movía con ellos, era una buena cosa que la habitación a su lado estuviera vacía, aunque en ese momento a Win no podía importarle menos.
Estirando su mano, Bright tomó el lloroso pene del omega y lo sacudió, asegurándose de que su pulgar rozara el frenillo y la bulbosa cabeza en cada ocasión.
Los ojos de Win rodaron hacia atrás junto con su cabeza y Bright tuvo que doblar las piernas para darle un apoyo a su cuerpo cuando este pareció flaquear por un momento. Llevando sus manos al pecho del alfa, Win lo montó con más ahínco, él estaba siendo vergonzosamente ruidoso, pero una vez más, justo en ese momento a él no podía importarle.
—Voy a llegar —Win jadeó minutos después, cuando la presión comenzó a construirse en su vientre bajo—. Estoy casi allí.
—Hazlo, lindura, no te contengas —Bright gruñó y solo bastaron un par de empujes más para que Win gritara su éxtasis.
El omega se sacudió encima de él, su semen manchando su mano y un nuevo chorro de espeso lubricante descargándose desde su hermoso culo y humedeciendo su pelvis.
Las fosas nasales de Bright se ensancharon y el aspiró el exquisito aroma de la liberación de su omega, su pene se engrosó y le empujó muy cerca del borde. Win cayó encima de su cuerpo y Bright le abrazó mientras agarraba su culo y seguía embistiendo, disfrutando de los pequeños gemidos que Win dejó salir junto a su cuello hasta que él también explotó.
Su nudo comenzó a crecer y sus dientes picaron cuando se alargaron, Bright tomó un puñado del cabello de Win y le echó la cabeza hacia atrás, entonces acercó su boca al cuello del omega, lamiendo sobre su marca antes de enterrar sus colmillos allí y unirlos esta vez sí, para siempre.
Win se estremeció y se aferró a él, Bright sintió la humedad en su vientre cuando este volvió a correrse y su pene lanzo una nueva descarga de semen en el culo del omega, su nudo asentándose y manteniéndoles unidos.
Bright también sintió el momento en que la conciencia abandonó al omega y el sonrió, desencajado sus dientes y lamiendo el lugar para cerrar la marca.
—Descansa, precioso —murmuró, besando su mandíbula antes de dejar que la cabeza de Win descansara en su hombro. Les tomaría un rato antes de que su nudo bajara de todas formas.
Bright cerró los ojos y se dispuso a tomar un descanso de igual forma, disfrutando del sentimiento de sentirse finalmente unido a su compañero.
Win enterró la cara en la almohada bajo él y gimió sin fuerzas cuando tuvo el quinto orgasmo de la noche. Él se derrumbó en el colchón y apenas se quejó cuando Bright le siguió, tendiéndose sobre su cuerpo.
—Mmm... —ronroneó cuando el alfa comenzó a repartir besos en su espalda y cuello.
—Te amo —Bright dijo y la sonrisa de Win se ensanchó, pues de hecho, él podía sentirlo a la perfección a través de su lazo.
—Te amo igual —contestó, respondiendo al beso cuando Bright buscó su boca.
Una vez el nudo se desinfló, Bright se retiró con cuidado y rodó fuera de él. Win no tardó en alcanzarle y acurrucarse en su costado, apoyando su cabeza en el pecho del alfa y subiendo una pierna en su cadera. El mayor comenzó a acariciarle casi inmediatamente después.
—Esto es grandioso, mucho mejor de lo que pensaba —Win dijo un largo rato después.
—¿A qué te refieres?
—El sexo.
—¿El sexo? ¿Creíste que no te gustaría?
—No me refiero a eso, o bueno, no exactamente. —Win se acomodó hasta que su cabeza quedó en la almohada a la altura del rostro Bright—. Quiero decir, sé que si se hace bien, el sexo puede ser muy bueno —Win carraspeó—, me quedó bastante claro en las horas pasadas, quita la sonrisa estúpida de tu cara.
—Lo siento —Bright dijo y el menor rodó los ojos, pues era obvio que no lo hacía.
—Ignorando tu ego acariciado, lo que quería decir es que, desde... ya sabes, yo ni siquiera podía tocarme a mí mismo sin sentirme mal —murmuró afligido—. Mis celos eran un infierno por ello, porque aunque mi conejo y todo mi cuerpo deseaban el contacto, el alivio, simplemente me costaba bastante.
—Lamento eso, amor. —Bright le miró afligido y Win le dio una pequeña sonrisa que en realidad no llegó a sus ojos.
—Pero haberlo hecho, hacerlo con alguien que tu quieres, con alguien por el que tienes sentimientos... supongo que superó en muchos niveles mis expectativas. —Win se sonrojó, sintiéndose ligeramente avergonzado—. Admito que estaba algo nervioso al respecto, temía que mi mente me jugara en contra y arruinarlo, porque realmente deseaba hacer esto, estar así contigo —susurró al final.
Bright alcanzó una de sus manos y la acercó hasta su rostro para besar sus nudillos.
—Puedo entenderlo, después de todo por lo que has tenido que pasar, no sería algo raro. —Bright tiró de él hasta que Win estuvo entre sus brazos una vez más—. Pero todo fue tan bien, porque estabas mentalmente preparado para dar ese paso y eso era lo principal, hasta que tu mente no estuviera de acuerdo con lo que tu parte animal y tu cuerpo te pedía, seguiría siendo una lucha.
—Ahora puedo verlo. —Win asintió—. Creo que el que esté enamorado de ti y que como plus también fueras mi compañero, ayudó bastante a ello, también.
—Tal vez, es bien sabido que muchas personas no pueden intimar con nadie a menos que tengan una pareja sexo afectiva. —Bright meditó—. Quizás era algo que necesitabas ates de sentirte listo.
—Pienso que va más allá de eso —el omega contradijo—, sin embargo, sí, definitivamente influyó. Me alegra de que haya sido contigo —agregó al final.
Bright sonrió y besó su coronilla, mandando una oleada de amor a través de su lazo. Win suspiró, restregando su mejilla en el pecho de su alfa, sintiéndose cálido, querido y seguro en sus brazos.
—Aunque se escuche mal, yo también —Bright resopló en una risa—. No lo digo por mi sentido cavernícola de alfa, bueno no del todo —bromeó—, sin embargo, me hace feliz saber que he podido ayudarte a través de esto.
—A mi me suena mucho a la parte cavernícola en ti —Win burló.
—No seas malo. —Bright le pellizcó y Win se encogió riendo—. Lo que trato de decir es que, aunque no hubieras querido tener este tipo de relación con mingo, aunque no hubieras querido ser mi pareja, todavía habría querido apoyarte y habría sido perfectamente feliz haciéndolo a pesar de ello.
—Lo sé, solo te estoy tomando el pelo. —Win besó el centro de su pecho y Bright comenzó a ronronear, por supuesto, el sonido se mantenía siendo muy alejado a como lo haría un gato, pero eso no disminuía lo relajante que era—. Eres una gran persona y un gran alfa, aún mejor, eres todo mío —Win le apretó entre sus brazos y Bright rio.
—Es un total placer pertenecerte, mi amor —Bright apremió—. Lo seré tanto como me quieras.
Win se alzó, mirando al alfa a la cara, había una gran sonrisa en su rostro.
—Bueno, pues lo serás para siempre, no hay devoluciones.
—Esa debería ser mi línea —Bright bruñó por lo bajo, deslizando su mano de arriba a abajo por la espalda del omega.
Él se sentía satisfecho de que aparentemente este ya no le prestaba atención a que tocara sus cicatrices.
—Entonces, es bueno que estemos de acuerdo en esto —murmuró, justo antes de besarle.
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—¿Pueden dejar de mirarnos? Están incomodando a Win —Bright gruñó, fastidiado de la mirada de su padre y hermanos en ellos.
Win se removió en su silla, su cara y cuello sonrojados, él se aseguró de evitar la mirada de todos y mantener su vista firmemente pegada a su plato de comida. Cuando Bright y el finalmente habían sido capaces de dejar la cama, ya era la hora del almuerzo.
—Entonces... —Tong comenzó—. ¿Puedo llamarte oficialmente cuñado, Win?
—Tong —Bright advirtió.
—¿Qué? —Su hermano amplió los ojos fingiendo inocencia—. ¿No puedo?
—Voy a patear tu culo.
—Oh, por favor, inténtalo —Tong retó.
—Ya déjenlo ustedes dos. —Su padre les miró con severidad—. De todas formas —continuó cuando ellos se aplacaron—, felicidades a los dos por su unión, una vez más, bienvenido a la familia, Win —dijo cariñosamente hacia el omega.
Win le miró y sonrió de vuelta hacia su suegro.
—Gracias, señor Vachirawit.
—Ya no hay forma de que te deje seguir diciéndome así —este negó—. Desde hoy soy papá, ¿está bien?
Los ojos de Win se humedecieron y su sonrisa se ensanchó cuando asintió.
—Está bien, papá.
—Eso quería escuchar. —El señor Vachirawit asintió satisfecho.
—Es bueno tener un omega en la familia de nuevo —Tong dijo, mirando con cariño a su cuñado—. Espero que sean muy felices y Win, por favor se paciente con el idiota de mi hermano si llega a hacer algo o si quieres, ven a mí, me aseguraré de patearle el trasero, ¿ok? —Tong le guiñó y Win rio.
—Lo haré. —Win asintió, guiñando de vuelta.
—No le metas ideas a mi compañero en la cabeza, idiota. —Bright tiró de Win a sus brazos y besó cariñosamente su mejilla.
—Win ahora es como un hermano y con más derecho patearé a cualquiera que trate de meterse con él, incluso a ti —Tong repuso y Bright blanqueó los ojos.
—Fiat aún está durmiendo, pero cuando despierte también estará muy feliz —el señor Vachirawit interrumpió las tonterías de sus hijos.
Fiat y el centinela se estaban recuperando mucho mejor de lo que se esperaba. Sus heridas aún estaban siendo tratadas, pero a pesar de las feas quemaduras que cubrían algunas partes de su cuerpo, ellos lo habían asimilado bastante bien y actualmente habían comenzado a reintegrarse al ajetreo de la vida diaria.
—Tenemos que organizar una fiesta con ambas familias para celebrar su unión, luego podemos encargarnos del resto —agregó su suegro.
—Papá, no presiones —Bright amonestó.
Entonces los tres Vachirawit en la mesa volvieron a meterse en una tonta discusión. Win rodó los ojos, pero él no pudo dejar de sonreír, amaba su familia y le alegraba que el sentimiento fuera mutuo.
Win mandó una oleada de amor a través de su lazo y Bright le apretó aún más contra él, dejando de discutir un momento para besar su sien y devolverle el gesto.
Win suspiró, tenía el presentimiento de que las cosas mejorarían a partir de allí.
Solo faltan el capítulo final y el epílogo, jeje.
Lo subiré más tarde.
Stars_Of_Saturn.
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