LA GUARDIANA ABRIÓ los ojos y contempló el vacío. La ceguera que padecía desde su despertar en el mundo humano no la limitaba en absoluto. Podía "ver" de otras maneras, aprovechando los poderes que la caracterizaban como vidente y profetisa del grupo.

Llevaba varias semanas captando imágenes sueltas de Urso. No podía localizarlo, por mucho que lo había intentado. Sabía que estaba vivo, que se había regenerado y planeaba luchar contra el clan de los Hidden. No era capaz de precisar fecha o lugar, algo que le hacía pensar que aún tenían un poco de tiempo para prepararse.

Por eso había urgido a Liam para hacer reaccionar a Nepen. Había cuestiones que solo ella podía explicar. Detalles sobre la Última Gran Batalla, datos que podían cambiar la forma de pensar en los Demons.

Las últimas visiones hacían dudar a Ciara. Veía humanos involucrados y temía una suerte de batalla campal entre las gentes del pueblo y la tribu cercana. Debía dar parte a Liam y hablar con Nepen. Era una cuestión urgente y las distancias no ayudaban en absoluto.

No tenía otra opción. La Vidente comprendió que, si quería resolver aquello de la mejor manera posible, tenía que ir en persona a ver a sus compañeros. Suspiró, reuniendo fuerzas para la travesía, y se dispuso a emprender viaje. Su tarea como Puente debía cumplirse en tiempo y forma, o sus compañeros pagarían las consecuencias.