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Episodio 5 : "12 años después"

[Exterior - Ciudad - Noche]

La cámara se desplaza suavemente sobre una ciudad vibrante y moderna. Las luces de neón parpadean, y el bullicio de la vida urbana llena el aire. Un gran reloj en la estación de tren marca las 12:00, señalando el paso del tiempo.

[Interior - Agencia de Héroes - Día]

En una oficina de alta tecnología, Kaminari y Mineta están en medio de una batalla contra un villano robótico. Kaminari, con un destello eléctrico en sus manos, grita:

Kaminari: "¡Vamos, Mineta! ¡El villano está a punto de desactivar el generador principal!"

Mineta: (desprendiendo bolitas pegajosas) "¡Estoy en ello! ¡No dejes que escape!"

El villano cae derrotado, y Kaminari y Mineta se chocan las manos en señal de victoria.

Kaminari: "¡Buen trabajo, Mineta! ¡Estamos listos para cualquier cosa!"

La escena cambia a la oficina de Tokoyami, Hanta Sero y Kirishima. Están revisando planos y discutiendo estrategias mientras enfrentan a un villano en el video de seguridad.

Tokoyami: "El villano se dirige hacia el centro comercial. Necesitamos neutralizarlo antes de que cause más daños."

Sero: (deslizando cintas adhesivas de su quirk) "¡Estoy listo para lanzarme al rescate!"

Kirishima: "¡Entonces vamos a por él! ¡Vamos a demostrar que somos los mejores héroes!"

Los tres héroes se preparan para la misión con determinación.

[Interior - Sala de Conferencias - Día]

En una elegante sala de conferencias, Shoto Todoroki está presidiendo una reunión. Se le ve concentrado mientras discute estrategias empresariales con sus colegas.

Todoroki: "Para mejorar la eficiencia de nuestra empresa, necesitamos invertir en nuevas tecnologías y expandir nuestras operaciones internacionales."

Colega: "Entendido, señor Todoroki. Vamos a implementar estas mejoras de inmediato."

Shoto asiente con satisfacción, mostrando su habilidad para liderar.

[Interior - Agencia Compartida - Día]

En una moderna agencia compartida, Tenya Iida y Katsuki Bakugou están en medio de una operación. A pesar de sus diferencias, trabajan juntos de manera eficiente.

Iida: "¡Bakugou, cúbreme mientras desactivo el sistema de seguridad!"

Bakugou: "¡No te preocupes! ¡Tengo esto bajo control!"

Ambos se coordinan perfectamente, resolviendo la situación con éxito.

[Interior - Polo Norte - Noche]

Finalmente, la cámara se mueve hacia el Polo Norte, donde Izuku está rodeado de elfos y preparativos navideños. Está listo para la temporada, con un traje de Santa Claus reluciente.

Izuku: (mirando el trineo) "¡Es hora de prepararse para la gran noche! No puedo esperar para repartir alegría por todo el mundo."

Los elfos trabajan con diligencia mientras Izuku se ajusta el gorro de Santa Claus, listo para cumplir con su misión.

[Interior - Sala de Estar - Noche]

La cámara muestra a los personajes principales reunidos en una cálida sala de estar, celebrando la temporada navideña y recordando viejos tiempos. La escena es festiva y llena de alegría.

Izuku: (con una sonrisa) "¡Felices fiestas a todos! ¡Estoy emocionado de volver a compartir esta temporada con ustedes!"

La escena concluye con un sentimiento de camaradería y festividad, preparando al espectador para el desarrollo de la trama en el episodio.

Izuku y Bernard están en el taller supervisando los preparativos de Navidad. Todo parece estar en orden, pero de repente, ambos escuchan una melodía estridente que rompe la calma festiva. Izuku, vestido con su traje de Santa Claus, frunce el ceño y se vuelve hacia Bernard.

Izuku: (serio) "Pon alerta máxima. Quiero silencio total. Algo no está bien."

Bernard: (con una ligera sonrisa, sabiendo lo que se avecina) "Vamos a ver qué está pasando."

Ambos se apresuran por los pasillos del taller, pasando el ajetreo de los elfos que trabajan. Llegan hasta una puerta donde la música suena más fuerte. Izuku la abre de golpe, revelando a Curtis sentado en su puesto, con los pies sobre la mesa, escuchando música pop navideña mientras ajusta algunos dispositivos. La música inunda el espacio.

Curtis: (con auriculares, tarareando la canción) "¡Rockeando por la Navidad!"

Izuku y Bernard se miran entre sí, y Bernard niega con la cabeza antes de hablar.

Bernard: (con tono sarcástico) "Curtis... ¿qué te dijimos sobre escuchar música a todo volumen durante las horas de trabajo?"

Curtis se quita los auriculares de golpe, sorprendido por su presencia, y se queda congelado al ver a Izuku con su seria mirada de Santa Claus.

Curtis: (nervioso) "¡Oh, Santa! No pensé que… uh, esto... solo estaba probando el nuevo sistema de sonido para el trineo... ¡sí, eso es!"

Izuku se cruza de brazos, intentando no reírse, pero manteniendo la compostura de jefe.

Izuku: (con voz firme) "Curtis, esto es Navidad, no un concierto. Necesitamos concentración. No puedes estar escuchando música a todo volumen cuando estamos en plena cuenta regresiva."

Curtis: (tratando de excusarse) "Pero... ¡la música navideña ayuda con el ambiente! Además, he estado trabajando en el trineo y... bueno, la música me da ritmo."

Bernard suspira, mirando a Izuku con una sonrisa contenida.

Bernard: "Es lo mismo cada año... ¿verdad, Santa?"

Izuku sonríe finalmente, dejando escapar una pequeña risa mientras baja los brazos.

Izuku: "Está bien, Curtis. Solo asegúrate de que el trineo esté listo a tiempo. Y... baja un poco el volumen, ¿sí?"

Curtis: (aliviado) "¡Claro, claro! ¡No hay problema! ¡Bajaré el volumen! Prometido."

Izuku y Bernard se retiran mientras Curtis vuelve a trabajar, aunque esta vez con la música mucho más baja.

Izuku: (mientras salen) "Siempre lo mismo con Curtis, pero al menos tiene el espíritu navideño."

Bernard: (riendo) "Sí, pero si seguimos así, un día de estos lo encontramos haciendo una fiesta de baile."

Ambos continúan su recorrido, asegurándose de que todo esté bajo control mientras el taller vuelve a la normalidad.

Izuku y Bernard continúan caminando por el taller después de haber llamado la atención a Curtis. La música ha bajado, pero de repente, Curtis se apresura a alcanzarlos. Se limpia las manos nerviosamente mientras se alinea con ellos.

Curtis: (tratando de justificarse) "¡Oigan, leí en el manual que los duendes se concentran más con música! Vamos, Bernard, lo sabes. Además, deberías relajarte un poco... tienes más de 900 años. Ya madura, ¿quieres?"

Bernard frunce el ceño, claramente irritado, pero decide ignorar el comentario inicial de Curtis. Sin embargo, antes de que puedan avanzar más, Curtis agrega algo más con tono intrigante.

Curtis: (titubeante) "A propósito... ¿ya le dijiste?"

Bernard: (con tono seco) "No. Es que... se ve tan feliz en esta época. ¿Por qué tengo que ser yo el que lo haga?"

Curtis levanta las manos en señal de protesta.

Curtis: "Porque no es mi trabajo, y además... soy tu jefe."

Bernard bufa, cruzando los brazos y dándole a Curtis una mirada exasperada, pero al final, se encoge de hombros, sin ánimo de discutir más. Mientras siguen caminando, llegan a una sección del taller donde varios duendes están trabajando en lo alto de una plataforma. Izuku observa todo desde abajo, con una mirada curiosa y algo pensativa.

Izuku: (mirando hacia arriba) "Quiero ver cómo va la escarcha... ¿cómo va eso?"

Los duendes, traviesos y con una sonrisa cómplice, miran hacia abajo antes de hacer una pequeña broma. De repente, un montón de escarcha cae directamente sobre Izuku, cubriéndolo de pies a cabeza. Izuku parpadea, sorprendido, mientras la escarcha se desliza por su traje de Santa.

Izuku: (sarcástico, sacudiéndose la escarcha) "Podría subir allí arriba y ver cómo lo están haciendo... o simplemente podría ir afuera y jugar un partido de fútbol."

Los duendes ríen desde lo alto, divertidos por la reacción de Izuku, mientras Curtis y Bernard tratan de disimular una sonrisa.

Curtis: (riendo) "Al menos sabemos que tienen buen sentido del humor."

Bernard sacude la cabeza, pero sonríe también mientras Izuku continúa limpiándose la escarcha, intentando mantener la compostura mientras la atmósfera vuelve a ser festiva y ligera en el taller.

Izuku y los duendes están corriendo por la nieve en medio de un improvisado partido de fútbol. Los duendes ríen y gritan, pateando la pelota mientras la nieve vuela alrededor de ellos. Izuku, con su traje de Santa, muestra una sonrisa genuina, disfrutando el momento a pesar de lo inusual que puede parecer. Los duendes, pequeños pero ágiles, lo superan con facilidad, burlándose juguetonamente mientras anotan gol tras gol.

Izuku: (riendo, jadeando) "¡Vamos, denme una oportunidad!"

Los duendes ríen aún más mientras celebran su victoria, y el partido llega a su fin. Izuku sacude la nieve de su traje mientras Bernard y Curtis se le acercan.

Bernard: (con una sonrisa) "Sabía que no podrías con ellos. Son pequeños, pero rápidos."

Curtis: (con un tono travieso) "Y eso es solo la mitad de sus habilidades."

Izuku sacude la cabeza, aún riendo, pero de repente nota que el ambiente entre Curtis y Bernard se vuelve más serio. Bernard le hace un gesto a Curtis para que lo sigan.

Bernard: "Vamos, Izuku. Hay algo importante de lo que necesitamos hablar."

Izuku frunce el ceño ligeramente, pero asiente, siguiéndolos hasta la oficina de Bernard y Curtis dentro del taller.

Una vez dentro, Curtis cierra la puerta detrás de ellos y se sienta junto a Bernard en el escritorio. Izuku se sienta al otro lado, mirándolos con curiosidad, sin saber qué esperar.

Izuku: (suspirando) "Sé que hay algo importante que quieren contarme. ¿Es sobre la Cláusula, verdad?"

Bernard: (asintiendo) "Exactamente. Sabes que cuando te pusiste el traje, tomaste la responsabilidad de ser Santa. Es algo que ya conoces."

Izuku: (interrumpiendo) "Sí, lo sé. Quien se ponga el traje, toma el rol de Santa Claus y todo lo que eso implica. Estoy preparado para eso."

Curtis se inclina hacia adelante, levantando una mano como si quisiera aclarar algo.

Curtis: "Espera, espera. Eso es solo la primera parte, Izuku. Lo que necesitamos explicarte es... sobre la segunda Cláusula."

Izuku frunce el ceño, confundido.

Izuku: "¿Segunda Cláusula?"

Bernard asiente mientras Curtis toma un gran libro de su escritorio y lo abre. Scott Calvin aparece en el libro, señalando un párrafo que Curtis lee en voz alta.

Curtis: "La segunda Cláusula. Es algo que incluso Scott Calvin tuvo que enfrentar cuando él era Santa... y es algo que tú también debes saber."

Izuku cruza los brazos, ahora intrigado.

Izuku: "De acuerdo... ¿qué dice esa segunda Cláusula?"

Curtis mira a Bernard antes de continuar.

Curtis: "La segunda Cláusula no solo se refiere a ponerse el traje, Izuku. Es... algo más complicado."

Bernard toma el relevo de la explicación.

Bernard: "El asunto es que, si no cumples con ciertos requisitos como Santa, podrías perder el título... y no es fácil recuperarlo. Uno de esos requisitos es... bueno, vamos, Curtis, díselo."

Curtis: (nervioso) "Es... tienes que encontrar a una Señora Claus."

Izuku parpadea, claramente sorprendido por la revelación.

Izuku: "¿Una Señora Claus? ¿Me estás diciendo que para seguir siendo Santa... tengo que casarme?"

Bernard: (con una sonrisa ligera) "Exactamente. La Cláusula Matrimonial, para ser precisos."

Izuku se recuesta en su silla, procesando la nueva información mientras Bernard y Curtis lo observan en silencio.

Izuku: (en voz baja) "Esto... esto cambia todo."

Izuku se queda en silencio por un momento después de la revelación. Bernard y Curtis lo observan atentamente, esperando su reacción. Izuku cruza los brazos, claramente incómodo con la idea.

Izuku: (suspirando) "¿Y si no quiero? No estoy seguro de estar listo para algo como esto…"

Antes de que Bernard pueda responder, Curtis lo interrumpe. Señala a Izuku con una expresión preocupada.

Curtis: "Izuku, mírate... ya ha empezado."

Izuku frunce el ceño, confundido.

Izuku: "¿Empezado qué?"

Bernard señala la barba de Izuku, que comienza a encogerse y desaparecer lentamente, y su figura, que vuelve a ser más delgada, como si estuviera perdiendo la magia de Santa Claus. Izuku se mira a sí mismo, dándose cuenta de que está volviendo a su apariencia normal.

Bernard: (serio) "La Desantificación. Ya estás empezando a perder los poderes y las características de Santa Claus. Este proceso solo se puede detener si se cumple la Segunda Cláusula."

Izuku: (alarmado) "¡No puede ser! ¡Estoy perdiendo todo lo que me hace ser Santa!"

Curtis: (con un tono comprensivo) "Lo sé, Izuku. La única forma de detener esto es encontrar a una Señora Claus. De lo contrario, perderás por completo tu lugar como Santa."

Izuku se pone de pie bruscamente, tocando su rostro y viendo cómo los cambios se aceleran, su barba casi desaparecida por completo.

Izuku: (con frustración) "Entonces... si no encuentro a alguien, lo pierdo todo, ¿verdad?"

Bernard: (asintiendo con seriedad) "Exactamente. Cuanto más tiempo pase, más rápido se completará la Desantificación. Y una vez que llegue al final, será irreversible."

Izuku suspira profundamente, mirando al techo, sintiéndose atrapado por la situación. Sabe que tiene que tomar una decisión pronto, pero no está listo para ello.

Izuku: (murmurando para sí mismo) "¿Cómo voy a encontrar a una Señora Claus en medio de todo esto?"

Izuku, Bernard y Curtis salen de la oficina de Curtis y caminan por los pasillos del taller en dirección a la oficina de Izuku. Los duendes trabajan alrededor, ocupados con sus tareas, pero el ambiente está tenso. Izuku parece preocupado y nervioso mientras avanza.

Izuku: (con un tono serio) "¿Cuánto tiempo tengo?"

Curtis consulta rápidamente un pequeño reloj de bolsillo que lleva consigo, uno que está lleno de engranajes y luce mágico, con manecillas que se mueven rápidamente y muestran una cuenta regresiva.

Curtis: (con precisión) "Tienes exactamente 29 días, 10 horas y... 5 segundos."

Izuku detiene su paso por un momento, procesando la información. Sabe que es muy poco tiempo para encontrar a alguien que quiera ser su Señora Claus, y empieza a sentir la presión del plazo. Bernard camina a su lado, observándolo atentamente.

Izuku: (suspirando) "¿Solo eso? No puedo creerlo... Pensé que tendría más tiempo."

Curtis asiente con empatía, pero mantiene su tono firme.

Curtis: "Es un plazo ajustado, pero no imposible. Muchos Santas anteriores han tenido éxito... aunque claro, no fue fácil."

Bernard: (con un tono serio) "Tienes que actuar rápido, Izuku. No solo por ti, sino por todos aquí. Si el proceso de Desantificación continúa... el Polo Norte perderá su magia."

Izuku asiente, sabiendo que la situación es más grave de lo que pensaba. Siguen caminando en silencio hacia la oficina de Izuku, con la cuenta regresiva en la mente de todos.

Izuku llega a su oficina y se sienta en su gran silla de cuero frente a su escritorio, que está adornado con cartas de niños, mapas del mundo y pequeñas figuritas navideñas. El cansancio es visible en su rostro. Justo cuando se recuesta un poco para tratar de relajarse, Yudy entra con una bandeja en las manos, llevando una taza humeante de cocoa caliente.

Yudy: (con una sonrisa cálida) "Aquí tienes, Santa. Una buena taza de cocoa para levantar el ánimo."

Izuku toma la taza, agradeciendo el gesto, y da un sorbo mientras intenta despejar su mente del estrés. Sin embargo, Yudy se mantiene de pie, con una expresión de preocupación

Yudy: (con suavidad) "Izuku... tenemos un problema."

Izuku la mira, confundido, dejando la taza en el escritorio.

Izuku: (con una ceja levantada) "¿Qué sucede ahora? No me digas que es Mineta otra vez... creí que se había reformado."

Yudy sacude la cabeza lentamente, con un gesto de seriedad.

Yudy: "No, no ese Mineta... pero hay algo que deberías saber."

Izuku frunce el ceño, intentando comprender a qué se refiere.

Izuku: "¿Quieres decir que el mismo Mineta de siempre... sigue en la lista de los niños malos?"

Yudy asiente con pesar, acercándose al escritorio de Izuku con una carpeta en la mano. La coloca frente a él, y al abrirla, se puede ver el nombre de Mineta en lo alto de la lista de los niños malos.

Yudy: "Me temo que sí. A pesar de algunos intentos, parece que... no ha aprendido su lección."

Izuku suspira profundamente, frotándose las sienes en señal de frustración.

Izuku: (resignado) "No puedo creerlo. Después de todo lo que ha pasado, sigue sin cambiar."

La situación añade una nueva carga a los hombros de Izuku, quien sabe que tendrá que lidiar con más problemas además de la Segunda Cláusula.

Izuku, todavía con la cabeza llena de preocupaciones por Mineta y la Segunda Cláusula, camina por los pasillos del taller de Santa. Bernard y Curtis lo acompañan, intercambiando miradas nerviosas. Cuando llegan a la gran puerta de la sala de juntas, Bernard le da una palmada en la espalda.

Bernard: (con una sonrisa de aliento) "Buena suerte, Izuku. Sabes cómo manejar esto."

Izuku respira profundamente y empuja la puerta de la sala de juntas. Dentro, la atmósfera es solemne, y varias figuras poderosas ya están sentadas alrededor de una enorme mesa circular de madera tallada. El aura de cada uno emana sus poderes únicos.

Madre Naturaleza, una figura elegante con un vestido verde hecho de hojas, se sienta con serenidad, su cabello parece estar hecho de ramas en flor.

Cupido, con su arco y alas doradas, juguetea con una flecha mientras sonríe despreocupadamente.

El MuelaNetor, que antes era conocida como el Hada de los Dientes, ha cambiado a una apariencia más moderna, con gafas y un uniforme brillante. Lleva un maletín en el que se pueden ver las herramientas dentales más avanzadas.

Padre Tiempo, con una larga barba blanca y un reloj de arena en la mano, observa en silencio mientras suelta un suspiro cada pocos minutos.

El consejo de Pascua, liderado por el Conejo de Pascua, está presente también, con su pelaje impecable y una actitud seria que contrasta con lo que la gente esperaría de un conejo.

Izuku se acerca a la mesa y se sienta, sabiendo que esta reunión será crucial.

Madre Naturaleza: (con una voz calmada) "Santa Izuku, gracias por venir. Sabemos que tienes mucho en mente, pero hay asuntos urgentes que debemos discutir."

Cupido: (sonriendo) "Sí, y no todo son flechas y corazones. ¡Este es un tema serio!"

El MuelaNetor asiente, mientras coloca su maletín sobre la mesa.

MuelaNetor: "De hecho, Santa. Como sabrás, las festividades se mantienen en equilibrio gracias a la colaboración de todos nosotros, y últimamente... ha habido un desajuste en los planes de Navidad."

Padre Tiempo: (con su profunda voz) "El tiempo se está agotando, Santa. Tienes exactamente 29 días para resolver lo que está ocurriendo antes de que... bueno, ya sabes lo que puede pasar."

El Conejo de Pascua se inclina hacia adelante, con una expresión seria.

Conejo de Pascua: "Santa, estamos aquí para ayudarte, pero necesitas saber que la Segunda Cláusula no es un juego. Si no encuentras una solución a tiempo, no solo perderás tu posición, sino que el espíritu de la Navidad podría verse seriamente afectado."

Izuku asiente, sintiendo la presión. Sabe que la responsabilidad de la Navidad pesa sobre él, y ahora el tiempo apremia.

Izuku: (serio) "Lo entiendo. Ya estoy trabajando en ello, pero es complicado. Necesito asegurarme de que todo salga bien. No solo por mí, sino por la Navidad misma."

Madre Naturaleza sonríe suavemente.

Madre Naturaleza: "Sabemos que podrás hacerlo, Izuku. Pero debes ser rápido y preciso. El futuro de las festividades está en tus manos."

Izuku, Scott, Bernard y Curtis están reunidos en el brillante y bullicioso salón de inventos. Máquinas, engranajes y duendes trabajando a toda velocidad llenan el lugar. El ambiente es tenso; Izuku está claramente preocupado. Bernard se cruza de brazos mientras observa con desconfianza la gran máquina en el centro de la sala.

Izuku: (frustrado) "No puedo estar en dos lugares al mismo tiempo. Ya es bastante con la Segunda Cláusula y ahora Mineta también... Esto está saliéndose de control."

Scott, el anterior Santa, le da una palmada en el hombro, tratando de calmarlo.

Scott: "Izuku, entiendo lo que sientes. He estado ahí. La Navidad puede ser abrumadora, pero siempre hay una forma de resolver las cosas."

Curtis, con una sonrisa traviesa en el rostro, da un paso adelante, emocionado con una nueva idea.

Curtis: "¡Exactamente! Y ya lo hemos hecho antes, ¿recuerdas? Podemos usar la máquina otra vez y hacer que un juguete tuyo se haga cargo de las tareas de Santa mientras tú resuelves lo de la Segunda Cláusula y Mineta."

Bernard, que había estado en silencio hasta ahora, frunce el ceño inmediatamente y cruza los brazos con más fuerza.

Bernard: (con tono serio) "Curtis, no otra vez. La última vez que usamos esa máquina, casi causamos un desastre. ¿Recuerdas lo que pasó con el otro Santa falso? Fue una pesadilla."

Curtis levanta las manos, tratando de defender su plan.

Curtis: "¡Pero esta vez podemos hacerlo mejor! Aprendimos de nuestros errores, ¿verdad? Esta vez el juguete será controlado de forma remota por Izuku, y no tendrá mente propia. Solo tiene que repartir los regalos, no meterse en más problemas."

Izuku se pasa una mano por el cabello, claramente conflictuado. La idea no suena tan mala, pero recuerda los desastres del pasado.

Izuku: "No sé, Curtis. Bernard tiene razón. Lo último que necesitamos es otro lío que controlar."

Scott interviene, buscando un punto intermedio.

Scott: "Mira, chicos, entiendo ambos puntos. Pero si Curtis puede mejorar el sistema y asegurarse de que el juguete solo haga lo que se supone, podríamos ganar algo de tiempo. Sin embargo, tenemos que hacerlo con cuidado."

Bernard resopla, todavía con dudas.

Bernard: (sarcástico) "Ah, claro, porque no hay nada más seguro que confiar en una máquina que casi destruye la Navidad la última vez. Vamos, Curtis, esto es una mala idea y lo sabes."

Curtis se encoge de hombros, pero mantiene su entusiasmo.

Curtis: "Con todo respeto, Bernard, no somos los mismos que hace años. La tecnología ha avanzado, ¡y nosotros también! Izuku no puede hacerlo todo solo. Si esta es nuestra mejor opción, entonces tenemos que confiar en el proceso."

Izuku suspira y mira la máquina. Sabe que el tiempo corre y tiene que tomar una decisión rápidamente.

Izuku: (resignado) "Está bien, Curtis. Pero si esto se sale de control, tendrás que asumir la responsabilidad."

Curtis sonríe de oreja a oreja, emocionado de volver a probar su invento.

Curtis: "¡No te preocupes, Santa Izuku! Esto saldrá perfectamente. Ya verás."

Bernard sigue sacudiendo la cabeza, sin estar convencido, mientras Izuku observa la máquina, sabiendo que la cuenta regresiva ha comenzado.

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