capitulo_5
La bella sultana se encuentra en sus aposentos encargándose de los asuntos de harén, pensaba si deshacerse de la concubina que estubo con el sultán, pero ella ya está cansada de luchar por un amor que no la valora, pero si quería asegurarle la corona a uno de sus hijos tendiría que eliminar a cualquier mujer que le pueda dar un hijo al sultán
Hurrem: nasli ven acá
Nasli: dígame sultana
Hurrem: ve y busca a Sümbül
Nasli: claro sultana
La joven sirvienta salió y fue a buscar a Sümbül y como ya lo conocía lo encontró jugando un juego de mesa con el cocinero, le dijo que la sultana lo requería y el rápidamente acudió a su sultana
Sümbül: diga mi sultana__ el hace una reverencia
Hurrem: necesito que llames a murjanab y dile que me vea en los jardines traseros del palacio
Sümbül: por supuesto sultana, pero ahora para que requiere la ayuda de el mi sultana
Hurrem le da una sola mirada a sus criadas y ellas entienden y salen de la habitación
Hurrem: me desare de la concubina que visitó al sultán
Sümbül: aaa muy bien sultana iré por murjanab
Sümbül salió a paso ligero listo para ir por el matón preferido de la Sultana, hurrem volvió a los libros del harén pero un guardia la interrumpió
Hurrem: que deseas_ dice algo molesta
Guardia: llegó esto para ustedes_ dice mostrandole un carta y una rosa
Le pareció raro pero talvez era una carta del sultán, era una linda carta a la la antigua, no parecía una del sultán, ella bio la rosa sintió su delicioso aroma y abrió con cuidado la carta, al abrirla sintió un aroma muy delicioso se veía que la hicieron con dedicación, la carta estaba escrita con una perfecta letra en carta.
Mi sultana se lo peligroso que es que yo le mandé cartas, pero debo expresar de alguna manera mi admiración por usted, le dedicó desde lo más profundo de mi pecho estos versos que salen de corazón
Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,
lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.
Debo fingir que en el pasado fueron
Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.
Debo fingir las armas y la pira
de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.
Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura.
Con admiración: elijah mikaelson
Hurrem se sintió como una chiquilla, hace tiempo no le dedicaban bellos versos, el duque avía dado justo en el corazon de la sultana, el poema le pareció muy hermoso para destruirlo por lo que lo metió en una de sus cajas, el duque elijah sin duda era un caballero y uno muy romántico, hurrem no podía evitar sentir un cosquilleo en el pecho por tan hermosos versos pero una una criada rompió su burbuja
Xx: sultana me an dicho que viene nuevas concubinas
Hurrem: eso es fantástico ya hay que cambiar el aren del principe Mehmed
Kol se encontraba esperando a Mihrimah pero ella no llegaba por lo que el vampiro rebelde decidió hacerle una visita a sus aposentos, se escabullo entre los guardía y con agilidad trepó asta la ventana de la Sultana
Mihrimah se estaba preparando para ir a dormir cuando oyó unos pequeños golpes en su ventana, haci que la fue a abrir y se encontró con el duque kol
Mihrimah: está loco
Kol: loco por esos bellos ojos _ dice entrando a la habitación
Mihrimah: lo ban a matar si se enteran de que está aquí
Kol: estoy dispuesto a morir por ustedes mi sultana, moriría por uno de sus mechones_ le dice coqueto
Mihrimah: esto es indebido, váyase porfavor
Kol: se que le gusta mi presencia
Mihrimah: usted no sabe nada
Kol: si, yo le gustó _ dice con una sonrisa
Mihrimah: por favor yo no estoy a su alcance
Kol: si no le gustó dígame porque no ha hecho que me corten la cabeza
Mihrimah: porque me apiadó de los pobres como usted
Kol: Auch mi probrecito corazón__ el se irá exagerado en la cama fingiendo que le dieron un balazo en el pecho
Mihrimah no puede evitar reír con las ocurrencias del vampiro y kol en cierta forma tiene razón a ella le gusta, le gusta su personalidad extrovertida y alegre
Rebekah se arregla para ver al príncipe, usa un hermoso vestido blanco y coloca lindas flores en sus cabellos rubios, usa una rica colonia de almizcle y se maquilla los labios con un ligero color rojo, un guardia la esperaba y la llevo directo a los aposentos del principe
Al entrar ve una mesa con rica comida y al príncipe que se ve muy atractivo con su vestimenta, el al verla se para y le regala una sonrisa
Mustafa: duquesa rebekah déjeme decirle que se ve como un ángel está noche_ dice besando la mano de rebekah
Rebekah: gracias príncipe_ le dice con una sonrisa tímida
Mustafa: porfavor tome siento_ dice guiando la asta la mesa
Ambos se sentaron algo tímidos, a Mustafa le fascino la rubia, nunca antes se avía sentido así con una mujer estaba acostumbrado a que las mujeres fueran las nerviosas y tímidas, pero está ves era el quien se encontraba nervioso ante la hermosa mujer
Mustafa: cuénteme de usted mi duquesa
Rebekah se sonrojo aún más cuando le dijo mi duquesa
Rebekah: no hay mucho que contar príncipe, soy la menor de mis hermanos y por ende a la que más cuidan
Mustafa: si me he dado cuenta de cómo el duque kluas la protege
Rebekah: es un tonto_ dice con una sonrisa
Mustafa le devuelva la sonrisa, a el le complace ver a rebekah feliz y ara todo para que ella esté cómoda y contenta
Kluas se encuentra dando un recorrido por los pasillos de palacio seguro busca que comer, va caminando cuando una cabellera rubia se acerca, al híbrido le encantan las rubias por lo que no pierde el tiempo
Kluas: mi sultana_ hace una reverencia dándole un sonrisita pícara
Humasha: usted debe ser uno de los duques que se están quedando en el palacio_ dice con su mirada de superioridad
Kluas: hací es sultana__ el no quita su sonrisa picarona
Humasha: bien que tenga una buena noche
Kluas: sultana porque se va tan rápido
Humasha: eso es algo que a usted no le incumbe
La rubia se va con gran elegancia al caminar y kluas se queda picado por la guapa rubia otomana.
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