XVII
Jeon Jungkook siempre amó tener el control de todo lo que ocurría en su vida. Desde niño, impuso sus decisiones y jamás permitió que alguien se entrometiera en su vida personal. Su determinación y firmeza fueron evidentes desde temprana edad, y sus padres no dudaron en que sería el heredero de todas las empresas familiares. Fue educado rigurosamente en diversos ámbitos, preparándose para convertirse en el CEO y líder indiscutible de los negoacios.
Desde pequeño, Jungkook demostró una inteligencia excepcional, un porte distinguido y un ingenio notable. Siempre sobresalió en todo lo que hacía, y sus éxitos constantes solo alimentaban su ego y sus ganas de conquistar el mundo. Era el mejor en cada tarea que emprendía, lo cual le daba una confianza inquebrantable en sus habilidades.
Amaba la vida de lujo que llevaba, rodeado de comodidades y privilegios. Sin embargo, a pesar de su ambición y éxito, nunca menospreciaba a nadie. Aunque era conocido por su ambición implacable, siempre estuvo dispuesto a hacer lo que fuera necesario para alcanzar sus metas, incluso si eso significaba renunciar a algunos de sus principios más arraigados, como su libertad.
Todo cambió cuando a su vida llegó un precioso omega de ojos grisáceos y aura angelical. Este encuentro inesperado sacudió los cimientos de su existencia controlada y meticulosamente planificada. La presencia del omega despertó en Jungkook sentimientos que nunca antes había experimentado, haciendo que cuestionara sus prioridades y la verdadera naturaleza de su ambición. La dulzura y pureza del omega lo llevaron a replantearse si realmente valía la pena sacrificar tanto en su vida personal por el éxito profesional.
Kim Taehyung siempre fue mimado y caprichoso. Aunque no provenía de una familia adinerada, sus padres siempre se esforzaron por darle lo mejor. A pesar de los lujos y comodidades que le brindaban, también le inculcaron valores fundamentales como la humildad y el respeto. Sus padres, conscientes de la importancia de estos valores, se aseguraron de que Taehyung nunca se olvidara de sus raíces ni se dejara llevar por la superficialidad.
Aunque sus padres nunca lo obligaron a trabajar, Taehyung, por propia iniciativa, decidió hacerlo para ayudar con sus gastos personales y académicos. Desde joven, mostró una notable responsabilidad y ética de trabajo. Esto no solo le permitió ser más independiente, sino que también le ayudó a valorar el esfuerzo y la dedicación que conlleva ganar su propio dinero.
Con el tiempo, Taehyung desarrolló un profundo interés por el mundo de la moda. Fascinado por el diseño y la estética, se propuso a sí mismo alcanzar grandes metas en este campo. Con mucho esfuerzo y dedicación, logró conseguir una beca en la mejor universidad de Corea, donde podía perfeccionar sus habilidades y conocimientos en moda. Este logro no solo fue un reflejo de su talento, sino también de su determinación y capacidad para perseguir sus sueños.
Taehyung siempre se vio a sí mismo como alguien inalcanzable, no por su belleza física, aunque era innegable, sino por su gran corazón. Su bondad y generosidad eran cualidades que lo hacían destacar y ser admirado por muchos. Sin embargo, a pesar de su naturaleza cariñosa, nadie había logrado despertar completamente su corazón. Mantuvo una especie de barrera emocional que lo protegía y, al mismo tiempo, lo mantenía alejado de relaciones profundas.
Todo cambió el día que un imponente alfa con tatuajes irrumpió en su vida. Este alfa, con una presencia fuerte y una apariencia intimidante, despertó en Taehyung sentimientos que nunca antes había experimentado.
Jeon se encontraba en su oficina firmando algubos papeles importantes para una reunión que tendria esa misma tarde, cuando escucho que la puerta se abrio revelando a una alfa de cabello azabache, tez blanca y con unos ojos identicos a los suyos.
-Madre-
-oh, mi querido hijo, ¿cuanto tiempo?
-¿A que vienes?-
-Acaso no puedo visitar a mi primogenito, hace mucho no vas a la mansión, todos te extrañamos demasiado. Incluyendo a la señorita park que espera con ansias a que vuelvas. Espero que no lo olvidaras ya casi cumples 29 años, el tiempo estipulado en el contrato-
-No se me olvida madre, espero a ti tampoco se te olvide que detesto que la gente se entrometa en MI vida- respondio jungkook con gran irritabilidad.
-Veo que estas enojado, asi que me ire. Recuerda que las enpresas y ek capital familiar depende de ti- dijo la alfa antes de salir de la oficina del magnate.
Jeon sabia que el tiempo se acaba, si no resolvia el problema del contrato cuanto antes no habria marcha atrás.
Cuanto se arrepentia de dejarse llevar por la ambisión.
Estaba preocupado, peto no por el, sibo por un castaño que no tenia ni la minima idea en que se habia metido.
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