Elianne Carson es una talentosa chica con una voz impresionante y con un don de escribir canciones. Es originaria de Johnson City, Texas, donde creció en una granja hasta los diecinueve años, cuando decidió ir a Nueva York para perseguir su sueño de ser cantante.

Tiene un hermano menor llamado Jordan, quien tiene problemas de conducta.

También tiene a su madre, quien la apoya en todo. De igual forma tiene a su padre, y aunque este no estaba muy contento con que ella se fuera de casa para ir tras su sueño de ser cantante, de todos modos, la apoya.

Pero para ella el camino al éxito no ha sido fácil, ya que proviene de una familia humilde dedicada al campo. A pesar de su talento, tuvo que luchar para conseguir su sueño y empezar su trayectoria como artista.

En este día está en el estudio grabando una nueva canción.

El productor musical del estudio, Harrison, está con ella.

—Perfecto, ya quedó —dice Harrison—. Tu voz es increíble.

Elianne se quita los auriculares y sonríe.

—Gracias.

—Esta canción será un éxito. Tú la compusiste, supongo.

—Así es —lo mira con un poco de duda y timidez—. ¿En serio crees que sea buena?

—Por supuesto —sonríe—. Supongo que tienes a alguien que te inspiró en crearla.

—Para nada. Nació de forma natural.

—¡Oh! Y yo que creí que ya estabas flechada por el amor.

—Realmente nunca he compuesto una canción de amor inspirada en alguien. Pienso que para hacer algo a ese nivel hay que estar muy enamorada.

—Entonces enamórate, porque si las que has compuesto han sido increíbles sin que estuvieses enamorada, ya me puedo imaginar cómo sería una en la que estés enamorada.

—Gracias, pero por ahora yo paso con eso del amor. Prefiero enfocarme en mí misma.

Saliendo de la cabina se dirigió a la oficina de CEO del estudio, Arthur Vincent.

—¿Puedo pasar? —pregunta luego de tocar y habiéndose asomado a la puerta.

—Claro. Adelante.

Elianne entra a la oficina y se sienta frente a Arthur.

—Me dijo Harrison que querías verme.

—Así es —dice dejando de leer un papel —. Primeramente, quiero felicitarte. Para Lumina Studio ha sido un verdadero placer tenerte aquí.

—El honor es para mí. Lumina Studio es una de las casas de música más importantes del país.

—Admito que cuando empezaste estaba un poco... dudoso.

—Supongo que lo dices porque una chica campesina y pobre como yo no podría resaltar mucho en el mundo del espectáculo.

—No me malinterpretes. Es solo que ya sabes cómo es esto de la música. Tú tienes un estilo único. Eres una chica buena y tranquila, y muchas veces el público quiere a chicas que llenen los medios de polémicas y escándalos.

—¿Cómo que me emborrache o me drogue, o simplemente que cambie de novio a cada rato?

Arthur ríe.

—Sonaré muy descarado, pero sí, eso mismo.

El teléfono de Arthur se iluminó con una notificación.

—Hablando de escándalos, aquí tenemos a la cruz de mi vida

—¿Qué pasa?

—Un nuevo escándalo con los chicos de "Fatal Boys", o, mejor dicho, con su problemático líder. —se pasa una mano por el cabello, luciendo irritado.

Fatal Boys era una banda integrada por cuatro chicos: Iker Olson, el baterista; Einar Franco, quien tocaba el bajo; Aaron Harper, el guitarrista; y el vocalista, Jaden, quien era el líder.

—Jaden Hard es un dolor de cabeza —dice dejando su teléfono a un lado de su escritorio—. Esta vez golpeó a un paparazzi. Ahora tendré que hablar con el representante del grupo para que tape esta nueva metida de patas —respira profundo—. Supongo que ya conoces a los Fatal Boys.

—Pues solo por internet y en la TV. Recuerda que básicamente soy nueva en esto.

—Sí, pero como sabrás, ellos también pertenecen al estudio.

—Lo sé, pero yo llevo poco tiempo aquí, y cuando llegué, según sé, ellos iniciaron una gira por todo el país.

—Cierto —agarra unas carpetas y empieza a mirar algunos papeles—. Escucha, hablé con tu representante. Estaba pensando en que podrías abrir un concierto la próxima semana. Es un concierto en el que habrá muchas personas. Es tu oportunidad de brillar como nunca. Las dos canciones que has lanzado han sido un éxito, pero necesitamos más para lanzarte al estrellato.

—De acuerdo, pero, ¿a quién le abriría el concierto?

—A los Fatal Boys.

Saliendo de la oficina de Arthur, Elianne se topa a su representante.

—Elianne, qué bueno que te veo. Tenemos que ir a lo de la entrevista de radio. Es en una hora.

—Sí, ya iba a arreglarme.

—Debes decirles a las estilistas que tienes que quedar increíble. A pesar de que no saldrás en TV como para que te vean muchas personas, igualmente te tomarán fotos en la estación, y de seguro saldrán en redes sociales. Debes verte linda. También debes encantar a los de la radio.

—Define encantar, porque si te refieres a coqueteo...

—Sí, ya sé. Eso no.

—Entonces, de acuerdo. Me arreglo y nos vamos —se va a cambiar de ropa y a maquillarse.

Más tarde ambos van a la estación radial. En medio de pláticas y risas, Elianne conquista a los DJ y al parecer a los oyentes, ya que empiezan a llamar para saludarla.

—Y así nos despedimos de la hermosa Elianne Carson, una nueva princesa de la música —mira a Elianne—. Un placer haberte tenido con nosotros.

—Gracias a ustedes por la invitación.

—Envíales un saludo final a los oyentes.

Ella sonríe.

—Claro que sí. Les mando un beso enorme, y mi gratitud por su apoyo.

Al terminar la transmisión, ella se va directo a su departamento. Llama a su madre por videollamada.

—Hola, mi cielo, ¿qué tal todo?

—Muy bien, solo estoy algo cansada.

—Me lo imagino. Sé que el camino no es fácil, pero también sé que puedes con él.

—Lo sé, pero no me pienso rendir. Voy a luchar por mi sueño.

—Eso me gusta, mi cielo.

—¿Cómo están todos? El abuelo, papá, Jordan.

La madre de Elianne demora en responder

—Bueno —suspira.

—¿Qué pasa?

—Nada, es angustia, ya que tu padre anda buscando a tu hermano y no ha regresado aún.

—¿Qué pasa con Jordan?

—Ya sabes. Desde que se junta con ese grupo de chicos de su colegio ya no pasa aquí en la casa. Se ha metido en muchos líos.

—Esperemos que estos no sean mayores.

—Ojalá, ya que a veces me da miedo que acabe mal.

Al día siguiente Elianne llega al estudio. Tenía que usar unos tacones muy altos, por el hecho de que saliendo de allí iría a una entrevista.

Ella los odiaba, y más porque estaba acostumbrada a las cómodas botas que usaba cuando vivía en la granja de su familia.

A medida que caminaba por un pasillo, se los iba acomodando. Cuando va pasando por la entrada de una de las cabinas de grabación, decide entrar a esta para sentarse y así poderse acomodar bien los zapatos.

Al asomarse ve que no hay nadie en los controles y que la cabina está con las luces apagadas, así que entra. Se sienta.

—¡Tontos tacones! —dice para consigo misma.

De repente, la luz de la cabina se enciende, haciendo que ella se sobresaltara un poco.

La puerta de la cabina se abre y alguien sale al área de controles, en donde estaba Elianne aún sentada.

Ella levanta la vista y se da cuenta de que se trataba del mismísimo Jaden Hard.

Este la mira con cara de pocos amigos.

—¿Eres idiota o qué? —dice él con prepotencia— Salte de aquí, ¡ahora!

Ella lo mira, luciendo aturdida. Es la primera vez que lo ve en persona, y puede notar que este es alguien que intimida, ya que es alto y con una mirada sombría.

—Yo... yo...

—Aparte de tonta, tartamuda.

Es allí cuando ella toma fuerzas para ponerse de pie y hablar.

—Yo no soy ninguna tonta, ni tartamuda, ni mucho menos idiota —dice con el ceño fruncido—. En tal caso, el idiota serías tú.

Jaden la mira, aun más enojado de lo que ya se notaba.

—¿Quién te dio permiso de entrar aquí?

—¿Y por qué no podría entrar?

—Porque a mí no se me da la gana.

La puerta del estudio se abre y tres chicos aparecen. Eran los otros integrantes de "Fatal Boys".

Einar mira a Jaden.

—Con que aquí estás, Jaden. Te andábamos buscando.

Los tres miran a Elianne, notando que ella tiene cara de enojo.

—¿Sucede algo malo? —pregunta Aaron.

Elianne se cruza de brazos y mira a Jaden.

—Sucede que su amigo es un cretino odioso.

—¿Y tú quién te crees que eres para hablarme así? —pregunta el cretino odioso.

—Alguien que de seguro es menos odiosa y más educada que tú.

Iker Olson, el baterista de la banda, interrumpe.

—Chicos, tranquilos. Paz y amor —mira detenidamente a Elianne—. Oye, yo te conozco. Tú eres la que canta esa nueva canción que está sonando mucho. Esa de ""sueño adolescente"", ¿no?

Ella se relaja un poco.

—Sí, soy yo.

—Lamento el incidente. Espero que estés bien —dice Aaron.

—Descuida, que no fuiste tú el que hizo un berrinche de diva —mira de arriba a abajo a Jaden, quien le arquea una ceja—. Si me disculpan, ya me voy— se va.

Einar la ve irse.

—Oigan, ¿por qué hasta ahora conozco a ese primor?

—Creo que ella también trabaja con el estudio, pero supongo que es nueva —le dice Aaron—. Es cantante y...

Jaden interrumpe.

—De seguro solo es una aficionada, que es diferente-Dice con su porte arrogante.

Iker lo mira.

—Hacer amigos. Tu don es hacer amigos, Jaden.

Este lo mira de vuelta.

—Fue sarcasmo, por si no lo notaste.

Jaden pone los ojos en blanco.

Aaron camina hacia la puerta.

—Chicos, ya paren-abre la puerta—. Hay que ir a ensayar.

Los cuatro abandonan la cabina.

Al día siguiente Elianne está en el estudio ensayando su nueva canción. Calvin entra y la observa.

Al terminar de cantar, ella va con él.

—¿Qué tal está?

—Me gusta —mira a Harrison-Dime, ¿tú qué opinas? Eres el que sabe de esto, mientras que yo solo soy el de las relaciones públicas y el que la representa.

—Por mí está más que perfecta —le responde el productor—. Es todo por hoy.

Elianne lo mira.

—¿Ya me puedo ir a descansar?

—Antes de hacerlo, tenemos reunión con Arthur —comenta Calvin.

—¿Para?

—No tengo idea, pero hay que ir.

Los dos se van camino a la oficina de Arthur.

Al ir entrando se topan a alguien, a quien Calvin saluda.

—Killian, qué gusto verte.

Se estrechan las manos como saludo.

—Lo mismo digo.

Calvin mira a Elianne.

—Déjame presentarte a Elianne.

—¿La chica a la que representas?

—Sí.

Elianne y Killian estrechan las manos.

—Gusto en conocerte, Elianne. Soy Killian Harris, representante de Fatal Boys.

—También me da gusto conocerlo.

—Van a ver a Arthur, supongo —le dice Killian a Calvin.

—Sí. Tenemos reunión con él.

—Yo también.

—¿Ah sí? Qué extraño.

Los tres entran. Al hacerlo ve que en la oficina hay más personas. Eran los chicos de la banda.

—Hola, pasen —dice el CEO—. Tomen asiento.

Jaden estaba revisando su teléfono sin poner atención a quiénes habían entrado.

—Chicos, por si no la conocen ya, les presento a Elianne Carson, un nuevo talento musical de la casa.

Einar mira a Elianne y le guiña un ojo. Aaron le da una sonrisa de saludo. Iker levanta su mano y la saluda. Jaden sigue mirando su teléfono.

Arthur se aclara la garganta, haciendo que Jaden mire a Elianne.

Cuando la ve, frunce el ceño. Elianne lo mira igual.

—¿Y qué hace ella aquí? Se supone que esta es una reunión de nuestra banda contigo.

—Nunca dije que era solamente con ustedes la reunión —le responde Arthur.

Elianne se sienta.

—Bien, como saben, no solo soy el dueño del estudio, sino también el jefe. Me encargo de que todos los artistas de esta casa brillen en sus carreras.

Jaden tuerce los ojos sin que Arthur lo note. Iker le da un codazo en las costillas.

—Elianne es una estrella que está en crecimiento. Por ello quiero hacer que siga creciendo —camina por su oficina—. Se me ocurrió que ella y ustedes pueden trabajar en conjunto.

—¿De qué hablas? —pregunta el representante de los Fatal Boys.

—De algo simple, que ella abra el próximo concierto de los chicos.

Elianne agranda los ojos.

—"¡Oh mierda! Olvidé eso" —pensó.

Jaden se ríe sarcásticamente. Arthur lo mira seriamente.

—¿Cuál es el chiste?

—Eso de "Trabajar juntos".

—Sigo sin entender.

—Dirás que ella se cuelgue de nuestra fama.

Killian interrumpe.

—Jaden, no te salgas de contexto.

—No me salgo de nada. Simplemente, no pienso compartir mi escenario con una... novata.

Calvin lo mira.

—Oye, un poco de respeto para mi representada.

—Las cosas como son —dice Jaden de forma arrogante.

Killian lo regaña.

—Jaden, basta.

Jaden se pone de pie. Señala a Elianne y mira a Arthur.

—No la quiero en ese concierto, y es mi última palabra —se va.

Luego de que sale, Arthur explota, metafóricamente.

—¿Hasta cuándo será así?

—Lamento todo esto. Solo está estresado. Prometo que hablaré con él.

—No trates de justificar sus estupideces, Killian. Jaden tiene que entender que no siempre se puede hacer su santa voluntad —mira a Iker, Einar y Aaron—. Sé que él es el líder de la banda, pero ustedes tienen voz y voto como para no dejarlo salirse con la suya siempre.

—Sí, pero cuando a Jaden se le mete una idea en la cabeza es más fácil quitarle la cabeza que la idea —dice Einar.

Iker lo apoya.

—Parece un chiste, pero es cierto.

Elianne, quien se había mantenido callada, habla.

—Arthur, te agradezco mucho todo, pero yo prefiero no cantar en el dichoso concierto, ya que no me gusta trabajar con gente tan... idiota.

Calvin la regaña.

— Elianne...

Arthur se pasa una mano por la cabeza.

— Calmémonos todos. Mejor vayan a descansar y a relajarse. Ya luego veremos qué se hace con este dilema.

En la noche, Elianne hablaba por teléfono con su mejor amiga, Selene.

—No puedo creer que conozcas a los Fatal Boys. ¡Qué envidia!

—¿Eso es todo lo que dirás luego de que te conté lo que sucedió con ellos?

—Sí, sí, es horrible lo que me contaste, pero no me puedo aguantar el emocionarme al oír hablar de ellos. Sabes que me encanta su música, y sobre todo ellos que son tan hermosos.

Elianne pone los ojos en blanco.

—Lástima que las cosas hayan resultado así entre ustedes.

—Ahora resulta que me gané un enemigo en Lumina Studio.

—Y uno que parece ser muy poderoso. Siempre se escuchan cosas sobre Jaden, de que es problemático.

—Es la persona más odiosa que he conocido, y solo lo he visto en persona y hablado con él dos veces. Es un arrogante y un cretino. Culpo a sus fanáticas que lo idolatran. Ellas le suben el ego a las personas como él. Por eso espero que si me llego a volver famosa no me convierta en eso.

—Bueno, dejando de lado eso, ¿cuál te pareció más guapo de los cuatro?

—Sel, ¿crees que pude fijarme en cuál era más guapo con todo eso que pasó?

—Serías tonta si no aprovecharas cuando los tengas frente a frente para admirar su belleza.

—Honestamente, no le presté atención a qué tan guapos se veían. Además, sabes que lo que menos ando buscando es fijarme en un chico.

—Ay, Eli. No puedes ser así toda la vida.

—Me siento mejor así, sin ideas de amor en mi mente, ni nada que se le parezca.

—Lo sé, pero tampoco debe ser así para siempre. Ya pasaron tres años desde que sucedió aquello con... —se queda en silencio.

—Anda, dilo.

—Ya sabes de quién hablo. Y déjame decirte que no porque él resultó ser un patán, significa que todos los demás chicos lo sean.

Elianne no dice nada.

—Lo sabes, ¿verdad?

—Ya te dije que por ahora prefiero concentrarme en conseguir mis metas y sueños, no en chicos que al final solo resultan ser unos idiotas.

Mientras tanto, los chicos de la banda estaban en la casa en donde vivían juntos.

Iker le habla a Jaden.

—Es mejor no provocar a Arthur. Sea como sea, no debemos tener más líos ni con él ni con nadie.

—Puede que Iker tenga razón —agrega Einar, quien llega tras ellos—. ¿Olvidaste por qué tuvimos que cambiar de estudio?

—Dije que no. Ella no cantará en el concierto, y punto —dice Jaden mientras jugaba a encestar un balón de básquet en un aro en el patio junto a la piscina.

Iker y Einar se miran. Aaron llega de repente.

—A ver, ya basta, Jaden —le quita el balón—. En nuestro anterior estudio tuvimos que romper el contrato por ti y por tus rebeldías. Así que mejor deja de hacer berrinches de diva.

Jaden toma de nuevo el balón. Lo lanza con fuerza el balón hacia el aro.

—¿Por qué tendríamos que permitirle a esa tonta abrir el concierto?

—Porque no tiene nada de malo. Es algo normal que algunos artistas abran el concierto de otros —le responde Aaron.

Iker se rasca la cabeza.

—Lo que pasa es que a Jaden no le cayó bien la chica.

—No me agrada porque es una desubicada.

—Independiente de eso, hay que ser profesionales —dice Aaron—. ¿O acaso olvidas que nosotros cuando iniciamos no la tuvimos tan fácil?

—Por eso mismo no dejaré que venga una novata inexperta y dañe lo que tanto nos ha costado conseguir.

—Vuelvo y te repito. Cuando nosotros comenzamos, éramos eso, inexpertos.

Jaden lo mira con fastidio.

—Escucha, siempre te agradeceremos, ya que tú fuiste quien comenzó la banda, pero somos cuatro, no solo tú. Y no solo tú debes tomar las decisiones, a pesar de ser el líder.

Jaden lo observa seriamente. Aaron mira a los demás

—¿Qué opinan ustedes sobre que la chica cante en el concierto?

Einar toma el balón y lo hace girar sobre su dedo índice.

—No me da ni frío, ni calor.

Aaron mira a Iker.

—¿Y tú, Iker?

—No tengo problema con ello. Que abra el concierto.

Aaron mira a Jaden.

—Pues yo tampoco tengo problemas, así que somos mayoría contra minoría.

Jaden aprieta la mandíbula. Luego se mete a la casa.

Al día siguiente, Elianne recibía en su departamento a Calvin.

—Acabo de hablar con Killian y me dijo que lo del concierto sí va.

—No me digas...

—Es cierto. Los chicos están de acuerdo en que cantes.

—Algo me dice que no, o al menos no todos.

—Lo has de decir por Jaden.

—¿Por quién más? —se sienta en un sillón de la sala— La verdad es que en lo poco que he convivido con ese sujeto ya me cae de la patada. No entiendo cómo hay tantas chicas locas por él.

—Es porque es atractivo y rebelde, cosa que a cierta edad ciega a las mujeres.

Elianne se cruza de brazos.

—No quiero participar en ese concierto, no después de todo lo que ha pasado.

—No puedes echarte para atrás ahora. No seas orgullosa.

—No es orgullo, es dignidad. Ese tipo se portó como un cretino en la reunión y dijo claramente que no me quería en el concierto.

Calvin se sienta a su lado.

—Si vas a dejar que cosas como esa te detengan, no avanzarás en esto de la música. Créeme, esta es solo una piedra pequeñita en comparación a piedras más grandes que te toparás en el camino.

Elianne se levanta y camina por la sala.

—Es que... ¡AH! —grita frustradamente.

—No te comportes como diva, al menos no por ahora.

—No quisiera ni respirar el mismo aire que ese odioso, menos pisar el mismo escenario que él.

— Pues te toca hacer ambas cosas — se levanta y camina hacia la puerta —. El concierto es en menos de una semana, así que prepárate en todos los sentidos.

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Gracias a FenixxEditorial por la portada