(Tres meses después)

— ¿Te gusta? —

— ¡Sí! — exclamé viendo el reloj de oro en frente mío

Siwon estaba muy consentidor, últimamente me sacaba a muchos lugares. No me quejaba, además debía de tenerlo contento ya que Jungkook está en casa.

Estábamos ahora en un lujoso restaurante, ambos estábamos celebrando el cumpleaños de Siwon.

— ¡Llegamos! — exclamé entrando a casa con dificultad por los tacones

— Sí-í — dijo Siwon abrazándome — ¡Mi esposo lindo! —

— ¡Shh! — exclamé riéndome — todos duermen — dije jalándolo del brazo

Subimos con dificultad, al llegar al cuarto lo eché en su cama y salí de mi cuarto, corriendo al cuarto de Jungkook, encontrándolo con Yerin y Yeonjun echados a su lado.

— Amores — dije echándome con ellos

— ¿Estás bien? —

— ¡Mira lo que me dió! — exclamé mostrándole el reloj — no era mi cumpleaños pero mira no más lo que me dió — dije con una enorme sonrisa en mi rostro

— Taehyung... —

— Dime —

— Te amo —

— Yo también —

(Dos meses después)

— Come — dijo Jungkook metiendo en mi boca pequeños pedazos de chocolate

— Ba-basta — dije tapándome mi boca — es demasiado —

— Debes de comer... estás muy delgado —

— Estoy bien, he subido tres kilos más, el doctor dijo que estoy bien — dije viendo como acercó otro chocolate a mi boca — Jungkook... —

— Yeonjun es un niño muy glotón, Yerin no era así —

— Voy a estar bien, ya tiene un año, pronto dejará de lactar — dije acercándome a él — mejor bésame — dije enredando mis brazos a su cuello

— Te amo — dijo pasando sus manos por mi cintura

— Jungkook... — dije sonriendo, sintiendo como me alzó

— Divorciate ahora — apenas dijo eso mi sonrisa se borró

— Espera... — dije alejándome de él

— Taehyung ya terminé mi carrera, era lo único que estaba esperando, ahora podremos irnos —

— Acabas de empezar a trabajar en la empresa de tu padre — dije serio — con tu salario no alcanzaría para nada, Jungkook entiende que nosotros no estamos acost-... —

— Taehyung... ¿Qué te detiene ahora?, dime, ¿Qué es? —

— Nada —

— ¿Seguro? —

— Jungkook mírate, mírame y mira a nuestros hijos — dije señalándome — no podremos sobrevivir de tu sueldo, además, ¿Luego del divorcio y si Siwon se entera de lo nuestro crees que te dará trabajo?, no lo hará —

— ¿Qué quieres decir con esto?, no entiendo tu punto, sé directo —

— No me voy a divorciar —

○●○●⊙●○●○

— ¿Qué? —

— Como escuchaste, Jungkook no puedo divorciarme de tu padre, mis hijos han crecido desde el primer día de su nacimiento en este mundo, no les voy a quitar todo estás comodidades —

— Taehyung... —

— Yerin tiene todo lo que yo de niño deseaba, tiene miles de zapatos, vestidos, peluches y perfumes — dijo acercándose a mí — mi Yeonjun también tiene todo eso y no voy a hacer que dejen todo eso, no —

— ¿Seguro que es por ellos? — pregunté viendo un anillo en su mano y ese reloj de oro — a mí me parece que tú no quieres volver a esa vida, que te has acostumbrado a tener todo esto y no lo quieres dejar por nada del mundo —

— Así es, yo tampoco quiero dejar esto, me encanta mi vida, pero también pienso en mis hijos —

— No pienso ser el amante por siempre, Taehyung —

— Y yo no pienso dejar que mis hijos sufran, Jungkook, son felices, Yerin es completamente feliz —

— Son pequeños, rápidamente se acostumbrarán a otro entorno —

— Jungkook... —

— No me gusta esto Taehyung, lo odio, entiende, lo odio maldita sea — dije agarrándolo de los hombros — odio como no puedo salir contigo, con mis hijos juntos, como no puedo dormir libremente contigo, hacerte mío cada noche y besarte en cualquier lugar —

— Solo debemos esperar un poco más —

— ¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar?, ¿Cinco años más?, ¿Treinta años? — pregunté con gracia, realmente esto era ridículo

— Jungkook... —

— Ya van a ser seis años, Taehyung, seis años. ¿Cuánto te vas a divorciar?, ¿Cuándo Yerin tengo treinta y cinco años? —

— No... —

— ¿Entonces cuándo Taehyung?, necesito que me digas, ya terminé mi carrera y eso era lo único que nos ataba a mi padre —

— Jungkook no lo entiendes, no entiendes nada — dijo mirándome con sus ojos llorosos — tú has crecido con todos estos lujos, toda tu vida, yo no y quiero disfrutarlos con mis hijos... contigo — dijo agarrándome las manos

— No, Taehyung no me gusta esto, duermes con mi padre y conmigo — dije soltándome de su agarre

— No me acuesto con Siwon —

— Te besas con él, te acaricias con él, es lo mismo —

— No es que me guste, te informo —

— Taehyung... —

— Jungkook no seas así — suspiró sonoramente — Jungkook por favor piensa, sé inteligente por favor —

— ¿En qué debo de ser inteligente? —

— Tú has terminado tu carrera, pero no eres millonario, si nos vamos tendremos que dormir y vivir en un pequeño cuarto y comer lo que nos alcance —

— ¿Entonces el dinero vale más que nosotros? —

— Sí, Jungkook entiende — dijo acercándose a mí nuevamente — nunca podrás tener lo que Siwon tiene, Siwon ha trabajado años para tener esto, yo no puedo esperarte años para que lo logres —

— Entiendo, con que es así — dije sonriendo sin gracia — el dinero puede más que nosotros —

— Jungkook, no-no, no quise decirlo así —

— No, tranquilo, entendí todo perfectamente — dije metiendo mi mano en mis bolsillos — entiendo todo... —

— Jungkook... —

— Decías divorciarte si estudiaba, si me graduaba y era exitoso, pero nunca creíste en mí, solo era alguien que te hacía sentir lo que tu esposo no, dices amarme, pero al fin del día solo amas su dinero —

— Jungkook, esp-... —

— Entiendo Taehyung, y por más que me duela decirlo lo sabía, siempre lo supe, desde el primer momento en que te vi — dije pasando por su lado — espero que no cambies a nuestros hijos por joyas, eso si no lo perdonaría, jamás — dije dejándolo solo en la sala

○●○●⊙●○●○

(Una semana después)

No entiendo, estábamos tan bien, ahora de nuevo estamos distanciados, esto me estresa. Pero siempre tuve todo claro, yo no voy a dejar mi vida de ensueño, amo a mis hijos, amo a Jungkook y quiero disfrutar de todos los lujos con ellos, me fastidia que Jungkook no entienda.

— ¿A dónde vamos papi? —

— A casa de tu tío —

— ¿Tío? —

— Tu tío Jimin — dije viendo a Yeonjun aún dormir

Mis hijos eran de clase, ellos nacieron en cuna de oro y siempre sería así, no podía dejar que dejen esta vida que tanto les gusta.

— ¿Tío Jimin? —

— Ha pasado tiempo, seguro no lo recuerdas — dije viendo como el taxi paró — bueno, bajemos — dije emocionado — quédese con el cambio — dije bajando con Yeonjun en su coche y Yerin adelante mío

Caminamos por ese viejo y sucio barrio, algunos chismosos nos miraban, era obvio, estábamos vestidos con las mejores prendas, de pies a cabeza.

— ¿Jimin? — pregunté tocando la puerta con delicadeza

La puerta se abrió, dejándome ver a Suelgi, estaba grande, era obvio, ya debe de tener unos quince años.

— Hola fea — dije sonriendo

— ¿¡Quién es!? — escuché la voz de mi hermano adentro

— ¡El pituco! — exclamó sin dejar de verme — y ahora con otro primo para mí... —

De inmediato vi a Jimin salir, quedé impresionado, yo había cambiado mucho, mi peso, mi cabello, etcétera. Pero mi hermano estaba igual, parecía que ningún año pasaba por él, malditas empanadas.

— Taehyung... —

— ¡Hermanito! — exclamé sonriendo — mira, tu nuevo sobrino — dije viendo como bajó su mirada a Yeonjun

— Taehyung... pa-pasa —

Entré con algo de nerviosismo, había pasado tiempo, quería actuar normal pero sentía que no era igual, es raro.

— Siéntate — dijo mirando a Yerin y Yeonjun

— Mis hijos son muy lindos, ¿Verdad? —

— No parecen tus hijos, Taehyung, ¿A quién se los quitaste? — preguntó Suelgi mordiendo una manzana — ninguno tiene tu cara de vómito —

— Suelgi... —

— Ay papá, es verdad —

— Qué linda eres Suelgi, tan bella — dije sonriendo a la fuerza

— ¿Tú eres Yerin? — le preguntó Jimin viendo a mi hija sentada a mi lado — has crecido mucho —

— Sí, ella ha crecido mucho — dije sonriendo

— Taehyung no te cae el cabello negro, te ves común — dijo Suelgi riéndose

— No mi cielo, yo nunca seré " Común ", soy especial, una edición ilimitada que jamás podrás conseguir —

— Ajá, a otro perro con ese hueso — dijo Suelgi mirándome mal, esta niña seguía siendo una tonta — iré a mi cuarto, adiós pituco —

— Adiós piojosa —

— Yerin, hola Yerin — dijo Jimin sonriendo

— Me alegra ver que estás bien — dije viendo como alzó su mirada

— Taehyung... —

— Jimin, hermano querido — dije acercándome a él, poniéndome de rodillas en frente de él — perdona a tu hermano, es un estúpido, un horrible ser, alguien que nunca mereció un hermano como tú — dije sintiendo mis lágrimas bajar — lamento no ser el hermano que hubieras deseado, la-lamento darte muchos dolores de cabeza... pe-pero por favor perdóname, no puedo dejar de pensar cada día en tí — dije agarrando sus manos — veo a mis hijos y pienso... yo también quiero a mi hermano, quiero que mi hermano me abrace como Yerin abraza a Yeonjun, quiero que mi hermano me diga que siempre estará para mí sin importar qué — dije viendo como también empezó a llorar

— Taehyung... —

— Por-por favor —

— Hermanito — dijo abrazándome — te extrañé mucho, lamento todo pero... —

— Lo entiendo, perdóname tú a mí — dije abrazándolo con fuerza, sintiendo ese olor a aderezo característico de él, sintiendo ese olor que tanto extrañaba

— Te perdono, no podría no perdonar a mi pequeño hermano — dijo acunando mis mejillas — no podría ver como mi pequeño hermano llora de esa forma, mamá me hubiera gritado muy feo si permitiera que su pequeña flor de oro sufra así — dijo juntando nuestras frentes — te perdono... Taehyung te perdono —

— Gracias — dije sintiendo como más lágrimas descendían por mi rostro

Ese día estuve hablando con Jimin de muchas cosas, me sentí tan bien a su lado, me abrazaba y yo a él, realmente estaba feliz, me alegraba poder saber que mi hermano de nuevo me sonreía y mirada de esa manera tan cariñosa como él solo me mira.

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(Dos semanas después)

— Jungkook... —

— No quería, lo lamento — dije poniéndome mi pantalón — estaba subido de tragos y... —

— No digas más, ya entendí — dijo tapando su cuerpo con las sábanas

— Realmente lo siento — dije saliendo con prisa de ahí

Me sentía mal, todo me daba vueltas, solo recordaba que era sábado, estaba aún enojado con Taehyung y con mi padre ya que en el trabajo me menosprecio ante todos, estaba realmente molesto, tomé y me encontré con Hoseok. No sé como pero ambos terminamos en la misma cama.

— Mierda — dije entrando a casa, viendo a Taehyung y Siwon en la sala

— ¿Seguro que no harás nada? — me preguntó Siwon impresionado mientras miraba a Taehyung

— Seguro, quiero algo íntimo, solo nosotros —

— Todo lo que desees mi amor —

— Estaba pensando en comprar ropa que vi en un catalogo Gucci, también zapatitos para Yeonjun, ya sabes, está caminando, también comprarle algo a Yerin por su cumpleaños, un hermoso conjunto que vi, me gustaría que combinen atuendos los dos —

— Compra todo lo que tú gustes, ya te lo he dicho —

Subí lentamente las escaleras, ninguno me saludó y no me importó, pero realmente quería escuchar más de su conversación, es verdad, Yeonjun ya cumplió un año.

— ¡Nu! — escuché la voz chillona de Yeonjun

— Se dice, ¡No! — exclamó Yerin en frente de él

— ¿Qué pasa pequeños? — pregunté entrando al cuarto

— ¡Estamos jugando! — exclamó Yerin corriendo hacia mí — ¡Yo soy la profesora de Yeonjun! —

— Ya veo, bueno profesora Yerin, ¿Yo también puedo ser un alumno tuyo? — pregunté viendo como asintió con hermosa sonrisa

— Tú serás mis estudiante favorito número dos — dijo Yerin en voz baja

— ¿Quién es el número uno? — pregunté también en voz baja

— Yeonjun — dijo acercándose a mí — el director papi dijo que Yeonjun es mi alumno favorito y que por eso dedo de enseñarle bien, para que sea el mejor, como yo — dijo con orgullo

— Como tú, mi linda princesa — dije acariciando su cabello

— ¡Ba! — exclamó Yeonjun viéndome desde la cama — ¡Baba! —

— No Yeonjun, es papá, no baba — dijo Yerin poniéndose en frente de él

— Soy tu papá — dije cargándolo — tu papá —

— ¡Papa! — exclamó Yeonjun

— ¡Lo hizo!, ¡Lo hizo! — exclamó Yerin saltando con alegría

— Sí, ya casi — dije dándole un beso en la frente para volver a dejarlo en su cama

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(Un mes después)

— ¡Me gusta! — exclamó Yerin viendo su traje — ¡Yeonjun está vestido igual! —

— Así es — dije sonriendo — feliz cumpleaños mi princesa, ya tienes seis años —