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Capítulo 22

Bright inyectó la nueva dosis de sedantes directamente en el suero que estaba conectado al brazo del aún inconsciente alfa. Una vez terminó, desechó la jeringa y apuntó sus avances en el registro, él acababa de terminar cuando Mile entró en la habitación.

—¿Cómo está?

—Mejor, debería despertar en cualquier momento. —Bright dejó el pequeño escritorio en la habitación y volvió a acercarse al alfa en la camilla, parándose junto a su amigo.

—Realmente le hicieron mierda, ¿eh? —Mile preguntó con rabia contenida—. Los muy bastardos.

—Ellos lo hicieron, sí —Bright contestó con igual tono.

—Nunca creí que alguna vez llegaríamos a ver a Jumpol así —Mile dijo—. El bastardo es un hueso duro de roer.

—No es como si no hubiéramos hecho lo mismo en su lugar —Bright repuso—, fueron seis de ellos contra él solo y aún así se las arregló para matar a dos y dejar mal heridos a otros tres, estaba esposado y se rompió la pierna él mismo para soltarse del amarre en la silla en que lo sujetaron cuando comenzaron a llevarse a Gun.

—¿Tong finalmente obtuvo las grabaciones?

—Sí —Bright confirmó—, no fue exactamente algo lindo de ver.

—Imagino. —Mile dejó salir un pesado suspiro y negó con la cabeza—. De todas formas, vine a avisarte que ya debo irme y que Chai está a punto de partir, Fiat ya ha organizado a tus hombres.

—Bien, estoy yendo hacia allí. —Dándole una última mirada a Jumpol, ambos hombres se retiraron de la pequeña sala de enfermería que Bright había hecho habilitar cuando le rescataron.

Todos habían estado de acuerdo en que era demasiado peligroso que este se quedara en un hospital, ellos habían estado haciendo limpieza en sus manadas y en teoría, habían logrado encarcelar a cada traidor, pero a las malas habían aprendido que nunca se es demasiado cauteloso.

Después de hacerse con sus armas, ellos salieron al patio, donde Chai estaba hablando con su propio grupo, Mile y él se acercaron a su amigo.

—Realmente parece que solo nos reunimos contigo en este tipo de situaciones. —Bright palmeó la espalda de Welasmongkonchai.

—Han sido tiempos difíciles, por lo que no es de extrañar —Chai respondió, palmeando el hombro de ambos hombres—. Estoy partiendo, Bright, mis hombres están listos.

—Ve, nosotros también nos pondremos en marcha, gracias una vez más por esto, Chai.

—Pera eso estamos los amigos. —Welasmongkongchai sonrió, antes de separarse y hacerle una seña a sus hombres—. Aun así, me deberás una cena por esto.

—Las que quieras.

—Mantén eso en mente. —Chai señaló, acercándose hasta la camioneta en la que se transportaría —. Cuida tu culo allí, Vachirawit, no regreses sin tu omega y el de Jumpol.

—Con un infierno que no lo haré —Bright gruñó—. Tú también cuida tu espalda.

—Hecho. Hablamos más tarde, Mile, el resto está en tus manos.

—Y me haré cargo de ello —Mile contestó y con un asentimiento, Chai subió al vehículo, poco después, este partió junto a todo su grupo.

—Yo también debo irme. —Bright se giró hacía su amigo—. Y no tienes que decirlo, cuidaré el culo testarudo de Suppasit.

—Será mejor que el idiota se mantenga a salvo, si Gulf sufre por él... —Mile bufó, negando tristemente con la cabeza.

—Él despertará y todo volverá a la normalidad, ya lo verás.

—De tu boca a oídos de la diosa —Mile murmuró con un suspiro—. Cuídate YoonGi y vuelve con los chicos a salvo.

—Eso dalo por hecho —Bright aseguró, palmeando la espalda del alfa una última vez antes de dirigirse hacia su propio vehículo, donde encontró a Mew y Fiat, ambos mirándose tensamente uno al otro—. ¿Están listos? —Interrumpió el incómodo momento, ambos se giraron a mirarle.

—Por supuesto —Suppasit respondió—, tan listo como nunca antes.

Bright frunció el ceño, mirándole con atención, él hizo una nota mental para mantener una especial atención sobre el trasero de su casi cuñado, por alguna razón, sentía que este le estaría dando serios dolores de cabeza.

—Entonces en marcha, ¿Fiat?

—Estoy en ello —su hermano contestó, girándose para comenzar a gritar órdenes al resto de sus hombres.

En poco tiempo, todos estuvieron en sus vehículos y saliendo de la casona. Mitrando hacia afuera el paisaje boscoso que rodeaba las tierras de su propiedad, Bright se juró a sí mismo que no regresaría a menos que Win volviera con él, no importaba lo que tuviera que hacer para lograrlo.

Win acababa de deslizar sus pantalones a su lugar cuando la puerta se abrió. Él contuvo la respiración y Gun que estaba sentado en la cama en frente suyo, prácticamente saltó sobre sus pies.

—¿Qué infiernos? —Masculló, la ira embargándole a una velocidad vertiginosa al ver a nada menos que Kim YoungNam atravesar la puerta—. ¡¿Qué infiernos...?!

—Espera —el hombre le interrumpió, alzando una de sus manos frente a él al tiempo que volvía a cerrar la puerta.

Las voces de lo que no podían ser más que otros guardias se escucharon afuera y se detuvieron justo frente a su puerta, la morilla se movió y un momento después fue abierta por uno de los guardias que Win ya identificaba como regular.

YoungNam se apartó de la vista y se agachó, Win le fulminó, el guardia le arqueó las cejas a través de la mirilla, probablemente confundido por la furia que creía Win dirigía hacia él. No le culpaba, pues Win nunca les había dado más allá que una plana mirada cada que le verificaban a través de sus rondas de vigilancia.

"Debe estar de muy mal humor", Win creyó escucharle murmurar, Gun a unos pasos detrás de él bufó.

—Oh, ¿tú crees? —Ironizó.

—Alguien le traerá de comer en un par de minutos —contestó en cambio el guardia, cerrando la mirilla inmediatamente después.

Todos guardaron silencio mientras escuchaban los pasos alejarse y cuando estuvieron seguros que no podrían ser escuchados, Win cargó sobre Kim una vez más.

—¡Eres un bastardo hijo de puta! —Le gritó.

—Baja la voz. —YoungNam le hizo señas con las manos, luciendo realmente nervioso—. Sé lo que debes estar pensando, pero tengo una explicación.

—¿Ah sí? ¿Cuál podría ser? No eres más que un mal nacido.

—Esperen, no estoy entendiendo nada, ¿quién es este tipo, Win? —Gun se acercó a él, tomándole del antebrazo para llamar su atención.

Win tomó una profunda respiración, tratando de contener lo mejor que podía su rabia, antes de responderle.

—Este es el bastardo traidor del que le conté. —El reconocimiento cubrió el rostro de Gun y cuando sus ojos giraron nuevamente en dirección al hombre frente a ellos, había algo muy parecido al odio desbordándose de estos.

—¿Qué demonios quieres ahora? —Win volvió a preguntar.

—Vengo a sacarlos de aquí —respondió YoungNam de inmediato.

—¿Disculpa? —Ambos omegas preguntaron casi al unísono.

—No tengo tiempo para una explicación detallada, pero en resumen, tengo que sacarlos de aquí dentro de los próximos cinco minutos.

—¿Te has vuelto loco? ¿Realmente piensas que iremos contigo a algún lado? ¿Realmente me crees así de estúpido? Solo lárgate de aquí, Kim. —Win le apuntó acusadoramente.

—Escucha, sé lo que Vimuktayon te dijo anoche y que en este momento es difícil que confíe en mí, pero...

—Si lo tienes tan claro, entonces, ¿qué buscas aquí? —Le interrumpió.

—Pero —YoungNam continuó—, no es cómo piensa, no lo negaré, me acerqué a usted más por órdenes de Vimuktayon que por cualquier cosa. —YoungNam levantó una mano para callar sus palabras cuando estuvo a punto de replicar—. Pero nunca le mentí, realmente pienso cada cosa que dije y todo lo que le conté acerca de mí y mi hermana es cierto.

—¿Y aún así fuiste capaz de utilizar lo que le sucedió para algo tan bajo? —Esta vez fue Gun quién preguntó, no ocultando el desprecio en su voz.

—¡No es así! —YoungNam gritó, tomando un profundo respiro un momento después, no podía permitirse tal indiscreción nuevamente, la vida de todos ellos estaba en juego—. Nunca jamás utilizaría aquello con el fin de ganar cualquier cosa, es mi hermana pequeña y ella fue violada, ¿cómo podría ser tan cínico para usar algo así con cualquier tipo de retorcido fin?

—Fuiste tú quien admitió que te acercaste a mí por órdenes de Piya —Win señaló.

—No, he dicho que en parte lo he hecho por eso, sin embargo, cuando lo hice, nunca planee seguir sus órdenes. —Win frunció el ceño ante las palabras del alfa.

—Pues por lo que Vimuktayon dijo, a mi me parece que hiciste precisamente eso —repuso.

—Escuchen, realmente no contamos con el tiempo para esto —YoungNam contestó, mirando el reloj en su muñeca—, solo nos quedan tres minutos.

—¿Tres minutos para qué?

—Tres minutos para... —Un gran estruendo se escuchó y las paredes de su celda se estremecieron. Un escalofrío recorrió su espina dorsal y Gun a su lado se tambaleó, reforzando el agarre en su brazo.

Los gritos no tardaron en escucharse fuera de su celda y de repente un grupo de rápidas pisadas le siguieron a estos.

—Se supone que teníamos tres minutos antes de que eso sucediera, mierda —YoungNam maldijo, sacando dos pistolas desde su espalda y quitándole el seguro, él revisó que estuvieran bien antes de volver a mirarles—. ¿Quién de ustedes sabe manejar una de estas?

—Yo —respondieron ambos omegas en automático, YoungNam miró del uno al otro.

—Solo puedo darles una —él dijo.

—¿Realmente piensas darnos un arma? ¿Confías lo suficiente en nosotros como para no pensar en que te asesinaremos en cuanto esté en nuestras manos? —Win le miró incrédulo.

—Supongo que tomaré el riesgo, aquí, tenga. —YoungNam le extendió el arma por el mango, mas Win no se movió de su lugar, fue Gun quien después de un largo momento lo hizo.

—Realmente debes estar loco, hombre. —Gun negó con la cabeza, verificando que el arma estuviera en buenas condiciones por sí mismo, una vez estuvo satisfecho, la guardó en el bolsillo de su chaqueta—. ¿Municiones?

—Úselas sabiamente, no tendremos más oportunidades de abastecernos. —YoungNam le entregó dos cargadores con municiones, mismos que Gun también guardó en sus bolsillos.

Un nuevo estruendo se escuchó, estaba vez, peligrosamente más cerca de su ubicación. Ellos se tambalearon sobre sus pies y ambos omegas tuvieron que ayudarse entre sí a mantener el equilibrio.

—¿Qué demonios está pasando? ¿Qué es todo esto? —Win masculló.

—Eso es tu alfa tratando de llagar a ti.

—¿Cómo? ¿Mi alfa? ¿Bright está aquí? —La voz de Win tembló cuando pronunció el nombre del mayor—. ¿Qué es lo que realmente sucede?

—En resumen, Piya Vimuktayon quería que me acercara a ti con el fin de engañarlos a ambos, usarte como cebo para tenderle una trampa a Vachirawit. No sé cómo se enteró de lo de mi hermana, pero el muy bastardo pensó que sería un movimiento inteligente tratar de utilizar lo que sucedió y amenazar su seguridad para conseguir lo que quería.

—Por lo que lo traicionaste. —Gun señaló lo obvio.

—Lo hice, sí, de todas formas, no es como si el hombre me hubiera agradado nunca o siguiera ciegamente sus estúpidos ideales. —YoungNam se encogió de hombros—. Como ya le había dicho a Suppasit, muchos estamos aquí porque no encontramos otra opción.

Nuevos pasos se escucharon fuera de su celda y los tres guardaron silencio tensamente, suspirando cuando ninguno se detuvo en ella.

—El punto es, que le conté a Vachirawit los verdaderos planes de Vimuktayon y por eso está aquí, al final, es otro quien se está llevando una grata sorpresa.

Win negó, aún manteniéndose reacio.

—¿Cómo puedo saber que lo que dices es verdad?

—Sabía que diría eso, por esa razón le pedí al alfa Vachirawit que me diera algo que le hiciera confiar. —YoungNam frunció el ceño y se mostró pensativo por un momento—. Él me dijo que le pasara el siguiente mensaje, "aún estoy aquí para ti, estoy orgulloso de lo fuerte que has sido, gracias por soportar tanto, solo tendrás que hacerlo un poco más, iré por ti, lindura y me encargaré de todo el que te ha lastimado", también me dio esto.

Los ojos de Win se llenaron de lágrimas al escuchar el cariñoso mote por el que el alfa suele llamarle. Win siempre le repetía que no le gustaba que le llamara así, pero él en realidad lo amaba y daría cualquier cosa por tenerlo allí en ese momento diciéndoselo a la cara.

Tomando el pequeño papel de las manos del alfa, Win leyó el contenido de esta, el cual no decía nada más allá que un "resiste un poco más, estoy yendo a por ti", seguido de la firma de Bright y el sello oficial de la manada Vachirawit.

Dado que la carta estaba claramente escrita con la letra de Bright, agregándole el sello de su manada, era muy poco probable que la misma fuera falsa, más no imposible. Aún así, Win decidió dar un salto de fe, no es como si viviría por mucho más de quedarse allí y no se perdonaría el perder la oportunidad de sacar a la luna Jumpol de ese infierno.

—Bien. —Win asintió, tragando el nudo que había comenzado a formarse en su garganta—. Exactamente, ¿qué quieres que hagamos?

Un ruidoso suspiro de alivio se escapó de los labios de YoungNam, quien asintió hacia la puerta.

—Solo tienen que seguirme.

—¿Win? —Gun preguntó y Win asintió.

—Hagámoslo —él murmuró.

Gun asintió, su rostro tomando determinación.

—Estaremos justo detrás de ti, Kim —Gun le dijo—, solo recuerda que si haces cualquier estupidez, tú mismo me diste un arma.

YoungNam no hizo más que asentir, tomando con la debida seriedad la amenaza del omega, entonces, girando, él los sacó de aquella celda.

Les tomó alrededor de quince minutos el finalmente poder burlar la seguridad de todo el edificio y salir del lugar. Gracias al caos generado por el constante bombardeo, hasta cierto punto, nadie reparó demasiado en ellos, sin embargo, esto no evitó que fueran extremadamente cuidadosos de quedarse fuera de la vista de cualquiera.

Finalmente saliendo a la luz de mediados de la tarde, directo al patio trasero del edificio que una vez sirvió de institución mental. Claramente, el lugar estaba descuidado, después de todo, no había sido más que un edificio abandonado hasta hace poco.

Había guardias corriendo por todo el lugar y Win solo podía rogar porque su suerte se mantuviera el tiempo suficiente como para que pudieran finalmente salir de allí, había sido un milagro que hasta el momento nadie realmente les hubiera encontrado.

Agachados tras el contenedor de basura que apestaba a podrido y tal vez mierda, ellos tuvieron que omitir el olor y apegarse tanto como pudieron al metal del mismo. YoungNam observó el movimiento en el patio por un momento más, antes de girarse nuevamente hacia ellos.

—Es imposible, no puedo llevarlos a ambos a la vez, sería demasiado peligroso. —YoungNam miró del uno al otro con el ceño profundamente fruncido—. Si algo pasara, podría proteger a uno de ustedes sin demasiados problemas, pero no a los dos, más aún cuando contamos con tan pocas municiones y protección.

—Entiendo, entonces saca a Gun primero. —Win señaló al susodicho con un ademán de cabeza.

—Espera, tenemos que discutir esto —el omega repuso—, no puedes tomar esta decisión por ti solo.

—No veo lo que tenemos que discutir.

—Debemos hacer esto por prioridad, deberías ser quien vaya primero, estás muchísimo más débil y herido, debes ser tratado cuanto antes, sería mucho más peligroso si te quedaras atrás.

—Estás embarazado y eres la luna de la principal manada del país, es demasiado claro para mí quién de nosotros merece prioridad —Win negó—, no hay nada más que discutir.

—Pero...

—Estoy de acuerdo con Win en esto —YoungNam interrumpió—, luna Jumpol, debería venir conmigo primero, sé que no es justo y es incluso cruel decirlo, pero hay que ser realistas, Kugimiya y Vimuktayon podrían hacer más daño teniéndolo a usted en su poder que a Win.

Gun apretó los labios, no pudiendo decir nada contra ello, pues era consciente de que el hombre tenía razón.

—Muy bien, entonces —Win asintió, mirando a Kim directamente a los ojos—, mantenlo seguro y protégele con tu vida, ¿entendido?

—Tan claro como el agua —YoungNam afirmó.

El alfa procedió a darles instrucciones de lo que debían hacer, recalcándole a Gun una y otra vez que se mantuviera justo tras él, mientras que a Win le instó a mantenerse fuera de la vista de todos y que solo se moviera de su posición si estaba en peligro de ser descubierto.

Gun le entregó la pistola a Win y poco después, ambos partieron. Win miró atento cómo sorteaban entre los guardias que corrían de un lugar a otro defendiéndose del ataque.

Win contuvo la respiración y su corazón dio un vuelco cada vez que alguien estuvo a punto de verlos, mas YoungNam supo ponerlos a resguardo cada vez, por lo que no demasiado tiempo después estuvieron fuera de su vista.

Suspirando, Win se acurrucó aún más contra el apestoso contendedor. Él llevó una de sus manos hasta su espalda baja y tocó apenas la herida abierta e infectada que allí se encontraba. Win sabía que tenía fiebre y que si no se trataba pronto, entonces estaría en serios problemas.

Win había tratado de disimular tanto como pudo su condición ante el omega mayor, sin embargo, estaba seguro de que Gun lo había notado, mas no le insistió en ello, probablemente intuyendo que Win no quería hablar sobre cómo las consiguió y mucho menos que nadie realmente las viera y sintiera pena por él.

Más pena de lo que por sí ya debía dar, pensó para sí mismo. Win no se había visto en un espejo, pero no necesitaba hacerlo para saber que estaba hecho mierda.

Parpadeando, Win cabeceó, su vista se nublaba por momentos y respirar no era precisamente fácil dada su condición y el asqueroso aroma que desprendía el contenedor de basura. Cerrando los ojos, apoyó la cabeza contra el metal del contenedor.

—Ha pasado demasiado tiempo, se supone que ya deberían estar aquí —Mew dijo ansiosamente—. Están tardando demasiado.

—Tranquilízate, ellos vendrán —Bright gruñó, Suppasit le estaba poniendo más nervioso de lo que de por sí ya estaba—. Dale unos minutos más.

—Esto no me da buena espina —Mew refutó—. ¿Estás seguro de que ya estaban fuera cuando tus hombres empezaron el ataque? ¿Qué pasa si aún no habían podido salir? ¿Qué pasa si los descubrieron?

—No los han descubierto, Mew. —Bright rogaba por tener razón—. Creamos una gran distracción, ellos debieron haber tenido tiempo de escapar.

Recargando su rifle, Bright disparó a unos de los hombres de Vimuktayon cuando el hombre intentó dispararle por la espalda a uno de sus chicos. Bien, Bright era bueno disparando, aunque no tanto como su hermano mayor, de los tres, Tong era el chico de las armas.

—Lo siento, pero no puedo soportarlo más, no me estoy quedando aquí por más tiempo. Iré por mi hermano.

—¡Suppasit, ¿dónde infiernos crees que vas?! ¡Mew! ¡Maldición! —Brighti vociferó cuando vio como su cuñado se perdió entre los arboles—. Fiat, haz que alguien vaya tras el trasero de Mew —ordenó a través del intercomunicador.

—Estoy algo ocupado, Bright —Fiat gruñó y Bright volvió a maldecir, porque su hermano también se había metido directamente en el campo de batalla.

Mirando alrededor, Bright logro ubicar a dos de sus centinelas. Él los señaló y los hombres trotaron hacia él.

—Sigan a Supppasit y cuiden su terco trasero, quiero que lo mantengan a salvo sin importar qué.

—Como ordene, señor —respondieron los centinelas y girando sobre sus talones, se apuraron a seguir el rastro de Suppasit.

Bright volvió a poner su atención en el visor de su rile, él no estaba exactamente feliz de tener que mantenerse tan al margen tampoco. Bright también deseaba ir allí y capturar a Piya Vimuktayon por sí mismo, pero alguien tenía que dirigir la operación. Bright tenía que mantener a sus hombres en orden.

Ellos no podrían hacer nada demasiado drástico hasta que Win y la luna Jumpol estuvieran a salvo. Solo entonces Bright podría centrar sus misiles directamente al edificio y echar la maldita cosa abajo. Hasta entonces, todo lo que Bright podía hacer era mantener su león a raya y esperar.

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Mew se quedó quietos tras el tronco del árbol, manteniéndose de lado para asegurarse que el tronco de este le mantuviera oculto de los dos guardias que se acercaban armados en su dirección.

Sacando uno de los cuchillos de caza que estaban enfundado en su cadera, él esperó con paciencia a que los hombres pasaran a su lado. Agradeciendo que el olfato no fuera algo de los que podrían confiarse demasiado dado que estaban en un bosque, Mew rogaba porque estos no pudieran demasiada atención en su aroma, especialmente desde que él era una "presa".

Cuando los hombres finalmente pasaron a su lado, Mew estiró su mano y agarró al más cercano a él, envolviendo su brazo en el cuello de este, Mew alzó la pistola en su otra mano y le disparó al otro tipo, antes de finalmente utilizar su cuchillo para cortar la garganta del que sostenía.

—Bien, eso fue estúpido de tu parte, Mew —él se reprendió a sí mismo, agachándose para quitar las armas del cuerpo de los guardias—. Como pensé, esos bastardos lo están usando.

Me miró la carga de dardos en su mano, sabiendo que estos contenían el contritionem, lo que significaba que debía tener el doble de cuidado.

Destruyéndolos, Mew se deshizo de ellos y siguió su avanzando hacia el edificio, su plan era llegar por la parte trasera de este y solo por eso Mew se encontraba rodeando el lugar a través del bosque, era su vía más fiable.

De un momento a otro, Mew se vio siendo asaltado desde atrás y fue solo gracias a su rápida reacción, que él logró interponer su brazo entre la mano que sostenía un cuchillo y estaba tratando de apuñalarle.

Tomando el brazo del hombre, Mew usó su propio peso y lo giró por sobre su hombro, golpeando al tipo en el suelo y retorciendo su muñeca hasta que el cuchillo cayó de las manos de este.

—¡Suppasit! —Alguien gritó desde atrás y Mew perdió su concentración por un momento. Su sorpresa fue grande al dar con la luna Gun Jumpol a un par de metros por delante de ellos.

—¿Luna Jumpol?

—¿Eres Suppasit? ¿Como Win Suppasit? —El tipo bajo él gruñó y Mew regresó su vista hacia este, solo entonces el rostro del mismo se le hizo conocido.

—¿Eres YoungNam?

—Sí, hombre, ¿puedes soltar mi muñeca? Joder.

Mew le liberó y se alejó del tipo, a su vez que la luna Jumpol se acercaba a ellos. Mew ayudó al hombre a ponerse de pie y miró alrededor.

—¿Dónde está Win?

—Era demasiado peligroso traerlos a ambos. Demasiado difícil para pasar desapercibidos, está oculto cerca de un contenedor de basura a unos metros de la puerta trasera del edificio —YoungNam contestó—. El plan era poner a salvo a la luna Jumpol antes, pero hemos tardado más de lo pensado porque había más hombres de lo que creímos repartidos por todo el patio trasero y el bosque.

—Sí, me encargue de dos de ellos ahí atrás. —Mew hizo una mueca, poniendo su atención una vez más en el omega—. ¿Está usted bien?

—Lo estoy, pero Mew, Win está muy mal. Hay que sacarlo de ahí cuanto antes —Gun respondió, pareciendo bastante preocupado—. Ni siquiera creo que pueda defenderse a sí mismo si algo fuera mal, quería que ellos vinieran primero, pero ninguno quiso aceptar.

—Está bien, esto yendo por él —afirmó, sacando una pistola de su funda y dándosela al omega—. Guarde esto por si acaso.

—Gracias. —Gun comprobó el arma y asintió hacia él—. Saca a tu hermano de allí, Suppasit.

—Eso haré. —Encarando a YoungNam él dijo: —Creo que no tengo que decirte que le cuides con tu vida, ¿verdad?

—Lo tengo bastante claro —YoungNam afirmó.

Mew simplemente asintió, moviendo la cabeza en su dirección antes de comenzar a correr hacia la salida del bosque. Había perdido bastante tiempo y su hermano le necesita, él no podía tardar más.

—Espera un poco, Win, estoy yendo por ti —murmuró para sí mismo.

Stars_Of_Saturn.

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