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Pᴀʀᴛᴇ O2

Los ojitos de Jimin se abrieron desmesuradamente y la sensación que obtuvo su cuerpo y corazón fue único, intento seguir el ritmo pero al ser su primer beso... Era un inexperto.

Yoongi se incorporo y con sus brazos atrajo el cuerpo de Jimin con el suyo, a pegándolo más a su cuerpo, envolviendo sus brazos en la cintura de Jimin.

El humano había pasado sus brazos temblorosos por el cuello del dios, uniendo sus manos tras el cuello del dios.

Su corazón galopaba cual caballo de guerra en combate, su pulso se sentía alterado y su estómago hormigueaba, los labios de aquel dios moviéndose contra los suyos lo tenían sumido en un limbo que jamás habia experimentado.

Entonces una lengua traviesa cruzó por su labio inferior y una pequeña mordida que lo hizo jadear y abrir su boca, dándole así la cabida a la lengua de Yoongi quien gustoso profundizó aquel beso.

Besar a aquel humano se sentía inexplicablemente único, las sensaciones que aquellos besos dejaban en él eran... No lo sabía con exactitud, pero si sabía que era únicos.

Dos pares de ojos curiosos veían aquella escena con sus mejillas coloreadas de un leve rosa, Jungkook tenía sus manos sobre la boca y Taehyung las tenía puestas en sus mejillas.

Ambos dioses viendo la muestra de afecto de su hermano con su pareja humana.

La vista los deleitaba y los hacia sentir extraños, ambos se voltearon a ver y tragaron grueso al verse ambos, sonrojados y nerviosos.

- Deberíamos besarnos para romper la tensión? -Había preguntado Jungkook, y Taehyung bufo molesto.

Dándole la espalda al castaño, el peli-azul se alejó de aquella escena, sintiéndose nervioso y a la vez mal, porque era prohibido espiar a los demás dioses, pero verlos a ellos compartir aquella muestra de afecto, había sido un completo accidente.

No había querido quedarse a ver, pero cuando aquella burbuja que rodeaba a Yoongi y Jimin los atrajo, se escondieron para ver qué iba a pasar después.

Quien diría que un beso así de apasionado podía ponerlo de los nervios, y más las insinuaciones de Jungkook que no ayudaban a controlar su alborotado corazón.

Quizás debía ver al "Mayack" líder, tenía tantas preguntas y quería respuestas a cada una de ellas.

Después de aquél beso que robo el aliento de ambos, su relación había estado progresando, pasó a paso pero todo estaba marchando de maravilla podía asegurar Yoongi.

Cada rose que sus manos tienen hacen sentir miles de sensaciones a JiMin, y sus emociones son siempre visibles, pues sus mejillas siempre se coloreaban de un tenue carmín, delatando la vergüenza.

Y Yoongi sólo podía sentir curiosidad, aquellas sensaciones que se instalaban cada día en su corazón, lo hacían actuar extraño y hasta casi distraído.

Jungkook y Taehyung disfrutaban de gastarle leves bromas a Yoongi, pero este jamás llegaba a enojarse porque sólo le bastaba con ver la mirada o la pequeña sonrisa de JiMin, para dejar olvidado el regaño hacia aquellos dos.

Yoongi observó aquel pergamino en su mesa, ni tan siquiera se podía concentrar con la última idea que había tenido, rondando en su cabeza día y noche.

Sería acaso una buena idea llevar a JiMin a que visitará Galasia?

Aquel pensamiento había surgido hace aproximadamente tres noches, mientras en la comodidad de su cama, JiMin le hablaba de su familia, habían bebido un poco del néctar de uva así que el sueño se les había esfumado.

Y Yoongi podía sentir la melancolía en las palabras de JiMin, entonces mientras él todavía yacía dormido a su lado, Yoongi se mantuvo despierto pensando y pensado.

Podría entonces JiMin querer regresar a Galasia si la visitaba?

Y aquella posibilidad era su mayor miedo.

Quiso despejar un poco su mente, así que rápidamente salió de aquel lugar en donde estaba encerrado, haciendo sus respectivos deberes.

Entonces camino hacia el jardín en el que pasaba la mayor parte del tiempo con Jimin, y justo como pensó ahí estaba el pequeño humano, inclinado regando las flores de armudea.

A paso lento se acercó hasta quedar a la par de Jimin, cuando el rubio noto la presencia de Yoongi, se alzó rápidamente y sonrió hacia la deidad.

- Disfrutas mucho de pasar aquí no? -Pregunta Yoongi, sin apartar la mirada del humano.

- Si, me recuerdan al jardín que había en casa -Responde Jimin, y aunque sonríe, Yoongi sabe que extraña a su familia, las emociones de JiMin siempre son tan visibles.

- Te... Te gustaría ir? -Pregunto Yoongi.

La mirada de Jimin destello ante aquello, y aquel efecto atacó directamente el corazón del dios.

- Puedo? Es decir... Se me permite ir a verlos? -Pregunta Jimin, jugando con la tela de su túnica.

Yoongi asiente y toma entre sus manos las regordetas de Jimin, llevándose ambas a sus labios, dejando un pequeño beso sobre ellas.

Los pómulos de Jimin, rápidamente toman el color melocotón, y sonríe ante aquellos pequeños gestos.

Haciendo que su corazón nuevamente se exalte como un loco.

- Pero no puedes estar mucho tiempo, hay un rango de tiempo establecido, una vez el límite llega desapareces y creeme, si lo haces así duele mucho, mientras que si sales y entras por las puertas por donde yo te cargue, ni hay dolor alguno -Explica cuidadosamente Yoongi.

Jimin muerde su labio inferior, ahora viéndose dudoso.

- Me acompañarás? -Pregunta el humano.

- Que más quisiera, pero no puedo dejar mis deberes, estaré si, Esperándote al otro lado de la puerta -Responde.

La mirada de Jimin es triste, así que Yoongi besa fugazmente sus labios, haciéndolo exaltar y brincar del susto no tan susto.

Yoongi se ríe y Jimin sólo sonrie.

- Cuando... Cuando podré ir a visitarlos? -Pregunta ansioso el rubio.

- Ya mismo si gustas -Es la respuesta de Yoongi-. Puedo llevarte hasta el templo, y luego regresar por ti -Agrega la deidad-. Tendrás únicamente cuarenta bathnas, para luego regresar.

Jimin asiente, cuarenta bathnas es más que suficiente para él.

Yoongi toma rápidamente su mano y lo jala, aún hay duda en su corazón, pero confía en que el humano regresará.

Y Jimin sólo se deja guiar, apretando fuertemente la mano de Yoongi, sintiendo su corazón vuelto loco, añorando ya poder ver a su familia y decirles que está bien.

Que la deidad cuida bien de él, que le ha respetado en todos los sentidos, y que no se preocupen por él, que tiene ahora quien vele por él.

El frío acorrala nuevamente su cuerpo, pero ahora hay algo más, los brazos de Yoongi arropan los suyos transmitiendo el poco calor corporal del dios hacia su cuerpo.

- Falta poco para llegar, una vez allí debes de contar bien el tiempo para regresar, desde que pisas la tierra humana, los cuarenta bathnas comienzan a correr -Dijo Yoongi al oído de Jimin.

El pequeño humano asintio, y una fuerte luz se hizo de pronto, presente, quitándole así el poder ver hacia el frente.

- Hemos llegado JiMin -Susurra Yoongi, abrazando ahora más fuerte a JiMin-. Cuidate y por favor... Regresa -Pide el dios.

Jimin se gira hacia el dios, quedando frente a frente con sus alimentos chocando, sonríe a pesar de la poca luz que entra al templo, y se coloca de puntillas para luego besar así la nariz de Yoongi, haciendo reír bajo al dios.

- Regresaré, siempre lo hago YoonGi -Dice con seguridad Jimin, el pelinegro asiente y suelta los brazos del cuerpo de Jimin.

Ambos se sonrieron y las puertas se volvieron a abrir, Jimin se giró hacia ellas y camino a pasos lentos pero seguros, una vez piso el otro lado. Yoongi inhaló profundo y sonrió levemente, Jimin se dio la vuelta para sonreírle y agitar su mano en despedida.

Las puertas se cerraron, y Yoongi jamás deseo tanto poder dejar olvidado sus deberes para poder acompañar a Jimin hacía el pueblo y la casa de sus padres.

JiMin respiro profundo y sonrió hacia la puerta, deseando algún día poder venir al pueblo de Galasia en compañía de su flamante esposo.

El sol pego contra su rostro y las joyas que cargaba en su corona, las túnicas frías que utilizaban calentándose, adaptándose al cambio de clima.

Camino por el mismo camino que una vez recorrió hace tres meses, y aligeró sus pasos, esperaba sus padres estuvieran en casa, y la sequía de la que una vez fueron víctimas, no hubiera ni vestigios de ella.

Cuando sus pies pisaron la tierra del pueblo, atrajo mucho la atención, pues algunos aldeanos se acercaron hacía él, sorprendidos de verle vivo.

¿Acaso ellos esperaban que estuviera muerto?

Sonrió con gracia y elegancia hacia ellos, agito sus hermosas túnicas frías que denotaban su papel como la esposa, en este caso, esposo del dios del agua, y las gemas en su corona relucieron magníficamente.

Entonces a lo lejos vio a su hermano, al parecer sus padres habían dejado salir a su hermano menor.

Se despidió de aquella gente y a paso presuroso se encaminó hacía su pequeño hermano.

Cuando HaRip vio a su hermano mayor caminar con pasos rápidos hacía él, dejo caer la cesta y corrió al encuentro con JiMin.

JiMin recibió gustoso el abrazo de su lindo hermano menor, escuchándolo sollozar bajito, Jimin acarició la espalda de su menor.

- Estoy bien, estoy vivo, no soy una alucinación -Dijo suavemente Jimin a su oido.

- Mamá, papá... Debes verlos, vamos, por favor... -HaRip jaló de la mano a Jimin, haciendo que este caminará más rápido y casi tropezara.

Cuando Jimin llegó a la cabaña en donde una vez vivió, se sintió nostálgico, pero extrañamente sentía que ya no pertenecía a ese lugar.

A su mente vinieron los recuerdos de los aposentos donde duerme él y Yoongi, las sonrisas de los sirvientes y las bromas de aquellos pequeños dioses que alegraban siempre sus días.

Jimin observó a su madre estar agachada regando las amapolas y rosas, y vio a su padre cavando un hueco en el suelo, su corazón se contrajo de felicidad.

- Mamá, papá, vean quien vino a visitarnos -Y cuando HaRip soltó aquellas palabras, sus padres habían girado sus rostros en su dirección y las lágrimas no se habían hecho esperar.

Cuando JiMin menos lo espero tenía a sus dos padres entre sus brazos, llorando a mar abierto, y Jimin soltó una que otra lágrima también, aunque estas se evaporaron rápidamente de sus mejillas.

Se abrazaron y hicieron tantas preguntas como pudieron, pero cuando el cielo se oscureció y el viento se puso helado, Jimin entendió que era su pareja dándole una advertencia de que él tiempo se acortaba.

- Estoy bien, de verdad lo estoy, mi dios es alguien amable, de pocas palabras pero con un buen corazón, sin él no habría podido venir y verles, espero algún día poder presentárselos, estoy seguro de que os caería bien -Había dicho Jimin, mientras sus padres prestaban suma atención.

Había sido agradable la corta estancia, pero ahora él debía regresar, un rayo iluminó el cielo y Jimin quiso gritar un "Ya te oí, ya voy" pero no lo hizo.

Se despidió de su familia prometiendo algún día volver a visitarlos, y rápidamente camino esperando llegar pronto al templo, sus pasos fueron rápidos y uno que otro tropezón casi lo hacen caer, más no cayó al suelo.

Jadeando y sudado llegó hasta el templo, su respiración siendo agitada por el trayecto y la precisión en sus pasos, JiMin inhaló y exhaló fuertemente intentando calmar así su respiración agitada.

Fue sólo cuestión de segundos cuando las puertas fueron abiertas rápidamente, y antes de que Jimin se encaminará hacía ellas, un Yoongi jadeante llegó a sus brazos, hundiéndolo en un profundo abrazo.

Y Jimin sólo disfruto del momento, sintiendo así de cerca el corazón de Yoongi, podía sentir cuan rápido iba, pues su propio corazón estaba quizás hasta peor que el de su dios.

- Te extrañe -Confeso en voz muy baja el dios.

Jimin mordio su labio inferior, suprimido así su grito, pero es que muy pocas veces Yoongi decía ese tipo de palabras, y cuando lo hacía siempre eran de sorpresa. Justo col ahora.

- Yo también... Yo también -Respondió Jimin, dejando suaves caricias en la espalda de su esposo, degustando de la cálida sensación instalada en su corazón.

Meses después.

- Entonces nunca han ido más haya de besos y esas cosas? -Pregunto un muy curioso Jungkook.

Las mejillas de Jimin se tiñeron de un tenue carmín, mientras negaba ante la pregunta sinvergüenza de Jungkook.

- Wuaaa, eso quiere decir que el hermano a estado en abstinencia por muchos meses -Comento Taehyung, riendo ante aquel pensamiento.

- Su bueno, no es como si hyung fuera por ahí durmiendo con cualquier diosa o dios -Dice Jungkook, cruzando sus brazos con expresión seria.

- Ciertamente -Confirma Taehyung.

Y muy en el fondo Jimin se siente aliviado, porque durante su estadía en aquel mundo, se había dado cuenta que de una u otra forma gustaba del dios del agua, y bueno. Ellos eran literalmente esposos, por lo tanto era normal que la noche de su boda intimaran, aunque entre ellos aquello Jamás ocurrió.

Porque después de todo aquel matrimonio había sido una ofrenda, y al inicio no hubieron sentimientos de por medio, por lo que intimar jamás estuvo en sus cabezas.

- Jimin-ah quiero preguntarte algo, y deseo que mi pregunta sea respondida con total sinceridad -Pidio Jungkook, adoptando un tono y pose sería, luciendo como un dios imponente.

JiMin asintió, y se reacomodo para poder estar sentado correctamente.

- De todo corazón, sin mentira o engaño alguno, podéis decirme si de todo corazón, tú gustas sentimentalmente de mi hermano, si gustas de él como el marido que es? -Pregunto Jungkook a Jimin.

Y Jimin sopesó aquella pregunta, porque era la misma que él se había hecho, hace muchas semanas atrás en la soledad de sus aposentos.

Y con la seguridad que se había respondido semanas atrás, respondió también la pregunta ahora hecha por Jungkook, el hermano menor de su dios.

Inhalando profundamente, Jimin alzó su barbilla y fijo su vista sobre Jungkook.

- Admito que antes lo vi como mi carcelero, como vez yo fue ofrecido como un sacrificio intermediario para que el agua volviera a fluir en mi pueblo, Galasia. -Comenzó JiMin, teniendo apenas una pequeña sonrisa en su rostro. -Pero entonces me dije, él no es el villano en esta historia, sólo debo de tener otro punto de vista, un enfoque diferente que me haga ver quien es en realidad este dios.

Jungkook asintio al igual que Taehyung, prestando suma atención a lo que Jimin decía.

- Entonces él amablemente me mostró su hogar, me presento ante todos como su pareja, me dio el valor que requiero para ser tratado como un igual, me dio la oportunidad de volver a ver a mi familia -Siguió contando Jimin-. Entonces me dije, su corazón es tan bondadoso y carga con una paciencia que vale mil soles, sus sonrisas son sinceras y su calidez aviva mi cuerpo.

Las mejillas del pequeño humano se tiñeron de un leve rosa, sintiendo sus orejas calientes por la vergüenza.

- Así que durante un buen tiempo sopese lo que sentía por Yoongi, y me hice esa pregunta más de mil veces, preguntándome siempre si lo que empezaba a sentir por él era amor o solamente gratitud -Siguió contando Jimin-. Pero entonces él viene y me sonríe, me besa y me acaricia que hace que mi mundo vuele y mi corazón palpite como si hubieran mil caballos galopando adentro de el.

Jimin observó como las mejillas de ambos menores y las observó teñidas de un leve rosa, sonrio ladinamente al ver que ellos también podían avergonzarse con tan solo escuchar un relato.

- Así que querido Jungkook, llegue a la conclusión que quizás existí sólo para ser el novio del dios del agua, pero también se que mi corazón fue creado para él, porque no puede haber otro hombre o dios en el mundo que vuelvan loco a mí corazón y alteren mis emociones, cómo lo hace Yoongi -La sonrisa de Jimin se expandió ante aquello-. Así que si Jungkookie, me gusta Yoongi, como un hombre y como mi marido.

Y las mejillas del humano adquirieron aquel rojizo fuerte, pues extrañamente su corazón se sentía muy cálido y aquella sensación no desaprecio en ningún momento durante su estadía platicando con aquellos dos.

Mientras que al otro lado, Yoongi llevo su mano a sus pálidas mejillas ahora coloreadas de un leve carmín, y sintiendo su corazón alterarse locamente cuando los sentimientos de Jimin junto a sus pensamientos fueron transmitidos.

- Puedo decir, que tú también me gustas JiMin -Murmuro el dios, palmeando sus mejillas y evitando sonreír más de lo que ya lo hacía.

- Está noche abra doble luna -Dijo el "Mayack" mientras su vista estaba puesta en el cielo.

El ayudante dejo de acomodar los pergaminos y observó a su mentor y luego observó el cielo.

Él no pudo ver nada, así que se preguntó como su mentor estaba tan seguro de que esa noche abría doble luna.

- Si eso es así, significa que es una buena noche para las parejas no señor? -Dijo y a la vez pregunto curioso, el Mayack asintió aún sin voltear a ver a su ayudante.

- Está luna nos traerá muchas sorpresas, y lo mejor es que estará pasando sobre la casa del dios del agua -Dijo aquel hombre de cabellos grisáceos, agitando ahora un abanico hacia su rostro.

- Oh, eso es bueno, quiere decir que la bendición de la luna se les fue otorgada -Dijo en tono feliz el ayudante.

- Así es, al ser Yoongi el dios del agua e hijo de la luna. Su pareja será bendecida con el Don que todo semi dios y dios desean -Hablo sabiamente el Mayack.

El pequeño ayudante aplaudió feliz, muy pocas veces la luna otorgaba su Don, y cuando lo hacía se celebraba con grandes fiestas y banquetes.

- Debería de avisarle al señor GyoRo? -Pregunto él a su mentor.

El señor de cabellos grisáceos se volteo a verle y agito su abanico, dejando ver una sonrisa de ojos, igualando a dos medias lunas.

- No es necesario, creo que GyoRo ya lo sabe, después de todo su madre es la luna -Respondio él.

El ayudante no dijo nada, y se dispuso a terminar de ordenar los pergaminos sobre la gran mesa, observando de vez en cuando a su mentor.

Nectheo, llevo nuevamente su vista hacia la luna, y silenciosamente le pidió que cuidara de JiMin y YoonGi esa noche, porque después de siglos al fin iba haber un heredero, hijo de un Dios y un humano, o más bien un semi humano.

El calor en su cuerpo era tan extraño que JiMin quería deliberadamente quitarse aquellas túnicas y quedar completamente desnudo, tal y como vino al mundo.

Habían terminado ya aquel extraño banquete al que habían asistido, su esposo se había quedado a platicar con las demás deidades mientras que él se había retirado ya, rumbo a sus aposentos.

Se dejó únicamente en la túnica interior, pero el calor seguía siendo insoportable, sentía que estaba bañado en sudor.

Y no entendia él por que, aparte de la calor horrible, también se sentía húmedo y vergonzosamente muy necesitado, pero él no iba a hacer eso, no cuando aquella puerta podría abrirse en cualquier segundo y Yoongi podría entrar por ella.

El rocé de aquellas telas control su sensibilizada piel lo hacía estremecer, tanto que pequeños jadeos expelían de su boca.

JiMin se sentía tan avergonzado y caliente a la misma vez, que sus pensamientos eran una nube completamente blanca.

Cuando Yoongi entró a pasos lentos a aquella habitación, jamás se espero ver tremenda imagen ante sus ojos.

Jamás había deseado tanto poseer a una persona, pero JiMin... JiMin era malditamente una tentación andante.

Por eso cuando vio el pecho descubierto de su pareja, el aroma algo extraño en el ambiente y la temperatura por los cielos en aquella habitación, decidió cerrar las puertas de su habitación, y colocar una barrera sobre la misma.

Si pasaba lo que él más temía y añoraba, nadie, absolutamente nadie. Tenia porque intervenir o irrumpir en sus aposentos.

Cuando la mirada algo ida de JiMin cayó sobre la de Yoongi, el interior del humano se incendió metafóricamente, y lentamente alzó los brazos hacia el dios.

Yoongi camino hacia el humano y lo alzó rápidamente, escuchando el gemido bajito que emitió el rubio.

Y Yoongi sólo pudo pensar en que su madre está vez se había pasado, porque JiMin estaba hecho un desastre y él estaba tan a poco de volverse uno también.

- Y-yo... Ne-necesito... Te necesito tan-tanto Yoon-gi~ -Murmuro Jimin entre jadeos.

Yoongi dejo un pequeño camino de besos en el hombro descubierto del humano, hasta llegar a la manzana de adán del mismo, suspirando en el proceso porque estaba perdiendo cada gramo de control.

- Yo también JiMin, no sabes cuánto -Comento en voz ronca, y el cuerpo de Jimin tembló ante aquella voz.

- Ha-hazme tu-tuyo... Por favor... Y-yo lo quiero tan-to -Susurro Jimin al oído del dios.

Y toda la poca cordura de Yoongi se fue al laberno, porque el malditamente también lo deseaba tanto, que dolia la espera.

Pero todo valía la pena, porque al fin... Luego de tanto, podría demostrarle a Jimin, cuanto lo amaba, cuan loco lo tenía y cuánto lo quería.

No te olvides de regalarme un voto y tus comentarios.

Os gustó el capítulo?)

Bathnas son minutos en el mundo donde viven.

Deos, espero que sí, tarde tanto en él que no quería decepcionarlos y sentir que no valía la pena.

GRACIAS por sus votos y comentarios, gracias por siempre estar para mi.

Y esperen la parte final del threeshot.

Por mientras lean "Ghouls Town"☯️🐣

Los lovea siempre~

MinMin🐣✨

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