-Stiles-

Refregando mis ojos, desperte lentamente de mi sueño mirando a mi alrededor con el ceño fruncido. ¿Donde rayos me había metido ahora? Los brazos como bandas de hierro alrededor de mi cintura y la tosca respiración golpeando mi cuello logró recordarme donde estaba. Al parecer me había quedado dormido como una marmota luego de que la acción terminara.

Zafandome de los brazos de Derek, me ergui en la cama y pase mis manos por mi rostro alejando la somnolencia. Mirando a mi alrededor, observe con confusión la ventana cercana. ¿Por que estaba oscuro afuera? No podia estar oscureciendo, ¿verdad?

¡Oh mierda!

—¡Mi padre va a matarme! —salté fuera de la cama, siendo atrapado por el brazo de Derek en mi cintura antes de que cayera de boca al suelo—. Joder, amo tus reflejos.

Derek desenredo la sabana de mi pierna, la cual me había hecho tropezar, y me dejo libre—. Ten más cuidado —susurró, dejando un pequeño beso en mi nuca—. No puedo estar atrapandote siempre.

—No es como si estuviese tropezando todo el tiempo —me defendi cuando paso a mi lado y comenzo a buscar ropa, metiendose dentro de unos pantalones deportivos y buscando una camiseta sin darme mayor atención—. ¿Derek?

—¿Mmm?

Pasee mi mirada por el suelo antes de volver a mirar su espalda y preguntar:— ¿Tu me quieres?

Eso logró que se volteara hacia mi con el ceño fruncido—. Claro que te quiero, Stiles, eres mi pareja.

La última palabra logró que frunciera la nariz. Con un suspiro, aparte la mirada y busque mi ropa esparcida por la habitación, encontrando mis jeans echos un bollo al final de la cama y mi camiseta colgada de una lampara. Debiamos comenzar a ser más cuidadosos con eso o terminaria perdiendo mi ropa.

Arrastrando los pies, tome mis jeans y mi camiseta y me dirigi al baño. Senti la mirada de Derek pegada a mi espalda todo el camino hacia la pequeña habitación y hasta que la puerta se cerro detrás de mi. Me apoye en la madera y tome aire, intentando tranquilizarme.

No queria sonar histerico ni apresurado pero no queria que alguien me quisiera solo porque "el destino" hubiese decidido que eramos pareja. ¿Cuan destructiva seria una relación si en lo unico que se basara solo en eso? ¿Había cometido un error al aceptar ser la pareja de Derek tan rápido? Deberia haberlo pensado, debi haberme tomado mi tiempo pero pensar las cosas nunca había sido lo mío. Actuar y luego pensar, ese era mi estilo de vida.

Apoyando la cabeza en la madera, aprete las prendas contra mi pecho e intenté que lo que sucedia no me afectara. Despues de todo era un experto en ignorar los problemas hasta que estos desaparecian. Tal vez si ignoraba todo esto de las parejas, la culpa por haber cometido un error y todo lo demás desaparecerian.

¿Quien me aseguraba que si seguia con eso Derek no volveria a comportarse grosero conmigo nuevamente luego? ¿Acaso era el único que estaba apostando mis sentimientos en la relación? No queria salir lastimado. Me había apresurado en todo lo de las parejas, mi mente había estado nublada en ese momento pero ya no. O tal vez era solo mi mejor amigo el Miedo, asomando su cabeza nuevamente.

Era uno de mis secretos mejor guardados. Había visto como mi padre moria un poco cuando mi madre fallecio y no queria eso para mi, nunca lo había querido. No queria darle el poder a alguien de poder controlar mi vida de esa manera. Podia parecer cruel pero era mi manera de protegerme. Lydia había sido un ejemplo, al principio había sido un enamoramiento de niño pero luego, cuando me di cuenta de que ella jamás me prestaria atención, decidí jugar al enamorado para evitar preguntas y no verme envuelto en ninguna relación en ese tiempo.

Ahora me había metido en una relación de cabeza, pensando que si tenia la seguridad de las parejas de por vida saldria bien. Las palabras de Derek me habían aclarado que tal vez no había sido un buen plan. Porque una pareja sin amor verdadero no funciona y Derek solo me queria porque su lobo se lo decia.

—¿Stiles? —un par de golpecitos en la puerta logró que diera un salto sobre la punta de mis pies y me sacudiera. Limpiando la calidez humeda de mis mejillas, intente borrar todo rastro de mis anteriores pensamientos por el momento—. ¿Estas bien?

—Bien. —contesté, sorprendido de que mi voz sonará normal—. Salgo en un minuto.

—Esta bien, apurate —pidio—. El enojo de tu padre será peor cuanto más tarde llegues.

Tenia razón en eso. Tomando un respiro, me limpie rapidamente antes de meterme dentro de mi ropa, deteniendome un segundo para poder mirarme en el espejo sobre el lavabo. Ojos grises que no reconocia me devolvieron la mirada junto con un palido rostro que no se parecia al mío.

Parpadee y sentir mis ojos arder. ¿Que diablos estaba sucediendo conmigo? Estaba muerto de miedo con todos los cambios fisicos que estaba teniendo, solo queria acurrucarme en algun hueco y hacer de cuenta que nada sucedia. En vez de eso, limpie mi rostro con las mangas de la camiseta y tome un respiro.

Todo esta bien. Todo esta bien. Repitiendo eso en mi mente, me dirigi a la puerta y sali del baño. Derek estaba sentado en la cama atando sus botas. Levanto la mirada cuando entre y me dio una mirada curiosa.

—¿Que te sucede? —pregunto suavemente mientras se ponia de pie y se acercaba a mi.

—Nada. —aseguré, pasando a su lado para dirigirme a la puerta.

Los brazos de Derek me rodearon antes de que pudiese alejarme más de dos pasos—. ¿Te cuento un secreto? —susurró en mi oido—. El olor de las personas delata sus sentimientos y tu, cariño, apestas a tristeza —hundio su rostro en mi cuello, dejando pequeños besos mientras frotaba una de sus manos por mi pecho suavemente—. ¿Que te sucede, pequeño? Pensé que estabas bien.

—Yo... —me ahogue mientras mi mente se dividia en buscar la salida más cerca o hundirme en el abrazo de Derek—. Estoy mal por lo de papá, la última vez dijo cosas muy feas y temo lo que pueda decirme cuando llegue. —no era del todo mentira, si temia lo que me dijera al llegar.

—Estoy seguro de que estaras bien —aseguró, dejando un beso en mi cabello—. Si todo se vuelve mucho siempre puedes venir aquí.

Si, y papá se volveria literalmente loco. De igual manera, asenti suavemente y me solté de sus brazos para ir por su chaqueta y arrojarla sobre mis hombros. Derek me miró por unos segundos antes de suspirar derrotado y hacer un gesto hacia la puerta.

Una vez dentro de su auto, me abroche el cinturon y observé por la ventana. Derek no insistio en que hablara con él pero podia sentir las miradas que enviaba en mi dirección de vez en cuando. La veterinaria estaba vacia para cuando llegamos pero mi jeep seguia en el mismo lugar. Derek se detuvo a su lado y me miró, atrapando mi brazo cuando intenté salir del vehiculo y tirandome directo hacia sus labios, dandome un tierno beso.

—No sé lo que te sucede, Stiles, pero siempre podras hablar conmigo de lo que sea, ¿entiendes? —asentí suavemente, recibiendo otro pequeño beso—. Ahora vete a casa, antes de que tu padre venga a buscarte. Encontraré la forma de vernos pronto, ¿si?

—Esta bien. —musité, mirando sus ojos verdes un momento antes de suspirar y voltearme, saliendo del auto.

Derek se quedo allí hasta que subi a mi jeep y lo saque, saliendo del estacionamiento de la veterinaria. El viaje a casa no fue largo ya que tenia mi mente sumida en mis pensamientos, antes de que me diera cuenta estaba estacionando frente a la misma. El lugar parecia silencioso pero papá era un experto en aparecer desde un rincón oscuro así que no tenia dudas de que estaba esperandome.

—A enfrentar la música —musite mientras tomaba fuerzas y salia del auto.

La casa estaba en total silencio cuando entré pero ni siquiera me asuste cuando papá salio de la cocina con una taza de café en la mano, fulminandome con la mirada. Preparandome para el impacto, espere con paciencia a que comenzara.

—No solo fuiste contra tu castigo, sino que te escapaste del instituto y volviste al anochecer —dijo suavemente, mirandome—. ¿Tienes algo que decir en tu defenza?

—¿No me gritaras?

—¿De que me vale? —se encogio de hombros—. De igual manera haces lo que te plazca.

—¿Eso quiere decir que ya no estoy castigado? —pregunté esperanzado.

—Eso quiere decir que sigues castigado —dijo—, la única diferencia es el aumento de decepcion que tengo de ti.

—¿Tan malo es? —susurré, moviendome inquieto sobre mis pies.

—¿Tu que crees? —me miró mal—. Vete a tu habitación y no salgas de allí hasta que te lo pida.

Asenti suavemente, subiendo los escalones con pereza y deteniendome varios escalones arriba—. Sabes —dije—, si te tomarás el tiempo para conocerme realmente verias porque hago lo que hago.

Subiendo los escalones más rapido, me meti en mi habitación cerrando la puerta de un golpe y me arroje sobre mi cama. Mis pensamientos comenzaron a golpearme con fuerza por lo que cerrando los ojos, me force a dormir. El sonido de la musica clasica llego a mis oidos como un balsamo, logrando que los malos pensamientos se dispersaran y entrara en un sueño tranquilo. Mañana me preocuparia por lo demás.