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Capitulo 3 [Editado]


Persona hablando: ¡¿Qué clase de fuerza es esa?!

Persona pensando: *¿Con quién diablos estoy peleando..?*

Biju hablando: Cállate, humano, quiero dormir.

Biju pensando: *Eres más molesto que mi anterior contenedora.*

Jutsus: Katon: ¡Ryūen Hōka no Jutsu! [Elemento Fuego: Liberación de la Canción del Dragón de Fuego]

<X> : En otro lugar, cambiando el punto de vista, etc.


_________________________


Pov Narrador:

Naruto: ¿Reencarnación? ¿Qué es eso? (preguntó consternado)

Betty: Mira, Naruto, no tenemos mucho tiempo. (Dejó su sonrisa para hablar más seriamente.) ¿Recuerdas qué pasó antes de que llegaras aquí? (preguntó mientras se arrodillaba, quedando a la altura del castaño.)

El niño asintió levemente, con una expresión triste y molesta. Aún recordaba cada insulto, golpe, corte, y principalmente, ese fuego, así que no estaba nada contento.

Betty: Bien, sé que no confías en mí, y te prometo que te explicaré todo después. Pero en este momento, estás muriendo. Ahora mismo estamos en tu mente, pero tu cuerpo está muy grave, y la única forma de salvarte es que tomes esto. (Sacó un pequeño vial que contenía algo negro en su interior.)

Naruto, al ver el vial, especialmente esa sustancia negra, tembló un poco. No tenía idea de por qué esa cosa le daba tan mala espina, pero si esa chica tenía razón y él realmente estaba a punto de morir, lo mejor era hacerle caso, ¿verdad?

Así que, reuniendo valor de donde no lo tenía, el niño tomó con cuidado el vial de la mano de la chica. Respiró hondo y, sin dudar, lo bebió todo de un trago.

Naruto esperó con los ojos cerrados, aguardando que algo sucediera. Pero cuando no sintió nada, abrió los ojos y miró confundido a la chica, esperando que ella explicara.

Betty: No te preocupes, Naruto. Tardará un poco en hacer efecto. En el poco tiempo que tenemos, te explicaré qué tomaste. Esa cosa... es odio. (Sorprendiendo al niño)

Naruto: ¿Odio? ¿Eso no es un sentimiento? (Preguntó nuevamente, más confundido)

Betty: Sí, pero en raras ocasiones, cuando una persona acumula tanto odio o rencor hacia algo o alguien, su odio puede desbordarse y materializarse. El odio que bebiste era tu propio odio. Tal vez parezca poco, pero en realidad está condensado. Déjame decirte que tienes mucho odio dentro de ti, y tendrás que aprender a controlarlo. Yo te ayudaré con eso. (Dijo con seriedad, mirando al castaño)

Naruto: No estoy seguro de haberlo entendido bien, pero haré mi mayor esfuerzo. (Respondio, intentando sonreírle a la chica)

En ese momento, Naruto cayó de rodillas, sosteniéndose el pecho. Un dolor intenso recorrió su cuerpo, y unas lágrimas oscuras comenzaron a caer de sus ojos. Betty lo observaba con una expresión preocupada.

Betty: Es mejor que despiertes, tenemos que salir de aquí. (Dijo, mientras el castaño apenas la escuchaba)



<X>



Luego de que Naruto huyera de la casa hacia las calles, Mikoto y Sasuke saldrían de la casa dispuestos a seguirlo, pero Hiruzen los detendría poniendo una mano en sus hombros.

Mikoto: ¿Qué sucede, Hiruzen? ¿No viste lo destrozado que estaba Naruto? ¡Tenemos que ir por él! (Exclamó, soltándose del agarre del anciano)

Hiruzen: Sí, Mikoto, lo vi. Pero en este momento, ese niño está muy afectado por lo que dijo Minato. Lo mejor por ahora es dejarlo solo un momento y que se desahogue. (Respondió sin inmutarse ante la mirada enfurecida de la mujer)

Sasuke: ¿Estará bien? (Preguntó preocupado por el castaño)

Sasuke seguía siendo un niño, pero por un momento pudo ver lo que sentía su amigo. Tanto odio, tanto rencor acumulado, deseando salir, lo dejó sorprendido. Dudaba que él mismo tuviera tanto odio hacia Itachi como el que tenía Naruto.

Mikoto: Esperemos que sí, Sasuke, esperemos que sí. (Acarició la cabeza de su hijo)

Los tres voltearon al escuchar pasos en su dirección. Se giraron, viendo con desagrado cómo Minato y Kushina se acercaban a ellos sonriendo.

Minato: Hola a los tres, no los había visto. ¿La han pasado bien? (Tomando un vaso de jugo)

Kushina: ¡Hey, Mikoto-chan! Veo que trajiste al pequeño Sasuke. (Intentando acercarse a la pelinegra)

Para desconcierto de Kushina, Mikoto solo se alejó un poco, con una mirada de total desagrado en su rostro, lo que la entristeció un poco.

Kushina: ¿Mikoto-chan? ¿Qué sucede? (Preguntó algo decaída)

Mikoto: ¿En serio acabas de preguntar eso? Luego de lo que acaban de hacer... (Respondió con un gruñido la Uchiha)

Minato, quien había estado al margen, decidió interponerse en la conversación.

Minato: Mikoto, no sabemos por qué estás tan molesta, pero no es motivo para hablarle así a tu amiga. (Dijo con seriedad)

Mikoto: ¡¿No es motivo?! ¡¿No se dieron cuenta de lo que le hicieron a Naruto?! (Confundiendo a los Namikaze)

Kushina: ¿De qué estás hablando? No le hemos hecho nada a Naruto. (Se defendió, empezando a molestarse)

Mikoto: ¡Lo desterraron! ¡¿Eso no es hacerle nada?! (Dijo, gritando finalmente, perdiendo la paciencia)

Los dos adultos se quedaron en shock por sus palabras, al igual que todos los demás que habían escuchado.

Kushina: ¿A-a qué te refieres? (Preguntó temblorosamente)

Hiruzen, al ver que Mikoto estaba a punto de estallar de ira, decidió explicar.

Hiruzen: No sé si olvidaron, pero Naruto es su primogénito, y como tal, debía ser el que fuera nombrado líder del clan Uzumaki o del clan Namikaze. Cuando nombraron a Hitomi y Menma como herederos, al final lo desterraron. (Explicó, con una mirada endurecida, la misma que siempre mostraba a sus enemigos en la guerra)

Kushina se llevó las manos a la boca al darse cuenta de su error. Las lágrimas no tardaron en brotar de sus ojos. Minato, por su parte, estaba en shock, sin poder mover un solo músculo, salvo un ligero temblor.

Kushina: ¡No es cierto! Y-yo no quería... (Cayó de rodillas al piso)

Hitomi, quien había escuchado todo, se acercó. Su cara no era más que preocupación y tristeza.

Hitomi: ¿E-es cierto eso? ¿Mi hermano fue desterrado de nuestros clanes? (Preguntó, comenzando a llorar)

Hiruzen: Así es, niña. Tus padres, indirectamente, desterraron a Naruto del clan Uzumaki y Namikaze. (Provocando que Hitomi llorara aún más)

Kushina se puso de pie y tomó a Mikoto de los hombros, con las lágrimas todavía cayendo por sus mejillas.

Kushina: ¡Por favor, Mikoto, dime dónde está mi hijo! Necesito disculparme con él... (Le rogó a su amiga, quien la miró indiferente)

Mikoto: No lo sé. Escapó entre lágrimas cuando escuchó todo, y aún si supiera, no te lo diría. Dudo que siquiera quiera verlos. (Se soltó del agarre de Kushina)

Kushina solo se tambaleó, aún entre lágrimas, para ser sostenida por Minato, quien se veía decaído. Sasuke, Mikoto y Hiruzen solo los miraban con disgusto.

Entonces, todos lo sintieron. De pronto, un temblor se hizo presente, confundiendo a todos, pero luego se escuchó un estruendo. Al voltear, todos quedaron en shock al ver cómo una gran explosión se hacía presente a unas calles de distancia. Todo alrededor de dos cuadras fue volado por la onda expansiva.

Cuando salieron del shock, Minato se enderezó al instante y se puso al frente con una expresión seria.

Minato: Esto podría ser un ataque enemigo. Vamos a investigar. (Dijo, aunque, incluso si no quería, tuvo que dejar el tema de su hijo a un lado).

El rubio mayor estaba por correr cuando un grito lo hizo girar de inmediato.

Mikoto: ¡¡NARUTO!! (Corriendo hacia el lugar con su Sharingan activado).

Con ese grito fue suficiente para que Minato, Kushina, Hitomi, Sasuke y Hiruzen la siguieran sin dudarlo. Al alcanzarla, Minato, aún corriendo, tomó la palabra.

Minato: ¡Mikoto, explícate! ¿Qué tiene que ver Naruto con esa explosión? (Preguntó preocupado, mirando al frente).

Mikoto: No lo sé. Cuando sucedió la explosión, activé mi Sharingan, y por un instante, pude sentir el chakra de Naruto en el centro. Algo sucedió, y Naruto estuvo involucrado. (Respondió apresuradamente).

Los demás, al escucharla, se preocuparon aún más y apuraron su paso hacia el lugar de la explosión. Al llegar, vieron en shock cómo todas las calles alrededor habían sido destruidas. También pudieron ver algunos cadáveres por doquier.

Todos avanzaron con cautela, temiendo un posible ataque. Al llegar al centro de la explosión, vieron un gran cráter. Pero lo que los sorprendió y alivió fue que Naruto se encontraba aparentemente intacto, de rodillas con las manos en el suelo.

Al verlo, Kushina estaba por correr hacia él, pero fue detenida por Mikoto.

Kushina: ¿Qué te pasa, Mikoto? ¡Quiero ir con mi hijo! (Exclamó, molesta y con lágrimas en los ojos).

Sin embargo, Mikoto estaba muy seria. Sus ojos entrecerrados analizaron cada parte del castaño. Algo le decía que algo no estaba bien. Esa explosión no fue causada por nada, y pudo notar que de la cara del castaño estaba chorreando un líquido negro.

Mikoto: No, Kushina. Algo está pasando con Naruto. No sé qué es, pero algo me dice que no debemos acercarnos demasiado. (Dando un paso atrás).

No obstante, Kushina no escuchó y, aun así, corrió hacia Naruto, quien se estaba poniendo de pie, con la mirada gacha y ensombrecida por su cabello.

Al estar frente a él, Kushina lo abrazó, pero Naruto no reaccionó de la forma que ella esperaba. El castaño se tensó, y Kushina lo notó al instante.

Kushina: Naruto, hijo, lo siento mucho por todo, yo... (Siendo interrumpida por el mismo Naruto).

Naruto, sin pensarlo dos veces, empujó a Kushina, haciendo que, por la sorpresa, la mujer cayera hacia atrás entre lágrimas. El resto se acercó más, observando y listos para actuar en caso de ser necesario.

Kushina: Naruto... S-sé que debes de estar muy enojado, p-pero por favor, solo quiero disculparme. (Dijo mientras se levantaba).

El castaño solo apretó sus puños con rabia. Todos notaron, confundidos, cómo una ligera aura rosa lo cubría.

Naruto: ¿Dis... culparte? Eso... eso... (Empezó a hablar, su voz se escuchaba distorsionada) ¡¡YA NO ME IMPORTA!! (Alzando su mirada).

Al ver su rostro, todos quedaron en shock. Los ojos del castaño estaban oscurecidos y derramaban un líquido negro que había manchado casi todo su rostro. Su expresión solo mostraba odio, un odio inmenso, todo dirigido a Minato y Kushina.

Los adultos, a excepción de Kushina, se pusieron en guardia. Todos querían a Naruto, pero en este momento, el castaño podría ser peligroso.

Mientras tanto, los niños quedaron en shock. Hitomi temblaba tanto de miedo como de preocupación por su hermano. Nunca había visto esa mirada en él, y estaba aterrada. Por otro lado, Sasuke estaba incrédulo. Jamás pensó que su amigo pudiera llegar a verse así. Le carcomía el pensar que pudo haber hecho algo y no lo hizo.

Kushina volvió a acercarse, solo para que el castaño diera un paso atrás, gruñendo.

Naruto: ¡No te me acerques! (Dejando salir más de ese líquido negro de sus ojos).

Kushina: Na-Naruto... ¿qué te pasó? Déjame ayudarte, soy tu madre. (Dando un paso hacia adelante con persistencia).

Naruto, sintiéndose acorralado, alzó su mano por instinto, y todos vieron sorprendidos cómo una energía rosada se concentró en ella, formando una guadaña rosada con la que dio un tajo hacia Kushina. Sin embargo, ella, que no era una kunoichi por nada, retrocedió fácilmente del ataque de su hijo.

La pelirroja se puso al lado de su marido, intentando entender qué le pudo haber pasado a su hijo. Solo una idea vino a su mente.

Kushina: Mina-kun... ¿tú crees que esto fue obra del Kyubi? (Viendo con tristeza cómo Naruto miraba erráticamente a todos los presentes, su postura era la de un animal salvaje acorralado).

El Yondaime observó a su hijo atentamente, intentando buscar alguna señal del chakra del Kyubi, pero no encontró nada. Sentía que había algo ahí, una energía poderosa, errática y salvaje, pero no pudo reconocerla.

Minato: No... no lo es, no hay rastros del chakra del Kyubi, pero sí hay algo más. (Aliviando un poco a Kushina).

Mikoto: ¿También lo notaste, eh? (Dijo mientras analizaba a Naruto, quien aún empuñaba su guadaña) Naruto está expulsando dos energías, ambas son salvajes y descontroladas. No sé qué sean, pero algo es seguro, eso no es chakra. Debemos noquearlo. (Dijo mientras se remangaba).

Los demás adultos asintieron, y los niños retrocedieron mientras los adultos se acercaban cada vez más al castaño.

La postura de Naruto se tensó aún más, y todos vieron cómo más de ese líquido salía de sus ojos y boca, expandiéndose sobre su rostro, lo que preocupó aún más a los adultos e incitó a acercarse más al niño.

El primero en actuar fue Hiruzen, que estaba harto de ver a Naruto en ese estado. Rápidamente se puso detrás de él y trató de darle un golpe en la nuca para noquearlo, pero para su sorpresa, su golpe fue detenido por una extraña masa rosada.

Hiruzen retrocedió, y todos pudieron ver cómo esa masa rosada se distorsionó, convirtiéndose en una esfera rosada con ojos oscuros y una boca afilada que giraba alrededor de Naruto como si lo protegiera.

Hiruzen: ¿Qué es esa cosa? Era resistente. (Sobándose un poco la mano).

Minato: No estoy seguro, pero debemos detenerlo. (Acercándose a su hijo).

Minato le propinó un golpe en el estómago a Naruto a una velocidad abrumadora. El castaño abrió los ojos en shock por el dolor mientras se retorcía.

En la mente de Naruto, Betty observaba todo a través de sus ojos. Una expresión seria estaba en su rostro.

Betty: Esto es malo. En este momento, no hay forma de que Naruto logre tocar a ninguno de ellos... pero quizá esto pueda funcionar. (Dijo para sí misma, mientras sus ojos brillaban un poco).

En el exterior, Minato se acercó nuevamente a Naruto para darle un golpe en el cuello y dejarlo inconsciente, pero fue detenido cuando, dentro de la oscuridad en los ojos de su hijo, una pequeña y tenue luz rosada apareció dentro de ellos.

Minato retrocedió instintivamente. No sabía qué clase de habilidades había obtenido su hijo de un momento a otro, y acercarse precipitadamente era peligroso.

Los adultos observaban cómo los ojos de Naruto brillaban, esperando un ataque, pero de pronto sus cuerpos se tensaron. Todos reconocieron esa sensación al instante.

"Genjutsu" pensaron todos al unísono, intentando romper la ilusión, pero se dieron cuenta de algo demasiado tarde: eso. no. era. chakra.

Y así, todos fueron atrapados en la ilusión. Dentro de ella, todos notaron que se encontraban desde la perspectiva de Naruto, mirando todo a través de sus ojos, justo después de que este huyera de la casa momentos antes.

Todos pudieron ver cómo Naruto corría por las calles, y también empezaron a escuchar los pensamientos del castaño.


¿No les bastaba con solo ignorarme...?

¿No era suficiente dejarme de lado por ellos...?

¡¿También tenían que desterrarme?!

¡¡Tan poco les importó como para que me desterraran!!


Minato y Kushina comenzaron a llorar por eso. No sabían que su hijo se sentía de esa forma. Fue aún peor para Kushina, ya que ella sospechaba que algo no estaba bien con su hijo, pero nunca imaginó que fuera así, y ahora veía esto sucediendo.

Vieron cómo el niño se detuvo frente a una multitud que comenzó a insultarlo, llamándolo demonio, lo que enfureció a los adultos. Fue entonces cuando un hombre borracho habló, y la multitud empezó a atacar al niño.

Minato, Kushina, Mikoto y Hiruzen estaban atónitos al ver lo que estaban haciendo los aldeanos a quienes protegían a diario. Lo peor de todo fue que sentían cada cosa que Naruto había sentido en ese momento, cada golpe, cada dolor, incluso los sentimientos.

Después vieron cómo los anbu llegaron, ingenuamente creyendo que ayudarían a Naruto, pero entonces los vieron con rabia, ya que incluso los anbu estaban en su contra, recriminándolo por algo que él no había hecho.

Cuando Naruto fue lanzado al suelo y el anbu comenzó a hacer sellos de manos, todos supieron qué jutsu estaba a punto de ejecutar. Entonces sintieron cómo Naruto era quemado vivo. Los gritos del niño resonaron en sus tímpanos hasta que todo quedó en negro.

Fuera de la ilusión, Naruto observó confundido cómo los adultos permanecían completamente quietos. Quería escapar, pero aún sentía las heridas que había recibido de los aldeanos, el jutsu de fuego del anbu, y el golpe de Minato. Estaba a punto de caer inconsciente cuando escuchó la voz de Betty en su mente.

Betty: ¡Naruto, resiste un poco más! Ya sé cómo sacarnos de aquí, pero necesito que te mantengas consciente. ¿Ves esa esfera rosada a tu lado? Necesito que te sostengas de ella. (dijo resonando en la cabeza del castaño).

Naruto giró con dificultad debido a sus heridas, viendo cómo la esfera lo miraba expectante. Sin cuestionarlo, se sostuvo de ella y, para su sorpresa, la esfera se expandió, cubriéndolo como un capullo. Luego sintió que se estaba moviendo. No sabía qué tan rápido, pero tenía que mantenerse consciente.

Todo esto fue presenciado por Sasuke e Hitomi, quienes seguían confundidos y conmocionados por toda la experiencia. Al ver que Naruto había escapado envuelto en esa extraña masa rosada, decidieron acercarse a los adultos para comprobar cómo estaban, aún intentando comprender qué había sucedido con su amigo y hermano.

Los niños se colocaron frente a los adultos, tratando de llamar su atención, pero no obtuvieron respuesta. Pasaron apenas unos minutos, llenos de confusión y temor, antes de notar algo que los inquietó aún más: los adultos comenzaron a llorar. Esto solo los confundió y asustó más, no sabían cómo reaccionar o qué hacer.

De pronto, la ilusión terminó. Los adultos cayeron de rodillas al suelo, respirando agitadamente, mientras los niños intentaban ayudarlos.

Minato: ¿Q-qué... fue... eso...? (Preguntó al aire, incapaz de procesar lo que acababa de experimentar, aún sintiendo el eco del dolor que había vivido su hijo).

Nadie respondió. Hiruzen permanecía inmóvil, atrapado en un estado de shock, mientras Mikoto y Kushina lloraban desconsoladas. Fue entonces cuando Minato notó algo que hizo que su respiración se detuviera: Naruto ya no estaba allí.

Minato: ¿N-niños? ¿Qué pasó después de que quedáramos atrapados en el genjutsu? ¿Dónde está Naruto? (preguntó, con la preocupación creciendo en su voz, haciendo que los demás adultos también buscaran desesperados a su hijo con la mirada).

La única que respondió fue Hitomi, quien lo abrazo, aún temblando y con lágrimas corriendo por su rostro.

Hitomi: L-luego de que dejaran de m-moverse... o-oni-chan fue rodeado por esa cosa rosa... y s-se fue... (explicó con voz entrecortada, buscando consuelo en el abrazo de su padre).

Minato suspiró. Sabía que Naruto tenía todo el derecho de querer escapar de la aldea, pero como Hokage y como su padre, no podía dejarlo ir tan fácilmente. Fue entonces cuando algo ocurrió, algo que hizo que todos los adultos presentes liberaran su instinto asesino

Un grupo de Anbu apareció en la escena, los mismos que no habían ayudado a Naruto momentos antes. Estos comenzaron a temblar bajo el peso del aura asesina que los rodeaba.

Minato, soltándose del agarre de su hija, avanzó con pasos fuertes y cargados de ira. Sin dudarlo, tomó al primer Anbu por el uniforme, arrancándole la máscara de un tirón y dejándola caer al suelo. Con un pisotón, la rompió en pedazos.

Minato: Es mejor que me des una buena razón para no matarte en este preciso instante... (Su voz era fría y contenía una furia apenas contenida, mientras su mano temblaba de rabia).

Anbu: ¡Y-yo no sé de qué habla! ¿Q-qué fue lo que hice? (Balbuceó, aterrorizado).

Esas palabras solo sirvieron para enfurecer aún más a Minato. Con un movimiento rápido, un kunai atravesó el corazón del Anbu, quien cayó muerto al suelo. Antes de que Hitomi y Sasuke pudieran procesar lo que sucedía, Hiruzen los dejó inconscientes con un movimiento rápido para evitar que presenciaran más horrores.

Los cuatro Anbu restantes estaban temblando de miedo. Jamás habían visto al Yondaime Hokage tan furioso. Minato los miró con una ira desbordante mientras avanzaba hacia ellos.

Minato: Ya sé todo lo que hicieron hoy. Permitieron que mi hijo sufriera a manos de esos aldeanos y, como si eso no fuera suficiente, dejaron que esa escoria que yace ahí lo atacara con un jutsu de fuego. (Les dijo con una voz tan fría que los Anbu se estremecieron aún más).

Anbu 2: H-Hokage-sama, s-solo estábamos acabando con el d-demonio, queríamos t-terminar lo que usted comenzó, y-

No pudo terminar. Una cadena atravesó su cráneo en un instante, matándolo al instante.

La responsable no era otra que Kushina, quien ahora hacía honor a su título de la Habanera Sangrienta. Su mirada destilaba pura ira y odio, tanto hacia los aldeanos y los Anbu como hacia sí misma.

Kushina: ¡¡MI HIJO NO ES NINGÚN DEMONIO!! (Gritó con fuerza, haciendo que los Anbu restantes se encogieran de miedo).

Minato se apresuró a detener a su esposa, colocándose frente a ella para calmarla un poco. Luego se giró nuevamente hacia los Anbu restantes, su voz cargada de autoridad.

Minato: Vayan a buscar a Kakashi, a Jiraiya y a Hana Inuzuka. Díganles que localicen a mi hijo... ¡AHORA! (ordenó con firmeza).

Los tres Anbu restantes no tardaron ni un segundo en desaparecer en un Shunshin, aterrados por la furia de su líder.


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Olvidé mencionar algunos detalles sobre los personajes:

Naruto: Aunque tiene la apariencia descrita en la portada de la historia, también cuenta con algunos rasgos característicos de Minato, como las patillas.

Hitomi: Es como una versión miniatura de Kushina.

Menma: Es igual a la versión que Naruto imaginó de sí mismo con el cabello rojo.

Tsuki: Imagínenla como un Sasuke en versión femenina.


⭐¡Les pido que dejen su estrellita para motivarme aun mas!⭐ 



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