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Capítulo 8

-¡Eso es todo por hoy, Byeol, excelente trabajo! ¡Dame cinco!

El chiquillo, emocionado, rió, y pegó suavemente su mano con la de la mujer.

-¡Hasta la próxima semana, señorita Ji! ¡Gracias!

Byeol fue corriendo a los brazos de Jungkook, quien le sonrió antes de pedirle que fuera con Jin a ver qué podían comer para el regreso del hospital de MingSu.

Jungkook se acercó con lentitud a la mujer alfa, evitando a toda costa alzar la mirada.

La noche anterior había llorado hasta quedarse dormido, y sus ojos estaban demasiado hinchados...

-¿Cómo va Byeol, doctora Ji?

La psicóloga se acomodó el cabello.

-pues... Va progresando. Cada vez lo veo más entusiasmado por ir a la escuela. Le hace mucho bien hablar con niños de su edad.

-respecto a MingSu...

-no se preocupe, señor Kim. El señor Jeon me contactó para informarme lo sucedido. Nos pusimos de acuerdo en un horario en que las sesiones no afecten sus estudios y en el que puedan recogerlo con tranquilidad. Sé de sus apretados horarios, pero ya lo solucionamos.

-oh... Genial. Entonces... Nos vemos luego, doctora Ji.

-señor Kim... Sé que está ocupado, pero... Ha pagado dos sesiones de terapia, y no vino a ninguna. ¿Quiere hablar de eso?

Jungkook tragó duro, y le sonrió a la psicóloga.

-no he tenido tiempo, tengo demasiado qué hacer. Vendré luego.

La mujer no dijo nada. Sólo se quedó mirando con preocupación cómo el cantante se subía al carro y conducía con prisa hacia su casa.

-Byeol no mintió... Ese chico de verdad que guarda muchos demonios.

...

-¡Byeol!

-¡SuSu!

Ambos hermanos se fundieron en un gran abrazo, negándose a separarse incluso cuando los adultos los llamaron a comer.

-no vuelvas a hacer eso... Por favor... Quédate conmigo, SuSu...

MingSu sonrió con tristeza, aprovechando que el otro no lo veía, y asintió. Luego, se separó del gesto y le dio un tierno beso en la mejilla al pequeño Alfa.

-te lo prometo.

-¿Te encuentras bien, SuSu?…

Byeol se aferró sin fuerza a la playera de su hermano, mirándolo a los ojos con miedo.

MingSu no se vio capaz de confesarle que sentía su interior gritar del dolor, sus ojos rogar por ser descargados, y sus recuerdos golpear con insistencia su estabilidad mental.

-perfectamente... Por cierto... Uhm... Hoy iremos con alguien...

-¿De verdad? ¿Con quién?

-¡Niños, la comida se enfría!

-luego te cuento.

...

Tanto Jungkook como MingSu habían evitado mirarse a los ojos desde que el chico volvió. Uno se sentía culpable por haber provocado un colapso, y el otro estaba avergonzado por haber reaccionado como lo hizo.

SunHee miraba con suma atención la situación, preguntándose internamente qué había sucedido.

Además, estaba preocupada. Sabía que la madre de los mellizos pasaría tiempo con ellos, y le angustiaba el impacto que eso podría tener en Jungkook y Taehyung, así como Byeol y Su.

-¿Cómo está Dae? - preguntó de repente la chica.

Las miradas confundidas de al menos dos tercios de los presentes fueron una clara señal de que mejor hubiera dejado a alguien más romper el incómodo silencio.

-¿Daehyun? ¿Nuestro Daehyun?

Jungkook suspiró, tomó un sorbo de agua, y soltó:

-a Dae lo arrolló un carro. Olvidé mencionarlo por... Todo lo que ha pasado...

MingSu bajó la mirada.

-¡¿Lo atropellaron?! ¡¿Cuándo?!

-hace unos días... P-pero ya está mejor. Quería decirles, pero...

NamJoon tomó la mano de Jungkook.

-relájate. Entendemos que con tantas cosas se te pasó. No te preocupes.

Jungkook sonrió suavemente.

-los doctores dijeron que puede que tarde unas semanas en salir, pero conociendo a Dae, pedirá que le den de alta en unos días.

-¡Pero eso está mal! Está forzando su cuerpo...

Jungkook miró con curiosidad a Hoseok.

-sí... Lo sé... Por eso le solicité un descanso en la empresa. Si lo dan de alta (porque sé que lo harán), lo traigo a la casa para que no se sienta solo en su departamento.

-¿Y cómo conseguiste que Pikto Music le diera un descanso a Dae?… Es la empresa más... ¿Cuál es la palabra?…

-cruel.

-no.

-aprovechada.

-¡No!

-estúpida.

-¡YoonGi!

-bueno, bueno... Más... ¿Cerrada?…

-¡Exacto! Esa es la palabra.

YoonGi bufó, hablando entre dientes:

-es una mala empresa. Eso es todo.

-entonces, Kook, ¿cómo lo hiciste?

-los amenacé.

-ah, perfecto, creí que- ¡¿QUÉ?!

Jungkook se encogió de hombros.

-noté que la pierna de Dae estaba sangrando cuando me ayudó con los niños. Cojeaba y lo escuché quejarse en el baño. No le pregunté nada porque odia eso, y tampoco me lo hubiera contado, así que investigué un poco y me enteré que tuvo un grave accidente mientras grababa su comeback. Se suponía que Daehyun no podía seguir grabando, pero su manager lo obligó. Conseguí la declaración del doctor. Es un buen amigo de Dae. Le dije al manager que si no le daban un descanso de mínimo un mes, los iba a denunciar. La tienen todas de perder.

NamJoon se quedó con la boca abierta, mientras que todos los demás empezaron a reír.

-¡Vaya! ¡Nuestro Jungkookie por fin sacó su lado demoníaco! - rió Jin, agitando por los hombros al Maknae.

-nah... Sólo hice lo que panda haría por mí. Es mi mejor amigo. Si no puedo evitar que haga una tontería como salir del hospital antes de tiempo, lo mínimo que puedo hacer es evitar que el desastre sea grande.

Luego le sonrió a Hoseok dulcemente.

-mejorará. Mientras pueda descansar sus heridas y no tenga estrés encima, mejorará muy rápido.

 El timbre evitó que los cantantes se fijaran en el sonrojo de Hoseok.

MingSu se puso totalmente tenso.

SunHee, la única no-paralizada, se levantó de la mesa y fue a abrir la puerta.

-¿Sí?

-buen día. ¿Es esta la residencia de los Kim/Jeon?

-sí, ¿en qué la puedo ayudar?

-soy Catherine Smith, abogada de la señorita...

-ah, sí. La mujer Thomas. ¿Qué quiere?

La Omega se quedó paralizada por un segundo, intimidada brevemente por la mala mirada de SunHee.

-vine a recoger a MingSu y a NaeByeol para llevarlos a la residencia de mi cliente.

Taehyung se acercó, por lo que la chica permitió que tomara las riendas de la conversación y dio unos pasos atrás.

-quedamos en que nosotros los llevaríamos.

-vine para asegurarme que realmente los niños lleguen.

-¿Me está diciendo que no confía en nosotros?

-le estoy diciendo que me llevaré ahora a los cachorros.

Taehyung quiso gruñirle, pero una mano pequeña tomó la suya, por lo que bajó la mirada hacia el chiquillo que los miraba con atención.

-hyung, ¿quién es?…

-Byeol... Uhm... ella... nosotros... eh... Kook y yo te llevaremos a ti y a SuSu a ver a alguien, ¿okay?…

-¿Se van a deshacer de nosotros?…

Taehyung abrió mucho los ojos, y se olvidó de la Omega en la puerta de su casa, poniéndose a la altura de Byeol y tomando sus mejillas con mucho cariño.

-¡Por supuesto que no! ¡Los amamos con toda el alma! Jamás pienses eso de nuevo.

Byeol se rió cuando Taehyung le dio un beso de esquimal.

-es hora del encuentro, señor-

-Jeon - gruñó Taehyung antes de que la abogada volviera a llamarlo Kim.

-mh. Eso. Andando.

Taehyung gruñó por lo bajo, pero al voltear a ver a Byeol tenía una sonrisa de oreja a oreja.

-ve por Kook y tu hermano, ¿okay? Y no olviden su lunch.

-la señorita Thomas es perfectamente capaz de-

-anda, estrellita. Ve.

El cachorro se fue corriendo a hacer lo que el alfa le había dicho. Estaba muy emocionado de poder ir a dar un paseo, pero no le agradaba la señora que hacía enojar a su hyung.

-le dije a la señora Thomas que no volviera a esta casa - dijo Taehyung, manteniendo la mirada por donde Byeol se había ido.

-ella no está aquí. Yo sí.

-es la última vez.

-¿Disculpe?

-es la última vez que les abro la puerta y no las echo a patadas. Están advertidas.

Antes de que la abogada pudiera quejarse, Byeol regresó corriendo y jugando con MingSu a donde Taehyung estaba, con Jungkook revisando que las mochilas que les preparó llevaran todo.

MingSu intentó que la mujer no notara su palidez.

-¿Listos, niños? - preguntó Taehyung con una triste sonrisa.

-¡Listos! - gritó únicamente Byeol.

Taehyung miró a sus amigos, que se mantenían en el límite del comedor, y luego a la beta, que estaba detrás suyo con una mueca incómoda.

Taehyung le sonrió levemente, tanto para calmar a SunHee como a sí mismo, y besó su frente fugazmente, huyendo antes que la adolescente le gritara de cosas; sin embargo, gracias a esa acción, se perdió de una dulce sonrisa por parte de SunHee.

-márcame si algo malo pasa - le pidió a Jungkook antes de que saliera, y luego lo abrazó con rapidez, volviendo a su habitación e ignorando las miradas sorprendidas de todos.

Jungkook cerró los ojos, tratando de conservar por unos segundos más el recuerdo en su piel aún fresco del tacto de la chica.

-¡señor Jeon, rápido!

Jungkook abrió los ojos, y se despidió con la mano de sus amigos, corriendo para entrar al auto de la abogada.

-para su información, abogada, soy Kim. Cuando me casé adopté el apellido de mi marido, así que le pido que respete eso.

La abogada bufó.

-es inusual ver una pareja como ustedes, ¿saben? - murmuró -. Hoy día, la mitad de los matrimonios o se han divorciado o cada quien tiene un amante.

La pareja se quedó callada, desviando la mirada.

-disculpe - dijo MingSu antes de que la mujer insistiera en el tema -, ¿es muy lejos? Byeol se marea si está mucho tiempo en un carro.

Catherine puso los ojos en blanco.

-ya casi llegamos. Sólo faltan siete u ocho minutos más.

-okay...

Sin nada que agregar, esos ocho minutos fueron incómodamente largos. Sólo Byeol se atrevía a hablar sin parar, ignorando que al volante la tensión aumentaba.

Por fin una familiar casa azul celeste apareció en el campo de visión de MingSu, quien tuvo que morder su lengua para no vomitar su desayuno.

Byeol, por otra parte, frunció el ceño, tratando de hacer memoria sobre dónde había visto esa edificación.

-llegamos - anunció la abogada, quitándose el cinturón mientras se estacionaba.

Byeol fue el único que bajó emocionado.

Y MingSu fue el único que se negó a bajar del carro.

-baja, SuSu. Anda - rogó Taehyung por enésima vez.

-no... No quiero...

-¡SuSu! ¡Esta casa tiene un patio muuuuy grande! ¡Vamos a jugar!

MingSu negó.

-me arrepentí. No quiero estar aquí...

NaeByeol miró con confusión a su hermano.

-baja.

Tanto los tres adultos como el chico que se negaba a salir del auto se quedaron paralizados por la voz de mando de Byeol.

-no - gruñó MingSu, dejando aún más boquiabiertos a los adultos.

A esa corta edad, era imposible que un Omega se negara a la voz de cualquier Alfa...

-¡SuSu! ¡Baja ya!

NaeByeol pisó fuertemente, frustrado.

MingSu se iba a negar nuevamente, pero el dulce aroma a chicle y melón se impuso sobre el de todos los presentes, y una autoritaria voz soltó:

-baja ya mismo de ahí, Miller.

MingSu respingó, y bajo del auto con prisa, mirando al suelo al ponerse frente a la mujer.

-m-mamá...

-¿Mami?…

Los ojos llenos de furia que estaban posados en MingSu se desviaron al otro menor, y de inmediato la dulzura se apoderó de la Omega.

-¡Mi estrella!

-¡Mami!

El pequeño Alfa ignoró olímpicamente a su hermano y las caras de estupefacción de sus tutores, y se lanzó a los brazos de Annabel.

-¡Mami, te extrañé mucho!

-¿Has comido bien, mi pequeño? ¡Mírate! Estás tan grande. Cuando me fui, tenías... ¿Ocho años?

-nueve y medio - corrigió MingSu en un susurro.

-¿Dijiste algo, MingSu?

-n-nada, má...

Jungkook frunció el ceño, mordiéndose la lengua para no soltar ninguna barbaridad.

-¿Y bien? ¿Qué siguen haciendo ustedes dos en mi propiedad? - les preguntó bruscamente a los cantantes.

-nada. Ya nos vamos. MingSu, ¿vienes con nosotros?

El cachorro se sorprendió, y retrocedió un poco. Sus músculos se tensaron tanto que dolieron, y bajó la mirada por unos segundos, pensando seriamente en regresar con sus tutores; sin embargo, al alzar la vista, dispuesto a aceptar, la sonrisa enorme de Byeol lo golpeó en el estómago.

No podía dejarlo solo... No con ella.

-me quedo.

Jungkook gruñó por lo bajo, pero no dijo nada, acariciando los cabellos de los cachorros como despedida.

Al dirigir su mirada hacia las mujeres, un gran nudo se instaló en su garganta. Se despidió rígidamente de las dos omegas y se fue, dando fuertes pisotones.

Al contrario de Jungkook, Taehyung ni siquiera se despidió de las omegas. Besó las mejillas de los niños simplemente, y corrió tras su esposo.

-la detesto - farfulló Kim al subirse a un taxi que habían parado.

Taehyung sonrió con tristeza.

-no podemos hacer nada, Kook. Quieras o no, ella es su madre...

Jungkook cubrió sus ojos, exasperado. No quería que las lágrimas bajaran.

-¿Viste cómo la miraba Byeol?… Nunca nos ha dado ese tipo de miradas... Y... Cuando la llamó "Mami" con tanta dulzura... Diosa...

Taehyung suspiró.

-en algo te equivocas, cariño. Byeol sí nos ha mirado de la misma manera en que lo hizo con su madre. Puedo atreverme a decir que incluso lo ha hecho con más cariño.

-mhm...

Y a mí me ha dicho "pá", pero como a ti no, mejor me quedo callado, pensó Tae.

-alfa bobo, ¿sí te acuerdas que existe un lazo entre nosotros, tonto? Puedo escuchar lo que piensas, Jeon - gruñó Jungkook.

Taehyung rió con nerviosismo.

-perdón, cielo.

Taehyung acarició suavemente el cuello de Jungkook, bajando su mano hasta su hombro. Sus dedos tocaron la cicatriz de la mordida de unión entre ambos, y un cálido sentimiento se instaló en el corazón de ambos.

-vamos a salir de esto, ¿okay? - dijo Taehyung, besando la marca -, te lo prometo, amor.

Jungkook ronroneó ante el suave tacto de su esposo, y asintió, confiando ciegamente en sus palabras.

...

-voy a salir de esto... T-tengo que salir de aquí...

MingSu estaba encerrado en el baño, cubriendo sus oídos, y tratando de calmar su respiración.

No llores, no llores, no llores, no llores, no llores, hagas lo que hagas... No llores.

-¿MingSu? ¿Sigues en el baño? Han pasado ya diez minutos.

-¡Y-ya voy, má!

MingSu salió del baño, completamente amarillo.

-oye, ¿te sientes bien? Parece que en cualquier momento vas a vomitar.

-no, no... Estoy bien, yo-

Una fuerte campanada resonó por toda la casa, asustando al Omega. Annabel frunció un poco el ceño.

-en fin. Prepara algo para tu hermano, ¿sí? Iré rápido a la tienda.

Annabel se fue antes de recibir respuesta, y MingSu no alcanzó a negarse.

No de nuevo, no de nuevo...

-¡Byeol! ¡Come ya lo que hyung te preparó, okay?!

-¡Sí! - respondió Nae desde algún lugar de la casa.

MingSu suspiró, abrió su mochila, y sacó un tupper. Al abrirlo, el delicioso aroma de la comida preparada por Jungkook atacó sus sentidos, por lo que la puso en un plato; sin embargo, cuando iba a empezar a comer la deliciosa pasta, dirigió su mirada al refrigerador.

Con lentitud se acercó a él y lo abrió, encontrándose con sólo un par de huevos, un poco de leche, y algo parecido a jamón.

-¿Habrá comido?… - murmuró para sí mismo -. Esto no alcanza ni para un ratón...

El Omega suspiró de nuevo, y dirigió su mirada al plato lleno de pasta.

Con una suave sonrisa, tomó el plato y lo puso dentro del refrigerador. Luego, buscó algo en lo que escribir, y al encontrar un post-it y una pluma, garabateó fugazmente unas cuantas palabras, y lo pegó debajo del plato.

Caliéntalo en el microondas cuando tengas hambre. Compra comida pronto”.

Con una sonrisa satisfecha, cerró el refrigerador, ignorando el gruñido de su estómago.

Ansioso, y sin poder quedarse quieto por más tiempo, MingSu comenzó a pasear por la casa, deteniéndose cinco minutos para jugar con Byeol.

Luego de que Byeol se enojara por perder en las carreras, MingSu regresó a explorar.

Todo estaba como antes...

A pesar de todos los años abandonada, la casa de su infancia estaba igual que el último día que estuvo allí.

Nuevamente unas campanadas lo sobresaltaron.

Curioso, fue a buscar aquel objeto que emitía tan fuerte sonido.

Su madre ya había tardado. No creía que le molestara si entraba a alguna habitación...

El Omega revisó un total de tres habitaciones, hasta que sólo quedó una.

Sin importarle mucho recordar a quién pertenecía, abrió la puerta.

Las defensas que meticulosamente había preparado durante dos días para estar en esa casa se vinieron abajo al posar su horrorizada mirada en un enorme reloj antiguo.

El maldito reloj.

Apurado, salió corriendo al baño, donde devolvió lo que no comió.

Mil voces atacaron su débil mente, un millón de recuerdos se manifestaron.

Y Ella... Ella estaba mirándolo, con su sonrisa de siempre... Con la sangre manchando su vestido violeta, y la mitad de la cara quemada.

No supo en qué momento se había puesto a gritar, ni cuándo su madre lo agitaba y gritaba para que abriera los ojos.

No supo cuándo Annabel había golpeado fuertemente su mejilla... Pero eso lo calmó.

-¡¿Qué te sucede?!

MingSu no dijo nada. Sólo corrió hacia el cuarto donde había visto a Byeol entre muchos tropezones graves, y lo tacleó en un fuerte abrazo apenas lo vio, ocultando su cara llena de lágrimas en el hombro de su hermano.

-¿SuSu?… ¿Qué pasó?…

A pesar de no entender nada, ni de recibir respuesta alguna, Byeol devolvió delicadamente el gesto de MingSu, y empezó a desprender levemente feromonas que calmaron los temblores en el cuerpo del Omega.

-niños, vengan - dijo Annabel, irrumpiendo en la habitación.

Al ver a los mellizos abrazándose se quedó paralizada por un segundo, pero luego sacudió la cabeza y sonrió.

-les tengo algo.

...

Jungkook salió volando del sillón apenas escuchó el timbre ser tocado, y con las manos temblorosas abrió la puerta, siendo de inmediato atacado por un fuerte abrazo.

-¡Hemos vueltoooo! - anunció Byeol con alegría, aferrado a la pierna de su tutor.

De inmediato los seis cantantes faltantes llegaron al lado de Jungkook, y Jimin tomó al pequeño Alfa entre sus brazos, besando ruidosamente su mejilla.

-¿Te divertiste, estrellita?

-¡Mucho, mucho! ¡Mira, Minnie, mi mami me dio un peluche!

Byeol sacó de su mochila un conejo de felpa azul, y un lazo rojo en el cuello, mostrándoselo a Jimin (y un YoonGi curioso) con mucho orgullo.

Mientras Byeol ponía al tanto a cinco adultos, la pareja Jeon/Kim mataba con la mirada a Annabel.

-¿Y MingSu?

La Omega bufó, mirando detrás de sí, y jalando suavemente del brazo al niño para ponerlo frente a ella. MingSu tenía la cara hundida en una ballena lila.

-hey, SuSu, ¿estás bien?…

-¿Por qué no iba a estarlo? Pasó tiempo conmigo.

-precisamente por eso - bufó Jungkook, arrodillándose para estar a la altura del pequeño Omega.

MingSu no levantó la mirada al sentir unos dulces dedos tomando su mejilla. Al contrario, se zafó del agarre con lentitud, y se encogió sobre sí mismo.

-¿Qué sucedió?… - preguntó extrañado Taehyung a la mujer.

-no sé. Vendré el próximo sábado.

-no. Es mi casa. Yo llevaré a los niños. Y si usted manda de nuevo a su abogada para llevárselos, rompiendo el acuerdo en el que ni siquiera participamos, le juro por la diosa Luna que vamos a salir mal.

Annabel bufó, pero no dijo nada. Simplemente se fue, luego de despedirse fugazmente de los niños.

-SuSu... - murmuró Jungkook, aún arrodillado frente al chico -, cariño, mírame... ¿qué pasó?…

Taehyung también se arrodilló frente a MingSu, pidiéndole con la mirada a Jungkook que se llevar a todos de allí.

Kim suspiró, se levantó, y fue con Byeol, robándolo de los brazos de Jimin, y prometiendo comerse a besos al pequeño Alfa si nadie detenía al dragón de las cosquillas. Así, los seis miembros se fueron entre risas junto al chiquillo.

-es un lindo peluche - inició suavemente Taehyung -. ¿Puedo verlo?

MingSu tardó mucho en contestar.

-mamá me lo dio... - murmuró luego de unos minutos, soltando a la ballena y dejando que Taehyung la tomara.

-¿Te gustan mucho las ballenas?

MingSu no respondió. Estaba demasiado ocupado jalándose la ropa hacia abajo.

Taehyung notó ese gesto, y detuvo sus pequeñas manos.

Jeon frunció el ceño cuando sintió a MingSu ponerse tenso, y su piel más... ¿Áspera?…

-¿Qué te pasó en las manos?

De nuevo el chico tardó en contestar.

-me caí. Estaba jugando con Byeol.

-¿Qué te pasó en la rodilla? Tienes el pantalón rasgado.

-p-perdón... C-caí... Jugando con Byeol.

-SuSu... Ya, ven. Dame un abrazo.

Sin pensarlo el muchacho se abalanzó a los brazos de su tutor.

Cinco minutos duraron fuertemente abrazados. Luego, MingSu se separó, dejando a la vista su rostro.

El corazón del Alfa se detuvo.

-pero... ¿Qué demonios?…

MingSu traía un profundo corte cerca del ojo y un derrame en éste, además de que su mejilla derecha estaba muy roja.

-MingSu...

-estoy bien. Me tengo que ir.

El cachorro trató de tomar el peluche e irse, pero Taehyung no soltó la ballena.

-MingSu.

-no, no, no. L-lo que sea que pienses... N-no pasó, l-lo juro...

-mi amor, pero...

-no.

Taehyung gruñó, sintiendo su corazón romperse.

-esos golpes no son de una caída, MingSu. Lo sabes.

-e-es que...

-SuSu... ¿Tu mamá te pegó?

MingSu se puso tenso, pero luego de un corto (y a la vez infinito) segundo, negó con la cabeza fervientemente.

-no, no. Me caí contra la mesa. Me pegué...

-ese golpe en la mejilla... eso no es ni de una caída ni de una mesa, Su. ¿Te pegó tu mamá?

-¡No!

Finalmente MingSu pudo arrebatarle el peluche al adulto, abrazándolo contra su pecho con fuerza.

-no fue ella... Fui yo... Créeme... Hyung, por favor... Créame...

MingSu posó su cristalizada mirada en los dos pequeños ojos negros que la ballena portaba.

-me caí - murmuró -, juro que sólo me caí... Sólo quiero ir a dormir... Y-yo sólo me tropecé y caí...

Taehyung suspiró, y cargó al chiquillo, llevándolo a la habitación matrimonial de Jungkook y suya, acostando al menor en la cama.

-duerme conmigo cinco minutos. También tengo sueño - pidió con una sonrisa Taehyung.

MingSu asintió, abrazando con fuerza a la ballena entre sus brazos y cerrando los ojos, sintiendo los grandes brazos del Alfa pasar sobre su cuerpo de manera protectora, y su cálida respiración darle en el cabello.

-aquí estamos para lo que necesites, SuSu. Te lo juro.

-gracias, hyung... Pero no lo necesito.

Sólo me caí, repitió MingSu en su interior, fue mi culpa. Mamá no hizo nada. Yo caí de nuevo al abismo. Mamá no hizo nada...

Absolutamente nada.














...

WENAS WENAAAAAAS!

¡Volví después de un leve retraso!

En fin, ¿cómo ven esta situación? Sabemos que la madre de MingSu lo golpeó en la mejilla durante su crisis, pero ¿y la herida del ojo? ¿Realmente MingSu se habrá caído, o estará mintiendo?

Poco a poco lo veremos.

¡Pues nada! ¡Tengan una bonita semana, tomen agua, disfruten su día, y hagamos stream! ¡Nos leemos pronto!

§†Val†§

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