Ego tomando forma de un coloso de piedra y minerales brillantes, se alzaba imponente. Su cuerpo estaba compuesto de enormes bloques de granito, que se unían en una forma casi humanoide. Cada movimiento que hacía provocaba un temblor en la tierra, y sus brazos eran como montañas que podían aplastar cualquier cosa a su paso.

Frente a Ego, Zecro a base de sombra creo un titan de la sombras con una elegancia sobrenatural. Su forma era etérea, como una nube oscura que se retorcía y cambiaba constantemente. Sus ojos brillaban con un resplandor azul intenso, y cada vez que se movía, la oscuridad parecía cobrar vida a su alrededor.

La batalla comenzó con un rugido ensordecedor de Ego. Con un movimiento brusco de su brazo, lanzó un enorme bloque de piedra hacia la sombra. El titan de sombras reaccionó rápidamente, fundiéndose con la oscuridad y desapareciendo momentáneamente. El bloque se estrelló contra el suelo, levantando nubes de polvo y escombros.

“¡No puedo dejar que esto ponga en peligro a los chicos!” pensó Zecro mientras su creación emergía detrás de Ego, lanzando un ataque sorpresa. Con un gesto de su mano, las sombras se arremolinaron y formaron tentáculos oscuros que se dirigieron hacia las piernas del titan de rocas.

Ego se tambaleó por un instante, pero su resistencia fue formidable. Con un golpe poderoso, rompió los tentáculos que lo sujetaban. La tierra tembló bajo sus pies mientras giraba y contraatacaba con un puñetazo devastador. El contrario apenas tuvo tiempo de esquivar, deslizándose hacia atrás y dejando una estela de oscuridad a su paso.

“¡Debo ser astuto!” murmuró Zecro mientras observaba a su oponente. Concentrándose, invocó sombras que se alzaron del suelo como serpientes, formando una tormenta oscura al rededor de su creación. “Si le derrotó aquí no voy a conseguir llegar a su núcleo.”

Ego sintió el cambio en el ambiente y decidió avanzar. Con cada paso, las rocas crujían bajo su peso. Lanzó una lluvia de piedras afiladas hacia Zecro,ignorando al titan que se le oponía,Zecro se movió ágilmente entre ellas, utilizando las sombras para detener el ataque entrante a su persona.

Sin embargo, Ego no se detuvo. Con un grito atronador, levantó su mano y creó un temblor que hizo que el suelo se agrietara. Las grietas se extendieron hacia Zecro amenazando con atraparlo. Pero el dios de la muerte aprovecho esto,en lugar de evitar las grietas, se deslizó dentro de ellas, utilizando la oscuridad como refugio.

Mientras Ego buscaba con ansias a su enemigo, el titan de Zecro mergió detrás de él y lanzó una serie de golpes rápidos hechos de pura sombra. Cada golpe impactaba con fuerza, pero no lograba hacer mella en la roca sólida del titan. Ego giró rápidamente y atrapó a su enemigo con su mano gigantesca.

“¡No puedes ganar!” rugió Ego.

Pero La Sombra no se dejó intimidar. Con un grito profundo, convocó toda la oscuridad a su alrededor. Las sombras crecieron hasta formar una figura imponente que se abalanzó sobre Ego, obligándolo a soltarlo. En ese momento, el titan de sombras aprovechó para lanzar un ataque devastador: una onda de energía oscura que atravesó el aire como un rayo.

Mientras en la superficie ocurria esto, Zecro se movía hábilmente entre las grietas que se formaron debido al golpe de Ego.

El dios, utilizo su dominio de la vida para darle cierta conciencia al titan, con el objetivo de distraer a Ego y llegar a su núcleo y eliminarlo de una vez por todas.

Mientras corría un terremoto ocurrió, y oyó una explosión, suponiendo que el tiempo se le acababa corrió más rápido, su objetivo claro

Después de deslizarse por los grietas, correr por donde suponía que era el camino y esquivar alguna que otra raíz lo suficientemente grande para molestarle.Llegó a un lugar que hubiera preferido no encontrar.

Montañas de esqueletos de niños de diferentes especies esparcidas por toda la caverna, esta visión hizo que la sangre de Zecro hirviera.Niños inocentes traídos al mundo por el deseo egoísta de su propio padre, niños que fueron desechados una vez que se mostró que no poseían el poder de Ego, sirviendo únicamente como alimento de su propio padre.

La repulsión y el asco que el Celestial le provocaba a Zecro alcanzo niveles insanos, la muerte de Ego era inevitable.

Siguió corriendo, mucho más rápido que antes, provocando temblores en la superficie, y Ego siendo el planeta sintió esto, tan concentrado estaba en derrotar a la forma frente a él que no pensó en el propio Zecro.Con un pensamiento el titan de rocas se desmoronó en pedazos y el de sombras corrió a donde estaban los niños, con la intención de llevarlos a la nave

El cerebro de Ego brillaba de un intenso color amarillo, demostrando su miedo, y el dios casi podía oír sus pensamientos.

Zecro, oculto en las sombras, observaba, esperando un ataque sorpresa de Ego o algo parecido, pero nada, los temblores no la superficie desaparecieron, obligandole a actuar rápido.

El dios, que decidió que esta era su oportunidad, alzo su mano derecha hacia delante con la palma abierta y una esfera comenzó a formarse en el centro de su extremidad, la pequeña esfera creció rápidamente, antes de compactarse en un punto, casi imperceptible.

Delante de Zecro apareció la forma que Ego había usado para tener a sus hijos—"Podemos hablarlo, no hay necesidad de llegar a estos extremos..¿Quieres a la niña?,llevatela, ella no me importa mucho"—A pesar de querer parecer tranquilo Zecro notó su ansiedad y miedo.

—"Espero que te pudras maldito hijo de puta"—La pequeña esfera fue rápidamente hacia el enorme cerebro de Ego, incrustandose y adentrándose en este mismo.

El cuerpo artificial de Ego se desvaneció y Zecro supo que estaba tratando de sacar su esfera de si mismo.Con velocidad comenzó a correr, llegar a la nave antes de que todo el planeta colapsara era su objetivo, sabia que los mocosos estaban a salvo, su creación se había asegurado.

Corrio y corrió, la esfera de sombra que había lanzado sería más difícil de controlar mientras más lejos esté, el echo de que Ego tratase de expulsar dicha esfera constantemente tampoco ayudaba en su control.

Después de minutos corriendo logró llegar a las grietas por las que se había colado, observó rápidamente el entorno que le rodeaba

Parecía que había sido el escenario de una guerra de proporciones galácticas, cráteres tan grandes como New York surgían donde los ataques de Ego habían caído.

No presto más atención y siguió corriendo, la nave estaba bastante y lejos y mantener la esfera inofensiva le estaba provocando un fuerte dolor de cabeza.