Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo Tres.

-Scott-

Golpeando mis nudillos sobre la madera de la puerta por decima vez, espere exactamente dos segundos antes de rodear la casa y trepar para poder llegar a la ventana de Stiles. El chico había estado desaparecido todo el maldito día, no había ido al instituto y ni siquiera se había molestado en enviarme un jodido mensaje. Estaba preocupado por él luego de que Allison me dijera lo mal que se escuchaba por telefono. Había intentado interrogar a Derek pero lo único que hizo fue gruñirme.

Llegando a la ventana, miré a través del vidrio visualizando el bulto -que supuse que era mi mejor amigo- bajo las mantas de la cama. Rodando los ojos, golpee mis uñas contra el vidrio en un intento de advertirle que llegaba pero ni siquiera se movió para mirar en mi dirección. Llegando a la parte baja de la ventana, la abrí con cuidado y salté dentro. Por suerte Stiles siempre dejaba la maldita cosa abierta, sino hubiese tenido un mal momento intentando abrirla.

—¿Stiles? —musite, acercandome a la cama y sentandome a los pies. No obtuve respuesta por lo que sacudí su pierna suavemente—. ¡Stiles!

—Cierra la boca. —murmuró, girandose para enterrarse más profundo en la cama.

—¡Stiles! —gruñi, sacudiendolo con más fuerza antes de tirar de las mantas fuera de su cuerpo—. Despierta, jodido vago, y dime porque no fuiste al instituto.

—¿Instituto? —se giró hacia mi, mirandome con los ojos entrecerrados por el sueño. Su rostro estaba más palido de lo normal y su cabello oscuro gracias al sudor que lo empapaba—. ¿Que hora es?

Miré mi reloj brevemente y luego a él—. 4.32pm. ¿Has dormido todo el día?

Frunció el ceño y se resfrego el rostro—. Supongo —aceptó—. No me estoy sintiendo muy bien.

Bien, eso era extraño, Stiles podia no ser un hombre lobo pero él jamás se enfermaba y si lo hacia, no lograba soportar ni dos horas en la cama antes de volverse loco. Acercandome más, coloque mi mano sobre su frente dandome cuenta de que ni siquiera se percato de mi movimiento hasta que toque su piel. Literalmente, el chico estaba ardiendo. La yema de mis dedos dolió cuando lo toque.

—¡Joder! —gruñi, apartando mi mano—. Estas volando en fiebre.

—¿Por qué las personas dicen volar? Yo no me estoy elevando, ¿o si? ¿Estoy volando, Scotty? Porque eso sería muy cool, ¿no lo crees? Sería el primer chico que pudiese hacerlo pero no puedes decirle a nadie que puedo volar, porque si me atrapan me van a meter en una jaula para poder investigarme y me meteran agujas, así que no lo digas, ¿si?

—No sé si divagas por la fiebre o por ser tu —musite, alcanzando mi celular dentro de mi jean—. Voy a llamar a mi madre para que venga a verte... y a Derek.

—¡NO! —chilló, irguiendose—. Derek no.

—¿Por qué? —lo miré extrañado—. Derek puede ser un hijo de puta contigo pero eres parte de su manada, estoy seguro de que se va a preocupar cuando sepa que estas enfermo.

—No, yo ya no soy de la manada —sacudió la cabeza fervientemente—. Nop, yo mande a Derek y su sexy cuerpo a la mierda.

Me detuve en "sexy cuerpo", elevando una ceja hacia Stiles pero recordando que tenia fiebre, y que no tenia idea de lo que decia, decidí ignorar ese detalle—. ¿Cuando sucedio eso?

—Cuando fue por mi, ayer —se acercó a mi, su rostro quedó a centimetros del mío—. ¿Te digo un secreto, Scotty?

Estreché los ojos hacia él—. Tu no tienes secretos conmigo, Stiles, soy tu mejor amigo.

—Si, pero este secreto me da verguenza. —se mordio el labio, indeciso.

—Esta bien, dime.

—¿Recuerdas esa vez que Derek vino aquí y le hice sacarse la camiseta para que Danny me ayudase? —susurró, algo trabado. Asentí—. Cuando vi su cuerpo yo creo que me gusto.

—¿Te gusta Derek? —jadee.

—¡No! —chilló, dejandose caer de espaldas a la cama nuevamente—. A mi me gusta Lydia, no, cierto, ella ya no me gusta. Ella es mi amiga, cierto.

—¿Stiles? —lo llame cuando empezo a divagar, me miró—. ¿Desde cuando te gustan los hombres?

—¡No me gustan los hombres! —se ahogo, totalmente indignado. Su mano se levanto para pinchar mi pecho—. Me gusta Derek —frunció el ceño antes de sacudir la cabeza—. No, eso no es lo que quise decir, a mi me gusta... Derek. No, no, no. Mi cabeza no funciona bien, ¿que me pasa, Scotty?

—No tengo idea. —sacudí la cabeza, rebuscando en mis contactos y llamando directamente al Dr. Deaton. Contestó al segundo tono—. Hey, Deaton.

—Oh —Stiles me miró con los ojos enormes—. Dile sobre la mujer bonita, él tal vez sepa quien es.

—Dios, Stiles, cierra la maldita boca, estas divagando. —me queje, poniendome de pie para poder hablar por telefono—. Siento molestarlo pero tengo un problema con Stiles.

—No me molestas, Scott —aseguró—. ¿Que le sucede?

—Esta, literalmente, ardiendo en fiebre —miré hacia el castaño, viendolo rascarse el cuello con insistencia. Frunciendo el ceño, volví a acercarme a él y quite su mano—. Joder, su cuello esta rojo, como si se hubiese quemado y le quedará una cicatriz.

—Debe ser solo una alergia, Scott —aseguró—. Llama a tu madre, ella seguro puede hacerse cargo de él.

—No entiendes, Deaton. Stiles esta hirviendo, su temperatura hizo arder mis dedos —explique—. Además, esta sudando mucho y... ahora mismo se esta durmiendo.

—¡Dile de la muchacha bonita! —grito el castaño—. ¡La chica del bosque con el pelo violeta que me dio un obsequio!

—¿De que habla? —preguntó Deaton.

—No lo sé, dice que una chica le dio un regalo... —sacudí la cabeza—. Creo que esta divagando.

Hubo una pausa del otro lado antes de que Deaton volviese a hablar—. Preguntale a Stiles, como se veia la chica.

—Estoy seguro de que solo esta desvariando, Doc.

—¡Preguntale, Scott! —grito.

—Bien, ya le pregunto —acercandome al chico, sacudí su hombro para que abriera los ojos y le hable lo más claro que pude—. ¿Como se veia la chica que te dio ese obsequio del que hablas?

Coloque el telefono cerca de su boca cuando comenzo a hablar—. Ella era muy bonita y su cabello era largo del color de las ciruelas. ¡Y sus ojos eran del color de la plata! Nunca había visto unos ojos así —aseguró—. Yo la ayude con la bestia que la perseguia y ella me dio un obsequio.

—¡Jodida mierda! —alce las cejas, sorprendido de escuchar a el Dr. Deaton maldecir.

Me llevé el aparato al oido nuevamente—. ¿Que sucede, Doc?

—Scott, hazme un favor, acercate a Stiles y dime a que huele. —pidio.

—¿Para que...?

—¿Podrias dejar de juzgar todo lo que te pido? —pidio, su tono alterado—. Hazlo.

Rodando los ojos, me acerque a Stiles y tome una profunda respiración, frunciendo el ceño ante lo que sentí. Tuve que tomar dos respiraciones más para estar totalmente seguro de que ese aroma venia de mi amigo.

—Huele a flores —dije al telefono—. ¿Por qué Stiles huele a flores?

—Esto es malo, esto es muy malo —escuché sonidos de movimiento antes de que Deaton volviese a hablar—. Necesito que traigas a Stiles hasta aquí, Scott.

—¿Que esta sucediendo? —pregunte.

—Te lo explicaré cuando llegues y pueda examinarlo —dijo—. Llama a Derek, si es lo que creo él debe oirlo tambien.

Frunciendo el ceño, escuche la linea muerta por unos segundos antes de apartar el telefono y marcarle a Derek, explicandole rapidamente lo que sucedia. Luego de que me prometiera llegar a la casa de Stiles en diez minutos, me giré hacia mi amigo y busque la mejor forma de cargarlo sin tener que tocar su piel directamente.

Luego de que vetar varias ideas, terminé envolviendolo como un bebé y cargandolo fuera de la habitación. El castaño había perdido el conocimiento para cuando salí de su casa. Derek estaba estacionado fuera, con la puerta trasera de su auto abierta.

—¿Que jodidos le sucedio? —preguntó cuando me acerque y acomodé a Stiles a lo largo de los asientos traseros—. ¿Y por qué lo traes envuelto de esa manera?

—No sé que le sucedio —respondí mientras subia al asiento del acompañante—. Y tuve que envolverlo de esa manera porque su piel esta muy caliente.

Derek me dio una mirada extraña pero no dijo nada más mientras aceleraba, saliendo hacia la veterinaria. El Dr. Deaton nos estaba esperando en la puerta cuando llegamos, antes de que pudiese llegar a Stiles, Derek ya lo había arrojado sobre su hombro y estaba caminando hacia la veterinaria.

Lo dejo caer sobre la mesa de examen como si fuese una bolsa de papas y se aparto cuando el doc empezo a examinar a mi amigo. Observé con cuidado como Deaton examinaba la piel alrededor del cuello de Stiles con cuidado antes de pasar a abrir sus ojos e iluminarlos con una pequeña linternita.

—¿Que le sucede a sus ojos? —pregunté acercandome—. ¿Por que jodidos tiene los ojos grises?

Deaton se alejó de Stiles y se quito los guantes que había estado utilizando, me miró. No me gusto para nada su expresión y supe que a Derek tampoco cuando se colocó a mi lado.

—¿Que le sucede? —Derek hizo un gesto hacia el castaño, quien estaba roncando ligeramente sobre la mesa de examen.

—Voy a tener que confirmarlo con él cuando despierte —dijo—. Pero el olor de las flores, la fiebre, las manchas en su piel y los ojos...todos son indicadores de que Stiles recibio un obsequio de una Droxgea.

—¿Una que? —fruncí el ceño.

—Droxgea. —repitió—. Son similares a las ninfas, viven en los bosques y las mayoria de las veces son inofensivas.

—¿Entonces porqué Stiles esta así?

—Por lo que dijo por telefono, él la ayudo cuando la atacaban —me recordó—. Estos seres son muy orgullosos y jamás aceptan tener una deuda, seguramente ella le ofrecio algo, algun tipo de deseo, así es como funciona —miró a Stiles—. Ahora esta recibiendo lo que pidio.

—Stiles puede ser un idiota —apunto Derek—, pero estoy muy seguro de que no pidio esto.

—Ese es el problema —Deaton miró entre nosotros—. Los obsequios de estos seres por lo general son destinados a otros paranormales, nunca había escuchado de un humano recibiendo uno —suspiró, mirando a Stiles—. Lo único que espero es que Stiles sea lo suficientemente fuerte para poder soportar lo que sea que la Droxgea le obsequio. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro