Three Shots
8pm y suena un trío de golpes secos en la puerta del frente.
Jimin que se encontraba en la sala ligeramente adormilado viendo una película de terror en blanco y negro con un volumen bajo dio un pequeño salto en su lugar al escucharlos.
Se levantó perezoso rascando su cabeza colocando el tazón a medio terminar de palomitas en la mesa de la sala.
Pov Jimin
¿Pero quien rayos... ? ¿No pedí pizza o sí ? ¿Papá? ¿Mamá? Quizá olvidaron las llaves, no, es muy temprano para que sean mis padres además me llamarían al celular primero... 😑 ¿ Quién podrá ser...?
Jimin casi cae de golpe al asomarse por la mirilla de su puerta, ahí estaba de pie sonriendo de lado mirando fijamente la mirilla, pasando la lengua por la comisura de su boca el pálido novio de su vecina... Había cumplido su palabra.
- sé que estas ahí bonito... Casi puedo olerte... Abre... - la voz ronca y profunda del chico le hace sentir un nudo en el estómago a Jimin, quien no ha reaccionado del todo a su sorpresa.
Tres golpes secos nuevamente.
- ¿no abrirás? Te advierto que soy muy paciente pero no manejo muy bien la espera, y tomaré represalias mayores si me sigues manteniendo aquí afuera... - Jimin abre aún más sus ojos mientras hace una nueva facia de incredulidad formando una o con sus abultados labios.
- Jimin... - voz más pausada y ronca- sé que estás detrás de la puerta, puedo escucharte, ¿abrirás? ¿O tendré que esperar a verte la siguiente semana en la prepa? No me gusta esperar.
Un momento, ¿prepa? ¿Acaso este tipo también estudia donde el irá? ¿Cómo es que sabe mi nombre? Quizá sea mejor abrirle y evitar malos entendidos o problemas antes de empezar. - pensó Jimin.
Un golpe seco, frustrado y ligeramente dudante volvió a sonar en la puerta.
-está bien, me iré - su voz ronca ahora suena cortada, como si quisiera romperse y explotar en llanto.
Conmovido Jimin dio un salto y abrió de golpe la puerta contra todo atisbo de sensatez en su sangre.
Yoongi estaba frente a él, a tan corta distancia que casi podía respirar su aliento, mirándolo fijamente como si fuera un banquete recién servido, mordió su labio inferior mientras veía fijamente la boca del pequeño rubio.
Dio un paso hacia adelante para acortar la poca distancia entre ambos y exhalo sonriendo de lado
- oh, eres mío bonito...
Antes de que Jimin pudiera reaccionar al escalofrío de su columna al escucharlo, fue aprisionado contra la pared por el chico de tez pálida, quien en un movimiento rápido lo envolvió entre sus brazos y sello sus labios con un beso intruso, demandante incluso.
Jimin se removió inquieto tratando momentáneamente de sacarse sin éxito, el que ahora movía sus labios buscando respuesta y mantenía su mano dominante sobre la nuca de este, evitando se alejara, y con su otra mano apretaba su cintura, era considerablemente más fuerte a pesar de ser de complexión más delgada y casi de la misma estatura del rubio.
Cedió por fin al momento cuando sintió una caprichosa mordida suave sobre su labio inferior seguida de una caricia húmeda de su lengua como si pidiera perdón o permiso y Jimin ya no resistió más, nadie antes lo había besado así, tan apasionado, tan urgente, y dejó de pensar, se dejó llevar por el momento soltando un quedó jadeo antes de abrir sus labios para dar entrada libre a la lengua ajena y rodear con sus brazos el cuello del otro, hasta ahora había tratado de alejarlo colocando ambas palmas en el pecho ajeno.
Antes de cerrar sus ojitos para entregarse al beso robado pudo ver una sonrisa maliciosa del otro, esa misma sonrisa que le pareció tan malditamente sexy cuando lo vio en la habitación de enfrente y que no había dejado errante de pasear por su mente desde entonces.
Yoongi soltó un poco su fuerza cuando sintió a Jimin entregarse al beso, para empezar a pasear sus manos por la espalda del pequeño, mientras posicionando una de sus piernas entre las de Jimin provocaba un roce con su entrepierna, podía sentir el efecto de su beso en el pequeño rubio creciendo.
Una vez que bajó el ritmo de sus labios y sus lenguas buscando un respiro Jimin abrió un poco sus ojos, se veía tan sexy con su mirada a medio cerrar, su piel de tono ligeramente bronceado, y respiración entrecortada cuando Yoongi abrió sus ojos no podía dejar de mirar esa imagen, y esos labios abultados, esos labios que no dejaban de robar su mente desde que lo vio ahora temblaban y estaban rojos e inflamados por su beso, y eso lo hacía descolocarse, necesitaba más, necesitaba poseer a este chico, y ser dueño de esos labios y esa suave piel apiñonada.
Se miraron fijamente a los ojos lo que se sentía eterno pero sólo fue un minuto en realidad, los ojos del pálido viajaron de nuevo a los labios del pequeño, finalmente dijo - ¿me invitaras a pasar bonito? ¿Hmm?
Jimin aún se sentía en otro mundo, quizá estaba soñando, hace menos de tres días antes jamás habría pensado en besar a alguien de su mismo sexo, incluso le había gustado tanto su vecina que imaginaba escenarios donde charlaba con ella y caminaban juntos de la mano a la escuela o pasaban tardes charlando y riendo, y ahora estaba en la entrada de su casa, siendo besado por el raro novio de su vecina, y le gustaba, hasta hace 3 días lo consideraba rival y ahora solo deseaba que volviera a besarlo, lo estaba volviendo loco, no podía creer lo que estaba por hacer, se sentía ajeno mentalmente de la situación, como si su lógica hubiera salido por la ventana al escuchar la voz del otro.
Tomó la mano del pálido y entrelaza sus dedos, cerró la puerta con la otra mano y sin decir una palabra lo guió hasta la sala donde se sentaron y se giró para quedar ligeramente frente al otro, iba a decir algo cuando fue interrumpido por otro beso robado, este es más pausado pero también más profundo y suave, Jimin no puede evitar sentir todas esas emociones formando nudos en su estómago.
Yoongi tenía a Jimin derritiéndose entre sus brazos y el que fuera tan sumiso a sus besos le estaba conduciendo a la locura de una manera deliciosa y caliente, casi hipnotizante, por lo regular no era tan impulsivo, pero a veces, a veces creía que esas decisiones en las que no piensas y sólo vas y haces lo que sientes son las que mejor le han funcionado, y justo ahora, que simplemente se dejó llevar por su intuición y se decidió a buscar a ese rubiecito bobo con cuerpo de pecado y que se sonrojaba cada que lo miraba lo comprobaba, era una buena decisión, estaba resultando alucinante.
De pronto Jimin hace algo que decide el rumbo de la noche, suelta el suave agarre del pálido, pausa el beso y se sienta en el regazo de Yoongi, su rostro es un bonito festival de tonos rojizos, sus labios aún más abultados por el estímulo de los labios ajenos, era una poesía lasciva y descarada para el chico de piel pálida que lo veía fijo e intenso atento a cada movimiento, como un gato acechando un polluelo distraído.
Yoongi exhala pesadamente un ronco jadeo al sentir al pequeño rodearlo con sus piernas dejando caer su peso en su regazo, esta vez es Jimin quien toma con sus pequeñas manos el rostro del pálido y lo hala hacia su rostro para iniciar otro beso.
Al cabo de unos segundos en el beso, Yoongi aprieta los muslos del pequeño cuando siente que este comienza a mover suavemente la cadera sobre las piernas del otro, rozando ambas intimidades, causando ligeras descargas eléctricas en ambos.
Yoongi le susurra en una pausa sin dejar de rodar sus labios - ay bonito, eres una tentácion que me urge saciar... Déjame tenerte... - gimiendo ronco nuevamente.
Quizá era la urgencia en la voz ronca del pálido o todo lo que le hacía sentir al besarlo pero Jimin actuó nuevamente sin pensarlo, se levantó de las piernas del otro causando un respingo ajeno por esto, y de nuevo entrelazo sus manos comenzó a caminar arrastrando a Yoongi hacia su habitación.
Ninguno de los dos creía lo que estaba pasando pero tampoco querían ser la voz sensata que interrumpiera este momento.
Una vez en la habitación Jimin detuvo su paso sin girarse a encarar al otro chico que lo había seguido obediente y en silencio escaleras arriba, Yoongi cerró la puerta tras de sí con el pie, y miró expectante al otro para saber como actuar, cuando escucho - ¿podrías poner el seguro? - la voz del pequeño sonó un poco más profunda que cuando lo escucho en la tarde todo chillóna y quejumbrosa, teniendo un chiqueo al final, le encantó, podría pasar los días completos escuchando esa voz - mis padres podrían llegar- concluyó.
Cuidando de no soltar el agarre de la mano del más joven, Yoongi puso el seguro y avanzo ansiosamente hasta borrar todo espacio entre el y Jimin quien aún le daba la espalda inmovil a un par de pasos de la entrada a la habitación, se atrevió a rodear con sus brazos al otro al nivel de la cintura, depositando suaves y tímidos besos en su cuello y nuca.
Sintió temblar al pequeño entre sus brazos, se coloco frente a él y con una mano sostuvo su barbilla para elevar su rostro y mirarlo a los ojos, - no quiero nada de ti que no quieras darme bonito - su voz ronca y pausada, en este tono bajo bastó para que Jimin se relajará, lo rodeo por el cuello y comenzó a besarlo, empujándolo suavemente hasta que las piernas del mayor sintieron la orilla de la cama, instintivamente se sentó sin dejar de acariciar y atraer al pequeño rubio hacia él, ahora se repetía el sueño de Jimin, ahí estaba con el novio de su vecina siendo el receptor de la lujuria de este chico raro y ¿le gustaba? Ya no había vuelta atrás, ambos estaban esperando seguir.
Jimin de nuevo se sienta en el regazo del mayor quien comienza a acariciar sin pudor alguno su piel bajo la ropa mientras profundizan el beso, casi inconscientemente el pequeño inicia el vaivén de caderas creando nuevamente esa fricción que los volvió locos en la sala, Yoongi soltó un gruñido al sentir la ereccion del otro sobre la propia separados únicamente por un par de telas, se deshizo rápidamente de la ropa del rubio y comenzó a besar su piel desnuda, bajando por su cuello, su clavícula izquierda hasta sus pezones, - eres hermoso bonito, hermoso - le susurraba en voz profunda y urgente, creando escalofríos que se evidenciaban en su piel, dejaba pequeñas marcas ligeramente rojizas por el juego entre besos, lamidas, chupadas, se tomaba su tiempo y para Jimin ya se sentía como tortura entre las piernas, - tómame... - pide casi en suplicio con voz más aguda de lo que creyó posible escuchar en sí mismo, sonaba casi como un niño rogando, y se sorprendió a sí mismo de su petición, el mayor al escucharlo gruñó en respuesta e introdujo sus manos bajo el pantalón del más joven, apretó sus glúteos y marcó con un movimiento el ritmo de su cadera, una de sus manos busco la ereccion del pequeño rubio y comenzó a masajear, escucha la respuesta del otro en respiración más agitada y ligeros gemidos que trataba de ahogar mordiendo la camiseta del mayor, - no te frenes pequeño, dejate llevar, dejame oírte, dejame verte - le dice con voz profunda en el oído y separa un poco su cuerpo de este para ver su rostro, ese rostro hermosamente coloreado de un tono rojizo, ojos entrecerrados, labios hinchados y piel apenas perlada por el sudor, era un pecado difícil de negarse, mete sus dedos en la boca del pequeño - lame - ordena, el pequeño obedece sin chistar, al tenerlos humedecidos, baja y comienza a estimular la entrada del más joven.
Un dedo y el pequeño jadea y trata de acomodarse por la incomodidad, dos dedos y el rubio abre su boca sin ser capaz de controlar un movimiento uniforme, casi detiene el roce de sus caderas al sentirse extraño, tres dedos y el más joven ya luce un gesto de ligero dolor, cierra sus ojos y deja salir una queja apenas audible, - ¿estás bien? ¿Quieres que me detenga? - pregunta el chico pálido sin separar sus labios de la piel contraria causando un poco de cosquilleo, medio sonriendo contesta - no te atrevas a detenerte ahora - con voz más baja.
-¿puedo? Jiminie, ¿puedo? - soltando breves roncos gemidos.
-s-si, ha, hazlo ya- entre súplica y demanda.
En un rápido movimiento Yoongi recostó al rubio frente a él, le retiro lo que quedaba de su ropa y se retiro lo que quedaba de la de el.
Jimin cubría con una mano su entrepierna y con el otro brazo su rostro, se sentía totalmente expuesto, además de sus padres cuando el era pequeño, no había mostrado a nadie su desnudez y quería hacerse un ovillo y cubrirse.
Al mirar esta escena el mayor se sintió enternecido, confirmaba sus sospechas de que este chico bobo que lo miraba todo el tiempo como si fuera un filete mignon era casto y quizá el ya no querría luego de esto que alguien más le mirara, y aún menos de ese modo, acarició su abdomen - bebe, eres tan hermoso, no vuelvas a cubrirte frente a mí, siempre quiere verte - y acarició su rostro, empujandose entre sus piernas despacio, permitiéndole acostumbrarse a la sensación de ser llenado observando fijamente sus expresiones para guiarse, suponía que dándole tiempo estaría bien, no tenía experiencia con chicos, ¿qué pensaría su pequeño si supiera que esa tarde estudio algunos videos y técnicas para estar con él? ¿Creería qué es un pervertido? No le importaba realmente si seguía teniéndolo.
Una vez dentro toda su extensión espero unos segundos a que Jimin se acostumbrará, miraba fijamente su rostro tratando de tatuarse esa imagen mentalente, se sentía tan sucio, tan diferente y tan placentero, su compañero de aventura le parecía tan atractivo, y lo más bonito que había visto, antes de verlo sonrojarse para el, aquel primer día creyó que era sólo un niño bonito más, tenía algunos amigos así, siempre pensó que de ponerles peluca serían la clara representación de una atractiva mujer, pero borraba la imagen al imaginarlos con esa estatura, sus amigos solían ser más altos que él, o con músculos notables, pero este chico, no se veía femenino y sin embargo le causaba estragos imaginarlo, y tenerlo sumiso y sonrojado lo volvía loco de deseo, además de despertar en el un lado protector que ni siquiera sabía que era capaz de sentir, no le parecía tan lógico pues el chico tenía una complexión más fibrosa que el, y su cuerpo estaba trabajado con músculos suavemente marcados, pero de algún modo lo sentía vulnerable, inocente y sentía como si quisiera guardarlo en una burbuja y que ningún mal le tocará.
-y-ya p-por favor ya hazlo, ya no aguanto, ah~~, necesito venirme - apretaba su puño en la sabana y con su otra mano tocaba y daba golpecitos en el pecho del mayor sacándolo de sus pensamientos.
Yoongi comenzó a moverse creando fricción, las lágrimas rodaban las mejillas abultadas del menor, pero cuando subieron de intensidad y rapidez escucho un - ¡arrrrg! ¡Ahí! ¡Aaaah! Ahí se siente tan bien...- exclamó el rubio soltando una fiesta de gemidos y suspiros entrecortados.
El mayor se acomodo para embestir y estimular más ese punto hasta que sintió entre fuertes y torpes sacudidas el cuerpo del rubio estremecerse derramándose en su abdomen y tratando de callar un chillido mordiendo el hombro del más pálido.
La sola imagen de su rostro descompuesto por lujuria y dolor bastaron para que el mayor terminará también soltando un fuerte y profundo gemido llenando el interior del pequeño con su tibio fluido, Jimin sintió al mayor temblar al venirse y eso le causó ternura, - este chico raro, no sé que me hizo pero es tan..., quiero protegerlo y cuidarlo, aunque se vea mucho más intimidante que yo- pensó Jimin sonríendo dulcemente.
El mayor salió despacio causando una suave queja en el rubio, para luego dejarse caer desnudo y exhausto al lado de este y abrazarlo jalandolo hacia a él, dejaba suaves besos en su cuello nuca y omóplatos.
- ni siquiera sé tu nombre... ¿Cómo te llamas? - susurro con un tono triste y tímido el menor.
- Yoongi, Min Yoongi, pero puedes llamarme oppa - le susurro coqueto al oído.
Jimin se giró para encararlo indignado
- ¡¿Oppa?! ¡No soy mujer! no puedo llamarte así - concluyó haciendo un puchero que lo hacía ver como un chiquillo adorable.
El mayor soltó una risita mostrando sus encías y una muy bonita e inocente sonrisa que le pareció adorable al pequeño - llámame como tu lo desees siempre que no dejes de llamarme - frotó su nariz con la del pequeño causándole estragos por la ternura que le estaba mostrando, aquel chico raro y cínico que lo miraba tan lascivamente desde hace días, es como si fueran dos personas y ambas facetas tan contrarias le gustaban, después acomodo su cabeza en el pecho del menor para arrullarse al compás de sus latidos, rodeándolo como un koala entrelazando sus piernas y sus brazos en su compañero.
Jimin no tuvo el corazón de retirarse del abrazo, de hecho con cada momento le gustaba mas sentirlo, tan cerca y tan vulnerable luego de haber sido tan dominante, acariciaba con sus dedos las hebras de color menta del mayor mientras lo escuchaba hacer un ruido al roncar quedito que podría ser equiparable al ronroneo de un gatito.
Jimin comenzó a pensar si acaso esto significaba que era gay, o si era el comienzo de algo, quizá una nueva aventura de la mano del chico raro no estaría tan mal, el había dicho que quería que lo siguiera llamando, quizá debería de dejar de pensar y dejarse llevar como le dijo antes el mayor, tal vez sólo tal vez no quiera pensar y perderse esta aventura por miedo o timidez mientras el chico raro no soltara su mano, y como si el mayor leyera su mente en ese momento apretó su abrazo y susurro - quédate conmigo Jiminie, déjame quererte, me gustas mucho bonito- Jimin sintió un vuelco en su corazón y mirando al mayor caer dormido nuevamente acaricio su rostro y murmuró antes de besar su frente y dejarse llevar por el sueño - por el tiempo que quieras Min Yoongi, por el tiempo que quieras-.
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